La justicia perfecta de Dios
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· 19 viewsLa perfecta justicia de Dios se manifiesta en la elección de los vasos para honra y los vasos para deshonra
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La justicia perfecta de Dios
La justicia perfecta de Dios
Romanos 9:13–18
13 Como está escrito: A Jacob amé, mas a Esaú aborrecí.
14¿Qué, pues, diremos? ¿Que hay injusticia en Dios? En ninguna manera.
15 Pues a Moisés dice: Tendré misericordia del que yo tenga misericordia, y me compadeceré del que yo me compadezca.
16 Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia.
17 Porque la Escritura dice a Faraón: Para esto mismo te he levantado, para mostrar en ti mi poder, y para que mi nombre sea anunciado por toda la tierra.
18 De manera que de quien quiere, tiene misericordia, y al que quiere endurecer, endurece.
Introducción
Introducción
La elección de Dios es un tema muy controversial y polémico en la iglesia hoy día.
Los que se inclinan por la doctrina de la predestinación pueden caer en la pasividad espiritual y no se esforzarán en el evangelio, creyendo que Dios salvará a los que quiere.
Por otro lado las personas que creen en la doctrina del libre albedrío pueden poner su confianza en las obras para salvación y creerán que la salvación es algo que ellos eligen.
Sin embargo Romanos 9 nos presenta la doctrina correcta para conocer la verdad de la salvación. Y esta tiene que ver con la justicia perfecta de Dios.
No somos salvos por obras, por lo tanto no podemos jactarnos de nuestras obras o buenas decisiones para ser salvos. Somos salvos porque Dios nos ha escogido por el puro afecto de su gracia.
Sin embargo, Dios ha visto algo en nosotros, no sabemos que es, tampoco podemos jactarnos de esa cualidad, pues sin Dios no podemos ser salvos. Génesis 4:4 “Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda;”
El plan eterno de Dios
El plan eterno de Dios
Dios desde la eternidad hizo el plan de salvación: 1 Pedro 1:18–20
18 sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, 19 sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación, 20 ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros.”
Dios no es afectado por el tiempo, para Él es lo mismo el pasado, presente o futuro, pues Dios es eterno. La eternidad es un concepto muy difícil de comprender para nosotros.
De la misma manera, Dios conoce desde la eternidad los que habían de ser salvos. Romanos 9:11 “(pues no habían aún nacido, ni habían hecho aún ni bien ni mal, para que el propósito de Dios conforme a la elección permaneciese, no por las obras sino por el que llama),”
Esaú y Jacob aun no habían nacido cuando Dios ya sabía a quién Él escogería para su propósito de Salvación.
Esto es difícil de comprender, pues tenemos la idea que nuestra salvación va a depender de nuestras acciones.
Aquí es donde vemos que no importa que tan buenas obras hagamos, no somos salvos si Dios no nos escoge para salvación. Juan 6:44 “Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero.”
La soberanía y justicia de Dios
La soberanía y justicia de Dios
En Dios no hay injusticia; Romanos 9:14 “¿Qué, pues, diremos? ¿Que hay injusticia en Dios? En ninguna manera.
Él nunca actuará por capricho o al azar, y no hará nada que esté en contra de su perfecta justicia.
Para nuestra mente limitada quizá sea difícil comprender la justicia de Dios, y cuando la razón queda limitada, es ahí donde actúa la fe.
Dios es soberano y tiene toda autoridad.
Romanos 9:15
15 Pues a Moisés dice: Tendré misericordia del que yo tenga misericordia, y me compadeceré del que yo me compadezca.
Dios en su soberanía y justicia tendrá misericordia y se compadecerá de quien Él quiere.
Por tanto, todo nuestros actos, obras, servicio no son con el objetivo de jactarnos por nuestra justicia, sino en humildad para agradarle y agradecerle a Él por lo que tiene misericordia de nosotros.
Romanos 9:16 “Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia.”
Muchos se sienten frustrados porque no son usados en ciertos dones como otras personas, esto no depende de nosotros. 1 Corintios 12:11 “Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere.”
Dios va usar y va a salvar a cada uno como Él quiere y no como el hombre quiere.
Si tu hermano ha sido levantado por Dios, ha sido bendecido o usado poderosamente, no tengas envida, tampoco atribuyas a su esfuerzo este logro. Humíllate delante de Dios para que también tenga misericordia de ti y espera en Él.
No le presentes tus títulos, logros, conocimientos a Dios, preséntale tu humillación.
Dureza de corazón del hombre
Dureza de corazón del hombre
Si Dios elige, entonces, ¿debemos quedarnos pasivos sin hacer nada esperando a ver si somos elegidos y Dios tiene misericordia de nosotros?
Dios miró con agrado a Abel, Noé, Abraham, Moisés, Josué, Samuel, David, etc. porque había algo en ellos que agradaba a Dios. Nuevamente, no podemos jactarnos de eso porque aun no alcanza para salvación si Dios no nos escoge.
Pero también, Esaú fue rechazado porque mostró dureza de corazón. rechazó la primogenitura:
Hebreos 12:16–17
16 no sea que haya algún fornicario, o profano, como Esaú, que por una sola comida vendió su primogenitura. 17 Porque ya sabéis que aun después, deseando heredar la bendición, fue desechado, y no hubo oportunidad para el arrepentimiento, aunque la procuró con lágrimas.
Profano = pagano, malo, arrogante, sin temor a Dios. Esto no porque Dios lo movió a hacer lo malo, sino por la arrogancia y dureza su corazón.
Faraón es mencionado en Romanos 9:17 “Porque la Escritura dice a Faraón: Para esto mismo te he levantado, para mostrar en ti mi poder, y para que mi nombre sea anunciado por toda la tierra.”
Pero aún Faraón fue duro de corazón por elección propia: Éxodo 5:1–2 1 Después Moisés y Aarón entraron a la presencia de Faraón y le dijeron: Jehová el Dios de Israel dice así: Deja ir a mi pueblo a celebrarme fiesta en el desierto. 2 Y Faraón respondió: ¿Quién es Jehová, para que yo oiga su voz y deje ir a Israel? Yo no conozco a Jehová, ni tampoco dejaré ir a Israel.”
Por tanto, aquellos que endurecen su corazón a Dios, no tendrán parte en su reino glorioso, sino que ya han sido desechados desde la eternidad para perdición.
Temor a Dios
Temor a Dios
Dios no tiene necesidad de salvarnos, tampoco tiene necesidad de que le sirvamos. Los necesitados somos nosotros.
Por tanto, tengamos temor de Dios, dejemos aun lado la arrogancia, la jactancia en nuestras obras, la dureza de corazón, humillémonos ante Dios, clamemos misericordia para que seamos contados entre los elegidos conforme a la soberanía y justicia de Dios.
Salmo 51:17 “Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.”
1 Pedro 5:6 “Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo;”