Una advertencia santa

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Dios conforma su promesa de entregar la tierra de Canaan a Israel, pero les advierte que deben obedecer su voz y expulsar a todos los habitantes cananeos.

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Una advertencia santa

Números 33:51-53 Habla a los hijos de Israel, y diles: Cuando hayáis pasado el Jordán entrando en la tierra de Canaán,echaréis de delante de vosotros a todos los moradores del país, y destruiréis todos sus ídolos de piedra, y todas sus imágenes de fundición, y destruiréis todos sus lugares altos;y echaréis a los moradores de la tierra, y habitaréis en ella; porque yo os la he dado para que sea vuestra propiedad.

Introducción

Mientras Israel caminó por el desierto, su total separación de otros pueblos les guardo del pecado de idolatría.
Aun que a los inicios cometieron el pecado de hacer un becerro de oro, su devoción aun estaba hacia Jehová. “Éxodo 32:5 Y viendo esto Aarón, edificó un altar delante del becerro; y pregonó Aarón, y dijo: Mañana será fiesta para Jehová.
Nuevamente debemos recalcar que si los cananeos debían ser destruidos es porque se lo merecían. “Génesis 15:16 Y en la cuarta generación volverán acá; porque aún no ha llegado a su colmo la maldad del amorreo hasta aquí.”
Sus prácticas idólatras incluían pecados abominables como adulterios, homosexualismo y prostitución a baal y asera, también el sacrificio de niños a moloc.
Todos estas prácticas paganas eran desagradables a los ojos de Dios y estaban prohibidas en los diez mandamientos.

Una orden radical

Aunque Israel había cometido pecados detestables en su camino por el desierto como la rebeldía y la murmuración, las tentaciones que enfrentaría en la tierra de Canaán serían más peligrosos si no expulsaban a los habitantes.
Por tanto, les ordena expulsa a todos los habitantes, destruir todos los ídolos y los lugares altos.
Esto era necesario para que se sintieran tentados a unirse a ellos en sus prácticas detestables.
Este es el llamado para la iglesia: expulsar de su vida el pecado, todo lazo o vinculo que nos pueda hacer volver al camino de muerte, debe ser eliminado y destruido de nuestras vidas.
Filipenses 3:13-14 Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.

La provisión amorosa

Números 33:53-54 y echaréis a los moradores de la tierra, y habitaréis en ella; porque yo os la he dado para que sea vuestra propiedad.Y heredaréis la tierra por sorteo por vuestras familias; a los muchos daréis mucho por herencia, y a los pocos daréis menos por herencia; donde le cayere la suerte, allí la tendrá cada uno; por las tribus de vuestros padres heredaréis.
Si ellos así lo hacen, recibirán las promesas de Dios, de una tierra que fluye leche y miel: “Deuteronomio 8:7-9 Porque Jehová tu Dios te introduce en la buena tierra, tierra de arroyos, de aguas, de fuentes y de manantiales, que brotan en vegas y montes; tierra de trigo y cebada, de vides, higueras y granados; tierra de olivos, de aceite y de miel; tierra en la cual no comerás el pan con escasez, ni te faltará nada en ella; tierra cuyas piedras son hierro, y de cuyos montes sacarás cobre.
Pero no solamente las bendiciones materiales, sobre todos las espirituales: “Proverbios 28:1 Huye el impío sin que nadie lo persiga; Mas el justo está confiado como un león.” “Salmo 127:2 Por demás es que os levantéis de madrugada, y vayáis tarde a reposar, Y que comáis pan de dolores; Pues que a su amado dará Dios el sueño.
Para la iglesia hay promesa de provisión abundante y bendición, solamente debemos obedecer a Dios y expulsar el pecado de nuestra vida para que no sea una carga.

La advertencia

Números 33:55-56 “Y si no echareis a los moradores del país de delante de vosotros, sucederá que los que dejareis de ellos serán por aguijones en vuestros ojos y por espinas en vuestros costados, y os afligirán sobre la tierra en que vosotros habitareis.Además, haré a vosotros como yo pensé hacerles a ellos.
Dios conociendo la dureza del corazón de los israelitas les hace la advertencia para que no tuvieran excusa alguna.
El convivir con ellos y seguir sus costumbres les causará muchos dolores. “2 Corintios 6.14 No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas?
Esta advertencia de Dios para Israel cayó en saco roto, pues no expulsaron a todos los habitantes y además se prostituyeron con su idolatría.
Durante mil años Dios les advirtió, envió jueces y profetas pero al final fueron llevados cautivos por sus pecados.
Efesios 4:22 En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos.
A la iglesia Dios le advierte que si consentimos el pecado seremos defraudados pues los deseos de la carne son engañosos, prometen satisfacción pero traen dolor y angustia. Lo más terrible del caso es que seremos desechados de la presencia de Dios.
Mateo 7:21 No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.

Conclusión

Los Israelitas fueron advertidos muchas veces pero aun así persistieron en contaminarse de pecado, por lo cual Dios los envió al cautiverio para purificar sus almas a través de la prueba.
Como iglesia debemos prestar atención a las advertencias de la Palabra de Dios y no caer en el error de la auto-suficiencia y conformismo.
Tengamos temor de Dios, examinemos constantemente nuestras vidas y expulsemos todo lo que no le agrada a Dios.
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