Sed Santos
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· 83 viewsDios nos llama a una vida santa en entendimiento, en la gracia y obediencia a la Palabra de Dios
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Sed Santos
Sed Santos
1 Pedro 1:13–16
Llamamiento a una vida santa
13Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado; 14como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia; 15sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; 16porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.
Introducción
Introducción
Un hombre le dice al pastor al terminar el culto que “no aceptaba la enseñanza acerca de la santidad, porque él estaba satisfecho con saber que es salvo y que va camino al cielo”
El pastor le respondió: “el sentirse usted satisfecho no es suficiente, lo importante es saber que Dios está satisfecho con usted”.
Muchos cristianos no le dan importancia a la santidad, justifican sus actos en base a sus sentimientos y opiniones y no en base a la Palabra de Dios. Creen que con sentirse bien ellos es suficiente.
Cristo se presentó como sacrificio para limpiarnos de todo pecado, pues en nuestro medio no podíamos hacerlo. Ahora nos toca conducirnos en esa santidad.
Ceñir los losmos del entendimiento
Ceñir los losmos del entendimiento
Un guerrero, un atleta se ciñe su ropa, es decir se ajusta bien su ropa para que no sean un estorbo, o ventaja para el enemigo.
El cristiano debe tener la mente de Cristo (1 Corintios 2:16), atento, prudente, sensato, dispuesto a servir. Alerta de las asechanzas del enemigo que anda como león rugiente (1 Pedro 5:8), reconociendo las maquinaciones del enemigo (2 Corintios 2:11).
No distraido con las cosas de este mundo, sino puesta su mente en Cristo y en agradarle a Él. (Parabola de las virgenes prudentes e insensatas (Mateo 25)
La Palabra de Dios nos da el entedimiento que necesitamos, fue la Palabra que nos condujo a la fe: Romanos 10:17 Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.
Esperar en la gracia
Esperar en la gracia
...y esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado; 1 Pedro 1:13
La santidad se alcanza con los recursos de Dios, por su gracia.
Es la revelación de Cristo que viene a nosotros cuando abrimos nuestra mente y corazón a la Palabra, la que nos da la gracia para guardar la santidad.
La gracia nos da la fortaleza y la inteligencia para conducir nuestra vida en santidad.
Israel fracasó en la santidad, porque confió en sus recursos antes que en la gracia de Dios, por eso no reconocieron al Mesías, porque estaban cegados en sus razonamientos.
Así hoy día, el religioso inventa penitencias para justificar sus pecados, cuando Dios espera una santidad integral, espiritu, alma (mente), cuerpo.
La obediencia
La obediencia
1 Pedro 1:14 (RVR60)
14como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia.
Cuando escuchamos el mensaje de salvación, fuimos obedientes al llamado, ahora esa misma obediencia a la Palabra de Dios es la que nos conduce en santidad.
No existe otro recurso fuera de la Biblia para vivir en santidad. Juan 17:17 Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad.
Prestar atención a la Palabra de Dios, obedecerlar y ponerla por obra nos conduce a la Santidad.
La Palabra es la que nos juzgará: Juan 12:48 El que me rechaza, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue; la palabra que he hablado, ella le juzgará en el día postrero.
Conclusión
Conclusión
Al luchador el enmascarado de plata lo identificaban como El Santo por la mascara, pero sin ella no era reconocido.
Así nosotros no vivamos una santidad de apariencia porque Dios aborrece la hipocrecía, la santidad debe ser sincera, del corazón, cuando seamos santos en el interior, entonces dara fruto, se verá reflejado en lo exterior.
La santidad nos permitirá ver al Señor.
Hebreos 12:14 (RVR60)
14Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.
Con sinceridad pidamos a Dios que nos ayude a vivir en santidad.