El Príncipe de Tiro
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Introducción
Introducción
Comentario Bíblico Mundo Hispano Tomo 12: Ezequiel y Daniel b. Razones de la caída del rey de Tiro, 28:15–18
Una vez un pastor, que estaba esperando en la estación de autobuses, comenzó a hablar con el jefe de la estación a quien conoció por sus frecuentes viajes. Le habló del poder de Dios para salvar y trasformar la vida. El hombre, tocando su billetera, le dijo: “Aquí está mi Dios, no necesito de ningún otro”.
Desarrollo
Desarrollo
Vivimos en un mundo embrujado por el materialismo (un ídolo). Esto genera una población determinada de conseguir más porque cree que allá es dónde se encuentra la felicidad. Pero, eso es la trampa. Y, una vez cogida en esa trampa es muy difícil escaparse de ella y normalmente lleva a pecados más dañinos y peligrosos.
Quería compartirles unas advertencia de la historia del príncipe de Tiro que cayó en esa trampa para que estén pendientes.
1 Y vino a mí palabra de Jehová, diciendo: 2 Hijo de hombre, di al príncipe de Tiro: Así dice Jehová el Señor: Por cuanto se enalteció tu corazón y dijiste: Yo soy Dios; en la silla de Dios estoy sentado en medio de los mares (siendo tú hombre y no Dios), y has puesto tu corazón como corazón de Dios. 3 He aquí que tú eres más sabio que Daniel; no hay secreto que te sea oculto; 4 con tu sabiduría y con tu prudencia has acumulado riquezas, y has adquirido oro y plata en tus tesoros. 5 Con la grandeza de tu sabiduría y tu comercio has multiplicado tus riquezas; y a causa de tus riquezas se ha enaltecido tu corazón.
1 - Ojo con la Sabiduría
1 - Ojo con la Sabiduría
3 He aquí que tú eres más sabio que Daniel; no hay secreto que te sea oculto;
Se refiere a la sabiduría 4 veces en 10 versículos (vv.3,4,5,7). Dice que era más sabio que Daniel que era conocido por su sabiduría (Dan 1:17). Era la raíz de su perdición.
Uno tiene la información, la entiende, y puede discernirla para saber cuando usarla
Se aplica en cualquier contexto de la vida (la vida personal, la familia, la carrera secular, el ministerio)
El príncipe de Tiro era muy sabio, demasiado sabio de hecho
12 Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga.
Mi amigo más inteligente que se convirtió en un mancha del cristianismo
2 - Ojo con la Riqueza
2 - Ojo con la Riqueza
4 con tu sabiduría y con tu prudencia has acumulado riquezas, y has adquirido oro y plata en tus tesoros.
Se refiere a la riqueza 6 veces en 2 versículos (vv.4-5). Es lo que sigue la sabiduría.
Una aptitud lleva al éxito. El éxito lleva al reconocimiento. El reconocimiento lleva al poder. El poder lleva a la riqueza.
Cuando uno tiene la riqueza, se hace auto-suficiente y se pierde la dependencia en otros (especialmente en Dios)
El príncipe de Tiro era muy rico y demasiado poderoso
10 Porque el amor al dinero es la raíz de todos los males; el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y se traspasaron con muchos dolores.
La historia de Pam, la que ganó la lotería en la iglesia y se convirtió en una persona con mucha influencia y poder y al fin se alejó de la iglesia y Dios
3 - Ojo con la Soberbia
3 - Ojo con la Soberbia
5 Con la grandeza de tu sabiduría y tu comercio has multiplicado tus riquezas; y a causa de tus riquezas se ha enaltecido tu corazón.
Se refiere a la soberbia 5 veces en 2 versículos (vv.1,5). Aquí es donde termina el pecado sin barreras.
“se ha enaltecido” viene de la idea de ser muy alto, esta muy por encima de los demás
La soberbia es llegar a ser demasiado confiado en uno mismo y hace que despreciemos a todos y lo que digan o hagan
El príncipe de Tiro era muy orgulloso
18 Antes del quebrantamiento es la soberbia; y antes de la caída la altivez de espíritu.
La caída de Lucifer (Is 14) comenzó con toda su inteligencia, todo su poder, toda su belleza y lo llevó a hacerse igual a Dios
Conclusión
Conclusión
El príncipe empezó la vida como cualquier hombre en la tierra. Luchó y aprendió a hacer cosas. Eso le dio mucha plata. Y esa plata lo elevó a un estado peligroso.
Dios no juega hermanos y Él tendrá la última palabra. El príncipe quedó tumbado, destruido, y humillado (vv.6-10).
Recordemos quién es el autor de la vida. Es Dios. Él es dador de todo, dueño de todo, y digno de todo. ¿Quiénes somos nosotros? Somos nadie. Somos herramientas en Sus manos.
36 Porque de Él, y por Él, y para Él, son todas las cosas. A Él sea la gloria por siempre. Amén.