Fe como un grano de mostaza
Dominical • Sermon • Submitted
0 ratings
· 3,566 viewsLa fe que mueve montañas está sujeta al conocimiento de Dios y su voluntad.
Notes
Transcript
Fe como un grano de mostaza
Fe como un grano de mostaza
Mateo 17:19–20
19 Viniendo entonces los discípulos a Jesús, aparte, dijeron: ¿Por qué nosotros no pudimos echarlo fuera? 20 Jesús les dijo: Por vuestra poca fe; porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible.
Introducción
Introducción
Cuántas veces hemos orado por sanidad, por un milagro, pero no obtuvimos la respuesta que esperábamos.
Ante esta situación concluimos en que nuestra fe no fue lo suficientemente eficaz para alcanzar el favor de Dios.
Elaboramos respuestas generales y pretendemos responder a todos estos casos con mas mismas respuestas. Pero no puede ser así.
Cada caso es particular y tiene explicaciones específicas.
Es importante comprender esto para que no caigamos en herejías o desánimo espiritual.
En estos texto vemos el momento que que los discípulos no pudieron liberar a un muchacho endemoniado, hasta que El Señor llegó y lo liberó: Mateo 17:17 “Respondiendo Jesús, dijo: ¡Oh generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros? ¿Hasta cuándo os he de soportar? Traédmelo acá.”
En este caso específico El Señor revela que los discípulos no pudieron liberar al muchacho endemoniado por falta de fe.
La fe que mueve montañas, es una expresión de manera metafórica, pues en ningún momento, ningún hombre, ni aún Dios ha movido una montaña de su lugar. Significa que si clamamos por la solución de un problema tan grande como una montaña, será solucionado.
El Señor les declarar que necesitan solo un poco de fe para obrar la liberación del muchacho.
Cometemos también el error de tomar pasajes como este y pretender aplicarlos a todo caso, cuando, como dijimos anteriormente cada caso es particular y debe evaluarse según la dirección de Dios.
Fe pequeña
Fe pequeña
Mateo 17:20 “...que si tuviereis fe como un grano de mostaza...”
El Señor declara que no necesitamos mucha fe para recibir un milagro, basta con un poquito. Debemos entender que un poco de fe es muy diferente a la incredulidad.
La eficacia de la fe no está en su tamaño sino en su poder.
Una pequeña chispa puede hacer arder en llamas un gran bosque. Santiago 3:5 “Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí, ¡cuán grande bosque enciende un pequeño fuego!”
Un poco de levadura contamina toda la masa: Gálatas 5:9 “Un poco de levadura leuda toda la masa.”
Una pequeña espora o bacteria puede arruinar un alimento.
Fe consiste en conocer a Dios, y al conocerlo creemos en Él. Dios se revela en su Palabra, esta es la revelación especial de Dios. Juan 5:39 “Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí;”
Este conocimiento lo adquirimos escudriñando las escrituras pero también escuchando la exposición de ella. Romanos 10:17 “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.”
La fe debe ser avivada como el fuego, cultivada como una semilla (Mateo 13:31-32 La parábola de la semilla de mostaza)
Características de la fe
Características de la fe
La fe no es una varita mágica que cumple nuestros caprichos.
La fe es conocer y creer a Dios, por lo tanto, conoceremos y estaremos de acuerdo con Su voluntad y propósito. Mateo 6:10 “...Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.”
Romanos 12:2 “...la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.”
Cuando no conocemos a Dios no tenemos fe, entonces nos frustramos porque quisiéramos que todo lo que pedimos sea respondido, pero no puede ser así, pues pedimos en base a nuestros deseos codiciosos.
Santiago declara que no recibimos porque estamos en enemistad con Dios: Santiago 4:1–4 1 ¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros? 2 Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís. 3 Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites. 4 ¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.
Así que cuando la Biblia dice que nada nos será imposible, se esta refiriendo al cumplimiento del propósito de Dios en nuestras vidas, pues de lo contrario se estarían cumpliendo deseos que nos causaría mal a nosotros y a nuestro prójimo.
La fe es probada
La fe es probada
La fe es ese tipo de confianza que no se da por vencida, ni se desespera cuando no ve la respuesta inmediata a su petición.
Sino que mantiene el contacto ininterrumpido con Dios, y por lo tanto sigue orando fervientemente aun cuando se sienta débil, teniendo la seguridad que Dios a su tiempo y a su manera otorgará la bendición.
1 Pedro 1:7 “para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo”
La fe que mueve montañas es aquella que, aunque no reciba la respuesta esperada de parte de Dios, sigue confiando en Él y reconoce que Dios está obrando en su vida de la manera más conveniente.
Como Job que no blasfemó contra Dios cuando lo perdió todo: Job 1:20–22 “20 Entonces Job se levantó, y rasgó su manto, y rasuró su cabeza, y se postró en tierra y adoró, 21 y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito. 22 En todo esto no pecó Job, ni atribuyó a Dios despropósito alguno.”
Job debió soportar el proceso de la prueba de fe, y a su tiempo Dios lo exaltó y le otorgó mayores bendiciones que las anteriores.
Conclusión
Conclusión
Es imprescindible mantener una vida disciplinada de comunión con Dios para tener la fe necesaria para vencer la prueba. Mateo 17:21 “Pero este género no sale sino con oración y ayuno.”
Es necesario clamar insistentemente a Dios por un milagro, pues el enemigo se opone a que recibamos respuesta. Daniel insistió por 21 días: Daniel 10:13 “Mas el príncipe del reino de Persia se me opuso durante veintiún días; pero he aquí Miguel, uno de los principales príncipes, vino para ayudarme, y quedé allí con los reyes de Persia.”
Debemos insistir porque Dios prueba nuestra fe para evaluar si es genuina. Santiago 1:6–7 “6 Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. 7 No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor.”
Por último, no creas que puedes acercarte a Dios solamente cuando necesitas un milagro (necesitas perseverar), así nunca tendrás fe para un milagro, pues es necesario entablar una relación de compromiso con Él para que puedas conocerle y creer en Él. Juan 15:5 “Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.”