Debemos Pelear por la Bendición de Dios

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La bendición de Dios determina nuestro futuro de victoria.

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La Bendición de Dios sobre nuestra vida es fruto de una batalla ganada.

Génesis 1:28 NTV
28 Luego Dios los bendijo con las siguientes palabras: «Sean fructíferos y multiplíquense. Llenen la tierra y gobiernen sobre ella. Reinen sobre los peces del mar, las aves del cielo y todos los animales que corren por el suelo».
Bendición= Barak= Bendecir con abundancia, ser dichoso, ser bienaventurado, Dios cuando suelta su bendición está lleva implícitamente que su Presencia estará sobre esa persona.
Génesis 2:3 NTV
3 Dios bendijo el séptimo día y lo declaró santo, porque ése fue el día en que descansó de toda su obra de creación.
Génesis 22:2 NTV
2 —Toma a tu hijo, tu único hijo —sí, a Isaac, a quien tanto amas— y vete a la tierra de Moriah. Allí lo sacrificarás como ofrenda quemada sobre uno de los montes, uno que yo te mostraré.
Génesis 22:16–18 NTV
16 —El Señor dice: Ya que me has obedecido y no me has negado ni siquiera a tu hijo, tu único hijo, juro por mi nombre que 17 ciertamente te bendeciré. Multiplicaré tu descendencia hasta que sea incontable, como las estrellas del cielo y la arena a la orilla del mar. Tus descendientes conquistarán las ciudades de sus enemigos; 18 y mediante tu descendencia, todas las naciones de la tierra serán bendecidas. Todo eso, porque me has obedecido.
Mateo 22:37–38 NTV
37 Jesús contestó: —“Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente”. 38 Este es el primer mandamiento y el más importante.

Aprendamos de Jacob a pelear por nuestra Bendición.

Génesis 25:29–33 NTV
29 Cierto día, mientras Jacob preparaba un guiso, Esaú regresó del desierto, agotado y hambriento. 30 Esaú le dijo a Jacob: —¡Me muero de hambre! ¡Dame un poco de ese guiso rojo! (Así es como Esaú obtuvo su otro nombre, Edom, que significa «rojo»). 31 —Muy bien —respondió Jacob—, pero dame a cambio tus derechos del hijo mayor. 32 —Mira, ¡me estoy muriendo de hambre! —dijo Esaú—. ¿De qué me sirven ahora los derechos del hijo mayor? 33 Pero Jacob dijo: —Primero tienes que jurar que los derechos del hijo mayor me pertenecen a mí. Así que Esaú hizo un juramento, mediante el cual vendía todos sus derechos del hijo mayor a su hermano Jacob.
Génesis 27:28–29 NTV
28 «Del rocío de los cielos y la riqueza de la tierra, que Dios te conceda siempre abundantes cosechas de grano y vino nuevo en cantidad. 29 Que muchas naciones sean tus servidoras y se inclinen ante ti. Que seas el amo de tus hermanos, y que los hijos de tu madre se inclinen ante ti. Todos los que te maldigan serán malditos, y todos los que te bendigan serán bendecidos».
Génesis 27:36 NTV
36 —Con razón su nombre es Jacob —exclamó Esaú—, porque ahora ya me ha engañado dos veces. Primero tomó mis derechos del hijo mayor, y ahora me robó la bendición. ¿No has guardado ni una bendición para mí?
Génesis 28:11–15 NTV
11 A la caída del sol, llegó a un buen lugar para acampar, y se quedó allí a pasar la noche. Jacob encontró una piedra donde reposar su cabeza y se acostó a dormir. 12 Mientras dormía, soñó con una escalera que se extendía desde la tierra hasta el cielo, y vio a los ángeles de Dios que subían y bajaban por ella. 13 En la parte superior de la escalera estaba el Señor, quien le dijo: «Yo soy el Señor, Dios de tu abuelo Abraham, y Dios de tu padre Isaac. La tierra en la que estás acostado te pertenece. Te la entrego a ti y a tu descendencia. 14 ¡Tus descendientes serán tan numerosos como el polvo de la tierra! Se esparcirán en todas las direcciones: hacia el Oriente y el Occidente, hacia el Norte y el Sur; y todas las familias de la tierra serán bendecidas por medio de ti y de tu descendencia. 15 Además, yo estoy contigo y te protegeré dondequiera que vayas. Llegará el día en que te traeré de regreso a esta tierra. No te dejaré hasta que haya terminado de darte todo lo que te he prometido».
Génesis 32:24–30 RVC
24 De modo que Jacob se quedó solo, y un hombre luchó con él hasta la salida del sol. 25 Pero cuando ese hombre vio que no podía vencerlo, lo golpeó en la coyuntura de su muslo, y en la lucha el muslo de Jacob se descoyuntó. 26 El hombre dijo: «Déjame ir, porque ya está saliendo el sol.» Pero Jacob le respondió: «No te dejaré ir, si no me bendices.» 27 Aquel hombre le dijo: «¿Cuál es tu nombre?» Y él respondió: «Jacob». 28 Y el hombre dijo: «Tu nombre ya no será Jacob, sino Israel; porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido.» 29 Entonces Jacob le preguntó: «Ahora hazme saber tu nombre.» Y aquel hombre respondió: «¿Para qué quieres saber mi nombre?» Y lo bendijo allí. 30 A ese lugar Jacob le puso por nombre «Peniel», porque dijo: «He visto a Dios cara a cara, y sigo con vida.»
Jacob= Yaacob= El que toma por el talón, suplantador, el que toma lo que es de otros por medio de trampa, el que resiste, el que vuelve mas fuerte ante la adversidad.
Israel= Príncipe o luchador con Dios, el que vence después de una lucha en lo natural y en lo sobrenatural.
Jacob se refiere a una lucha meramente natural, Israel alude a una lucha no solo natural sino también en lo sobrenatural, contra lo terrenal y lo espiritual.