La insensatez de un rey

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La obstinación e insensatez de Saúl provocaron que los israelitas no derrotaran a los Filisteos totalmente.

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La insensatez de un rey

1 Samuel 14:24-30 Pero los hombres de Israel fueron puestos en apuro aquel día; porque Saúl había juramentado al pueblo, diciendo: Cualquiera que coma pan antes de caer la noche, antes que haya tomado venganza de mis enemigos, sea maldito. Y todo el pueblo no había probado pan. Y todo el pueblo llegó a un bosque, donde había miel en la superficie del campo. Entró, pues, el pueblo en el bosque, y he aquí que la miel corría; pero no hubo quien hiciera llegar su mano a su boca, porque el pueblo temía el juramento. Pero Jonatán no había oído cuando su padre había juramentado al pueblo, y alargó la punta de una vara que traía en su mano, y la mojó en un panal de miel, y llevó su mano a la boca; y fueron aclarados sus ojos. Entonces habló uno del pueblo, diciendo: Tu padre ha hecho jurar solemnemente al pueblo, diciendo: Maldito sea el hombre que tome hoy alimento. Y el pueblo desfallecía. Respondió Jonatán: Mi padre ha turbado el país. Ved ahora cómo han sido aclarados mis ojos, por haber gustado un poco de esta miel. ¿Cuánto más si el pueblo hubiera comido libremente hoy del botín tomado de sus enemigos? ¿No se habría hecho ahora mayor estrago entre los filisteos?

Introducción

En todo el libro de 1 Samuel, el enemigo principal de los israelitas fueron los filisteos, ellos fueron el medio que Dios usó para castigar al sacerdote Elí y sus hijos, también para castigar a Saúl.
En esta ocasión los filisteos tenían dominado a los israelitas de tal manera que no les permitía tener herreros para que no fabricaran armas, para afilar sus herramientas de trabajo debían acudir a los filisteos.
Jonatán hijo de Saúl salió a provocar a los filisteos los cuales se prepararon para atacarlos.
Pero Saúl desde muy temprano en su reinado demostró arrogancia y dureza de corazón, por lo cual Dios lo desechó, quitando el reino a su descendencia y entregándosela a David.
Durante este episodio Saúl cometió el pecado de ofrecer holocausto en lugar del profeta Samuel, por lo tanto Dios lo rechazó como rey por su rebeldía y falta de fe en Dios. “1 Samuel 13:13-14 Entonces Samuel dijo a Saúl: Locamente has hecho; no guardaste el mandamiento de Jehová tu Dios que él te había ordenado; pues ahora Jehová hubiera confirmado tu reino sobre Israel para siempre. Mas ahora tu reino no será duradero. Jehová se ha buscado un varón conforme a su corazón, al cual Jehová ha designado para que sea príncipe sobre su pueblo, por cuanto tú no has guardado lo que Jehová te mandó.
Dios usa a Jonatán nuevamente para provocar confusión en el campamento de los filisteos, los cuales comenzaron a atacarse unos a otros.
Mientras que los filisteos fueron confundidos y atemorizados por la mano de Dios, los israelitas que estaban escondidos fueron llenos de valor y salieron a atacarlos.
Incluso los israelitas que se habían pasado a los filisteos, se voltearon contra ellos y los atacaron.
Israel tenía en sus manos una victoria aplastante contra los filisteos, sin embargo no la lograron por la mala desición de Saúl.

La mala desición

Cuando Saúl vio la confusión en el campamento filisteo, posiblemente se lleno de euforia y autosuficiencia, por lo que emitió una maldición al pueblo:
1 Samuel 14:24 Pero los hombres de Israel fueron puestos en apuro aquel día; porque Saúl había juramentado al pueblo, diciendo: Cualquiera que coma pan antes de caer la noche, antes que haya tomado venganza de mis enemigos, sea maldito. Y todo el pueblo no había probado pan.
Los israelitas no habían comido, quizá por el temor, pero en lugar de Saúl motivarlos a comer y recobrar fuerzas para la batalla, les ordena ayunar bajo maldición.
Pareciera un acto espiritual esta desición de Saúl, sin embargo, no lo hizo bajo la dirección de Dios.
Saúl no se daba cuenta de que Dios estaba usando a su hijo Jonatán para vencer a sus enemigos, lo que debía hacer es hacerse a un lado, motivar a su ejército a alimentarse y atacar, confiando en Dios.
Pero esta desición de Saúl demuestra que tenía deseos de tomar el protagonismo, jactarse de que debido al ayuno habían logrado vencer.
Vemos un acontecimiento con cierta similitud con Pablo: “Hechos 27:33-34 Cuando comenzó a amanecer, Pablo exhortaba a todos que comiesen, diciendo: Este es el decimocuarto día que veláis y permanecéis en ayunas, sin comer nada. Por tanto, os ruego que comáis por vuestra salud; pues ni aun un cabello de la cabeza de ninguno de vosotros perecerá.
Se ha tomado como signo de espiritualidad mandar a ayunar a todo mundo en el nombre de Dios, creyendo que así obtendremos lo que deseamos.
El ayuno es bueno y debemos practicarlo, pero debe hacerse continuamente y en los momentos en que podemos hacerlos pues es un sacrificio que le ofrecemos a Dios.
Cuando El Señor dijo: “Mateo 17:21 Pero este género no sale sino con oración y ayuno.” Se lo dijo a los que ministran liberación, no a los afligidos. No puedes enviar a ayunar a alguien que está débil.

Desaprovechando las bendiciones

Entendemos que esta desición de Saúl no estaba dentro del propósito de Dios. Lo sabemos porque había provisto alimento para que recobraran energía.
1 Samuel 14:25-26 Y todo el pueblo llegó a un bosque, donde había miel en la superficie del campo. Entró, pues, el pueblo en el bosque, y he aquí que la miel corría; pero no hubo quien hiciera llegar su mano a su boca, porque el pueblo temía el juramento.
La miel es fuente de energía, y Dios la había provisto para que el pueblo Israel la comiera y recobrara las fuerzas para seguir peleando.
Pero por la mala desición de Saúl no podían disfrutar de esta bendición.
Las malas decisiones espiritualizadas nos roban las bendiciones.
La medicina y la ciencia médica no son pecado, son una bendición de Dios, pero existen sectas religiosas que prohíben usarlas, exponiendo a sus feligreses a la muerte, teniendo a la mano la bendición de Dios.

La inocencia de Jonatán

Cuando Saúl declaró el ayuno bajo maldición, Jonatán su hijo no estaba con él, por tanto no lo sabía.
1 Samuel 14:27-30 “Pero Jonatán no había oído cuando su padre había juramentado al pueblo, y alargó la punta de una vara que traía en su mano, y la mojó en un panal de miel, y llevó su mano a la boca; y fueron aclarados sus ojos. Entonces habló uno del pueblo, diciendo: Tu padre ha hecho jurar solemnemente al pueblo, diciendo: Maldito sea el hombre que tome hoy alimento. Y el pueblo desfallecía. Respondió Jonatán: Mi padre ha turbado el país. Ved ahora cómo han sido aclarados mis ojos, por haber gustado un poco de esta miel. ¿Cuánto más si el pueblo hubiera comido libremente hoy del botín tomado de sus enemigos? ¿No se habría hecho ahora mayor estrago entre los filisteos?
Jonatán comió de la miel sin saber el juramento de su padre.
Como esta miel era una provisión de Dios para su pueblo, cuando él la comió, fueron aclarados sus ojos, se le iluminó el rostro, recobró sus fuerzas.
Sin embargo, los hombre que con él iban le declararon las palabras de su padre, y Jonatán reconoció la mala desición de su padre.

Conclusión

Si Saúl no hubiese tomado esta mala desición, los israelitas habrían derrotado completamente a los filisteos ese día.
Pero todo esto estaba dentro de los planes de Dios, pues esto permitió que David fuera promovido cuando derrotó a Goliat de los filisteos.
Pero también produjo maldición a Saúl y a sus hijos, pues fueron muertos por los filisteos en Gilboa (1 Samuel 31).
Los filisteos fueron derrotados definitivamente hasta el reinado de David (2 Samuel 5)
Los que no buscan la dirección de Dios pero procura aparentar espiritualidad con actos religiosos, sufren decepción pues nada de esto impresiona a Dios, quien incluso puede usar estos actos infructuosas para nuestra corrección y castigo.
Esto les reclama Dios a los judíos: “Isaías 58:3 ¿Por qué, dicen, ayunamos, y no hiciste caso; humillamos nuestras almas, y no te diste por entendido? He aquí que en el día de vuestro ayuno buscáis vuestro propio gusto, y oprimís a todos vuestros trabajadores.
El Señor nos exhorta a vivir una vida espiritual sobria y sincera, sometidos a su voluntad para que nuestras decisiones sean guiadas por Él. “Romanos 8:14 Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.
¿Cuando debemos ayunar entonces?
En primer lugar:
Tenemos la inteligencia y el sentido común para saber que alguien que está débil necesita alimentarse y no ayunar. Todo tiene su tiempo “Eclesiastés 3:1 Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora.
En segundo lugar:
Debemos escudriñar la Palabra de Dios para ser guiados por ella, someternos a Dios en oración y obediencia para que seamos usados con los dones espirituales, profecía, palabra de ciencia y sabiduría, discernimiento de espíritu.
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