Fifth Sunday of Easter

Notes
Transcript

Jesús usa siete declaraciones metafóricas de "Yo soy" para definir Su papel como Salvador y Mesías (ver nota en 4:26). Estos dichos también tienen fuertes connotaciones de ser reclamos de divinidad. Se identifica a sí mismo como el pan de vida (vv.35, 48, 51), la luz del mundo (8:12; 9: 5), la puerta de las ovejas (10: 7, 9), el buen pastor ( 10:11, 14), la resurrección y la vida (11:25), el camino y la verdad y la vida (14: 6), y la vid verdadera (15: 1).
Permanecer (10 veces en vs. 4-10).
Los sarmientos pueden decidir si permanecer unidos.
Este símil es simple y muy significativo. Jesús es la «vid verdadera», llena de vida; los discípulos son sarmientos que viven de la savia que les llega de Jesús. El Padre es el jardinero que cuida personalmente la viña para que dé frutos abundantes. Lo único importante es que su proyecto de un mundo más humano y feliz para todos se convierta en realidad.
El símil destaca el problema. Hay sarmientos secos por los que no corre la savia de Jesús, discípulos que no dan fruto porque el Espíritu del Resucitado no corre por sus venas, comunidades cristianas que languidecen desconectadas de él. Por eso hace una afirmación muy fuerte: «un sarmiento no puede dar fruto si no permanece en la vid»; la vida de los discípulos será estéril si no permanecen en Jesús. Sus palabras son incondicionales: «Aparte de mí no podéis hacer nada». ¿No están estas palabras exponiendo la verdadera raíz de la crisis en nuestro cristianismo? ¿No muestran el defecto en la base que lo divide como ningún otro?
La forma en que muchos cristianos viven su religión sin una unión vital con Jesucristo no durará mucho. Se reducirá a un folclore anacrónico, que no llevará la buena noticia a nadie. La Iglesia no podrá cumplir su misión en el mundo contemporáneo si los que nos llamamos cristianos no nos hacemos discípulos de Jesús, animados por su espíritu y su pasión por un mundo más humano.
Ser cristiano hoy requiere una experiencia vital de Jesucristo, un conocimiento interior de su persona y una pasión por su proyecto en una medida que no se requería de un miembro practicante en una sociedad dominada por el cristianismo. Si no aprendemos a vivir en estrecho e intenso contacto con Jesús, el declive de nuestro cristianismo puede convertirse en una enfermedad terminal.
Los cristianos de hoy están preocupados y distraídos por muchos problemas. No podía ser de otra manera. Por eso no debemos olvidar lo esencial. Todos somos ramas. Solo Jesús es la vid verdadera. En esta situación es fundamental «permanecer en él», centrar toda nuestra atención en el Evangelio; nutrir un contacto vital con él en todos nuestros grupos, redes, comunidades y parroquias; y no desviarse de su proyecto.
Related Media
See more
Related Sermons
See more