Mirando a Jesús
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· 16 viewsLa confianza del cristiano radica en que tiene la certeza de que Dios está atento a su clamor, y responderá cuando acudamos a Él en fe.
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Mirando a Jesús
Mirando a Jesús
Salmo 34:4–7
4 Busqué a Jehová, y él me oyó, Y me libró de todos mis temores.
5 Los que miraron a él fueron alumbrados, Y sus rostros no fueron avergonzados.
6 Este pobre clamó, y le oyó Jehová, Y lo libró de todas sus angustias.
7 El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen, Y los defiende.
Introducción
Introducción
El Salmo 34 es uno de los ocho salmos inspirados a David cuando sufría la persecución por parte de Saúl. David debió huir al territorio de los filisteos pues ya no tenía lugar donde esconderse en Israel.
Esta fue una medida extrema, ya no tenía a donde huir, David sabía que los filisteos también querían su muerte por derrotar a Goliat.
En esta ocasión trató de mezclarse entre la gente para no ser reconocido pero no pudo, rápidamente fue descubierto por los siervos del rey Aquis, quienes lo llevaron a su presencia.
Para escapar, David fingió ser un demente. 1 Samuel 21:10-15. Así logró escapar de sus enemigos.
Aunque pareciera que escapó por su astucia, David testifica que fue por la misericordia de Jehová.
Buscar a Jehová
Buscar a Jehová
Salmo 34:4 “Busqué a Jehová, y él me oyó, Y me libró de todos mis temores.”
David testifica que él buscó a Jehová y él le oyó y lo libró de todos sus temores.
La Biblia enfatiza mucho la búsqueda de Dios. Los profetas reclamaban a la gente por que no lo hacían, y aún más a los líderes del pueblo.
Mientras nos resistamos a buscar a Jehová no podremos experimentar su protección. Amós 5:4 “Pero así dice Jehová a la casa de Israel: Buscadme, y viviréis;”
Buscar a Jehová significa mantener una comunión constante en oración, estudio de su Palabra y fortaleciendo nuestro espíritu en la comunión con los hermanos.
Mirarlo a Él
Mirarlo a Él
Salmo 34:5 “Los que miraron a él fueron alumbrados, Y sus rostros no fueron avergonzados.”
Mirarlo a Él significa creer en Él, que nuestra principal confianza esté en Él, por sobre todas las cosas.
Queremos un milagro, pero no debemos ver el milagro, sino al que puede hacer el milagro. Necesitamos los recursos para salir de un problema, pero no debemos poner nuestra mirada en la cantidad de dinero sino en Él quien puede proveerlo.
La gente nos dirá pongan su mirada en esta solución o en esta otra, pero nuestra confianza y esperanza debe estar puesta en Él. Ni aún en nuestro razonamiento, sino en Él, porque Dios puede obrar de la manera en la que menos esperamos.
Isaías 45:22 “Mirad a mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra, porque yo soy Dios, y no hay más.”
Él es nuestra única esperanza de vida eterna.
Dios ordena a los israelitas ver la serpiente de bronce para ser sanados. Ahora nos invita a ver a Cristo crucificado, sus manos y pies ensangrentados, su rostro desfigurado, su costado abierto, porque es por su preciosa sangre que tenemos vida eterna.
Si ponemos nuestra mirada en Él no seremos avergonzados, sino que nuestro rostro será iluminado con el gozo y la paz que solo Cristo puede dar.
Clamar
Clamar
Salmo 34:6 “Este pobre clamó, y le oyó Jehová, Y lo libró de todas sus angustias.”
Clamar en la Biblia significa levantar la voz, un grito de auxilio. En este pasaje se utiliza el verbo Hebreo “Cará” que también significa acosar.
Acosar es insistir sin descanso.
El clamor es una acción constante producto de la angustia, necesidad, pero también en la plena confianza que a quien le está clamando es el único que puede ayudarle.
Jesús enseño acerca del clamor en la parábola del juez injusto. Lucas 18:7 “¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles?”
David testifica que él no cesaba de clamar a Dios. Dios vio su sinceridad, su fe y su perseverancia, por lo tanto actuó a su favor. Lo libró de TODAS sus angustias.
Conclusión
Conclusión
El enemigo del milagro es la incredulidad. Mateo 13:58 “Y no hizo allí muchos milagros, a causa de la incredulidad de ellos.”
Santiago 1:6-7 “Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor.”
Producto de esa disciplina de oración, clamar y confianza en Dios. obtiene los beneficios de la protección divina constante.
Salmo 34:7 “El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen, Y los defiende.”
Este ángel de Jehová es el mismo Señor Jesucristo. El ha prometido habitar en medio de nosotros.
El Señor prometió estar con nosotros siempre: Mateo 28:20 “enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.”
Hemos estado sufriendo como iglesia muchas adversidades, tanto personales personales como sociales. Es tiempo de creerle a Dios y clamar por su ayuda conforme a nuestra fe en Él.
No pongas tu mirada en el hombre, en la economía, etc. Pon tu mirada, es decir tu plena fe y confianza solamente en Cristo Jesús, y comienza aclamarle conforme a tu fe.