¿Dónde están los otros 9?

Dominical  •  Sermon  •  Submitted
0 ratings
· 447 views

El clamor, la fe, obediencia de estos hombres necesitados produjeron el milagro de la sanidad, pero solo uno alcanzó la salvación por su gratitud.

Notes
Transcript

¿Dónde están los otros 9?

Lucas 17:11–19
11 Yendo Jesús a Jerusalén, pasaba entre Samaria y Galilea. 12 Y al entrar en una aldea, le salieron al encuentro diez hombres leprosos, los cuales se pararon de lejos 13 y alzaron la voz, diciendo: ¡Jesús, Maestro, ten misericordia de nosotros! 14 Cuando él los vio, les dijo: Id, mostraos a los sacerdotes. Y aconteció que mientras iban, fueron limpiados. 15 Entonces uno de ellos, viendo que había sido sanado, volvió, glorificando a Dios a gran voz, 16 y se postró rostro en tierra a sus pies, dándole gracias; y éste era samaritano. 17 Respondiendo Jesús, dijo: ¿No son diez los que fueron limpiados? Y los nueve, ¿dónde están? 18¿No hubo quien volviese y diese gloria a Dios sino este extranjero? 19 Y le dijo: Levántate, vete; tu fe te ha salvado.

Introducción

11 Yendo Jesús a Jerusalén, pasaba entre Samaria y Galilea.
Mientras iba de camino a Jerusalén, realiza milagros de sanidad a diez leprosos en este pueblo anónimo.
Donde Jesús fuera encontraba siempre ocasión para ejercitar su infinita compasión y poder; estaba siempre buscando a los angustiados y a los desesperanzados, consciente de que Él era todo-suficiente para suplir las necesidades de todos.
Cumplía aquella palabra que declaró en la sinagoga de Nazaret
El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos; 19 A predicar el año agradable del Señor. Lucas 4:18–19

El lastimoso espectáculo

“...Le salieron al encuentro diez hombres leprosos... v. 12”.
Diez hombres ligados por una común miseria, y absolutamente incapaces de salvarse a sí mismos. Aunque eran diez, ello no aliviaba los sufrimientos.
Aunque podamos tener muchos compañeros de pecado, ello no disminuye en nada la culpa de cada uno. En la Escritura, la lepra es el tipo del pecado.
El pecado es IMPUREZA: Con su boca cubierta de vergüenza, debía ser: «¡Inmundo, inmundo!» (Lv. 13:45). al igual que un leproso, se nos pide que hagamos confesión de nuestros pecados. “El que encubre sus pecados no prosperará; Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia. Proverbios 28:13
el pecado lleva a la SEPARACIÓN. “Se pararon a distancia… v. 12”. El lugar que la ley les había designado era “fuera del campamento... Lv. 13:46”. «Lejanos» es la posición del pecador: “Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios. Romanos 3:23
El pecado es humanamente incurable. El hombre no tiene remedio alguno para la lepra. Solo puede tratar de aliviar sus sufrimientos mientras que la terrible plaga sigue su curso mortífero. Así el pecado como un cáncer consume y destruye la vida del hombre: “Porque la paga del pecado es muerte... Romanos 6:23

Su ferviente ruego

¡Jesús, Maestro, ten compasión de nosotros… v. 13
Puede haber sido un clamor ronco saliendo de gargantas enfermas de lepra, pero fue como música para los oídos de Jesús, porque salía del corazón, y era para la cosa necesaria.
«Compasión», aquella compasión que en Jesús estaba unida a la Omnipotencia, y que tenía su morada en el más tierno y puro de los hombres.

El sencillo remedio.

Id y mostraos a los sacerdotes v. 14a”. Parece una extraño pero el significado es claro: «Los sacerdotes os han condenado como leprosos; luego, si creéis que yo os puedo sanar y que así lo estoy haciendo, id y mostraos a ellos, para que puedan ver que estáis sanos» (Lv. 14:2–4).
«Y aconteció que mientras iban, fueron limpiados. v.14b» Hay dos cosas absolutamente necesarias:
1. Fe en la PALABRA DE Cristo
2. Obediencia a la VOLUNTAD de Cristo. 1 Samuel 15:22 “Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros.”
Si hubieran esperado a sentirse mejor antes de ir, nunca habrían ido y nunca hubieran sanado.

Un receptor agradecido.

Entonces uno de ellos, viendo que había sido sanado, volvió, glorificando a Dios a gran voz v. 15”. La sanidad personal es algo por lo que deberíamos sentir un pronto y profundo agradecimiento.
Para este hombre era una imposibilidad moral glorificar a Dios mientras estuviera en la terrible atadura de la lepra. Es solo cuando somos liberados del pecado que podemos dar gloria a Dios.
La misericordia sanadora de Cristo no solo hizo que el samaritano se sintiera sumamente lleno de gratitud, sino que también lo hizo humilde. «Se postró rostro en tierra a sus pies. v.16» La humildad y el agradecimiento son característicos de los salvos por la gracia de Dios.

Conclusión

¿No son diez los que fueron limpiados? Y los otros nueve, ¿dónde están? v. 17”.
El Señor espera que aquellos que han sido salvos por Él glorifiquen a Dios haciendo un reconocimiento público de su poder purificador.
No esta bien esperar los beneficios de Dios sin que le demostremos gratitud y honra.
El que fuera un samaritano es muy significativo pues eran considerados por los judios despreciables, sin embargo aquellos que se esperaba fueran agradecidos por ser “del linaje” no lo hicieron.
Este menospreciado «extranjero» que volvió para dar a Dios la gloria recibió algo que los nueve desagradecidos no recibieron: 19 Y le dijo: Levántate, vete; tu fe te ha salvado.
De que te sirve recibir sanidad, un trabajo, la solución de un problema si no eres salvo?
Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma? Mateo 16:26
Related Media
See more
Related Sermons
See more