¿Quién es éste, que aun el viento y el mar le obedecen?

En los capítulos anteriores Jesús ha demostrado su única y extraordinaria autoridad en la enseñanza, exorcismos y perdón de pecados en medio de una gran oposición por parte de los lideres religiosos. Luego de las enseñanza de las parábolas marcos vuelve a retomar el tema de la autoridad mesiánica con cuatro milagros más, cuatro milagros que van a ser aún más extraordinarios que los anteriores; milagros sobre la naturaleza, milagros sobre las fuerzas demoníacas, milagros sobre enfermedades crónicas e incluso la resurrección de la hija de un fariseo.

Marcos comienza este relato diciendo. “Aquel día”. lo que nos ayuda a concluir que ese es el mismo día en el que fueron pronunciadas las parábolas del reino. Cuando llegó la noche o mas bien el atardecer porque recordemos que el día para el judío termina a las 6:00 y es cuando todos terminan sus labores y prepararse para el descanso, pero la jornada de Jesús no terminaría ese día porque al otro lado le esperaba un encuentro con una legión de demonios en la región de Gadara en la costa occidental porque allí también le estaba esperando una multitud.

Ese día los discípulos experimentaron uno de los episodios más importantes que marcarían dramáticamente su percepción de Quien era Jesús. Siendo avanzado el día y en medio de la mar una gran tormenta sobrevino sobre ellos sin ningún aviso. Podemos calcular la furia de la tormenta por el terror de los discípulos recordando que varios de ellos eran expertos navegantes (Pedro, Andrés, Juan y Jacóbo)… hombres que en su vida de pescadores debieron haber soportado cientos de vendavales pero ninguno como este ya que en su desesperación pensaban que morían.

En el sigo II de la era Cristiana un hombre llamado Tertuliano hizo una alegoría de esta historia. El consideraba que la barca era un símbolo de la iglesia ante las tormentas de la persecución. En lo personal, creo es improbable que Marcos entendiera este episodio de manera tan alegórica, sin embargo; la historia misma nos deja varias enseñanzas de que como luce nuestra vida a la luz de nuestro llamado que podemos esperar en la vida Cristiana.

Al igual que miles de discípulos de todas las edades ¿Que podemos esperar en la vida Cristiana?

En la vida cristiana podemos esperar...

1. Tormentas inesperadas.

Aquel día, cuando llegó la noche, les dijo: Pasemos al otro lado. 36 Y despidiendo a la multitud, le tomaron como estaba, en la barca; y había también con él otras barcas. 37 Pero se levantó una gran tempestad de viento, y echaba las olas en la barca, de tal manera que ya se anegaba.

Una de las cosas que caracteriza el mar de galilea es la velocidad en que desarrollan las tempestades. El mar de galilea esta rodeado de colinas y se ubica a unos 210 metros sobre el nivel del mar, cuando el aire frió que desciende de Hermón choca con el aire caliente del lago se forman rápidamente violentas tormentas. Es por esa razón que quizás los discípulos no se dieron cuenta de la tormenta sino hasta que era ya muy tarde

La orden de Jesús era apremiante “pasemos al otro lado” y allí estaban los discípulos cumpliendo con su obligación, sirviendo al maestro , Ellos estaban dando testimonio de su fe en Jesucristo independientemente de los que los fariseos podrían opinar, amaban a Jesús sin avergonzarse de él, sin embargo aquí vemos a estos hombres siendo llevados de un lado a otro por una fiera tormenta y en peligro de hundirse. El profeta Jonás se encontró en una embarcación en medio una tormenta porque desobedeció a Dios y luego fue tirado al mar por su desobediencia, pero estos hombres estaban en una tormenta porque precisamente obedecieron la voz de su Señor.

Lección: El servir a Dios no nos libra de aflicciones. no debe parecernos extraño que en la vida cristiana tengamos que ser afligidos por diversas“tormentas”, crisis, enfermedades etc... Nuestro Dios nunca nos ha prometido un viaje hacia la patria celestial sin problemas, de hecho; nos ama con tanta intensidad que jamás nos prometería tal cosa; Es por medio de las pruebas y de las aflicciones que se nos enseñan preciosas lecciones que de otra forma nunca aprenderíamos. En las aflicciones Dios nos muestra nuestros vacíos internos, nuestras verdaderas motivaciones, nuestra debilidad, nos conduce al trono de la gracia, nos humilla, purifica nuestras emociones y algún día cuando estemos en su presencia podremos decir; “Bueno fue para mí ser afligido”.

Salmo 119:71 (RVR60)

Bueno me es haber sido humillado, Para que aprenda tus estatutos.

Romanos 5:3–5 (RVR60)

Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.

El hecho de que sirvamos al Dios vivo no nos garantiza una vida sin problemas como el resto de los demás seres en este mundo, solo que el que no conoce a Dios cuando sufre reniega, blasfeman y aborrecen a Dios mientras que los hijos de Dios cuando sufren humillan su corazón y exaltan al Dios vivo.

Job adoró luego de ser afligido (Jehová dio, Jehová quitó; sea el nombre del Señor Bendito)

Agustín de Hipona: En la misma aflicción los malvados aborrecen y blasfeman a Dios, mientras que el bueno reza y alaba.

En la vida cristiana debemos esperar tormentas… ¿Qué saben los hijos de Dios en cuanto a estas tormentas?… Ellos saben que en la tormenta encontrarán un Dios compasivo y misericordioso.

2. Compasión y cuidado de Dios.

38 Y él estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal; y le despertaron, y le dijeron: Maestro, ¿no tienes cuidado que perecemos? 39 Y levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: Calla, enmudece. Y cesó el viento, y se hizo grande bonanza.

Paréntesis: Pocos textos nos declaran con una asombrosa literalidad las dos naturalezas que residen en la persona de nuestro Señor Jesucristo: Jesús es 100% como cualquiera de nosotros y 100% Dios, de manera que aquí podemos ver ambas naturalezas: por un lado: el estaba tan exhausto de haber estado enseñando y ministrando a todo el pueblo que ni siquiera el bamboleo de la barca, el ruido de las olas y el grito de los discípulos pudieron despertarlo, por otro lado: cuando el se despierta hace un despliegue de su poder ordenando a los elementos que se sometan a su autoridad.

Marcos nos dice que una gran tormenta se había levantado, quizás como toda tormenta al principio los discípulos quienes era expertos marineros habrían pensado que no era necesario levantar al maestro, que su pericia y experiencia les bastaba, hasta que el nivel de la tormenta había llegado a un punto en el que las olas anegaban el barco y me imagino el resto de las demás embarcaciones que también seguían al maestro estaban a punto de hundirse.

Los discípulos no saben que hacer pero si saben a quien recurrir, quizás ya lo han intentado todo y es ahí cuando se dan cuenta que “solos jamás podrán sobrevivir”. Hombres expertos en altamar, maestros de la pesca, saben que si Jesús no hace algo, hasta ahí llegó todo. Era tal la desesperación que aún se atrevieron a reprochar al Señor: “Maestro, ¿no tienes cuidado que perecemos?”

La imagen de esta escena es muy familiar; en ocasiones cuando cuando las tormentas se levantan y ruge la tempestad, cuando pensamos que todo va mal, que todo esta perdido nos da la sensación de que Dios está dormido.

Salmo 22:1 (RVR1960)

1 Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?¿Por qué estás tan lejos de mi salvación, y de las palabras de mi clamor?2 Dios mío, clamo de día, y no respondes; Y de noche, y no hay para mí reposo.

Las tormentas tienen ese efecto en nosotros, ellas nos hacen pensar que todo esta perdido, que Dios está adormecido y que nada podrá librarnos, pero alguien quien ha entregado su vida al Dios Todo poderoso sabe que ni siquiera las puertas del infierno prevalecerán en contra de los escogidos de Dios. Esto es lo que los discípulos están apunto de experimentar, ellos verán al Hijo de Dios haciendo un despliegue extraordinario de poder y autoridad sobre los elementos naturaleza

39 Y levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: Calla, enmudece. Y cesó el viento, y se hizo grande bonanza.

En el AT se describe a Dios como el Señor de la naturaleza, que habla y los mares obedecen.

Salmo 89:8-9 (RVR60)

8 Oh Jehová, Dios de los ejércitos, ¿Quién como tú? Poderoso eres, Jehová, Y tu fidelidad te rodea. Tú tienes dominio sobre la braveza del mar; Cuando se levantan sus ondas, tú las sosiegas.

Cuando nuestro Señor Jesucristo habló, los elementos reconocieron la voz de su Señor y como siervos obedientes, callaron inmediatamente a su reprensión.

Importante aclaratoria: Marcos no nos intenta decir aquí que Dios va a calmar todas las tempestades de tu vida, de hecho en algunos casos Dios está mas interesado en dejar algunas tormentas en nuestra vida, pero el mensaje es de marcos es muy claro… “El Hijo del Hombree tiene poder y autoridad aún sobre los elementos”. Ese Dios poderoso, soberano y eterno ha prometido “estar con nosotros para siempre”

Los discípulos probaron su misericordia ese día, cuando todo parecía perdido y sus experimentada carrera como marinos y navegantes les gritaba. Llegó el fin; pues entonces llegó el auxilio de Dios.

En las tormentas yo puedo encontrar compasión y cuidado de Dios; ya sea que calme la tormenta o la haga callar.

3. Disciplina.

40 Y les dijo: ¿Por qué estáis así amedrentados? ¿Cómo no tenéis fe? 41 Entonces temieron con gran temor, y se decían el uno al otro ¿Quién es éste, que aun el viento y el mar le obedecen?

Jesús no solo calmó el mar sino que el mar se detuvo tan inusualmente tranquilo

las pruebas son oportunidades de crecimiento.

no se nos pide valor y valentía, se nos pide FE.

Conclusión:

La historia comienza con Jesucristo y termina con Jesucristo.

Toda tormenta debe dejar un aumento en el conocimiento de Quien es Dios.

Related Media

Related Sermons