DESDE LO POCO A LO GLORIOSO (Marcos 4:30-34)
Evangelio según San Marcos • Sermon • Submitted
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1 COMIENZA COMO UNA SEMILLA DE MOSTAZA (30-31)
2 PERO SERÁ GRANDE Y GLORIOSO (32)
Intro
Seguimos esta serie, una serie en la que estamos aprendiendo mucho, una serie en la cual, por las mismas palabras de Cristo aprendemos sobre el Reino de Dios.
Precisamente es lo que Jesús decía y hablaba cuando usaba las parabolas.
¿Qué es el Reino de Dios? ¿Cómo crece este Reino? ¿De donde viene?
A veces podemos enfriar nuestra fe cuando no vemos el resultado que aguardamos, cuando vemos que somos pocos, que la iglesia no crece… pero tranquilo, veremos que esto no será siempre así.
Precisamente el Reino es de DIos. Dios es el Rey…
¿Qué esperamos del Reino de DIos? ¿Tengo una visión adecuada según al Biblia de lo que es? ¿Espero en el Señor? ¿Tengo la fe suficiente para creer en un gran Reino aunque parezca que estoy solo? ....
1. COMIENZA COMO UNA SEMILLA DE MOSTAZA (30-31)
1. COMIENZA COMO UNA SEMILLA DE MOSTAZA (30-31)
30 También decía: ¿A qué compararemos el reino de Dios, o con qué parábola lo describiremos? 31 Es como un grano de mostaza, el cual, cuando se siembra en la tierra, aunque es más pequeño que todas las semillas que hay en la tierra,
¿Y qué es un grano de mostaza?
MOSTAZA
Gr. 4615 sínapi, σίναπι, palabra de origen egipcio traducida como «mostaza», referida a un «grano», kokkos, κόκκος… Los judíos la cultivaban en sus jardines y huertos. Se han hecho varias suposiciones acerca de qué planta es la aquí mencionada. La que mejor se corresponde con la descripción es la sinapis nigra, una planta de mostaza común en Palestina. Sus semillas son extremadamente pequeñas y crece hasta llegar a ser un arbusto de más de tres metros de altura, de manera que las aves pequeñas pueden refugiarse en sus ramas. Existe también la salvadora persica, que crece hasta mayor altura.
a) Así es el Reino de Dios.
Entre las semillas que se siembran en el huerto (Lc. 13:19), la de mostaza era generalmente la más pequeña. Por eso se usa proverbialmente para indicar todo lo que en sus comienzos es muy menudo (Mt. 17:20; Lc. 17:6). De igual modo, en los días de la peregrinación de Cristo sobre la tierra, el reino de Dios estuvo representado por una pequeña compañía de verdaderos creyentes. Comparado con toda la población del imperio romano, o con todos los que habitaban en aquel entonces en Palestina, o aun con las grandes multitudes que seguían a Jesús por razones egoístas, el verdadero “reino” de Cristo (véase 1:15) era realmente insignificante a ojos humanos.
I. En el mundo
Teniendo en cuenta esto, que su prestigio inmediato era pequeño. Parecía un pequeño rebaño de ovejas indefensas: “No temáis, manada pequeña …” (Lc. 12:32). Su pastor fue “despreciado y rechazado por los hombres” (Is. 53:3). Era como una simple piedra (Dn. 2:34; cf. también Lc. 17:17; Jn. 6:66; Hch. 28:22; 1 Co. 1:26; Ap. 3:8).
Parece que el mundo secularizado, sin valores va ganando la batalla, aunque el cristianismo se haya extendido, puede que esa sea la sensación, pero este es el efecto del grano de mostaza, podemos parecer pequeños y lo somos, pero un día eso cambiará.
Bajo la figura simbólica de una semilla de mostaza, la parábola describe en primer lugar la pequeñez del reino en el comienzo, algo que comienza en una Nación pequeña, en la región pequeña de Judea, tendrá un impacto monumental, pues cubrirá toda la tierra. Y su gloria se manifestará un día a todos lso hombres.
II. En nuestra vida
Pero esto también lo vemos y experimentamos en nuestra vida. La semilla crece muy pequeña, la semilla ni se ve, pero algún día esa semilla crece y da fruto.
Puedes sentirte sólo en medio del mundo, pero esa semilla crece, crece y crece, hace crecer tu fe, hace crecer tu sed de Dios, tu dependencia al Señor, tu ganas de estar con Él, y algún día será grande y gloriosa.
III. En nuestra iglesia local (32)
Eso también es aplicable en neustra iglesia loca, y más en España y más en la plantación.
Parece que nuestro trabajo es en vano, parece que nunca vamos a ver tal fruto, pero ese fruto llega en el momento menos esperado, el fruto se hace visible y veremos a otros que son cobijados con las ramas de la semilla de mostaza que se plantó.
Podemos ser lo más vil, e insignificante del mundo, como la semilla más pequeña. Pero un día esto será glorioso.
11 Hasta el momento presente pasamos hambre y sed, andamos mal vestidos, somos maltratados y no tenemos dónde vivir; 12 nos agotamos trabajando con nuestras propias manos; cuando nos ultrajan, bendecimos; cuando somos perseguidos, lo soportamos; 13 cuando nos difaman, tratamos de reconciliar; hemos llegado a ser, hasta ahora, la escoria del mundo, el desecho de todo.
Pero sabemos que todo esto....
2. PERO SERÁ GRANDE Y GLORIOSO (32)
2. PERO SERÁ GRANDE Y GLORIOSO (32)
32 sin embargo, cuando es sembrado, crece y llega a ser más grande que todas las hortalizas y echa grandes ramas, tanto que las aves del cielo pueden anidar bajo su sombra. 33 Con muchas parábolas como estas les hablaba la palabra, según podían oírla; 34 y sin parábolas no les hablaba, sino que lo explicaba todo en privado a sus propios discípulos.
Una semilla insignificante llega a a medir una planta de unos 3 metros, donde las aves del cielo anidan.
Esta semilla:
a) Crece en nuestra vida
Una semilla que comienza ne nuestra vida, crece y se convierte en el todo.
Podremos ser despreciados por el mundo, pero tenemos lo más grande que el el Evangelio.
Podemos sentirnos solos en medio de este mundo, pero un día estaremos acompñados de millones como nosotros.
Seremos perseguidos en este mundo, pero un día seremos abrazados por nuestro Señor.
b) Crece en nuestra iglesia (anidan bajo sus hojas)
Tened ánimo, lo que ahora vemos como algo pequeño aquí en nuestro contexto local, no es pequeño, está creciendo y algún día llegará a más gente.
Por eso, puedes pensar estoy en una iglesia pequeña, donde no hay mucho que hacer, y puedes caer en el desánimo. Es ahí donde mas tienes que hacer, ser luz y plantar la semilla para que crezca en otros. Es donde Dios te ha puesto para servir.
Alomejor el problema no es la iglesia, sino tu corazón.
Es un gozo poder ver esta manada pequeña, crecer, lento pero crecer, y esto es sólo un grano de mostaza de la gran iglesia universal donde es guardado sus hijos por el Señor.
No puedo dejar de pensar en este salmo:
1 El que habita al abrigo del Altísimo morará a la sombra del Omnipotente. 2 Diré yo al Señor: Refugio mío y fortaleza mía, mi Dios, en quien confío. 3 Porque Él te libra del lazo del cazador y de la pestilencia mortal. 4 Con sus plumas te cubre, y bajo sus alas hallas refugio; escudo y baluarte es su fidelidad.
Y hermanos esta semilla nos lleva a
c) Crece hasta su gloria manifestada a todos los hombres
El Reino de Dios, fue como una semilla de mostaza, comenzó en el lugar mas pequeño de la tierra, en la región romana más despreciada, en un pueblo pequeño al lado de Jerusalén (Belén), donde se encarno el Verbo, adorado por lo mas despreciados a los ojos de los hombres, pastores.
Comienza su ministerio, en la región más despreciada por los mismos judios, Galilea, que decia de ahí no puede salir nada bueno.
Fue despreciado y maltratado hasta la muerte, muerte de cruz. Muerte de malechor, de la peor muerte…
Pero cuando todo el mundo pensaba que había acabo… si, Cristo, se levantó de entre los muertos, y ese reino floreció!, esa semilla ya tiene hojas.
¡El reino de Dios está presente!
CONCLUSIÓN
Hermanos, para los ojos de este mundo, para sus estandares, podemos ser despreciados, podemos ser ninguneados, pero recuerda, los estandares verdaderos no son medidos por los hombres y su sabiduría limitada, sino por el todopoderoso Dios y son revelados en su Palabra.
Hoy esa semilla ha echado hojas, gracias a la obra de Cristo, y sus escogidos anidan bajo esas ojas. Y estas ramas y hojas son y serán extendidas a todo el mundo para la gloria de Dios.
LO que el mundo ve como insignificante, un día verán la gloria manifestada de Dios, viendo a Cristo bajar entre las nueves para juzgar a vivos y muertos. Este día se esta acercando.
El Reino de Dios se está comsumando, de lo poco a lo glorioso.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
ORACIÓN FINAL
Concedenos Señor, que aunque veamos que todo es pequeño, no es insignificando, y que podamos comprender que todo depende y está sujeto por ti. Concedenos a ser consecuente con nuestro llamado de plantar la semilla por muy pequeña que lo veamos. Así hasta que tu gloria sea manifestada a todos los hombre. Por Jesucristo nuestor Señor. Amén.
Apelamos a tu bendición
24 “El Señor te bendiga y te guarde; 25 el Señor haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; 26el Señor alce sobre ti su rostro, y te dé paz”».
Porque tuyo Señor, es el reino y el poder y la gloria por los siglos de los siglos. Amén».
Que la Bendición de Dios Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo sea con todos vosotros. amén