De la obligación al deleite

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De la Obligación al deleite

Si tuvieras que describir tu vida de oración en una palabra, ¿qué elegirías? ¿Fiel? ¿Eficaz? ¿Gozosa? ¿Ferviente? ¿
¿O elegirías palabras como irregular, inconsistente, o blah?
Todos hemos estado allí. Y por tonto que parezca , uno puede llegar a pensar que es normal, y se puede llegar acostumbrar.
Pero después me di cuenta de que estar contento con una vida de oración mediocre expone una visión anémica de Dios.
Hace que Dios parezca opcional en vez de supremo, y distante en lugar de accesible a través de la fe en Cristo. Me di cuenta de que Él es digno de mucho más que mis excusas y mi pereza.
Una vida de oración más gozosa puede estar más cerca de lo que piensas, incluso si no tienes idea de cómo llegar allí.
Dios quiere que disfrutemos de Él en oración; a veces todo lo que se necesita es un pequeño empujón que te lleve a la oración gozosa y la comunión más profunda con Dios.

Medita en Dios como nuestro Padre.

En las primeras palabras de la oración del Señor, Jesús nos invita a dirigir nuestras oraciones así:
Mateo 6:9 LBLA
9 Vosotros, pues, orad de esta manera: “Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.
Ver a Dios principalmente como Padre nos impide verlo como un juez severo, un poder superior e impersonal, o un genio mágico que otorga deseos.
Nuestro Padre todopoderoso nos ama como sus hijos y busca lo mejor para nosotros. Él tiene el poder y el deseo de guiar nuestras vidas, responder a nuestras oraciones, y cumplir sus propósitos en nosotros.
Nuestra relación con nuestro Padre Celestial es imposible de romper y su amor por nosotros infinito.
Conocer las implicaciones esto nos da confianza en la oración:
Romanos 8:31b–32 LBLA
31 Entonces, ¿qué diremos a esto? Si Dios está por nosotros, ¿quién estará contra nosotros? 32 El que no eximió ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos concederá también con El todas las cosas?
Cuando luchas en la oración, anímate reconociendo que tu Padre lo sabe y que incluso así te ama.
Cobra ánimo porque, incluso cuando no sientes amor hacia Dios, puedes acercarte a Él sabiendo que Él te ama.
Todo lo que se necesita es mencionar la palabra “Padre” para entrar en un mundo de deleite.

Confiesa tus pecados.

Durante las temporadas espirituales difíciles de mi vida, la culpa por mi pecado me impidió orar. ¿Cómo podría alguien tan indigno como yo acercarse a un Dios santo? Esta actitud revela una comprensión débil del evangelio. La verdad es que Dios conoce nuestro pecado y nos invita a confesarlo y recibir su purificación
1 Juan 1:9 LBLA
9 Si confesamos nuestros pecados, El es fiel y justo para perdonarnos los pecados y para limpiarnos de toda maldad.
Mateo 6:12 LBLA
12 “Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros hemos perdonado a nuestros deudores.
Salmo 32 LBLA
Salmo de David. Masquil. 1 ¡Cuán bienaventurado es aquel cuya transgresión es perdonada, cuyo pecado es cubierto! 2 ¡Cuán bienaventurado es el hombre a quien el Señor no culpa de iniquidad, y en cuyo espíritu no hay engaño! 3 Mientras callé mi pecado, mi cuerpo se consumió con mi gemir durante todo el día. 4 Porque día y noche tu mano pesaba sobre mí; mi vitalidad se desvanecía con el calor del verano. (Selah) 5 Te manifesté mi pecado, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones al Señor; y tú perdonaste la culpa de mi pecado. (Selah) 6 Por eso, que todo santo ore a ti en el tiempo en que puedas ser hallado; ciertamente, en la inundación de muchas aguas, no llegarán éstas a él. 7 Tú eres mi escondedero; de la angustia me preservarás; con cánticos de liberación me rodearás. (Selah) 8 Yo te haré saber y te enseñaré el camino en que debes andar; te aconsejaré con mis ojos puestos en ti. 9 No seáis como el caballo o como el mulo, que no tienen entendimiento; cuyos arreos incluyen bocado y freno para sujetarlos, porque si no, no se acercan a ti. 10 Muchos son los dolores del impío, pero al que confía en el Señor, la misericordia lo rodeará. 11 Alegraos en el Señor y regocijaos, justos; dad voces de júbilo, todos los rectos de corazón.
Cuando te sientas abatido por el peso de tu pecado, toma la llave de la confesión y entra por la puerta a la oración.
Deja que tu pecado te conduzca a una sincera confesión y a una confiada alegría en el Cristo que vino a rescatar a los pecadores y a darles acceso al Padre
1 Timoteo 1:15 LBLA
15 Palabra fiel y digna de ser aceptada por todos: Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, entre los cuales yo soy el primero.
Hebreos 4:16 LBLA
16 Por tanto, acerquémonos con confianza al trono de la gracia para que recibamos misericordia, y hallemos gracia para la ayuda oportuna.

Ora las oraciones que Dios quiere contestar.

Dios quiere escuchar tus oraciones porque
Proverbios 15:8 LBLA
8 El sacrificio de los impíos es abominación al Señor, mas la oración de los rectos es su deleite.
Él también garantiza a responder a ciertas oraciones. ¿Por qué no tomarle la palabra a Dios y orar lo siguiente?
Ora por sabiduría
Santiago 1:5 LBLA
5 Pero si alguno de vosotros se ve falto de sabiduría, que la pida a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.
Dios nos otorgará sabiduría para cualquier situación; solo tenemos que pedirla.
Ora según la voluntad de Dios
Considera
1 Juan 5:14–15 LBLA
14 Y esta es la confianza que tenemos delante de El, que si pedimos cualquier cosa conforme a su voluntad, El nos oye. 15 Y si sabemos que El nos oye en cualquier cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hemos hecho.
Esta promesa (que también puede expresarse como la oración en el nombre de Jesús) debería envalentonar nuestras oraciones y agudizar nuestras expectativas.
Dado que la Escritura es la voluntad revelada de Dios, al orar las palabras de la Escritura de vuelta a Dios, aplicamos esta verdad de manera poderosa. Ten en cuenta estos ejemplos de oraciones que Dios quiere contestar:
Ora para ser santificado (1 Tes. 4:3).Ora por una mente renovada y una vida apartada (Ro. 12:1-2).Ora para dar fruto al permanecer en Cristo (Jn 15:1-8).Ora por la gracia de agradar a Cristo en tu trabajo (Ef. 6:5-8).Ora por la alegría y la presencia del Espíritu en medio del sufrimiento (Ro. 5:3-5).
Ora las oraciones de la Biblia
La Biblia proporciona un almacén de oraciones inspiradas por el Espíritu. Ya sean las oraciones del apóstol Pablo, de Moisés, o de Jesús mismo
Mateo 6:9–14 LBLA
9 Vosotros, pues, orad de esta manera: “Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. 10 “Venga tu reino. Hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo. 11 “Danos hoy el pan nuestro de cada día. 12 “Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros hemos perdonado a nuestros deudores. 13 “Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal. Porque tuyo es el reino y el poder y la gloria para siempre jamás. Amén.” 14 Porque si perdonáis a los hombres sus transgresiones, también vuestro Padre celestial os perdonará a vosotros.
orar las palabras de las Escrituras nos ayuda a acercarnos a Dios con palabras de su elección para que pensemos sus pensamientos y pidamos las cosas cerca de su corazón.
Orar por estas cosas no garantiza que Dios responderá como nos plazca, sino que actuará como una baranda de protección para asegurar que nuestros corazones estén en línea con sus propósitos.

Da gracias.

La acción de gracias nos ayuda a no enfocamos en nuestras circunstancias, sino en todo lo que Dios ha hecho por nosotros en Cristo. Cuando se combina con la oración genuina, la acción de gracias nos lleva a experimentar la paz de Dios que trasciende el mundo
Filipenses 4:6–7 LBLA
6 Por nada estéis afanosos; antes bien, en todo, mediante oración y súplica con acción de gracias, sean dadas a conocer vuestras peticiones delante de Dios. 7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestras mentes en Cristo Jesús.
El famoso comentarista de la Biblia Matthew Henry proporciona un ejemplo perfecto de cómo la acción de gracias lleva a la alegría. Al reflexionar sobre el robo de su billetera, escribió en su diario las siguientes palabras:
“Señor, ayúdame a estar agradecido; primero, porque nunca antes he sido robado; segundo, porque aunque se llevaron la cartera, no me quitaron la vida; tercero, porque aunque se llevaron todo lo que yo tenía, no era mucho; y cuarto, porque fui yo quien fui robado y no quien robó”.
La gratitud de Henry convirtió una situación traumática en una oportunidad para contemplar la gracia de Dios. Como hijos de Dios comprados con su sangre y esperando una herencia eterna, siempre tenemos razones para dar gracias
1 Tesalonicenses 5:18 LBLA
18 dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para vosotros en Cristo Jesús.
Permite que un corazón agradecido y centrado en el evangelio te conduzca a una comunión gozosa con el Padre.

Medita en las promesas de Dios.

Las riquezas del evangelio son demasiado grandes y gloriosas para entenderlas completamente. Solo se pueden captar de manera creciente a medida que meditamos en ellas para comprenderlas.
2 Pedro 1:4 LBLA
4 por medio de las cuales nos ha concedido sus preciosas y maravillosas promesas, a fin de que por ellas lleguéis a ser partícipes de la naturaleza divina, habiendo escapado de la corrupción que hay en el mundo por causa de la concupiscencia.
Meditar en las “preciosas y maravillosas promesas” de Dios (2 Pe. 1:4) nos llevará más profundamente en las inescrutables riquezas de Cristo y causará que el asombro brote en nuestros corazones.
Te sugiero meditar en promesas específicas para las circunstancias de tu vida: tus luchas con el pecado, tus dudas, tus relaciones, tu trabajo, etc. A medida que las promesas de Dios se apoderen de tu mente y corazón, tendrás mayor alegría.
Spurgeon comenta: “El mejor hombre que ora es el hombre que está más fielmente familiarizado con las promesas de Dios. Después de todo, la oración no es otra cosa que tomar las promesas de Dios para él, y decirle: ‘Haz lo que has dicho'”.

Oración: el camino hacia una alegría más plena en Dios

Conocer las indicaciones para la oración gozosa no es lo mismo que usarlas a diario. Debemos crecer en oración al planear tiempo para buscar a Dios diligentemente. Esto no es solo un propósito de Año Nuevo, es un propósito de la vida.
A medida que nos disciplinamos con ese objetivo, nuestra fe se fortalecerá y se enriquecerá al vivir cada vez más en Su presencia donde hay plenitud de gozo
Salmo 16:11 LBLA
11 Me darás a conocer la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo; en tu diestra, deleites para siempre.
Dios es a ala unica persona a la que no le puede ocultar algo
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