Naamán el leproso

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Naamán el leproso

2 Reyes 5:1-3Naamán, general del ejército del rey de Siria, era varón grande delante de su señor, y lo tenía en alta estima, porque por medio de él había dado Jehová salvación a Siria. Era este hombre valeroso en extremo, pero leproso. Y de Siria habían salido bandas armadas, y habían llevado cautiva de la tierra de Israel a una muchacha, la cual servía a la mujer de Naamán. Esta dijo a su señora: Si rogase mi señor al profeta que está en Samaria, él lo sanaría de su lepra.

Introducción

Entre la historia de los reyes de Israel y Judá, la Biblia hace un paréntesis para narrar la historia de la sanidad de Naamán de la lepra.
La Biblia presenta a este hombre como un general importante del reino de Siria, al norte de Israel.
Al estudiar detenidamente esta historia, se presentan interrogantes, pues los sirios mantenían una relación variable con los israelitas, por épocas eran aliados y por épocas enemigos.
En el v. 2 evidencia que los sirios atacaban a los israelitas, por esa causa Naamán tenían una sierva israelita en su casa. 2 Reyes 5:2Y de Siria habían salido bandas armadas, y habían llevado cautiva de la tierra de Israel a una muchacha, la cual servía a la mujer de Naamán.
Esta misma sierva reveló a Naamán que podía encontrar sanidad en Israel. 2 Reyes 5:3Esta dijo a su señora: Si rogase mi señor al profeta que está en Samaria, él lo sanaría de su lepra.
Esta mujer tenía tanta fe en el poder de Dios que con seguridad testifica a sus amos que podían encontrar sanidad de una enfermedad incurable en el Dios de Israel.
El mismo profeta Eliseo revelaba al rey de Israel las emboscadas que planeaban en secretos los sirios. (2 Reyes 6)

El gran General

Este hombre Naamán tenía una posición sumamente importante en Siria, El rey lo tenía en gran estima pues había sido instrumento en las manos de Dios para traer salvación a los Sirios.
Naamán un comandante de renombre salvaba a su pueblo de parte de Jehová. 2 Reyes 5:1Naamán, general del ejército del rey de Siria, era varón grande delante de su señor, y lo tenía en alta estima, porque por medio de él había dado Jehová salvación a Siria. Era este hombre valeroso en extremo, pero leproso.” A pesar de que los sirios eran paganos, Dios los uso para castigar a su pueblo, así que Naamán fue instrumento en las manos de Dios para que siria no fuera derrotado mientras cumplían el propósito de Dios.
Pero a pesar de los título de Naamán, su posición y fama, era leproso, estaba condenado a una muerte miserable.
Así el hombre sin Cristo, puede disfrutar de todos los placeres que el mundo ofrece. Puede alcanzar toda la fama, fortuna y riquezas, pero su vida esta condenada a una muerte eterna miserable.
Mateo 16:26Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?
Lucas 12:20Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será?

El orgullo quebrantado

Naamán solicita a su rey viajar a Israel, el rey le extiende cartas, lo acompaña una comisión de soldados y cargado con oro, plata y vestido precisos. Con tal comitiva se esperaba que le rindieran pleitesía.
Pero no la recibió pleitesía ni del profeta Eliseo.
2 Reyes 5:9-10Y vino Naamán con sus caballos y con su carro, y se paró a las puertas de la casa de Eliseo. Entonces Eliseo le envió un mensajero, diciendo: Ve y lávate siete veces en el Jordán, y tu carne se te restaurará, y serás limpio.
Naamán acudió primero al rey de Israel porque en su cultura los sacerdotes y profetas estaban al servicio del rey.
Eliseo lo manda a llamar, pero no sale a recibirle, ese fue un golpe muy duro para Naamán.
Naamán tenía la esperanza de que fuera el profeta quien le sanara, pero Eliseo le desprecia para que comprendiera que la sanidad no la recibiría de de él sino de Dios.
Además debía aprender a presentar a Dios sus peticiones con humildad y no con arrogancia.
No podemos venir ante Dios con arrogancia o aires de grandeza. Salmo 138:6Porque Jehová es excelso, y atiende al humilde, Mas al altivo mira de lejos.

Una acción inesperada

Naamán no solo llegó con arrogancia.
También tenía su mirada puesta en el profeta, tenía la idea de que haría algún conjuro, o le prepararía alguna medicina mágica para sanarlo.
Pero el profeta lo envía a sumergirse siete veces al río jordán.
Naamán se molestó porque nada estaba resultando como él lo esperaba.
Sus siervos debieron convencerlo para que obedeciera la instrucción del profeta.
Para que Dios lo sanara, Naamán debía aprender humildad y obediencia. 2 Reyes 5:13Mas sus criados se le acercaron y le hablaron diciendo: Padre mío, si el profeta te mandara alguna gran cosa, ¿no la harías? ¿Cuánto más, diciéndote: Lávate, y serás limpio?
No podemos condicionar a Dios a hacer las cosas como nosotros creamos o queramos. Mateo 6:10Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.

Conclusión

La acción de el profeta Eliseo no fue por puro capricho, sus acciones también requirieron humildad de su parte para darnos también a nosotros una lección hoy día.
En primer lugar Eliseo no salió a recibir a Naamán pues debía aprender que su sanidad se efectuaría por el poder de Dios y no por la intervención de ninguna persona. Esto también demostró humildad y madurez de Eliseo, al no robarle la gloria a Dios.
El comandante debía sumergirse en río nada especial para recordarle que a pesar de sus logros y grandeza, era un ser humano como todos los demás, y con una maldición que solamente el poder de Dios podía quitársela. 2 Reyes 5:12Abana y Farfar, ríos de Damasco, ¿no son mejores que todas las aguas de Israel? Si me lavare en ellos, ¿no seré también limpio? Y se volvió, y se fue enojado.
También vemos que Eliseo no quiso recibir ningún presente de Naamán, 2 Reyes 5:15-16Y volvió al varón de Dios, él y toda su compañía, y se puso delante de él, y dijo: He aquí ahora conozco que no hay Dios en toda la tierra, sino en Israel. Te ruego que recibas algún presente de tu siervo. Mas él dijo: Vive Jehová, en cuya presencia estoy, que no lo aceptaré. Y le instaba que aceptara alguna cosa, pero él no quiso.
no fue porque los siervos de Dios no deben recibir nada, 1 Corintios 9:13-14¿No sabéis que los que trabajan en las cosas sagradas, comen del templo, y que los que sirven al altar, del altar participan? Así también ordenó el Señor a los que anuncian el evangelio, que vivan del evangelio.
Eliseo lo hizo porque Naamán tenía muy enraizada la creencia de que el hombre merecía la gloria, pero Eliseo con esta acción le demostraba de que a quien debía tributarle su agradecimiento y la gloria era para Dios.
Naamán lo comprendió y declaró: 2 Reyes 5:17Entonces Naamán dijo: Te ruego, pues, ¿de esta tierra no se dará a tu siervo la carga de un par de mulas? Porque de aquí en adelante tu siervo no sacrificará holocausto ni ofrecerá sacrificio a otros dioses, sino a Jehová.
Esta enseñanza es también para nosotros, nunca nos olvidemos de darle la gloria a Dios, tome la costumbre de orar en la mañana y antes de acostarse para agradecer a Dios y darle la gloria. Tome la costumbre de orar en agradecimiento antes de tomar sus alimentos.
Si nosotros timamos estos consejos, veremos milagros gloriosos en nuestra vida.
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