Entra por la puerta abierta

Las 7 iglesias  •  Sermon  •  Submitted
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Recibamos el llamado a la perseverancia y el servicio con nuestro Señor

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¿Qué es la iglesia? No es el edificio ni la institución, si bien la iglesia utiliza ambas. La iglesia, aquella a la que Jesús llamó “mi iglesia”, es el grupo de las personas que han creído en Él, llegando a ser hechos hijos de Dios (Juan 1:12).
Si eres un hijo de Dios, si eres un discípulo de Jesús, no te conformarás con “asistir a la iglesia” o con “congregarte”. Vas a querer ser la iglesia, formar parte del mover de Dios por medio de su pueblo.
Ser la iglesia nos hace parte de un grupo muy exclusivo de personas, del que han formado parte nuestros héroes de la fe de toda la historia.
Apocalipsis 3:7–13 RVR60
7 Escribe al ángel de la iglesia en Filadelfia: Esto dice el Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre: 8 Yo conozco tus obras; he aquí, he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar; porque aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra, y no has negado mi nombre. 9 He aquí, yo entrego de la sinagoga de Satanás a los que se dicen ser judíos y no lo son, sino que mienten; he aquí, yo haré que vengan y se postren a tus pies, y reconozcan que yo te he amado. 10 Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra. 11 He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona. 12 Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo. 13 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.
Apocalipsis 3:7–13 NVI
7 »Escribe al ángel de la iglesia de Filadelfia: Esto dice el Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y nadie puede cerrar, el que cierra y nadie puede abrir: 8 Conozco tus obras. Mira que delante de ti he dejado abierta una puerta que nadie puede cerrar. Ya sé que tus fuerzas son pocas, pero has obedecido mi palabra y no has renegado de mi nombre. 9 Voy a hacer que los de la sinagoga de Satanás, que dicen ser judíos pero que en realidad mienten, vayan y se postren a tus pies, y reconozcan que yo te he amado. 10 Ya que has guardado mi mandato de ser constante, yo por mi parte te guardaré de la hora de tentación, que vendrá sobre el mundo entero para poner a prueba a los que viven en la tierra. 11 Vengo pronto. Aférrate a lo que tienes, para que nadie te quite la corona. 12 Al que salga vencedor lo haré columna del templo de mi Dios, y ya no saldrá jamás de allí. Sobre él grabaré el nombre de mi Dios y el nombre de la nueva Jerusalén, ciudad de mi Dios, la que baja del cielo de parte de mi Dios; y también grabaré sobre él mi nombre nuevo. 13 El que tenga oídos, que oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.
Apocalipsis 3:7–13 NTV
7 »Escribe esta carta al ángel de la iglesia de Filadelfia. Este es el mensaje de aquél que es santo y verdadero, el que tiene la llave de David. Lo que él abre, nadie puede cerrar; y lo que él cierra, nadie puede abrir: 8 »Yo sé todo lo que haces y te he abierto una puerta que nadie puede cerrar. Tienes poca fuerza; sin embargo, has obedecido mi palabra y no negaste mi nombre. 9 Mira, a esos que pertenecen a la sinagoga de Satanás —esos mentirosos que dicen ser judíos y no lo son— los obligaré a que vengan y se postren a tus pies. Ellos reconocerán que es a ti a quien amo. 10 »Dado que has obedecido mi mandato de perseverar, yo te protegeré del gran tiempo de prueba que vendrá sobre el mundo entero para probar a los que pertenecen a este mundo. 11 Yo vengo pronto. Aférrate a lo que tienes, para que nadie te quite tu corona. 12 A todos los que salgan vencedores, los haré columnas en el templo de mi Dios, y nunca tendrán que salir de allí. Yo escribiré sobre ellos el nombre de mi Dios, y ellos serán ciudadanos de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén que desciende del cielo y de mi Dios. Y también escribiré en ellos mi nuevo nombre. 13 »Todo el que tenga oídos para oír debe escuchar al Espíritu y entender lo que él dice a las iglesias.
Apocalipsis 3:7–13 NBLA
7 «Escribe al ángel de la iglesia en Filadelfia: El Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y nadie cierra, y cierra y nadie abre, dice esto: 8 ‘Yo conozco tus obras. Por tanto he puesto delante de ti una puerta abierta que nadie puede cerrar. Aunque tienes poco poder, has guardado Mi palabra y no has negado Mi nombre. 9 ’Por tanto, Yo entregaré a aquellos de la sinagoga de Satanás que se dicen ser judíos y no lo son, sino que mienten; Yo haré que vengan y se postren a tus pies, y sepan que Yo te he amado. 10 ’Porque has guardado la palabra de Mi perseverancia, Yo también te guardaré de la hora de la prueba, esa hora que está por venir sobre todo el mundo para poner a prueba a los que habitan sobre la tierra. 11 ’Vengo pronto. Retén firme lo que tienes, para que nadie tome tu corona. 12 ’Al vencedor le haré una columna en el templo de Mi Dios, y nunca más saldrá de allí. Escribiré sobre él el nombre de Mi Dios y el nombre de la ciudad de Mi Dios, la nueva Jerusalén, que desciende del cielo de Mi Dios, y Mi nombre nuevo. 13 ’El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias’ ”».
Jesús se comunica con la iglesia, con su iglesia. No le envía cartas a la gente en general, porque no le entenderían ni les importaría su comunicación. Jesús se comunica con su iglesia, porque tiene planes que solamente se llevan a cabo en y por medio de su iglesia.
Apocalipsis 3:7 RVR60
7 Escribe al ángel de la iglesia en Filadelfia: Esto dice el Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre:
Apocalipsis 3:7 NVI
7 »Escribe al ángel de la iglesia de Filadelfia: Esto dice el Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y nadie puede cerrar, el que cierra y nadie puede abrir:
Apocalipsis 3:7 NTV
7 »Escribe esta carta al ángel de la iglesia de Filadelfia. Este es el mensaje de aquél que es santo y verdadero, el que tiene la llave de David. Lo que él abre, nadie puede cerrar; y lo que él cierra, nadie puede abrir:
Apocalipsis 3:7 NBLA
7 «Escribe al ángel de la iglesia en Filadelfia: El Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y nadie cierra, y cierra y nadie abre, dice esto:
En este caso, Jesús se dirige al grupo de sus discípulos en Filadelfia. ¿Qué nos puede decir la historia acerca de Filadelfia? Dice el Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado:
Filadelfia = «amor fraternal». || Ciudad de Lidia, en Asia menor, fundada por Atalo Filadelfo sobre una parte del monte Tmolus. El 17 a.C. fue destruida por un terremoto, y fue pronto reconstruida. El apóstol Juan dirigía a la iglesia en esta ciudad una de las cartas a las siete iglesias de Asia (Ap. 1:11; 3:7–13). Esta carta contiene solamente elogios, frente a las reprensiones enviadas a tantas otras iglesias. El nombre actual de Filadelfia es Ala-Sheher. || Nombre helenístico de Rabá de Amón, capital de los amonitas. (Véase Rabá.)1
1 Samuel Vila Ventura, Nuevo diccionario biblico ilustrado (TERRASSA (Barcelona): Editorial CLIE, 1985), 388–389.
Cuando Jesús se comunica con los suyos, siempre se les revela de alguna manera especial, para que consideren el respeto que se merece. Observa la manera en que el Maestro se presenta a la iglesia en Filadelfia:
El Santo - No “un santo” o “uno de los santos”. El que se comunica con su iglesia es El Santo. En el Antiguo Testamento, Dios se presenta personalmente como el Santo de Israel una y otra vez.
14 No temas, gusano de Jacob, oh vosotros los pocos de Israel; yo soy tu socorro, dice Jehová; el Santo de Israel es tu Redentor. (Isaías 41:14)
Aquí lo vemos a Jesús, presentándose como el Santo.
¿Coincidencia? ¡Por supuesto que no! Jesús se presenta como la encarnación del propio Dios, el Dios de Israel, revelado a lo largo de toda la historia.
Una de las cosas que se destacan en esta presentación, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, es la unicidad de Dios. Dios no es “un” santo, así como no es “un” dios. Él es el Santo, el único y auténtico, incomparable, exclusivo.
El Verdadero - Jesús es el Verdadero. Una vez más, Él es el único Verdadero. La denominación de verdadero lo coloca a Dios en alto contraste ante todo lo falso que se nos ofrece en esta vida, queriendo ocupar su lugar. Así sucedió desde tiempos del Antiguo Testamento, y Dios inspiró testimonios como este:
6 No hay semejante a ti, oh Jehová; grande eres tú, y grande tu nombre en poderío. 7¿Quién no te temerá, oh Rey de las naciones? Porque a ti es debido el temor; porque entre todos los sabios de las naciones y en todos sus reinos, no hay semejante a ti. 8Todos se infatuarán y entontecerán. Enseñanza de vanidades es el leño. 9Traerán plata batida de Tarsis y oro de Ufaz, obra del artífice, y de manos del fundidor; los vestirán de azul y de púrpura, obra de peritos es todo. 10Mas Jehová es el Dios verdadero; él es Dios vivo y Rey eterno; a su ira tiembla la tierra, y las naciones no pueden sufrir su indignación. (Jeremías 10:6-10)
El único Dios verdadero se coloca en contraste con todos los dioses falsos que este mundo ha ofrecido, ofrece y ofrecerá. Hay muchas propuestas, ideologías y religiones, pero existe solamente un Dios verdadero. Con toda autoridad, Jesús se presenta como el Verdadero. Podemos acercarnos a Él con toda confianza, porque Él es Verdad y de Él procede toda la verdad. No olvidemos aquella poderosa declaración de sus labios:
6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. 7Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto. (Juan 14:6-7)
Jesús no se limita a saber la verdad, a conocerla o a comunicarla. Jesús ES LA VERDAD.
El que tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre. Esta poderosa frase proviene de una profecía de Isaías. En su tiempo, bajo el reinado de Ezequías, hubo un “tesorero del palacio” que se llamaba Sebna. Isaías le transmite una dura palabra de Dios reprendiéndole por su mala administración, y porque probablemente se priorizara a sí mismo por encima de los intereses del reino, y le anuncia que sería substituido por “mi siervo Eliaquim”. En cuanto a él dice:
22 Y pondré la llave de la casa de David sobre su hombro; y abrirá, y nadie cerrará; cerrará, y nadie abrirá. (Isaías 22:22)
En aquel caso, la frase “la llave de la casa de David” es una clara referencia a la posición de quien administra los intereses del reino de Israel. Y es con esa misma frase que Jesús se presenta como autor de la carta a Filadelfia. ¿Qué hay en esa presntación? Jesús es el que administra el Reino de los Cielos. Él tiene la llave de David, siendo el heredero del pacto que Dios hizo con aquel rey.
8 Ahora, pues, dirás así a mi siervo David: Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Yo te tomé del redil, de detrás de las ovejas, para que fueses príncipe sobre mi pueblo, sobre Israel; 9y he estado contigo en todo cuanto has andado, y delante de ti he destruido a todos tus enemigos, y te he dado nombre grande, como el nombre de los grandes que hay en la tierra. 10Además, yo fijaré lugar a mi pueblo Israel y lo plantaré, para que habite en su lugar y nunca más sea removido, ni los inicuos le aflijan más, como al principio, 11desde el día en que puse jueces sobre mi pueblo Israel; y a ti te daré descanso de todos tus enemigos. Asimismo Jehová te hace saber que él te hará casa. 12Y cuando tus días sean cumplidos, y duermas con tus padres, yo levantaré después de ti a uno de tu linaje, el cual procederá de tus entrañas, y afirmaré su reino. 13El edificará casa a mi nombre, y yo afirmaré para siempre el trono de su reino. 14Yo le seré a él padre, y él me será a mí hijo. Y si él hiciere mal, yo le castigaré con vara de hombres, y con azotes de hijos de hombres; 15pero mi misericordia no se apartará de él como la aparté de Saúl, al cual quité de delante de ti. 16Y será afirmada tu casa y tu reino para siempre delante de tu rostro, y tu trono será estable eternamente. (2 Samuel 7:8-16)
Observa de qué manera Dios desarrolla sus planes y cumple sus promesas a lo largo del tiempo. El mismo Dios cumplidor de promesas es el que está obrando en nosotros en este tiempo. Jesús es el heredero de David, el que se sienta en el trono eterno.
Ahora, volviendo a esta referencia a “el que abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre”: esta es una poderosa frase que expresa la autoridad que tiene Jesús. ¿Quién se atreve a abrir si Él cierra, o a cerrar si Él abre? ¡Nadie! ¡Él tiene todo el poder, toda la autoridad, y nadie contradice sus órdenes!
Jesús es el Santo, el Verdadero y el que tiene toda la autoridad. Él es quien trata con SU IGLESIA y se dirige a ella para dirigirla conforme a sus planes eternos. Estemos atentos a su voz, porque Él dice y hace.
Apocalipsis 3:8 RVR60
8 Yo conozco tus obras; he aquí, he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar; porque aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra, y no has negado mi nombre.
Apocalipsis 3:8 NVI
8 Conozco tus obras. Mira que delante de ti he dejado abierta una puerta que nadie puede cerrar. Ya sé que tus fuerzas son pocas, pero has obedecido mi palabra y no has renegado de mi nombre.
Apocalipsis 3:8 NTV
8 »Yo sé todo lo que haces y te he abierto una puerta que nadie puede cerrar. Tienes poca fuerza; sin embargo, has obedecido mi palabra y no negaste mi nombre.
Apocalipsis 3:8 NBLA
8 ‘Yo conozco tus obras. Por tanto he puesto delante de ti una puerta abierta que nadie puede cerrar. Aunque tienes poco poder, has guardado Mi palabra y no has negado Mi nombre.
Aquí estamos, exponiéndonos una vez más ante los Rayos X de Dios, sometiéndonos a su tomografía exhaustiva, dejando que vea y analice hasta los detalles más íntimos de nuestra vida. El Señor conoce todo de nosotros, sin excepciones, sin áreas escondidas. Y sin embargo nos dice:
Yo conozco tus obras.
Podía haberse referido a nuestros pensamientos, nuestros sentimientos, nuestras actitudes, nuestro corazón, simplemente porque Él lo ve todo. Todo eso que podemos esconder de la vista de las personas con las que tratamos habitualmente está “desnudo y abierto” ante su atenta mirada. Pero Él no hace referencia a lo que piensas: se refiere a tus obras. Nuestras intenciones, pensamientos y emociones finalmente siempre se manifiestan en lo que hacemos, en nuestras acciones. Es por esas acciones que Jesús nos hace responsables. Sería bueno analizar con mucha frecuencia qué es lo que motiva nuestras acciones, para facilitar los cambios que permitan que tengamos un mejor desempeño, que hagamos mejor las cosas. Jesús conoce nuestras obras. Ahora veamos lo que dice el Maestro en este caso. ¿Observas que la iglesia de Filadelfia no recibe reproches? A esta iglesia, Jesús le habla de sus planes y su obra, en lugar de invitarle a abandonar su mal proceder. En primer lugar, Jesús reafirma su reciente presentación y le hace un poderoso anuncio a la iglesia:
...he aquí, he puesto delante de ti una pureta abierta, la cual nadie pude cerrar...
¡Esto es tremendamente poderoso! ¿Qué le está diciendo Jesús a esta iglesia?
1. Jesús está obrando en la iglesia. Jesús no se limita a conocer lo que sucede con sus discípulos, sino que interviene activamente en sus situaciones. La iglesia es el ámbito por medio del que Dios desarrolla sus planes. 15 Por esta causa también yo, habiendo oído de vuestra fe en el Señor Jesús, y de vuestro amor para con todos los santos, 16no ceso de dar gracias por vosotros, haciendo memoria de vosotros en mis oraciones, 17para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él, 18alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos, 19y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza, 20la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales, 21sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino también en el venidero; 22y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, 23la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo. (Efesios 1:15-23) Jesús tiene absolutamente toda la autoridad. Y la iglesia es su máxima expresión. Sí, así llena de defectos y errores como puede suceder, la iglesia de Jesucristo es la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo. No te pongas contra la iglesia, porque estarás en graves problemas.
2. Jesús abre puertas para su iglesia. Eso es lo que le anuncia a los hermanos en Filadelfia. Ha puesto delante de ellos una puerta abierta. Esta declaración es hecha con toda su autoridad. Le anuncia a la iglesia que nadie podrá revertir ni limitar lo que Él está haciendo. Es posible que los hermanos de la iglesia todavía no vieran en qué consistía aquella puerta abierta, pero tenían que confiar en que Jesús los dirigiría a través de ella. ¿Sabes cómo se le llama a esto de abrir una puerta? Se le llama oportunidad. La iglesia en Filadelfia estaba recibiendo una oportunidad para el servicio, para ejercer su condición de representante de Dios en la tierra, haciendo su voluntad. Las oportunidades que da Jesús nunca son para nuestro mero enriquecimiento personal, sino para la extension de su Reino y el cumplimiento de su poderosa y gloriosa voluntad. ¿Qué puerta estará abriendo Jesús para nuestra iglesia? Estemos listos para entrar por ella con fidelidad.
Pero, ¿qué vio Jesús en aquella iglesia para querer operar de esta manera por medio de ella?
...porque aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra, y no has negado mi nombre.
1. Tienes poca fuerza. La iglesia en Laodicea no se consideraba inmensamente poderosa. Tal vez los hermanos se vieran así como estaban, rodeados por la sociedad muchas veces hostil y amenazante, y consideraran a su pequeña iglesia preguntándose qué podría hacer. El propio Jesús conoce la fuerza y las limitaciones de la iglesia. Pero cuando uno está con Jesús, no debe olvidarse de que la falta de fuerza no es limitación para Él. 7 Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera; 8respecto a lo cual tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí. 9Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. 10Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte. (2 Corintios 12:7-10) Puede ser que seas débil. Puede ser que la iglesia tenga poca fuerza. Pero justamente es eso lo que pone de manifiesto la grandeza del poder de Jesús. ¡Que repose sobre nosotros el poder de Cristo!
2. ...has guardado mi palabraEsto resulta más importante que la fuerza que la iglesia pueda tener. Una iglesia fiel guarda la palabra de su Señor. Cuando se habla de “guardar la palabra” no es una referencia a comprar una linda caja de seguridad con muchas llaves y candados, colocar allí la Biblia y dejarla bien protegida y cuidada. No; se refiere al cumplimiento de la Palabra. ¿Estás guardando la Palabra del Señor? ¿Se puede decir que guardas su Palabra? ¡Presta atención! Dios ya te ha enseñado muchas cosas que quiere que hagas, y otras de las que quiere que te abstengas. ¿Estás cumpliendo? ¡Dios uqiera que recibamos este elogio de parte del Señor, que al vernos exclame que estamos guardando su Palabra!
3. ...y no has negado mi nombre. El mundo nos invita todos los días a negar el nombre de Jesús. Somos invitados a esconder y negar que conocemos a Jesús. Cada vez más, el nombre de Jesús es resistido. Se escuchan por allí conceptos como el de una dictadura bíblica que tiene que ser derrocada, y la gente se ofende si le mencionas tu fe o el nombre de Jesús. ¡No niegues su nombre! ¡Pronúncialo más fuerte, porque solamente en Él hay salvación! Aquella iglesia había resistido a la presión de su ambiente para negar a Jesús y no lo había hecho. Sigamos su ejemplo.
Apocalipsis 3:9 RVR60
9 He aquí, yo entrego de la sinagoga de Satanás a los que se dicen ser judíos y no lo son, sino que mienten; he aquí, yo haré que vengan y se postren a tus pies, y reconozcan que yo te he amado.
Apocalipsis 3:9 NVI
9 Voy a hacer que los de la sinagoga de Satanás, que dicen ser judíos pero que en realidad mienten, vayan y se postren a tus pies, y reconozcan que yo te he amado.
Apocalipsis 3:9 NTV
9 Mira, a esos que pertenecen a la sinagoga de Satanás —esos mentirosos que dicen ser judíos y no lo son— los obligaré a que vengan y se postren a tus pies. Ellos reconocerán que es a ti a quien amo.
Apocalipsis 3:9 NBLA
9 ’Por tanto, Yo entregaré a aquellos de la sinagoga de Satanás que se dicen ser judíos y no lo son, sino que mienten; Yo haré que vengan y se postren a tus pies, y sepan que Yo te he amado.
No queremos tener enemigos, pero a veces se levantan. En las redes pueden aparecer los “haters”, y en cualquier ambiente (familiar, laboral, social) se pueden presentar los que se oponen.
La iglesia en Filadelfia tenía sus opositores, particularmente los identificados con la sinagoga de la ciudad, a la que Jesús se refiere duramente como la sinagoga de Satanás. Una institución religiosa, sin importar el nombre que lleve o lo que diga el cartel en su puerta, se define por la persona a quien dedica su servicio. La iglesia de Jesucristo lo seguirá siendo siempre y cuando le sirva a Él.
En aquella sinagoga había personas que dicen ser judíos y no lo son, sino que mienten. Así como pueden también existir quienes digan que son cristianos y no lo son, estas personas se disfrazan detrás de cierta ideología mientras le ofrecen su servicio al príncipe de las tinieblas de este siglo.
¿Qué hace Jesús con estos opositores?
...yo entrego...
...yo haré que vengan y se postren a tus pies, y reconozcan que yo te he amado.
Seguramente la iglesia estaría sufriendo la oposición de aquellos mal llamados judíos. Pero cuando Dios quiere manifestar su respaldo, no hay quien se pueda oponer.
Entre estas, la frase más hermosa me resulta la referencia a que reconozcan que yo te he amado. ¡Qué bueno sería que las personas a nuestro alrededor reconocieran cómo Dios nos ama, nos cuida y nos muestra su fidelidad! Algunas personas lo notan, y algunos lo dicen, y eso es una oportunidad para testificar de la fidelidad de Dios en Cristo Jesús, nuestro Señor.
Apocalipsis 3:10 RVR60
10 Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra.
Apocalipsis 3:10 NVI
10 Ya que has guardado mi mandato de ser constante, yo por mi parte te guardaré de la hora de tentación, que vendrá sobre el mundo entero para poner a prueba a los que viven en la tierra.
Apocalipsis 3:10 NTV
10 »Dado que has obedecido mi mandato de perseverar, yo te protegeré del gran tiempo de prueba que vendrá sobre el mundo entero para probar a los que pertenecen a este mundo.
Apocalipsis 3:10 NBLA
10 ’Porque has guardado la palabra de Mi perseverancia, Yo también te guardaré de la hora de la prueba, esa hora que está por venir sobre todo el mundo para poner a prueba a los que habitan sobre la tierra.
Dios ve tu vida, lo que haces, tus esfuerzos, tus buenas intenciones, y quiere recompensarte. Eso es lo que pasaba con aquella iglesia.
Jesús podía decir con orgullo por la iglesia de Filadelfia: ...has guardado la palabra de mi paciencia. ¡Ayúdanos, Señor, a ser como aquella iglesia!
Si se habla de paciencia es porque han habido dificultades, obstáculos. La iglesia tiene que ser fuerte para sobreponerse a los malos momentos y la oposición. Guardemos la palabra de su paciencia.
Cuando uno guarda la palabra de su paciencia, el Señor se dispone también a guardarlo a uno.
A Filadelfia le dice: tú guardaste, yo te guardaré.
Sé paciente, resiste, sigue adelante por la senda que Jesús te está mostrando. Él es fiel y también te guardará.
El Señor conoce cada detalle de la historia, y los conoce de antemano. Jesús sabía que vendrían tiempos difíciles, no solamente para los cristianos sino sobre el mundo entero.
Esta carta parece escrita directamente para este tiempo.
Llegan tiempos en los que viene la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra. Ahora más que nunca, es tiempo de cumplimiento de esta palabra. Dios prueba las vidas y los corazones de los habitantes del planeta, y lo hace con la hora de la prueba. ¿Cómo será? ¿Qué más podemos esperar? No lo sabemos, pero debemos estar preparados.
Jesús cuida a sus hijos, los protege, y anuncia que aún cuando el mundo entero sea sometido a prueba, Él guardará a su iglesia. No dice que no tendrá que enfrentar dificultades, pero sí anuncia que la guardará.
Apocalipsis 3:11 RVR60
11 He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona.
Apocalipsis 3:11 NVI
11 Vengo pronto. Aférrate a lo que tienes, para que nadie te quite la corona.
Apocalipsis 3:11 NTV
11 Yo vengo pronto. Aférrate a lo que tienes, para que nadie te quite tu corona.
Apocalipsis 3:11 NBLA
11 ’Vengo pronto. Retén firme lo que tienes, para que nadie tome tu corona.
¿Has escuchado decir que Jesús viene pronto? Bueno, ahora léelo de sus propias palabras:
He aquí, yo vengo pronto...
El anuncio ha sido proclamado. Estamos avisados. Jesús viene pronto. No hay dudas en cuanto a eso.
La pregunta es qué vamos a hacer sabiendo de su pronto regreso.
...retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona.
Esta palabra es para nosotros, los que hemos escuchado el mensaje del evangelio y hemos recibido a Jesús como nuestro Salvador y el Señor de nuestras vidas: tenemos que retener lo que tenemos. El Señor nos dice esto porque es posible que seamos amenazados, ya sea por la violencia o por la negligencia, para que dejemos a un lado lo que ya hemos recibido.
Necesitamos profundizar en nuestra relación con el Maestro, más que nunca, más y mejor cada día.
No dejemos que ninguno tome tu corona. Lleguemos con nuestra corona ante la presencia del que nos salvó. Vivamos de tal manera que podamos decir como Pablo:
7 He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. 8Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida. (2 Timoteo 4:7-8)
No es fácil, pero de esto depende nuestra vida eterna. Sigamos adelante, reteniendo nuestra fe en Jesús y dispuestos siempre a vivir en su voluntad.
Apocalipsis 3:12–13 RVR60
12 Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo. 13 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.
Apocalipsis 3:12–13 NVI
12 Al que salga vencedor lo haré columna del templo de mi Dios, y ya no saldrá jamás de allí. Sobre él grabaré el nombre de mi Dios y el nombre de la nueva Jerusalén, ciudad de mi Dios, la que baja del cielo de parte de mi Dios; y también grabaré sobre él mi nombre nuevo. 13 El que tenga oídos, que oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.
Apocalipsis 3:12–13 NTV
12 A todos los que salgan vencedores, los haré columnas en el templo de mi Dios, y nunca tendrán que salir de allí. Yo escribiré sobre ellos el nombre de mi Dios, y ellos serán ciudadanos de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén que desciende del cielo y de mi Dios. Y también escribiré en ellos mi nuevo nombre. 13 »Todo el que tenga oídos para oír debe escuchar al Espíritu y entender lo que él dice a las iglesias.
Apocalipsis 3:12–13 NBLA
12 ’Al vencedor le haré una columna en el templo de Mi Dios, y nunca más saldrá de allí. Escribiré sobre él el nombre de Mi Dios y el nombre de la ciudad de Mi Dios, la nueva Jerusalén, que desciende del cielo de Mi Dios, y Mi nombre nuevo. 13 ’El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias’ ”».
Aquí están las promesas. ¿Para quiénes son?
Al que venciere...
¿Qué hay para el que venciere?
Permanecerás seguro. A algunos podría sonarles extraño esto de que Jesús se ofrezca a hacernos columnas en el templo de Dios. Pero si prestamos atención notaremos que es una maravillosa promesa. Es la promesa de tener acceso permanente y eterno a la propia presencia de Dios. No quiere decir que nos convirtamos en seres estáticos, sin gracia ni movimiento. Se refiere a la seguridad de permancer en la presencia de Dios, con acceso preferencial a Él, siendo uno de sus favoritos. Los que vencen no serán quitados jamás de la presencia de Dios.
Serás tatuado. Sí, te gusten o no los tatuajes, Jesús promete tatuar a los que vencen los obstáculos y llegan a su presencia guardando la fe. Él mismo escribirá sobre los que vencieren el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo. Este tatuaje es una declaración de pertenencia e identidad. Ahora que Jesús te ha comprado pagando el precio de su sangre, eres su pertenencia para siempre. El nombre de Dios ha sido escrito sobre ti. Se te ha dado acceso permanente a la ciudad de Dios, de la cual eres ciudadano permanente. Ya no eres residente ni inmigrante, sino ciudadano de la ciudad de Dios. Jesús escribirá su propio nombre sobre los que perseveren. Nos ama, nos quiere con Él, nos espera en su presencia.
El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.