UNA MANIFESTACIÓN DEL PODER DE DIOS (Marcos 6:45-52)
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1 CRISTO PREPARANDO EL TERRENO PARA MANIFESTAR SU PODER (45-46)
2 LA LIMITACIÓN DEL HOMBRE Y EL PODER DE DIOS (47-48)
3 LA DUREZA DEL CORAZÓN DEL HOMBRE (49-52)
Introducción.
En este pasaje vamos a ver la improtancia de la autoridad del Cristo. Una autentica teofanía.
Teofanía: En sentido teológico, denota cualquier manifestación visible de Dios en la tierra.
Los discípulos iban a presenciar no sólo un milagro, sino la manifestación de Dios, por medio de Cristo hombre y Dios plenamente.
Pero muchas veces vemos a lo largo de neustra vida, situaciones en las que estamos cara a cara con Dios, permitirme la expresión.
Y por el corazón duro que tenemos, no somos capaces de asimilarlo, ni aceptarlo, ni reconocerlo.
Esto es lo que vamos a ver en los disciípulos.
Pero cuidado, se puede seguir de cierta manera a Cristo, pero tener un corazón endurecido, es lo que se llama nominal.
¿Cómo se manifiesta Cristo con su poder? ¿Cómo reaccionamos a esa manifestación de poder? ¿Cómo está nuestro corazón?
Debemos tomar este pasaje con humildad, con un corazón humilde, reconociendo quien es Dios, y quien somos nosotros.
1. CRISTO PREPARANDO EL TERRENO PARA MANIFESTAR SU PODER (45-46)
1. CRISTO PREPARANDO EL TERRENO PARA MANIFESTAR SU PODER (45-46)
45 Enseguida hizo que sus discípulos subieran a la barca y fueran delante de Él al otro lado, a Betsaida, mientras Él despedía a la multitud. 46 Y después de despedirse de ellos, se fue al monte a orar.
a) Había terminando de repartir la cena.
Recordemos que el epiosidio anterior, Cristo había realizado el milagro de repartir la cena para 5000 hombres y compañía.
Este acontecimeinto había sorprendido a los discípulos, no entendían nada. Ellos veían a Jesús como un mesias libertador, pero todavía no era consciente que no sólo era un mesias o un maestro, Sino el Verbo encarnado. Plenamente Dios y Plenamente hombre.
Esto lo vemos en el último versículos del pasaje.
52 porque no habían entendido lo de los panes, sino que su mente estaba embotada.
Nosotros, podemos caer en algo parecido, por muchos que conozcamos al Señor, por mucho que llevemos en la Iglesia, si se nos endurece el corazón podemos pasar por alto y no entender manifestaciones de Dios en nuestra vida.
Jesús, queriendo probarlos y queriendo hacer una gran enseñanza a sus discipulos…
b) Mandó a sus discípulos salir primero.
45 Enseguida hizo que sus discípulos subieran a la barca y fueran delante de Él al otro lado, a Betsaida, mientras Él despedía a la multitud. 46 Y después de despedirse de ellos, se fue al monte a orar.
Se quedó despidiendo a la multitud, y despachó a sus discipulos.
Muchas veces, Dios nos despacha montaneamente, para que reflexionemos, para que meditemos, para también enseñarnos algo.
Esto es precisamente lo que Jesús pretendía con sus discípulos.
1 QUe fueran solo para ir meditando en lo que había pasado de la multiplicación.
2 Para ver la incapacidad del hombre para salvarse de la tormenta y así mostrar Crsito su poder.
Pero como vimos, Jesús no actúa sólo…
c) Jesús fue a orar.
En cuanto a la pregunta de por qué Jesús despidió a sus discípulos, la explicación adecuada sería el punto d., es decir, la necesidad de comunión privada. Además, con relación al punto, Jesús sabía que sus discípulos no estaban libres de esperanzas mesiánicas erróneas (cf. Hch. 1:6).
Y Como toda acción milagrosa, actuaba en comunión con el Padre y el Espíritu Santo. Muestra del Dios Trino.
También se entiende, que estaba ejerciendo su papel de intercesor entre el Padre y sus discipulos. Orando por ellos.
Si no tenemos un corazón endurecido, tendremos la certeza que puede venir cualqueir tormenta, pero que tenemos un sumo sacerdote e intercesor que vela por nosotros, esto nos lleva a tener paz en medio de la tormenta. Jesucristo no deja de interceder por nosotros.
Pues nosotros....
2. LA LIMITACIÓN DEL HOMBRE Y EL PODER DE DIOS (47-48)
2. LA LIMITACIÓN DEL HOMBRE Y EL PODER DE DIOS (47-48)
47 Al anochecer, la barca estaba en medio del mar, y Él estaba solo en tierra. 48 Y al verlos remar fatigados, porque el viento les era contrario, como a la cuarta vigilia de la noche, fue* hacia ellos andando sobre el mar, y quería pasarles de largo.
a) Los discipulos se fatigaban.
Marco es menos explícito en esta parte que los demás evangelsitas:
“¡En medio del mar!” El Evangelio de Juan nos informa que la barca había avanzado veinticinco o treinta estadios, esto es, unos cinco o seis kilómetros. Ahora bien, si la distancia entre Betsaida Julia (punto donde los discípulos iniciaron su viaje de vuelta, Lc. 9:10) y Betsaida de Galilea (lugar de desembarque, Mr. 6:45; cf. 12:21) era de unos ocho kilómetros, aquellos hombres se hallaban de veras “en medio del mar”.
Mateo 14:24 afirma que la barca era “torturada”, “azotada” o “acosada” por las olas. Marcos usa aquí el mismo participio en relación con los discípulos. Jesús los vio que estaban siendo “acosados” mientras remaban. Tanto Marcos (6:48) como Juan (6:19) hacen referencia a la actividad de remar.287
Por otro lado; La “cuarta vigilia” (τετάρτη φυλακή) era de 3–6 de la mañana. De ahí la traducción, “en las primeras horas de la madrugada.”
El problema de los discípulos no es que sean incapaces de avanzar contra el viento o que no puedan remar con suficiente energía. Su problema es que no han aprendido la lección de los panes: que Dios está obrando a través de Jesús para cumplir con su propósito salvador. No se espera que los discípulos de Jesús no teman en ninguna circunstancia, pero se espera que aprendan de la fidelidad de Dios en el pasado y que maduren en su fe para el futuro.
Por otro lado, esta dureza de corazón no debe confundirse con la insensibilidad e indiferencia de los escribas y fariseos. Tal actitud era el resultado de la incredulidad y del odio. Por el contrario, los discípulos (menos Judas), eran hombres de fe … aunque de poca fe.
Cuando Marcos dice que el corazón de estos discípulos estaba “endurecido”, significa probablemente que la torpeza de los Doce, su incapacidad para deducir las conclusiones necesarias de los milagros de Jesús, era el resultado de su negligencia pecaminosa, por no reflexionar y meditar en aquellas maravillosas obras y en el Autor de ellas
b) Jesús manifestó su poder.
Caminó por el mar
Por encima de la naturaleza,
Una verdadera Teofanía.
3. LA DUREZA DEL CORAZÓN DEL HOMBRE (49-52)
3. LA DUREZA DEL CORAZÓN DEL HOMBRE (49-52)
49 Pero cuando ellos le vieron andando sobre el mar, pensaron que era un fantasma y se pusieron a gritar; 50 porque todos le vieron y se turbaron. Pero enseguida Él habló con ellos y les dijo*: ¡Tened ánimo; soy yo, no temáis! 51 Y subió con ellos a la barca, y el viento se calmó; y ellos estaban asombrados en gran manera, 52 porque no habían entendido lo de los panes, sino que su mente estaba embotada.
a) No reconocieron a Cristo.
49 Pero cuando ellos le vieron andando sobre el mar, pensaron que era un fantasma y se pusieron a gritar;
Si hubiesen comprendido plenamente el significado de la alimentación milagrosa (6:35–44), habrían entendido que ello significaba el poder de Cristo para doblegar al universo material a su voluntad, incluyendo no sólo el producto de la tierra (pan) sino también las ondas del mar y los vientos huracanados. El problema estaba en sus corazones: En realidad, sus corazones estaban endurecidos.
Y esto nos puede pasar a nostros y nos pasa más a menudo de lo que pesamos. A pesar de haber visto la mano de Dios en nuestra vida, e incluso un día antes.
Por nuestro corazón endurecido, endurecimeinto que acontece por el enfriamiento espiritual (dejar de orar, no congregarse, dejar de pasar tiempo con el Señor). Nos hace ver al Señor no como quien es, sino como un fantasma, y perdemos la sabiduria en ese momento para saber leer las señales que Dios nos da.
9 Más engañoso que todo, es el corazón, y sin remedio; ¿quién lo comprenderá?
Por eso, cuidemos nuestro corazón y busquemos llenarnos de Dios.
b) Tuvieron terror.
Esto sucede con un corazón endurecido. Cuando se pierde la perspecitiva real y espiritual de quien es Dios y de lo que Dios es capaz de hacer su poder. Cuando nos domina nuestra carnalidad por habernos dejarnos enfriar.
El hecho de que los disicipulos hubieran presenciado un gran milagro no era garantia de que lo hubieran entendido ni de que se hubieran llenado espiritualmente, porque el mal del hombre está en su corazón.
A veces, nos esqudamos en decir para jsutificarnos en los demás, «Dios conoce mi corazón» si, efectivamente. Pero si Dios nos juzgara por nuestro corazón, estariamos perdidos. Miremonos en el espejo delos discípulos. Dios conocía su corazón, pero su corazón estaba endurecido.
Y esto nos alerta, que el hecho de venir a la iglesia, no es garantia que nuestro corazón no esté endurecido. ¿Cómo vencer esto? Creyendo en la palabra, meditandola, practicandola (orar, congregarse, glorificar a Dios).
Si no somos hojas que son movidas por cualqueir corriente y caemos en el endurecimeinto como los discipulos.
12 Por tanto, el que cree que está firme, tenga cuidado, no sea que caiga.
Seamos humildes. Entendamos nuestra limitaciones y peligros, pongamos las alarmas necesario y acudamos a Dios y su poder. Para poder reconocerlo en todos nuestros caminos.
5 Confía en el Señor con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propio entendimiento. 6 Reconócele en todos tus caminos, y Él enderezará tus sendas.
Es versículo viene al pelo, para este pasaje....
Menos mal que siempre el Señor nos enseña..
c) El mensaje mesianico (50)
50 porque todos le vieron y se turbaron. Pero enseguida Él habló con ellos y les dijo*: ¡Tened ánimo; soy yo, no temáis!
No temas, cree solamente.
No temas, soy el Señor.
Tened ánimo, Dios está con osotros.
20 enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado; y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.
51. Entonces subió a la barca con ellos; y el viento se apaciguó y estaban sobremanera asombrados. El episodio relacionado con Pedro (Mt. 14:28–31) tuvo lugar probablemente cerca de este momento.
28 Respondiéndole Pedro, dijo: Señor, si eres tú, mándame que vaya a ti sobre las aguas. 29 Y Él dijo: Ven. Y descendiendo Pedro de la barca, caminó sobre las aguas, y fue hacia Jesús. 30 Pero viendo la fuerza del viento tuvo miedo, y empezando a hundirse gritó, diciendo: ¡Señor, sálvame! 31 Y al instante Jesús, extendiendo la mano, lo sostuvo y le dijo*: Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste?
Al subir Jesús a la barca para estar con sus discípulos, su presencia consoladora borró los vestigios de su pánico supersticioso inicial. Y cuando amainó la tormenta en los corazones, lo mismo sucedió con la tormenta física: “el viento se apaciguó”, como había sucedido también en una ocasión anterior (4:39).
Este es Cristo, el que pone paz en nuestra vida. El que hace que nuestro corazón ceda en dureza y se llene de Él.
Este es Jesús el que venció en la cruz, el que nos ha salvado, el que va con nosotros en nuestra barca y nos dirige en paz a la Vida Eterna, por mucho porbleams que hayan.
Los problemas se verán mayores en la medida que nuestro corazón esté endurecido.
d) El poder que calma
El poder que calmo nuestra alma, el poder, que rompe las cadenas de nuestra muerte, el poder que nos lleva a la vida eterna, el poder del Dios creador que está por encima de todo.
31 Entonces, ¿qué diremos a esto? Si Dios está por nosotros, ¿quién estará contra nosotros? 32 El que no eximió ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos concederá también con Él todas las cosas? 33 ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica.
3 El día en que temo, yo en ti confío. 4 En Dios, cuya palabra alabo, en Dios he confiado, no temeré. ¿Qué puede hacerme el hombre?
CONCLUSIÓN
De nuevo hemos visto quien es Cristo, su poder y autoridad, aquel que hace callar a la mas fuerte tormenta, aquel que vence las leyes de la naturaleza, pues Él las creó, para andar por el mar.
Por otro lado, vemos nuestra limitación, vemos nuestra falta de fe en numerosas ocasiones, vemos nuestra prepotencia y orgullo denunciados en este pasaje.
¿Que nos creemos anta tal majestad de Dios?
Pero hermanos, a pesar de todo, hay una buena noticia, la noticia mesianica: ¡Tened ánimo; soy yo, no temas!
El mismo se presenta como el «Yo soy» de la zarza ardiente.
Él mismo es el crador, el Señor de Señores… creé en Él y no permita que se endurezca tu corazón, para así poder reconocerlo en todos tus caminos.
Gloria al Padre al Hijo al espíritu santo.
ORACIÓN FINAL
Señor Dios, tú que conoces nuestro corazón, gracias por no juzgarnos por él, tu que conoces nuestro corazón, conoces nuestra debilidad, concedenos que fuerza y sabiduría para que este corazón no se endurezca y así podamos reconocerte en todos nuestros caminos. Concedenos la fe suficiente para caminar por esta mar de la vida sabiendo que tu vas en nuestra barca y nos diriges a la Vida Eterna. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Apelamos a tu bendición
24 “El Señor te bendiga y te guarde; 25 el Señor haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; 26el Señor alce sobre ti su rostro, y te dé paz”».
Porque tuyo Señor, es el reino y el poder y la gloria por los siglos de los siglos. Amén».
Que la Bendición de Dios Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo sea con todos vosotros. amén