Primeras conquistas
Enseñanza • Sermon • Submitted
0 ratings
· 18 viewsDios comienza a dar victoria a Israel sobre la tierra prometida
Notes
Transcript
Primeras conquistas
Primeras conquistas
Introducción
Introducción
La semana pasada estudiamos la primer experiencia de batalla para esta generación contra Arad (Cananeo), su derrota y luego de clamar a Jehová su victoria y el voto que hicieron con Dios.
La murmuración del pueblo por el agua y alimento y la disciplina de Dios a través de las serpientes venenosas y la respuestas de Dios al ordenar a Moisés erigir una serpiente de bronce para que aquellos que fueran mordidos por las serpientes venenosas miraran a esta imagen y fueran sanados.
Ahora veremos el viaje de Israel rodeando el territorio de Edom y las primeras conquistas contra reyes poderosos.
Aquí están dejando el desierto y adentrándose a territorios habitados.
La provisión de agua
La provisión de agua
“Números 21:16–18 De allí vinieron a Beer: este es el pozo del cual Jehová dijo a Moisés: Reúne al pueblo, y les daré agua. Entonces, cantó Israel este cántico: Sube, oh pozo; a él cantad; Pozo, el cual cavaron los señores. Lo cavaron los príncipes del pueblo, Y el legislador, con sus báculos. Del desierto vinieron a Matana.”
En estos pasajes evidencian que los Israelitas habían aprendido su lección, cuando el agua comenzó a escasear no murmuraron sino que esperaron en Jehová.
En su momento Dios da instrucciones a Moisés de reunir al pueblo en un lugar llamado Beer, en los límites de Edom y Moab para proveerles agua.
El cántico revela que se esforzaron con entusiasmo para cavar el pozo, confiando de que Dios proveería.
Como cristianos y como iglesia debemos saber que si permanecemos fieles a Dios, podemos confiar de que Él proveerá para todas nuestras necesidades y bendecirá nuestros proyectos según su voluntad.
Debemos trabajar juntos sabiendo que Dios bendice a su pueblo.
Trabajemos en la obra de Dios, involucrémonos en el servicio así como hicieron estos israelitas con entusiasmo y alegría.
La victoria sobre Sehón
La victoria sobre Sehón
Después de atravesar Edom, Israel atraviesa el territorio de Moab, quienes junto a Amón son hijos de Lot, parientes de Israel, por lo que Dios les prohibe hacer guerra contra ellos.
“Deuteronomio 2:9 Y Jehová me dijo: No molestes a Moab, ni te empeñes con ellos en guerra, porque no te daré posesión de su tierra; porque yo he dado a Ar por heredad a los hijos de Lot.”
Luego que atravesaron el territorio de Moab, se enfrentan al territorio de los amorreos, los cuales no les permitieron pasar por su territorio y les hicieron guerra.
“Números 21:21-23 Entonces envió Israel embajadores a Sehón rey de los amorreos, diciendo: Pasaré por tu tierra; no nos iremos por los sembrados, ni por las viñas; no beberemos las aguas de los pozos; por el camino real iremos, hasta que pasemos tu territorio. Mas Sehón no dejó pasar a Israel por su territorio, sino que juntó Sehón todo su pueblo y salió contra Israel en el desierto, y vino a Jahaza y peleó contra Israel.”
Se les llamaba amorreos a los habitantes de Canaán, la tierra prometida. Eran gente sin temor de Dios, sumamente malos que habían colmado la paciencia de Dios, por lo cual merecían ser destruidos (así como Sodoma y Gomorra).
“Génesis 15:13,16 “Entonces Jehová dijo a Abram: Ten por cierto que tu descendencia morará en tierra ajena, y será esclava allí, y será oprimida cuatrocientos años... Y en la cuarta generación volverán acá; porque aún no ha llegado a su colmo la maldad del amorreo hasta aquí.”
Pero el endurecimiento de estos amorreos viene de Jehová para castigarlos.
“Deuteronomio 2:30 Mas Sehón rey de Hesbón no quiso que pasásemos por el territorio suyo; porque Jehová tu Dios había endurecido su espíritu, y obstinado su corazón para entregarlo en tu mano, como hasta hoy.”
Los amorreos o cananitas habitaban junto a los gigantes y estaban emparentados con ellos (Refaimes, Nefilimes y Anaceos)
Israel logra derrotar a estos amorreos y conquistas sus ciudades. “Números 21:24 Y lo hirió Israel a filo de espada, y tomó su tierra desde Arnón hasta Jaboc, hasta los hijos de Amón; porque la frontera de los hijos de Amón era fuerte.”
Estos fueron los primeros territorios conquistados por Israel que serían habitados por Rubén y que están fuera de la tierra prometida.
La victoria sobre Basán
La victoria sobre Basán
Números 21:33-35 “Y volvieron, y subieron camino de Basán; y salió contra ellos Og rey de Basán, él y todo su pueblo, para pelear en Edrei. Entonces Jehová dijo a Moisés: No le tengas miedo, porque en tu mano lo he entregado, a él y a todo su pueblo, y a su tierra; y harás de él como hiciste de Sehón rey de los amorreos, que habitaba en Hesbón. E hirieron a él y a sus hijos, y a toda su gente, sin que le quedara uno, y se apoderaron de su tierra.”
Esta victoria tiene mucho significado espiritual para Israel y para la iglesia. Estos habitantes de Basán era Refaimes, de la raza de gigantes.
Deuteronomio 3:11 “Porque únicamente Og rey de Basán había quedado del resto de los gigantes. Su cama, una cama de hierro, ¿no está en Rabá de los hijos de Amón? La longitud de ella es de nueve codos, y su anchura de cuatro codos, según el codo de un hombre.”
Estos gigantes eran considerados hijos de demonios, Basán significaba “puertas del infierno”.
Los israelitas no solamente estaban enfrentando una guerra física contra hombres de gran estatura sino también una guerra espiritual contra demonios.
Es en este territorio de Basán posteriormente fue llamada Cesarea de Filipo, en donde Jesús declaró: “Mateo 16:18 Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.”
Conclusión
Conclusión
La iglesia tiene una batalla espiritual contra las huestes de maldad: “Efesios 6:12 Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.”
En estos pasajes vemos que los israelitas salieron a la batalla unidos como un solo ejército, nosotros como iglesia somos llamados a batallar juntos como un solo ejército contra la huestes de maldad.
Solo en ocasiones especiales, cuando el pueblo estaba alejado de Dios, Dios levantó a un solo hombre para pelear contra ejércitos. Pero lo normal es batallar juntos, hombro a hombro.
La victoria espiritual más grande contra el enemigo es conquistar almas para Cristo, es como conquistar territorios.