Dadle vosotros de comer

Dominical  •  Sermon  •  Submitted
0 ratings
· 29 views

La compasión y amor de Jesús por las almas se ve manifestada en la alimentación de los cinco mil, sin embargo, alienta a los discípulos a hacer cosas sobrenaturales.

Notes
Transcript

Dadle vosotros de comer

Mateo 14:13–21
13 Oyéndolo Jesús, se apartó de allí en una barca a un lugar desierto y apartado; y cuando la gente lo oyó, le siguió a pie desde las ciudades.
14 Y saliendo Jesús, vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, y sanó a los que de ellos estaban enfermos.
15 Cuando anochecía, se acercaron a él sus discípulos, diciendo: El lugar es desierto, y la hora ya pasada; despide a la multitud, para que vayan por las aldeas y compren de comer.
16 Jesús les dijo: No tienen necesidad de irse; dadles vosotros de comer.
17 Y ellos dijeron: No tenemos aquí sino cinco panes y dos peces.
18 El les dijo: Traédmelos acá.
19 Entonces mandó a la gente recostarse sobre la hierba; y tomando los cinco panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, bendijo, y partió y dio los panes a los discípulos, y los discípulos a la multitud.
20 Y comieron todos, y se saciaron; y recogieron lo que sobró de los pedazos, doce cestas llenas.
21 Y los que comieron fueron como cinco mil hombres, sin contar las mujeres y los niños.

Introducción

Jesús acostumbraba a buscar lugares desiertos para descansar con sus discípulos pues su ministerio era agotador.
En el contexto de este pasaje, no solamente estaban cansados sino también tristes por la muerte de Juan El bautista en manos de Herodes Antipas, tetrarca de Galilea.
Suben a una barca y buscan un lugar desierto para descansar. Pero la gente tenía necesidad de Jesús, se enteraron a donde había ido y salieron de prisa para buscarle.
Al verlos venir Jesús tuvo compasión de ellos: Marcos 6:34...tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas que no tenían pastor...
Jesús los recibió Los atendió y les enseñó.
Ese debe ser el mismo sentir de la iglesia, pues somos el cuerpo de Cristo, Él hace su obra a través de nosotros.

El desierto

La gente en su prisa olvidaron llevar alimento, y el peor lugar para buscar alimento es el desierto.
Así también el mundo es un desierto para el alma donde nunca encontrarán alimento para saciar su necesidad.
La satisfacción que el mundo ofrece es solo una ilusión:
Isaías 55:1–2
1 A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche.
2 ¿Por qué gastáis el dinero en lo que no es pan, y vuestro trabajo en lo que no sacia? Oídme atentamente, y comed del bien, y se deleitará vuestra alma con grosura.
Mucha gente experimenta en el desierto espejismos, ven agua pero cuando llegan al lugar encuentran solo polvo. Así es el hombre que busca saciar su alma en los placeres de este mundo.

Dadle vosotros de comer

Los discípulos se dieron cuenta que la gente no había llevado comida y ya comenzaba a anochecer.
Sugieren al Señor la mejor idea que se les puede ocurrir: Mateo 14:15Cuando anochecía, se acercaron a él sus discípulos, diciendo: El lugar es desierto, y la hora ya pasada; despide a la multitud, para que vayan por las aldeas y compren de comer.
Esta era una buena opción, pero el Señor tenía una mejor idea: Mateo 14:16Jesús les dijo: No tienen necesidad de irse; dadles vosotros de comer.
Los discípulos quedaron confundidos, pues sus recursos no eran suficientes.
Marcos 6:37Respondiendo él, les dijo: Dadles vosotros de comer. Ellos le dijeron: ¿Que vayamos y compremos pan por doscientos denarios, y les demos de comer?” 1 denario era el salario de un jornalero de un día. El salario mínimo de Guatemala por día es de Q. 95.00 * 200 = Q. 19,000.00. Eran aproximadamente 15,000 personas.
Ello interpretaron las palabras del Señor en base a sus recursos y no a su poder.
Juan (6:9) nos dice que fue Andrés quien descubrió al muchacho con los cinco panes y los dos peces.
Posiblemente sus compañeros pensaron que era tonto lo que hacía Andrés, pues no era lógico.
Los discípulos necesitaban dejar de ver su capacidad y recursos, y comenzar a ver el poder ilimitado de Jesús.

En las manos de Jesús

A pesar de lo ilógico que era suponer que cinco panes y dos panes eran suficientes para alimentar a la multitud. El Señor pidió que se los entregaran. Mateo 14:18El les dijo: Traédmelos acá.
¿Es muy poca tu capacidad? ¿son muy limitados tus recursos? El Señor te dice tráelos acá.
El no busca tu capacidad sino tu disposición.
El Señor llama a Gedeón quien se consideraba incapaz y con poca fuerza: Jueces 6:14Y mirándole Jehová, le dijo: Ve con esta tu fuerza, y salvarás a Israel de la mano de los madianitas. ¿No te envío yo?
Moisés era renuente a ir a Egipto pues se consideraba incapaz de hablar frente a faraón: Éxodo 4:11-12Y Jehová le respondió: ¿Quién dio la boca al hombre? ¿o quién hizo al mudo y al sordo, al que ve y al ciego? ¿No soy yo Jehová? Ahora pues, ve, y yo estaré con tu boca, y te enseñaré lo que hayas de hablar.
Fue el Espíritu Santo quien capacitó al intimidado Pedro a predicar un sermón que convirtió a 3000 almas. (Hechos 2:14-42)
No pongamos nuestra mirada en nuestra ilimitada capacidad, sino en el ilimitado poder de Dios para obrar poderosamente a través de nosotros.

Conclusión

El Señor dio gracias y bendijo los cinco panes y los dos peces e inmediatamente comenzó a repartir.
El Señor hizo el milagro pero fueron los discípulos los que llevaron el pan.
El Señor nos envía como iglesia a llevar pan al hambriento, este pan es el evangelio de salvación escrito en su Palabra.
Isaías 58.10y si dieres tu pan al hambriento, y saciares al alma afligida, en las tinieblas nacerá tu luz, y tu oscuridad será como el mediodía.
La clave para hacerlo es la compasión: Marcos 6:34Y salió Jesús y vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas que no tenían pastor; y comenzó a enseñarles muchas cosas.” Si no lo hacemos nosotros, entonces ¿Quién lo hará?
¿Te sientes incapaz? Pon lo poco que tienes en las manos de Dios para que Él haga milagros gloriosos. Salmo 60.12En Dios haremos proezas, Y él hollará a nuestros enemigos.
El Señor sigue llamando a los suyos para hacer su obra:
Isaías 6:8Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros? Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a mí.
Related Media
See more
Related Sermons
See more