1 Tes. 5.15 - PAGAR LO MALO CON LO BUENO
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(V.15) PAGAR LO MALO CON LO BUENO
(V.15) PAGAR LO MALO CON LO BUENO
Pagar lo malo con malo es vengarse - Desde el AT. es advertido Lev 19.16-18; Prov. 20.22; 24.29 y en el NT. 1Tes. 4.6; Ro. 12.17, 19, 21; 1 Pe. 3.8-9; Mt. 5.39, 44; - Aunque se puede aplicar a todas las personas, por el contexto está claro, que el texto debe aplicarse antes que nada a las relaciones fraternales vividas en la iglesia.
La venganza (Ro.12.19; Heb. 10.30; Dt. 32.35; Is. 59.17; Ap. 6.10) - El mal que nos hacen despierta en nosotros una justa indignación y un anhelo vengativo, pero si demos cauce a estos sentimientos estaremos yendo contra la palabra de Dios.
El león rugiente (1 Pe. 5.8) quiere neutralizar la eficacia de nuestro testimonio.
“Mirad” que ninguno devuelva... - el texto no empieza diciendo no devolváis mal por mal, sino “Mirad que ninguno devuelva…” (Mirad; es decir, velad, vigilad, averiguad, asegurad) indica que en este asunto, todos debemos ser guardianes de nuestros hermanos. cuando hay roce entre hermanos no podemos lavar nuestras manos. Hay que cortar la espiral del rencor.
LA BÚSQUEDA POR EL BIEN DEL OTRO
LA BÚSQUEDA POR EL BIEN DEL OTRO
Gál. 6.10 - Hacer el bien a todos;
1 Pe. 2.21-25 - El ejemplo de Jesús;
EL CONTRASTE DE LOS SALMOS IMPRECATORIOS (Oración que invoca la ira divina sobre los enemigos de Dios) Sal. 94.1-2; 35; 59; 69.24-28; 109 - No debemos orar para la destrucción de nuestros enemigos - más bien, como todos los Salmos son proféticos y la mayoría son escatológicos, debemos interpretar a los Salmos imprecatorios como una profecía de la venganza de Jehová a sus enemigos en el día del juicio. Así como profetiza Sof. 1.18;
UN DÍA TODOS SEREMOS DESTRUIDOS - O en los pies de la cruz de Cristo - Muerte inclusiva (Gál. 2.20; Ro. 6.9; Col. 3.3-4; Col. 2.12; 20; 2Tim. 2.11), o en el día del juicio final. Ap. 20.11-15; Ap. 16.5-9; Ml. 4.1-2;
Todo aquel que fue destruido en la cruz de Cristo conoce el camino del perdón.
El perdón
El perdón
Mt. 6.14-15; Lc. 6.37; Ef. 4.32; Col. 3.13; Mt. 18.21-22;