Ven a Cristo y se Limpio

Marcos  •  Sermon  •  Submitted   •  Presented   •  1:03:28
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Esta es la tercera de una serie de cuatro curaciones y exorcismos que ilustran la autoridad del reino de Cristo durante su ministerio temprano en Galilea. Hemos visto su poder para echar fuera demonios, su poder para curar y ahora veremos su poder para producir pureza donde había impureza. En esta ocasión el Señor demostrará su autoridad trayendo la limpieza y sanidad a un hombre cuya enfermedad le había mantenido aislado de su familia y del culto comunitario con el pueblo de Dios.

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Marcos 1:40–45 RVR60
40 Vino a él un leproso, rogándole; e hincada la rodilla, le dijo: Si quieres, puedes limpiarme. 41 Y Jesús, teniendo misericordia de él, extendió la mano y le tocó, y le dijo: Quiero, sé limpio. 42 Y así que él hubo hablado, al instante la lepra se fue de aquél, y quedó limpio. 43 Entonces le encargó rigurosamente, y le despidió luego, 44 y le dijo: Mira, no digas a nadie nada, sino ve, muéstrate al sacerdote, y ofrece por tu purificación lo que Moisés mandó, para testimonio a ellos. 45 Pero ido él, comenzó a publicarlo mucho y a divulgar el hecho, de manera que ya Jesús no podía entrar abiertamente en la ciudad, sino que se quedaba fuera en los lugares desiertos; y venían a él de todas partes.

INTRODUCCIÓN

Esta es la tercera de una serie de cuatro curaciones y exorcismos que ilustran la autoridad del reino de Cristo durante su ministerio temprano en Galilea.
Hemos visto su poder para echar fuera demonios, su poder para curar y ahora veremos su poder para producir pureza donde había impureza.
En esta ocasión el Señor demostrará su autoridad trayendo la limpieza y sanidad a un hombre cuya enfermedad le había mantenido aislado de su familia y del culto comunitario con el pueblo de Dios.
Antes de ir al mensaje y la explicación de los textos que hemos leído vamos a hablar sobre la enfermedad que este hombre tenía.

LA LEPRA

Es el nombre que se le atribuye a una enfermedad que destruye la carne y que además es contagiosa por contacto, una enfermedad común en los días Bíblicos, en los dos Testamentos encontramos contenido relacionado a esta enfermedad, de las más horribles de la época.
La lepra en la Biblia es símbolo del pecado.
La enfermedad de lepra en tiempos Bíblicos no corresponde hoy necesariamente con la enfermedad que conocemos por ese nombre o la enfermedad de Hansen, sino que es un término genérico que alude a una amplia gama de enfermedades de la piel.
Dicha enfermedad era considerada como una de las peores que alguien podía padecer, por lo que no es extraño que la ley de Moisés dedique amplio tratamiento sobre cómo afrontar los casos de lepra en la comunidad. Lev 13-14. o que se considere a los leprosos como muertos en vida, Num 12:12.
Debido a estas normas, entrar en contacto con un leproso suponía ser uno mismo impuro. Por todo ello, los leprosos vivían al margen de la familia, la comunidad, y sin poder trabajar para su sustento, por lo que aparecen frecuentemente mendigando en los caminos.
Dicho esto ahora veremos lo que es un leproso en la Biblia.

LEPROSO

Una persona enferma, considerada inmunda y alejada de la sociedad, con la responsabilidad de anunciar su inmundicia para que la gente no se le acercase.
Tocar a un leproso, como tocar un cadáver, traía como consecuencia impureza. Sólo un sacerdote podía declarar limpio o impuro de esta enfermedad.
A los leprosos los consideraban impuros, debían vivir con andrajos, que dejaran su pelo desaliñado, que cubrieran la parte inferior de su cara y gritaran: “¡Impuro! ¡Impuro!”
Esto junto con el temor al contagio a otros y una muerte lenta y dolorosa, hacía de la lepra una de las enfermedades más temidas en el mundo antiguo.
En el versículo 40 leemos:
Marcos 1:40 RVR60
40 Vino a él un leproso, rogándole; e hincada la rodilla, le dijo: Si quieres, puedes limpiarme.
El leproso ha venido personalmente al Señor. El texto nos dice que el leproso vino rogándole un verbo que nos da la idea de que este hombre de manera insistente y de rodillas le pedía al Señor que si Él quería lo limpiase de su lepra.
No sabemos por cuanto tiempo ha estado enfermo este hombre, ni cuan avanzada haya estado su enfermedad. Lo que si podemos alcanzar a imaginar es el dolor, el sufrimiento, la agonía, la desazón y la angustia que había en este hombre, que probablemente haya tenido que abandonar su hogar, su familia y la sociedad para vivir en los desiertos esperando su muerte lenta pero segura.
Nadie lo podía tocar, no podía estar entre el pueblo y si andaba debía anunciar que era inmundo y así todos se apartaban de aquel lleno de llagas.
Oh pero un día este hombre vio a Jesús descendiendo del monte después de haber predicado el gran sermón de la montaña y no lo podía creer, sus ojos estaban viendo a aquel de quien probablemente había oído hacer milagros, sanar enfermos y echar fuera demonios y sin pensarlo corrió hacia Él rogándole e inclinándose le dijo: Señor (como leemos en Mateo) si quieres puedes limpiarme.
El leproso creía que si había alguien que lo podía sanar completamente era el Señor, por eso vino y demostró su fe, al decir si quieres puedes limpiarme. Esta frase indica que él cree que Cristo lo puede limpiar. Sin embargo no se muestra insolente sino lo contrario, humillado delante del Señor le ruega que lo sane.
Ahora bien con suficiente inclinación, atractivo e interés, escuche los siguientes axiomas o verdades Bíblicas atentamente.
Primariamente: Si usted realmente quiere ser limpio de su pecado, debe entender una cosa el único que lo puede ayudar es Cristo. La lepra era prácticamente incurable, todos los relatos Bíblicos sobre curaciones de esta enfermedad son debidos a una intervención milagrosa.
Y la verdad es que se necesita exactamente lo mismo para que el pecado, la enfermedad mas horrenda que sufrimos los hombres pueda ser curada. El milagro de la justificación es una obra que sólo Cristo puede hacer y si no vienes a Él cuanto antes, tu muerte y perdición eterna sera lenta pero segura.
¿Por qué no corres a Cristo esta tarde, si es que no has venido a él?
Si realmente un hombre quiere ser salvo tendrá que hacer dos cosas que este leproso hizo. primero;

VEN A LA PERSONA CORRECTA

Eso implica que tendrás que desasistir, debes abandonar y desamparar la idea de que puedes ayudarte a ti mismo, no puedes. No podrás por mucho que te esfuerces salvarte de la muerte eterna.
También implica que debes desatender y dejar de una vez y para siempre los ídolos. No hay nada en este mundo que este llevando a muchos hombres al infierno que la idolatría. Ningún ídolo, no importa cuanto lo adores podrá librarte del juicio y de la muerte eterna.
Y por lo que más quieras no cometas el error que muchos en el día de hoy siguiendo el ejemplo del paganismo religioso, que debo decir además no es nuevo, es viejísimo. Desde la antigüedad los hombres han querido poner a Dios y adorarlo junto a sus ídolos mudos. Abandona tus ídolos y adora a Dios solamente.
1º Samuel 5:1–8 RVR60
1 Cuando los filisteos capturaron el arca de Dios, la llevaron desde Eben-ezer a Asdod. 2 Y tomaron los filisteos el arca de Dios, y la metieron en la casa de Dagón, y la pusieron junto a Dagón. 3 Y cuando al siguiente día los de Asdod se levantaron de mañana, he aquí Dagón postrado en tierra delante del arca de Jehová; y tomaron a Dagón y lo volvieron a su lugar. 4 Y volviéndose a levantar de mañana el siguiente día, he aquí que Dagón había caído postrado en tierra delante del arca de Jehová; y la cabeza de Dagón y las dos palmas de sus manos estaban cortadas sobre el umbral, habiéndole quedado a Dagón el tronco solamente. 5 Por esta causa los sacerdotes de Dagón y todos los que entran en el templo de Dagón no pisan el umbral de Dagón en Asdod, hasta hoy. 6 Y se agravó la mano de Jehová sobre los de Asdod, y los destruyó y los hirió con tumores en Asdod y en todo su territorio. 7 Y viendo esto los de Asdod, dijeron: No quede con nosotros el arca del Dios de Israel, porque su mano es dura sobre nosotros y sobre nuestro dios Dagón. 8 Convocaron, pues, a todos los príncipes de los filisteos, y les dijeron: ¿Qué haremos del arca del Dios de Israel? Y ellos respondieron: Pásese el arca del Dios de Israel a Gat. Y pasaron allá el arca del Dios de Israel.
Muy ligeramente: Si quieres la presencia de Dios y su ayuda, abandona tus ídolos. No lo coloques junto ellos. No tendrás su bendición tendrás su mano contra ti. Y horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo.
Si realmente un hombre quiere ser salvo tendrá que hacer dos cosas que este leproso hizo. Segundo;

VEN DE LA MANERA CORRECTA

En la narración que Mateo nos provee de esta escena leemos:
Mateo 8:1–2 RVR60
1 Cuando descendió Jesús del monte, le seguía mucha gente. 2 Y he aquí vino un leproso y se postró ante él, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme.
El leproso no se mostró insolente, no fue descarado, él no se mostró atrevido, ni irrespetuoso y mucho menos irreverente al contrario humillado, postrado de rodillas le dijo SEÑOR, del griego Kyrios (kurios) que significa; soberano, amo, dueño, Dios. Es un sustantivo que identifica a alguien de respeto, por su posición de mayor autoridad y dueño absoluto y soberano del mundo.
Lo que es más interesante aún, es que, esta será la primera vez que alguien llame a Cristo de esta manera, hasta ahora nadie lo había reconocido así como este hombre.
Oh amigo no se atreva a acercarse a Dios de otra manera, sigue este ejemplo y sigue las instrucciones que Dios ha dejado en su Palabra para que los hombres nos acerquemos a Él.
No vengas como Caín y te acerques como tu quieras a Dios. Caín representa a las religiones de los hombres que queriendo acercarse a Dios lo hacen pero según sus términos y sus opiniones, no vengas a Él a tu manera, ven a Él a Su manera.
Nosotros no estamos para poner condiciones a Dios al revés. Es Dios quién decide como nos acercamos a Él.
Él se acercó a nosotros por medio de Cristo para mostrarnos el camino que debemos seguir, no sigas el invento de los hombres. Las religiones donde Cristo y Palabra solamente no son adorados y proclamados provee un camino de acercamiento a Dios contrario a lo que la Biblia dice. Por lo tanto no es lo que Dios ha establecido. Con lo cual cual no vayas por ahí.
Ven a Cristo solamente, y correctamente.
¿Qué es venir a Cristo correctamente?
Romanos 10:9–10 RVR60
9 que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. 10 Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.
Romanos 10:13 RVR60
13 porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.
Si un hombre quiere realmente ser limpio necesita venir a Cristo la persona correcta y venir de la manera correcta.
Si usted no ha venido a Cristo hoy es un buen día para hacerlo. ÉL tendrá misericordia con usted así como la ha tenido con muchos de nosotros.
Y si usted ya ha venido a Cristo yo quiero que note algo en el texto y con esto vamos a cerrar el mensaje.
Marcos 1:41–42 RVR60
41 Y Jesús, teniendo misericordia de él, extendió la mano y le tocó, y le dijo: Quiero, sé limpio. 42 Y así que él hubo hablado, al instante la lepra se fue de aquél, y quedó limpio.
Recuerde que; una persona que tocaba a un leproso era considerado inmundo y se había expuesto así mismo a la lepra.
Pero Cristo le toco y en lugar de contaminarse por tocar a este hombre, Él cambia radicalmente la dirección de su pureza hacia este hombre y le trajo curación y limpieza en cada parte donde había impureza. ¡Increíble!, Él le transfirió Su pureza.
Él, con un toque al impuro y luego de manifestar su deseo de limpiarlo, inmediatamente la impureza desapareció de aquél y quedó limpio.
Como ya he dicho, para aquellos que ya hemos venido a Cristo, esto nos recuerda una verdad. Ya nosotros estamos limpios, ya no somos inmundos, ya no tenemos una mancha perenne, continua e incesante de pecado en nosotros.
Nuestra vida ahora esta supuesta a ser diferente, ya no debemos vivir haciendo las mismas practicas pecaminosas.
Porque escrito está:
1 Pedro 1:16–22 RVR60
16 porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo. 17 Y si invocáis por Padre a aquel que sin acepción de personas juzga según la obra de cada uno, conducíos en temor todo el tiempo de vuestra peregrinación; 18 sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, 19 sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación, 20 ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros, 21 y mediante el cual creéis en Dios, quien le resucitó de los muertos y le ha dado gloria, para que vuestra fe y esperanza sean en Dios. 22 Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro;
Como ya lo he mencionado ahora también lo repito:
Nuestra vida ahora esta supuesta a ser diferente, ya no debemos vivir haciendo las mismas practicas pecaminosas.
Porque el día que fuimos tocados por Él su pureza, su justicia, y con su poder nos hizo limpios abasteciendonos y equipandonos con Su Espíritu Santo para que siendo guiados por Él seamos santos en toda nuestra manera de vivir, para que nos amemos unos a otros entrañablemente de corazón puro.
Él no nos rescató de la prisión y de la muerte que produce el pecado para que nosotros continuemos practicando y viviendo en esa vida llena de excesos y de libertinaje llena de mundanalidad.
Sed santos porque Yo soy santo.

CONCLUSIÓN

El mensaje a sido bien claro. Por eso voy a ser simple en esta invitación.
Si usted es un creyente, si usted es uno que ya ha venido a Cristo y le ha pedido personalmente que lo salve, entonces usted es uno que al igual que yo hemos sido rescatados de nuestra vana manera de vivir, la pregunta es; ¿Por qué seguimos empeñados en vivir esa vida de la cual hemos sido ya rescatados? ¿Por qué seguir viviendo como leproso si ya estoy limpio?
No debemos vivir con andrajos del pasado, debemos revestirnos del nuevo hombre, la nueva criatura que soy debe ser evidenciada por la forma en la que vivo, hablo y actúo.
Por eso ahí donde esta agradezca a Cristo lo que Él ha hecho y comprométase con el Señor a vivir la nueva vida que Él ha comprado con su propia sangre.
Y si usted no es un creyente, usted no esta seguro, no sabe si su eternidad la pasará en los cielos con Dios, entonces usted debe venir a Cristo esta tarde y como este leproso pedirle que lo salve.
Recuerde el ejemplo de este leproso, debes creer que la única persona capaz e idónea para ayudarle es el Señor Jesucristo, por eso ven a Cristo y pídele que te salve.
(oración modelo)
Terminar con oración.
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