¿Quién es mi prójimo?
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· 18 viewsComprender correctamente quien es nuestro prójimo.
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¿Quién es mi prójimo?
¿Quién es mi prójimo?
Lucas 10:25–29
25 Y he aquí un intérprete de la ley se levantó y dijo, para probarle: Maestro, ¿haciendo qué cosa heredaré la vida eterna? 26 Él le dijo: ¿Qué está escrito en la ley? ¿Cómo lees? 27 Aquél, respondiendo, dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo. 28 Y le dijo: Bien has respondido; haz esto, y vivirás. 29 Pero él, queriendo justificarse a sí mismo, dijo a Jesús: ¿Y quién es mi prójimo?
Introducción
Introducción
La arrogancia y envidia de los lideres religiosos de Israel les hacía enfocarse en desacreditar el ministerio de Jesús.
Aunque ellos estaban llenos de conocimiento en la Biblia, el orgullo y la dureza de su corazón cegaba su entendimiento a la revelación espiritual de la Biblia.
Lucas 10:21 “En aquella misma hora Jesús se regocijó en el Espíritu, y dijo: Yo te alabo, oh Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y entendidos, y las has revelado a los niños. Sí, Padre, porque así te agradó.”
Un intérprete de la ley (abogado), confiando de su amplio conocimiento, quiso ridiculizar a Jesús con una pregunta, creyendo que sería muy compleja para Él responderla, pues creía que no tenía la preparación académica necesaria.
La Pregunta
La Pregunta
Lucas 10:25 Y he aquí un intérprete de la ley se levantó y dijo, para probarle: Maestro, ¿haciendo qué cosa heredaré la vida eterna?
Esta es una buena pregunta que muchas personas se hacen, buscando encontrar una formula o los pasos secretos religiosos que deben seguir para garantizar la vida eterna.
Así como es necesario una visa, que la otorga el gobierno, solo Dios puede dar la Salvación, lo cual nos da acceso a su amor.
Pero el regalo de la salvación es algo que el Padre otorga a quien Él quiere. (según su omnisciencia, misericordia, justicia y amor). Romanos 9:16 “Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia.”
El abogado quizá esperaba una respuesta acorde a su creencia, una que numerara una lista de obras, las cuales estaba seguro que ellos las cumplían de sobra.
La mente religiosa siempre tiene la mirada en sus buenas obras para alcanzar la vida eterna, sin embargo, las buenas obras son la evidencia de una vida regenerada y no un medio para la salvación.
Efesios 2:8-9 “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.”
Santiago 2:17 “Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.”
Pablo y Santiago nos revelan que el problema no son las buenas obras, sino la mala interpretación que le damos.
La respuesta de Jesús
La respuesta de Jesús
El Señor conociendo su mala intención, hace que se responda él mismo para evidenciar así su hipocresía.
Lucas 10:26-27 “Él le dijo: ¿Qué está escrito en la ley? ¿Cómo lees? 27 Aquél, respondiendo, dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo.”
(Vamos a encontrar que también el joven rico (Lucas 18) hizo esta pregunta y le respondió de la misma manera.)
El hombre siendo experto en la Biblia, responde con el Shemá Israel Deuteronomio 6:5 “Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas.”
y con Levítico 19:18 “No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo Jehová.”
Esta gente religiosa no ignoraba la Biblia, sin embargo, estaban imposibilitados de interpretar correctamente su verdad, porque su entendimiento estaba cubierto por el velo del orgullo y la religiosidad.
2 Corintios 3:15 “Y aun hasta el día de hoy, cuando se lee a Moisés, el velo está puesto sobre el corazón de ellos.”
La gente religiosa lee la Biblia con una mente envenenada o condicionada a encontrar en ella lo que ellos quieren creer y no lo que Dios quiere hablarnos.
Debemos despojarnos de nuestra religiosidad y presentarnos humildemente a escudriñar y aprender de la Palabra de Dios para que recibamos la revelación del Espíritu Santo.
Pero la respuesta del interprete de la ley es válida. El amor nos conduce por el camino de la vida eterna, pero esto lo alcanzamos cuando somos regenerados en una nueva criatura.
una vez somos unidos a Dios, somos llenos de su amor 1 Juan 4:7 “Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios.”
No podemos amar si no hemos nacido de nuevo, y no nacemos de nuevo si no es por la fe en Jesucristo: Hebreos 11:6 “Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.”
Con esto entendemos que para tener fe y amor necesarios para alcanzar la vida eterna, es necesario nacer de nuevo.
¿Quién es mi prójimo?
¿Quién es mi prójimo?
El abogado (interprete de la ley) no pudiendo atrapar a Jesús, sigue preguntando.
Lucas 10:28-29 “Y le dijo: Bien has respondido; haz esto, y vivirás. 29 Pero él, queriendo justificarse a sí mismo, dijo a Jesús: ¿Y quién es mi prójimo?”
Para los judíos el prójimo (personas cercana, vecino) era únicamente otro judío, pues los samaritanos y gentiles pera ellos eran de una clase inferior de personas, a pesar de que la Biblia está llena de referencias de quién es nuestro prójimo.
Proverbios 25:21-22 “Si el que te aborrece tuviere hambre, dale de comer pan, Y si tuviere sed, dale de beber agua; Porque ascuas amontonarás sobre su cabeza, Y Jehová te lo pagará.”
En el siglo 18 (1700), cuando existía la esclavitud de negros en los Estados unidos, los cristianos dueños de esclavos no querían evangelizarlos pues no los consideraban su prójimo (humanos), no entendían que este era un grave pecado de racismo y acepción de personas.
Hoy en día estos residuos de discriminación aun existen en el cristianismo, no queremos relacionarnos con personas que nos parecen desagradables (drogadictos, borrachos, homosexuales o personas de diferente raza)
El Señor pudo haber presentado a este abogado una cátedra teológica elevada para explicar quien es el prójimo con la parábola del buen samaritano.
Lucas 10:30-36
Un hombre es atacado por ladrones, le robaron y golpearon (probablemente judío).
Un sacerdote y un levita (personajes indudablemente Israelitas) pasaron por el lugar y lo ignoraron.
Pero un samaritano (personaje despreciable para los judíos) se compadeció, usó sus recursos para ayudarle (Tiempo, cabalgadura, aceite, vino y dinero).
Al final de la parábola el abogado tuvo que admitir que el despreciable samaritano era el prójimo. Lucas 10:36-37 “¿Quién, pues, de estos tres te parece que fue el prójimo del que cayó en manos de los ladrones? 37 Él dijo: El que usó de misericordia con él. Entonces Jesús le dijo: Ve, y haz tú lo mismo.”
Conclusión
Conclusión
La Biblia es como un espejo donde vemos reflejadas nuestras vidas, es necesario que examinemos nuestro corazón y evaluemos si estamos amando a Dios y a nuestro prójimo como cristianos verdaderos, pues esta es una evidencia irrefutable que somos salvos, y estamos caminando hacia la vida eterna.
El amor al prójimo no solo se limita a amar a las personas que nos caen bien: Lucas 14:13–14 “13 Mas cuando hagas banquete, llama a los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos; 14 y serás bienaventurado; porque ellos no te pueden recompensar, pero te será recompensado en la resurrección de los justos.”
Si aun no tienes ese amor en tu vida, hoy puedes venir a los pies de Cristo.