Arrepiéntete
Las 7 iglesias • Sermon • Submitted
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12 Y escribe al ángel de la iglesia en Pérgamo: El que tiene la espada aguda de dos filos dice esto:
13 Yo conozco tus obras, y dónde moras, donde está el trono de Satanás; pero retienes mi nombre, y no has negado mi fe, ni aun en los días en que Antipas mi testigo fiel fue muerto entre vosotros, donde mora Satanás. 14 Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que tienes ahí a los que retienen la doctrina de Balaam, que enseñaba a Balac a poner tropiezo ante los hijos de Israel, a comer de cosas sacrificadas a los ídolos, y a cometer fornicación. 15 Y también tienes a los que retienen la doctrina de los nicolaítas, la que yo aborrezco. 16 Por tanto, arrepiéntete; pues si no, vendré a ti pronto, y pelearé contra ellos con la espada de mi boca. 17 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, daré a comer del maná escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe.
12 »Escribe al ángel de la iglesia de Pérgamo:
Esto dice el que tiene la aguda espada de dos filos: 13 Sé dónde vives: allí donde Satanás tiene su trono. Sin embargo, sigues fiel a mi nombre. No renegaste de tu fe en mí, ni siquiera en los días en que Antipas, mi testigo fiel, sufrió la muerte en esa ciudad donde vive Satanás.
14 No obstante, tengo unas cuantas cosas en tu contra: que toleras ahí a los que se aferran a la doctrina de Balaam, el que enseñó a Balac a poner tropiezos a los israelitas, incitándolos a comer alimentos sacrificados a los ídolos y a cometer inmoralidades sexuales. 15 Toleras así mismo a los que sostienen la doctrina de los nicolaítas. 16 Por lo tanto, ¡arrepiéntete! De otra manera, iré pronto a ti para pelear contra ellos con la espada que sale de mi boca.
17 El que tenga oídos, que oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que salga vencedor le daré del maná escondido, y le daré también una piedrecita blanca en la que está escrito un nombre nuevo que sólo conoce el que lo recibe.
12 »Escribe esta carta al ángel de la iglesia de Pérgamo. Este es el mensaje de aquél que tiene la espada aguda de doble filo:
13 »Yo sé que vives en la ciudad donde Satanás tiene su trono; sin embargo, has permanecido leal a mi nombre. Te rehusaste a negarme aun cuando mi fiel testigo, Antipas, murió como mártir en medio de ustedes allí en la ciudad de Satanás.
14 »Pero tengo unas cuantas quejas en tu contra. Toleras a algunos de entre ustedes que mantienen la enseñanza de Balaam, quien le enseñó a Balac cómo hacer tropezar al pueblo de Israel. Les enseñó a pecar, incitándolos a comer alimentos ofrecidos a ídolos y a cometer pecado sexual. 15 De modo parecido, entre ustedes hay algunos nicolaítas que siguen esa misma enseñanza. 16 Arrepiéntete de tu pecado, o de lo contrario, vendré a ti de repente y pelearé contra ellos con la espada de mi boca.
17 »Todo el que tenga oídos para oír debe escuchar al Espíritu y entender lo que él dice a las iglesias. A todos los que salgan vencedores, les daré del maná que ha sido escondido en el cielo. Y le daré a cada uno una piedra blanca, y en la piedra estará grabado un nombre nuevo que nadie comprende aparte de aquél que lo recibe.
12 «Escribe al ángel de la iglesia en Pérgamo:
“El que tiene la espada aguda de dos filos, dice esto:
13 ‘Yo sé dónde moras: donde está el trono de Satanás. Guardas fielmente Mi nombre y no has negado Mi fe, aun en los días de Antipas, Mi testigo, Mi siervo fiel, que fue muerto entre ustedes, donde mora Satanás.
14 ’Pero tengo unas pocas cosas contra ti, porque tienes ahí a los que mantienen la doctrina de Balaam, que enseñaba a Balac a poner tropiezo ante los israelitas, a comer cosas sacrificadas a los ídolos y a cometer actos de inmoralidad.
15 ’Así tú también tienes algunos que de la misma manera mantienen la doctrina de los nicolaítas.
16 ’Por tanto, arrepiéntete; si no, vendré a ti pronto y pelearé contra ellos con la espada de Mi boca.
17 ’El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al vencedor le daré del maná escondido y le daré una piedrecita blanca, y grabado en la piedrecita un nombre nuevo, el cual nadie conoce sino aquel que lo recibe’ ”».
12 Y escribe al ángel de la iglesia en Pérgamo: El que tiene la espada aguda de dos filos dice esto:
12 »Escribe al ángel de la iglesia de Pérgamo:
Esto dice el que tiene la aguda espada de dos filos:
12 »Escribe esta carta al ángel de la iglesia de Pérgamo. Este es el mensaje de aquél que tiene la espada aguda de doble filo:
12 «Escribe al ángel de la iglesia en Pérgamo:
“El que tiene la espada aguda de dos filos, dice esto:
A Jesús le importa su iglesia.
A Jesús le importan todas sus iglesias.
A Jesús le importa nuestra iglesia, y sabe perfectamente lo que hemos vivido, lo que estamos viviendo y lo que vendrá.
Jesús tiene algo para decir en cuanto a nuestra iglesia, así como para cada una de sus iglesias.
En este caso, Jesús le escribe a su amada iglesia en la ciudad de Pérgamo.
PERGAMO. Aproximadamente a 105 kms. al norte de Esmirna se encontraba Pérgamo sobre una montaña de 305 mts. de altura. Situada a 29 kms. del océano y comunicaba con el Egeo a través del río Caicus, el cual era navegable por pequeñas embarcaciones. Pérgamo dominó no sólo el valle del Caicus, sino también un camino al interior del Asia Menor al igual que el camino hacia la costa occidental. Su riqueza provenía del comercio, la agricultura, la ganadería y las industrias dependientes de los tejidos de lana, los pergaminos y las minas de plata.
Pérgamo fue llevado al cenit de su prosperidad bajo la dinastía talita durante los siglos III y II a. de J.C. La expansión territorial se produjo en gran parte por la estrecha cooperación y con el apoyo de Roma. El último de los átalos, Atalo III, legó su reino a Roma en la hora de su muerte en el 133 a. de J.C. Dentro del imperio, el reino era conocido como la provincia de Asia y abarcaba aproximadamente la tercera parte occidental del Asia Menor. Habiendo sido la capital política de la provincia desde el comienzo, Pérgamo gradualmente cedió su posición a Efeso que era más accesible a los gobernadores romanos por mar.1
1 Charles F. Pfeiffer, Diccionario bíblico arqueológico (El Paso, Texas: Editorial Mundo Hispano, 2002), 516–517.
El primer triunfo mayor de los excavadores alemanes fue la localización del gran altar de Zeus con sus notables esculturas. Construido probablemente por el rey Eumenes (197–159 a. de J.C.), el altar yacía sobre fundamentos que medían 39 por 35 mts.1
1 Charles F. Pfeiffer, Diccionario bíblico arqueológico (El Paso, Texas: Editorial Mundo Hispano, 2002), 517–518.
Algunos han pensado que el altar de Zeus es a lo que el apóstol Juan se refería cuando hablaba del “trono de Satanás” en Pérgamo (Ap. 2:13).1
1 Charles F. Pfeiffer, Diccionario bíblico arqueológico (El Paso, Texas: Editorial Mundo Hispano, 2002), 518.
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Encima del gimnasio, en aproximadamente la mitad de la falda, estaba el ágora superior, por encima y a la izquierda de la cual estaba el altar de Zeus. Al ascender por el lado occidental de la acrópolis desde el altar, se llega a los restos de un hermoso templo de Atena que está rodeado en sus tres lados por la biblioteca de dos pisos que en algún tíempo había sido la segunda en el mundo antiguo, jactándose de tener unos 200.000 volúmenes (rollos). Pero el edificio estaba más o menos vacío en los días de Juan, debido a que Antonio había dado la biblioteca de Pérgamos a Cleopatra y la mayoría de los libros habían sido llevados a Alejandría.1
1 Charles F. Pfeiffer, Diccionario bíblico arqueológico (El Paso, Texas: Editorial Mundo Hispano, 2002), 518.
Y desde la Segunda Guerra Mundial ha sido hecho mucho trabajo en el Asklepion (situado en un pequeño altiplano encima de la ciudad baja), el gran centro de salud dedicado a *Esculapio, dios de la medicina. Este era un centro famoso en la antigüedad; aun los emperadores (Adriano, Marco Aurelio y Caracalla) vinieron aquí. Y Galeno fue uno de los más grandes médicos que practicó allí. El centro adquirió su mayor desarrollo en el sigo II d. de J.C., y la mayoría de las estructuras excavadas allí datan de ese siglo. Pero el Asklepion fue fundado en los tiempos helénicos y fue importante en la época de Juan. Para saber cómo se veía entonces, requeriráuna mayor investigación; pero ciertamente, incluía por lo menos un templo a Esculapio y un dormitorio donde dormían los pacientes.1
1 Charles F. Pfeiffer, Diccionario bíblico arqueológico (El Paso, Texas: Editorial Mundo Hispano, 2002), 518.
Dentro de este panorama de soberbia y oscuridad espiritual se había desarrollado una iglesia, un grupo de discípulos de Jesús, hombres y mujeres que habían escuchado el evangelio y habían decidido vivir bajo el Señorío de Jesús, habiéndolo recibido como Salvador.
La iglesia habría sido fundada cuando Pablo y sus colaboradores estuvieron en Éfeso y tuvieron influencia sobre toda Asia Menor. Con toda esa religiosidad e idolatría alrededor, y siendo que la gente de Pérgamo se preciaba de tener conexiones y cierta influencia sobre los emperadores de Roma, la vida de los discípulos de Cristo Jesús no debe haber sido fácil.
Pero Jesús quería que supieran que a Él le importaba su iglesia, que no había desviado de ellos su mirada y que quería promover su desarrollo a pesar de las dificultades.
Jesús es siempre el mismo, y cuida de todas sus iglesias. Pero, ¿cómo se revela a la iglesia en Pérgamo?
El que tiene la espada aguda de dos filos dice esto:...
Esta descripción tiene que ver con la visión que Juan tenía ante su vista mientras Jesús le dictaba las cartas. Jesús era Aquel de cuya boca salía una espada aguda de dos filos.
16Tenía en su diestra siete estrellas; de su boca salía una espada aguda de dos filos; y su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza. (Apocalipsis 1:16)
La espada es un arma de ataque, ofensiva, peligrosa y eficaz. Era utilizada por los soldados de aquella época en el combate cuerpo a cuerpo. La espada era letal, ponía a descubierto los órganos internos de la persona que fuera alcanzada por ella.
Esta mención de la espada aguda de dos filos nos recuerda aquella descripción de la Palabra de Dios:
12Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. 13Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta. (Hebreos 4:12-13)
La propia Palabra nos revela que Jesús es la Palabra.
1En el principio era el Verbo (λόγος, la Palabra), y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. 2Este era en el principio con Dios. 3Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. 4En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. 5La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella. (Juan 1:1-4)
La Palabra es la revelación, el inmenso poder que expone a la luz y el conocimiento lo que de otra manera estaría oculto, ajeno al conocimiento humano. Jesús es esa revelación y el portador de aquello que atraviesa el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos.
Jesús se dirige a su iglesia.
El que tiene la espada aguda de dos filos dice esto...
13 Yo conozco tus obras, y dónde moras, donde está el trono de Satanás; pero retienes mi nombre, y no has negado mi fe, ni aun en los días en que Antipas mi testigo fiel fue muerto entre vosotros, donde mora Satanás.
13 Sé dónde vives: allí donde Satanás tiene su trono. Sin embargo, sigues fiel a mi nombre. No renegaste de tu fe en mí, ni siquiera en los días en que Antipas, mi testigo fiel, sufrió la muerte en esa ciudad donde vive Satanás.
13 »Yo sé que vives en la ciudad donde Satanás tiene su trono; sin embargo, has permanecido leal a mi nombre. Te rehusaste a negarme aun cuando mi fiel testigo, Antipas, murió como mártir en medio de ustedes allí en la ciudad de Satanás.
13 ‘Yo sé dónde moras: donde está el trono de Satanás. Guardas fielmente Mi nombre y no has negado Mi fe, aun en los días de Antipas, Mi testigo, Mi siervo fiel, que fue muerto entre ustedes, donde mora Satanás.
Jesús nos conoce, y quiere que lo sepamos.
Como ya leímos en Hebreos 4:13, todas las cosas están desnudas y abiertas ante Aquel a quien hemos de dar cuenta.
Él conoce tus obras, y sabemos que su conocimiento va mucho más allá de lo que imaginamos. Hasta el rey David se maravillaba del conocimiento que Dios tenía de Él.
1 Oh Jehová, tú me has examinado y conocido.
2 Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme;
Has entendido desde lejos mis pensamientos.
3 Has escudriñado mi andar y mi reposo,
Y todos mis caminos te son conocidos.
4 Pues aún no está la palabra en mi lengua,
Y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda.
5 Detrás y delante me rodeaste,
Y sobre mí pusiste tu mano.
6 Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí;
Alto es, no lo puedo comprender. (Salmos 139:1-6)
Sí, definitivamente, el Señor conoce cada detalle de nuestra existencia, sin excepciones. Estamos todo el tiempo bajo los “rayos X” de Dios.
El Señor quiere que seamos muy conscientes de ese conocimiento que nos envuelve. porque Él sabe todo.
...y dónde moras...
Hoy en día nos hemos acostumbrado al Sistema de Posicionamiento Global (GPS). Nuestros celulares con frecuencia nos recuerdan que “tal aplicación quiere acceder a tu ubicación”. Sí, saben dónde estamos, dónde vivimos y adónde vamos. ¿Y no tomamos conciencia que Dios también lo sabe?
Dios sabe dónde vives, dónde estás. Sabe lo que sucede en tu comunidad, a tu alrededor.
...donde está el trono de Satanás...
Pérgamo era un lugar muy delicado espiritualmente. Allí había un templo dedicado a Zeus, “el rey de los dioses” (de su nombre proviene la palabra “Dios” en nuestro idioma) y un famoso templo dedicado al dios de la medicina. De hecho Galeno y los primeros médicos surgieron de allí, pero recordemos que al principio la “medicina” estaba vinculada a un dios representado por una serpiente.
Importa dónde vivimos. La sociedad que nos rodea tiene influencia en el estilo de vida. Las actividades de las que la mayoría participa se convierten en “normales”, “costumbre”, “cultura”. Debemos ser extremadamente cuidadosos y ser selectivos en cuanto a cómo nos vestimos, cómo hablamos, cómo nos relacionamos con otros. Sí, no debemos dejarnos llevar por la corriente.
1Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. 2No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. (Romanos 12:1-2)
El hecho de que vivamos en medio de una sociedad corrupta no es pretexto para que nosotros también participemos de sus obras y actitudes.
...pero…
A veces tenemos que dar gracias a Dios por esa pequeña palabra, porque marca la diferencia entre lo malo y lo bueno en nuestras vidas.
Aquellos cristianos se convierten en un modelo para nosotros, porque siendo que vivían en medio de un ambiente espiritual muy oscuro, fueron firmes en sus principios, valores y fe.
...retienes mi nombre, y no has negado mi fe, ni aun en los días en que Antipas mi testigo fiel fue muerto entre vosotros, donde mora Satanás.
¿Y tú? ¿Retienes su nombre? ¿Te has resistido a negar su fe?
Retener el nombre de Jesús. La NTV traduce “has permanecido leal a mi nombre”. Retener el nombre de Jesús tiene que ver con permanecer leal a Él. Es una cuestión de un compromiso asumido y retenido, a pesar de las dificultades y obstáculos. ¿Retienes el nombre de Jesús? El nombre de Jesús ha sido invocado sobre ti, tal cuando alguien dijo “Yo te bautizo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”. Te has identificado con le nombre de Jesús cuando le recibiste como Salvador y Señor de tu vida.
Rehusarse a negar a Jesús. ¿Ves como todo tiene que ver con el compromiso con Jesús? Los que hemos creído en Jesús somos objeto de muchas presiones y ataques para que neguemos su nombre. Pero tengamos en cuenta que la negación de su nombre no solamente se da de palabra sino muchas veces por medio de nuestras acciones.
Tal vez es un buen momento para recordar a alguien que llegó a negar al Señor y sin embargo sobrevivió para contarlo.
31Dijo también el Señor: Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo; 32pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos. 33El le dijo: Señor, dispuesto estoy a ir contigo no sólo a la cárcel, sino también a la muerte. 34Y él le dijo: Pedro, te digo que el gallo no cantará hoy antes que tú niegues tres veces que me conoces. (Lucas 22:31-34)
54Y prendiéndole, le llevaron, y le condujeron a casa del sumo sacerdote. Y Pedro le seguía de lejos. 55Y habiendo ellos encendido fuego en medio del patio, se sentaron alrededor; y Pedro se sentó también entre ellos. 56Pero una criada, al verle sentado al fuego, se fijó en él, y dijo: También éste estaba con él. 57Pero él lo negó, diciendo: Mujer, no lo conozco. 58Un poco después, viéndole otro, dijo: Tú también eres de ellos. Y Pedro dijo: Hombre, no lo soy. 59Como una hora después, otro afirmaba, diciendo: Verdaderamente también éste estaba con él, porque es galileo. 60Y Pedro dijo: Hombre, no sé lo que dices. Y en seguida, mientras él todavía hablaba, el gallo cantó. 61Entonces, vuelto el Señor, miró a Pedro; y Pedro se acordó de la palabra del Señor, que le había dicho: Antes que el gallo cante, me negarás tres veces. 62Y Pedro, saliendo fuera, lloró amargamente. (Lucas 22:54-62)
¿Te puedes poner en la situación de Pedro? ¿Te puedes identificar con Él? Es posible que tú y yo hayamos negado al Señor, y hayamos encontrado una nueva oportunidad en Él, tal como le sucedió a Pedro.
Sin embargo, debemos tomar muy en serio nuestro compromiso con Jesús y evitar negarlo.
32A cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos. 33Y a cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también le negaré delante de mi Padre que está en los cielos. (Mateo 10:32-33)
Sí, el precio por negar al Señor es demasiado algo. Hagamos el compromiso de no negarlo.
Los cristianos en Pérgamo habían pagado el precio, reteniendo su firme compromiso con Jesús frente a la severa oposición, aun en los días en que Antipas mi testigo fiel fue muerto entre vosotros, donde mora Satanás. Jesús habla con afecto de Antipas su testigo fiel. ¡Cómo quiero que Jesús hable así de mí, aunque me cueste la vida!
Es interesante notar que Jesús vuelve a reafirmar que aquellos cristianos vivían donde mora Satanás. Nosotros vivimos esto a un nuevo nivel.
7Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles; 8pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo. 9Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él. 10Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche. 11Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte. (Apocalipsis 12:7-11)
Aquellos cristianos vivían donde estaba establecido el trono de Satanás. Nosotros hoy en día vivimos con Satanás y su ejército establecidos en la tierra, moviéndose a nuestro alrededor y atentando contra la iglesia.
Los hijos de Dios no somos los favoritos del mundo. Jesús oraba diciendo que el mundo nos había aborrecido.
14Yo les he dado tu palabra; y el mundo los aborreció, porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. 15No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal. 16No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. 17Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad. 18Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo. 19Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad. (Juan 17:14-17)
Así que estamos en guerra, pero tenemos que retener el nombre de Jesús y resistirnos a negar su fe.
¿Estás preparado?
Vive de tal manera que recibas estos elogios del Señor.
14 Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que tienes ahí a los que retienen la doctrina de Balaam, que enseñaba a Balac a poner tropiezo ante los hijos de Israel, a comer de cosas sacrificadas a los ídolos, y a cometer fornicación. 15 Y también tienes a los que retienen la doctrina de los nicolaítas, la que yo aborrezco.
14 Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que tienes ahí a los que retienen la doctrina de Balaam, que enseñaba a Balac a poner tropiezo ante los hijos de Israel, a comer de cosas sacrificadas a los ídolos, y a cometer fornicación. 15 Y también tienes a los que retienen la doctrina de los nicolaítas, la que yo aborrezco.
14 No obstante, tengo unas cuantas cosas en tu contra: que toleras ahí a los que se aferran a la doctrina de Balaam, el que enseñó a Balac a poner tropiezos a los israelitas, incitándolos a comer alimentos sacrificados a los ídolos y a cometer inmoralidades sexuales. 15 Toleras así mismo a los que sostienen la doctrina de los nicolaítas.
14 »Pero tengo unas cuantas quejas en tu contra. Toleras a algunos de entre ustedes que mantienen la enseñanza de Balaam, quien le enseñó a Balac cómo hacer tropezar al pueblo de Israel. Les enseñó a pecar, incitándolos a comer alimentos ofrecidos a ídolos y a cometer pecado sexual. 15 De modo parecido, entre ustedes hay algunos nicolaítas que siguen esa misma enseñanza.
14 ’Pero tengo unas pocas cosas contra ti, porque tienes ahí a los que mantienen la doctrina de Balaam, que enseñaba a Balac a poner tropiezo ante los israelitas, a comer cosas sacrificadas a los ídolos y a cometer actos de inmoralidad.
15 ’Así tú también tienes algunos que de la misma manera mantienen la doctrina de los nicolaítas.
¿Tiene algo el Señor en tu contra? ¿Tiene algo Jesús que decir con respecto a tu vida, tu comportamiento, tu manera de administrar tu manera de vivir?
Estas palabras de Jesús pueden sonar duras, pero son el recurso divino para enderezarnos en el camino, de manera que lleguemos al puerto esperado, a la salvación eterna. Así que las tenemos que recibir con temor y buena disposición.
Pero tengo unas pocas cosas contra ti:…
Los cristianos hemos sido llamados a vivir de tal manera que le agrademos a Dios. Nuestra meta principal es la de agradar a Dios. Pero es cierto, muchas veces fallamos, y tenemos que exponernos ante el examen de Dios.
8Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. 9Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. 10Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros. (1 Juan 1:8-10)
Así que si Jesús se nos acerca hoy y quiere señalarnos que tiene unas pocas cosas contra nosotros, nos corresponde inclinar el rostro y decir tal como Samuel hace muchos años: “Habla, Señor, que tu siervo oye”.
¿Qué tenía Jesús contra los cristianos de Pérgamo?
...que tienes ahí a los que retienen la doctrina de Balaam, que enseñaba a Balac a poner tropiezo ante los hijos de Israel, a comer de cosas sacrificadas a los ídolos, y a cometer fornicación. Y también tienes a los que retienen la doctrina de los nicolaítas, la que yo aborrezco.
Dentro del grupo de los discípulos de Jesús estaban infiltradas algunas personas que tenían ciertas ideas y comportamientos ofensivos contra Dios. Jesús los menciona de dos maneras:
...los que retienen la doctrina de Balaam...
...los que retienen la doctrina de los nicolaítas...
Dicho así, suena como que había en la iglesia personas que tenían ciertas convicciones equivocadas, ajenas al evangelio. ¿Qué serían la doctrina de Balaam y la de los nicolaítas?
La doctrina de Balaam:
Las primeras referencias bíblicas a Balaam aparecen en Números 22-24. Era un adivino que los moabitas contrataron para que maldijera a Israel en su peregrinaje para llegar a la Tierra Prometida y establecerse en ella. Al principio Balaam se resiste a acompañar a Balac, rey de los moabitas, porque Jehová se lo prohibe. Luego accede a ir, y allí se produce el evento en que su asna le habla, advirtiéndole de la presencia del ángel de Jehová en el camino, con su espada desenvainada. Balaam no pudo maldecir a Israel, porque Dios se lo impidió. Sin embargo, sí ayudó a Balac a poner tropiezo a los hijos de Dios.
16He aquí, por consejo de Balaam ellas fueron causa de que los hijos de Israel prevaricasen contra Jehová en lo tocante a Baal-peor, por lo que hubo mortandad en la congregación de Jehová. (Números 31:16)
Lo que estaba sucediendo entre los cristianos de Pérgamo se parecía a aquella seducción en la que habían caído los hijos de Israel. En la congregación había personas que hacían tropezar a los cristianos, sugiriéndoles tener un comportamiento semejante al de la gente del mundo.
Sobre los nicolaítas:
En el comentario de Apocalipsis más antiguo que se conoce, escrito por Victorino de Pettau en el siglo II, éste habla de los n. como “hombres falsos y turbadores que ministrando bajo el nombre de Nicolás crearon para ellos una herejía diciendo que las viandas ofrecidas a los ídolos podían ser exorcizadas y luego comidas, y que cualquiera que cometiera fornicación podía recibir la paz al octavo día”.1
1 Alfonso Lockward, Nuevo diccionario de la Biblia (Miami: Editorial Unilit, 1999), 749.
Se puede estimar que ambas malas influencias a las que se hace aquí referencia son la misma.
Hasta el día de hoy se pueden infiltrar en la iglesia personas que sugieran que “no pasa nada” si uno tiene un comportamiento que ofende a Dios.
Cabe notar que esta era una “doctrina” (una enseñanza a vivir de cierta manera) que había sido resistida en Éfeso y retenida en Pérgamo.
Ahora, lo que más nos tiene que llamar la atención de estas palabras es que Jesús manifiesta claramente que se opone activamente contra la doctrina de los nicolaítas: la que yo aborrezco.
Aquí es donde los cristianos tenemos que marcar la diferencia, elogiando todo aquello a lo que nuestro Dios llama bueno y aborreciendo todo lo que Él aborrece.
16 Seis cosas aborrece Jehová,
Y aun siete abomina su alma:
17 Los ojos altivos, la lengua mentirosa,
Las manos derramadoras de sangre inocente,
18 El corazón que maquina pensamientos inicuos,
Los pies presurosos para correr al mal,
19 El testigo falso que habla mentiras,
Y el que siembra discordia entre hermanos. (Proverbios 6:16-19)
Seamos muy cuidadosos en cuanto a nuestra manera de vivir, lo que aprobamos y lo que no.
20¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo! 21¡Ay de los sabios en sus propios ojos, y de los que son prudentes delante de sí mismos! (Isaías 5:20-21)
No minimicemos el peligro de lo malo, y procuremos aborrecer exactamente lo que Dios aborrece.
16 Por tanto, arrepiéntete; pues si no, vendré a ti pronto, y pelearé contra ellos con la espada de mi boca.
16 Por lo tanto, ¡arrepiéntete! De otra manera, iré pronto a ti para pelear contra ellos con la espada que sale de mi boca.
16 Arrepiéntete de tu pecado, o de lo contrario, vendré a ti de repente y pelearé contra ellos con la espada de mi boca.
16 ’Por tanto, arrepiéntete; si no, vendré a ti pronto y pelearé contra ellos con la espada de Mi boca.
Nunca menosprecies el poder de la reflexión y el arrepentimiento sincero. ¡Son inmensamente poderosos!
Jesús le hace un llamado al arrepentimiento a la iglesia en Pérgamo. Habían estado tolerando entre ellos a quienes tenían una manera de pensar y un comportamiento que ofendía a Dios. La iglesia no se puede permitir ese error.
9Os he escrito por carta, que no os juntéis con los fornicarios; 10no absolutamente con los fornicarios de este mundo, o con los avaros, o con los ladrones, o con los idólatras; pues en tal caso os sería necesario salir del mundo. 11Más bien os escribí que no os juntéis con ninguno que, llamándose hermano, fuere fornicario, o avaro, o idólatra, o maldiciente, o borracho, o ladrón; con el tal ni aun comáis. (1 Corintios 5:9-11)
El llamado de Jesús a que la iglesia se arrepintiera los impulsaba a cambiar de actitud. Ya no podían tolerar que aquello ocurriera en la iglesia. Debían exhortar a aquellos llamados hermanos, y si no se corregían, debían apartarse de ellos. Tenían que apartarse de lo que Dios aborrece.
El arrepentimiento es poderoso.
Jesús podía llegar a aquella iglesia en su poder y autoridad, con la espada de su boca, y pelear contra quienes anduvieren por caminos equivocados. Y si Jesús hace eso, ya sabes quien gana en la pelea.
Por eso Él nos da una buena oportunidad llamándonos al arrepentimiento.
8Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. 9Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. (1 Juan 1:8-9)
Andemos en arrepentimiento delante de nuestro Dios.
17 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, daré a comer del maná escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe.
17 El que tenga oídos, que oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que salga vencedor le daré del maná escondido, y le daré también una piedrecita blanca en la que está escrito un nombre nuevo que sólo conoce el que lo recibe.
17 »Todo el que tenga oídos para oír debe escuchar al Espíritu y entender lo que él dice a las iglesias. A todos los que salgan vencedores, les daré del maná que ha sido escondido en el cielo. Y le daré a cada uno una piedra blanca, y en la piedra estará grabado un nombre nuevo que nadie comprende aparte de aquél que lo recibe.
17 ’El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al vencedor le daré del maná escondido y le daré una piedrecita blanca, y grabado en la piedrecita un nombre nuevo, el cual nadie conoce sino aquel que lo recibe’ ”».
Otra vez, aquí está la insistencia de Jesús en cuanto a este desafío:
El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Una vez más: podría ser que no todos entendieran, que no se diesen por aludidos cuando Jesús se dirige a su iglesia. Esta frase es un desafío para todos nosotros. Si te parece que no entiendes, pregunta, ora, busca, porque Dios responde y da a conocer. Está bien preguntarle a Dios: “¿Hay algo que estoy haciendo mal? ¿Necesito cambiar en algo?”. Pero asegúrate de tener oído y escuchar, atender y obedecer lo que Jesús nos dice.
Al que venciere… Esta es la sección destinada a las promesas de Jesús. Son capaces de llenar nuestra imaginación y edificar nuestro espíritu. ¿Qué promete Jesús al que venciere (esto no es para todos, sino para los que superan los obstáculos y se comprometen a vivir conforme a su voluntad)?
...le daré a comer del maná escondido...
El Señor ya había prometido dar de comer del fruto del árbol de la vida al que venciere. Ahora ofrece el maná escondido. Jesús quiere darnos del alimento celestial, quiere que participemos de todo aquello que solo Dios produce. ¿Quieres tú probar aquel maná?
...le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe.
En el cielo hay un nuevo documento de identidad. ¿Lo recibirás tú? ¿Puedes imaginar aquel momento en el que recibirás de manos del propio Salvador esa piedrecita blanca? Me llena de emoción el solo hecho de pensarlo. Es la manera de Jesús de decirte: “Tú eres mío, te creé para mi, vive conmigo”.
Sin lugar a dudas, si vencemos, si perseveramos en andar conforme a la voluntad de Dios (y no la nuestra), nos esperan cosas maravillosas, mucho más allá de lo que nos es posible entender o explicar.
Vive de tal manera que disfrutes de esas bendiciones.