Donde estamos? Una Introducción a la Crianza Bíblica.

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Dónde estabamos?

Cómo hemos mencionado en varias ocasiones, desde el edén, el varón ha sido delgado como la autoridad al interior del hogar, él, de acuerdo a génesis 1 y 2, a) fue creado primero; b) es quien recibe la ley para ser enseñada a su futura esposa y por consiguiente a su descendencia; c) en el momento en que se se vuelve pasivo en su liderazgo, la mujer es desviada y engañada y la humanidad allí representada cae en pecado y por el pecado ingresó la muerte a todos los hombres; d) aunque quién fue engañada fue la mujer, al primero que Dios llama a cuenta es al varón, ¿porque? No importa los roles que desempeñe la mujer, correctos o incorrectos, bíblicos o no, el primer responsable del liderazgo al interior de la familia es el varón y a él se le demandará en primer lugar, razones del exito o fracaso de la familia con relación a lo que Dios ha mandado.
Principio: El varón por tanto, es el principal responsable de la educación y crianza de los hijos, contrario a lo que comúnmente nos dicen sobre las mujeres, quien tiene la mayor responsabilidad es el varón.
Principio 2: La esposa, fue creada como ayuda idónea, en ese sentido, en la labor de crianza, la mujer tiene un papel fundamental, ayuda al esposo para desempeñar esa labor.

¿Dónde estamos hoy?

En el siglo 19 es decir los 1800’s un poco antes, la vida laboral en general se basaba en pequeñas unidades familiares de negocio, las artes u oficios más comunes giran en torno a trabajo con madera, telas, adornos, herramientas, hilares, etc. la familia, incluyendo los niños, participaban de las actividades productivas, eran dueños de su propia producción cuya ventas a los comerciantes (burgueses) les representaba su ingreso.
Estas pequeñas unidades, posibilitaron la permanencia de ambos padres en el hogar que a su vez, implicaba que los conocimientos se transmitieron de generación en generación. No podemos hablar de educación y colegios, porque estas posibilidades eran bastante limitadas para la población en general sin embargo, si se enseñaba a los hijos oficios y artes familiares y con ello, los valores y sistemas de creencia de esa familia.
Estas costumbres cambiaron de forma radical en 1830 con la revolución industrial, la invención de máquinas a vapor para la producción de productos y bienes a escala, la mano de obra artesanal fue reemplazada y los hombres primariamente migraron hacia las grandes fábricas, ya no eran dueños de sus propios negocios, sino que trabajaban para quien tuviera el gran negocio a cambio de un salario diario. Estamos en una época donde se trabajan ocho horas, pero para este tiempo, hablamos de 12 horas diarias.
La salida del hombre del hogar para trabajar, unido a los crecientes objetivos sociales que le dicen los seres humanos que en el dinero está la felicidad, la búsqueda de dinero, placer, autorrealización, fama y reconocimiento social, incidieron de forma importante en la desvinculación del hombre de su familia, y por ende de su papel en la crianza familiar.
Ese papel, con el de las décadas, fue delegado la escuelas privadas, luego a las públicas e inclusive a la escuela dominical en algunas iglesias.
Hoy, hemos pasado por diversas revoluciones, la sexual en los 70 y hoy por hoy en una revolución tecnológica y la mal llamada liberación femenina, que busca, que así como el hombre abandonó el hogar, lo haga la mujer.

Que hacemos con los hijos entonces?

Abortelos,
Operese, no tenga hijos.
Educación pública, aquí le enseñamos lo que el niño debe saber.
jardines infantiles.
Próximamente el Metaverso, nos dirá que a conectados 24/7 a una computadora aprenderemos lo que debemos saber
No muy lejano seremos como matriz, aprenderemos todo solo insertarnos un chip en la cabeza.
Lamentablemente, sin darnos cuenta, miles de cristianos, como ranas en agua que se calientan progresivamente, hemos adoptado esa filosofía. Ahora para tener hijos:
Primero debemos estar al nivel de la sociedad en términos económicos, para darles una “buena calidad de vida”. Para ellos calidad de vida es lo que yo tenga para comprar buena ropa, zapatos, viajar, ir al cine, salir a comer helado y un largo etcetera.
Segundo, no se preguntan sobre cómo conocemos a Dios y le damos a conocer a nuestros hijos sino, que de malo tiene todo lo anterior.
Tercero, algunos incluso, se sienten menos sociedad, menos padres, menos madres, porque sus hijos no están a la par con los demás chicos, temen que su hijo o hija se atrase. Con respecto a quien ?
Cuarto, tenemos que asegurarles a ellos un futuro mejor que el que tuvimos nosotros. Acaso tu conoces tu futuro que están tan seguro que lo que hoy asegures no lo perderás?
Pudiera seguir la lista, pero ahí estamos, la gran pregunta que nos hacemos y por la cual la mayoría de uds y yo estamos aquí es: ¿Cómo criamos a nuestros niños en un mundo tan perverso y caído?
Me temo que si bien es una buena pregunta, muchos de nosotros estamos aquí no con deseo genuino de glorificar a Dios en esa área de la vida, sino buscando fórmulas que nos faciliten el trabajo, para seguir persiguiendo el sueño americano.
Si criar a su hijo de forma bíblica, para ud que tiene pareja implica renunciar a su trabajo, ¿lo haría?
Si para criar a su hijo ud que es madre soltera, implica renunciar a su trabajo donde cumple horario para realizar un oficio que le permita estar presente con su hijo lo haría?
Si criar a su hijo requiere horas de lectura bíblica, cortar el internet para eliminar las distracciones, y hacer compras de libros bíblicos cuyo valor cada uno ronda los 80 mil pesos, ¿lo haría?
Si criar a sus hijos implica cambiar de trabajo para ganar menos dinero, pero tendrá más tiempo para su familia. lo haría?
Evidentemente, hay casos de casos, sin embargo, “si somos sinceros con nosotros mismos, por lo general, tiene que ver con la manera en que el hombre decide priorizar su tiempo” más que con sus circunstancias.
Este es un llamado a todos a retomar nuestras funciones en el hogar, iniciando, con un corazón dispuesto al arrepentimiento y la búsqueda de perdón y santificación solo en la persona de Jesucristo.
Será inevitable que ud haga cambios, unos serán sutiles otros serán radicales, pero serán cambios, si ud no está dispuesto a hacer eso en su búsqueda de glorificar a Dios. Apague y vámonos.

El corazón de la Crianza Bíblica

En este contexto, hoy vamos a trabajar el corazón de la crianza bíblica:
PRoverbios 4.23
Marcos 7.21.-22
Lucas 6.45
Mito 1: Cambio de conducta es igual a una buena corrección.
Ej.: Cuando mi hijo tiraba las chanclas, los castigó y nunca más lo volvió a hacer.
Mito 2: Debemos esperar a que sea mas grandecito para que entienda.
Ej.: Para hablar con el niño si ni siquiera habla todavía, es que el es un niño.
Principios:
Nos preocupamos más por las actitudes del corazón que por la conducta en sí.
Cada conducta está ligada a una actitud del corazón.
Si la conducta está originada en el corazón, toda acción disciplinaria y de crianza, debe iniciar allí.
Pregunta de reflexión:
Porque nos distraemos tan fácilmente con la conducta y no fijamos nuestra atención en el corazón.
Ilustración: Nuestra salvación inició en el corazón no en la conducta, sin embargo, produce conducta piadosa.
Tarea:
Identifique 2 comportamientos durante esta semana en su hijo o hija, si no los tiene, en su esposo, esposa o en un amigo y piense ¿Cuál es la actitud del corazón detrás de esta conducta?
Nota aclaratoria: la actitud del corazón no es buscar una justificación para la conducta del niño, al contrario, tratamos de buscar, el pecado sobre el que se basa esa conducta.