La verdad del diezmo

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La ordenanza de los diezmos fue confirmada en la ley pero establecida antes de ella y aplicada después de ella.

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La verdad del diezmo

Deuteronomio 14:22–23
22 Indefectiblemente diezmarás todo el producto del grano que rindiere tu campo cada año. 23 Y comerás delante de Jehová tu Dios en el lugar que él escogiere para poner allí su nombre, el diezmo de tu grano, de tu vino y de tu aceite, y las primicias de tus manadas y de tus ganados, para que aprendas a temer a Jehová tu Dios todos los días.

Introducción

Una de las responsabilidades de los Israelitas era el de diezmar. Debían dar 3 diezmos de sus ingresos totales anuales.
El primero para el sostenimiento de los levitas.
El segundo diezmo se presentaba en Jerusalén para financiar las fiestas y todos eran partícipes de ello.
Deuteronomio 12:17-19Ni comerás en tus poblaciones el diezmo de tu grano, de tu vino o de tu aceite, ni las primicias de tus vacas, ni de tus ovejas, ni los votos que prometieres, ni las ofrendas voluntarias, ni las ofrendas elevadas de tus manos; sino que delante de Jehová tu Dios las comerás, en el lugar que Jehová tu Dios hubiere escogido, tú, tu hijo, tu hija, tu siervo, tu sierva, y el levita que habita en tus poblaciones; te alegrarás delante de Jehová tu Dios de toda la obra de tus manos. Ten cuidado de no desamparar al levita en todos tus días sobre la tierra.
El tercer diezmo se entregaba en la comunidad para ayuda social. (cada tres años)
Deuteronomio 14:28-29Al fin de cada tres años sacarás todo el diezmo de tus productos de aquel año, y lo guardarás en tus ciudades. Y vendrá el levita, que no tiene parte ni heredad contigo, y el extranjero, el huérfano y la viuda que hubiere en tus poblaciones, y comerán y serán saciados; para que Jehová tu Dios te bendiga en toda obra que tus manos hicieren.

Por Temor a Dios

La razón principal por la que los israelitas debían de diezmar era para que aprendieran a temer a Dios. Deuteronomio 14:23Y comerás delante de Jehová tu Dios en el lugar que él escogiere para poner allí su nombre, el diezmo de tu grano, de tu vino y de tu aceite, y las primicias de tus manadas y de tus ganados, para que aprendas a temer a Jehová tu Dios todos los días.
Debían honrar a Dios, rendirle adoración y tributo como reconocimiento de su Señorío y autoridad.
En el huerto Dios le entregó todo al hombre, solamente le pidió que no tocara el árbol del bien y del mal: Génesis 2:16-17Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.
Dios permite al hombre de disfrutar de todas las bendiciones materiales que le entrega, pero hay algo que pide que no toque para recordarnos que pongamos nuestra confianza en Él y no en las cosas materiales.
Principalmente El diezmo no lo entregaban por causa de ellos para ser bendecidos o temor de quedar pobres, tampoco por causa de los levitas que los instruían espiritualmente. Lo hacían por causa de Dios.
Diezmar era parte de su adoración. Hacerlo era reconocer que Jehová es su Dios y Señor.
Los Israelitas lo hacían con alegría porque se estaban agradecidos de que el único Dios verdadero los escogió como su pueblo.
Hoy en día diezmamos para Dios, por causa de Él, agradeciendo las bendiciones que nos provee.

Para alimento de los levitas

La tribu de Leví fue apartada para Dios, ellos no tenían heredad en la tierra prometida porque estaban apartados exclusivamente para el servicio a Dios, ese era su trabajo a tiempo completo, por tanto no podían dedicarse a trabajar en otra tarea para alimenta a su familia.
Por tanto, como vimos, uno de los diezmos se entregaba a los levitas como lideres espirituales del pueblo.
Números 18:21Y he aquí yo he dado a los hijos de Leví todos los diezmos en Israel por heredad, por su ministerio, por cuanto ellos sirven en el ministerio del tabernáculo de reunión.
Hoy en día no somos ministrados por levitas, pero si por servidores de Dios que se dedican a tiempo completo a la obra del ministerio, los cuales también tienen necesidades materiales.
Hoy en día a muchos siervos se les niega su derecho al sustento por su trabajo en la obra, ese mismo problema lo enfrentó Pablo:
1 Corintios 9:3–14
3 Contra los que me acusan, esta es mi defensa: 4¿Acaso no tenemos derecho de comer y beber? 5 ¿No tenemos derecho de traer con nosotros una hermana por mujer como también los otros apóstoles, y los hermanos del Señor, y Cefas? 6 ¿O sólo yo y Bernabé no tenemos derecho de no trabajar? 7 ¿Quién fue jamás soldado a sus propias expensas? ¿Quién planta viña y no come de su fruto? ¿O quién apacienta el rebaño y no toma de la leche del rebaño?
8 ¿Digo esto sólo como hombre? ¿No dice esto también la ley? 9 Porque en la ley de Moisés está escrito: No pondrás bozal al buey que trilla. ¿Tiene Dios cuidado de los bueyes, 10 o lo dice enteramente por nosotros? Pues por nosotros se escribió; porque con esperanza debe arar el que ara, y el que trilla, con esperanza de recibir del fruto. 11 Si nosotros sembramos entre vosotros lo espiritual, ¿es gran cosa si segáremos de vosotros lo material? 12 Si otros participan de este derecho sobre vosotros, ¿cuánto más nosotros?
Pero no hemos usado de este derecho, sino que lo soportamos todo, por no poner ningún obstáculo al evangelio de Cristo. 13¿No sabéis que los que trabajan en las cosas sagradas, comen del templo, y que los que sirven al altar, del altar participan? 14 Así también ordenó el Señor a los que anuncian el evangelio, que vivan del evangelio.
Se nos reclama que demos dinero a los pobres y se les olvida que nosotros también tenemos necesidad, que también necesitamos alimentar a nuestra familia.

El diezmo no es solo de la ley

Lo que muchos argumentan es que el diezmo era solo para el tiempo de la ley, por tanto la iglesia hoy no debe diezmar.
El diezmo existió antes de la ley:
Génesis 14:18–20
18 Entonces Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo, sacó pan y vino; 19 y le bendijo, diciendo: Bendito sea Abram del Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra; 20 y bendito sea el Dios Altísimo, que entregó tus enemigos en tu mano. Y le dio Abram los diezmos de todo.
En el nuevo testamento, Jesús da entender que es necesario diezmar: Mateo 23:23¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello.
Sin embargo, las dos razones por las que se diezmaba aun siguen vigentes. 1) Honrar y temer a Dios. 2) alimento a los que sirven en la obra de Dios.
Aun debemos honrar a Dios, no solamente de palabra y acciones, sino también con nuestros bienes. Proverbios 3:9Honra a Jehová con tus bienes, Y con las primicias de todos tus frutos;
Los que sirven en la obra de Dios, al igual que los levitas también tienen necesidades que suplir: Mateo 10:10ni de alforja para el camino, ni de dos túnicas, ni de calzado, ni de bordón; porque el obrero es digno de su alimento.
Sin embargo, el diezmo en la ley era por obligación, pero ahora por convicción y revelación.

Conclusión

Vemos que nosotros no somos la razón principal por la que hay que ofrecer los diezmos. Es decir, no diezmamos para que Dios nos bendiga, sino porque Dios ya nos ha bendecido. Si damos es porque tenemos y si tenemos es porque Dios ha provisto.
Sin embargo, Dios en su misericordia hace una promesa exclusiva para los que obedecen este mandato:
Malaquias 3:10-11Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde. Reprenderé también por vosotros al devorador, y no os destruirá el fruto de la tierra, ni vuestra vid en el campo será estéril, dice Jehová de los ejércitos.
Dios ofrece dos promesas para los que diezman: 1) abrir las ventanas de los cielos y derramar bendiciones en sobreabundancia. 2) Reprender al devorador.
En conclusión, estas verdades espirituales son difíciles de comprender para aquellos que aun tienen una mente terrenal. 1 Corintios 2:14Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.
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