EL DISTINTIVO DEL CREYENTE

1 de Juan  •  Sermon  •  Submitted
0 ratings
· 437 views

Sermón que nos hablará de lo que debe distinguir a un verdadero creyente. Aquella persona que ha nacido de nuevo por el poder del Espíritu y la Palabra.

Notes
Transcript
Handout

I. INTRODUCCIÓN

Hola mis amados hermanos buenos días a todos!!! Espero que se hayan podido saludar (de puñito como toca ahora), hayan podido desayunar bien en sus casas y ahora preparar sus mentes, corazones y almas para recibir del alimento espiritual, La Palabra de Dios; pues las Sagradas Escrituras declara: “no sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda Palabra que sale de la boca de Dios”.
Así que hermanos, los quiero invitar a todos los que estamos aquí, y los que están en su casa, dejemos toda distracción que en este momento tengamos a nuestro alrededor. Para los que están aquí en el local, les pido que este tiempo le demos verdaderamente la reverencia y la atención necesaria. Son sólo 35 o 40 minutos. Si usa su celular para leer la Biblia, que sea por favor sólo para eso, no se distraiga con mensajes de WhatsApp, Facebook o cosas así. Por respeto al Señor y Su Santa Palabra, honremos Su presencia disponiendo nuestro corazón con atención a Su mensaje de esta mañana. Y para los que están en casa, del mismo modo les pido que se dispongan y honren al Señor con reverencia para escuchar Su Palabra en esta mañana.
El titulo del mensaje de hoy es: EL DISTINTIVO DEL CREYENTE. Como sabrán, hace 8 días iniciamos el estudio de la primera carta de Juan. Nuestro pastor nos estuvo hablando de 1 Jn 1.1-2.6. Algunos recuerdan lo que aprendimos?
Bueno, recuerden que durante la semana pueden volver a acceder a la prédica en la página de Facebook de la iglesia. Allí quedan grabadas y pueden volver a escuchar el sermón. Ninguno de nosotros tiene excusa… antes era que no se gababan, pero ahora, por la gracia de Dios, con la tecnología que tenemos, todos podemos acceder a estos recursos que quedan guardados para volver a ver y tomar notas, o estudiar de nuevo el mensaje. En fin!!
En esta mañana vamos a considerar, de acuerdo a la porción que vamos a estudiar juntos, que es 1 Jn 2.7-17, tres (3) DISTINTIVOS del Verdadero Creyente. Por su puesto, este mensaje está dirigido principalmente a personas creyentes como a inconversos, pero también a aquellos que se creen creyentes, pero que confío que hoy, con este mensaje, cada uno podamos reflexionar si realmente, al espejo de las Sagradas Escrituras, lo somos o nos estamos engañando a nosotros mismos.

II. EL AMOR FRATERNAL

El primer Distintivo del creyente es “EL AMOR FRATERNAL”. Y esto lo encontramos del vv. 7 al 11 (1 Jn 2.7-11).
1 Juan 2:7 LBLA
7 Amados, no os escribo un mandamiento nuevo, sino un mandamiento antiguo, que habéis tenido desde el principio; el mandamiento antiguo es la palabra que habéis oído.
Juan, empieza a decirle a los creyentes “amados”. Esto denota un aprecio por ellos muy especial, pues en varias ocasiones él les llama hijitos o amados. Juan se dirige con amor, pero lo hace confrontando a los creyentes con la verdad.
Al parecer, habían personas que se decían ser creyentes, pero que se habían separado de los demás, al punto en que los habían terminado odiando y siendo tropiezo. Por lo tanto, Juan, en esta parte empieza a decirles de manera paradójica: “miren hermanos: el mandamiento que yo les escribo NO es un mandamiento nuevo; de hecho ustedes ya deberían conocerlo!!! Es más, ese mandamiento ya está escrito y ustedes ya lo han oído”. Y aquí, aunque Juan, no hace una referencia directa al A.T., su audiencia sabía a qué se estaba refiriendo. El mandamiento Antiguo fue el que Dios les había dado en:
Deuteronomio 6:5 LBLA
5 Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu fuerza.
Levítico 19:18 LBLA
18 “No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino que amarás a tu prójimo como a ti mismo; yo soy el Señor.
El mismo Señor Jesús también confirmo este mandamiento Antiguo que nosotros ya hemos oído:
Marcos 12:30–31 LBLA
30 y amaras al Señor tu Dios con todo tu corazon, y con toda tu alma, y con toda tu mente, y con toda tu fuerza.” 31 El segundo es éste: “Amaras a tu projimo como a ti mismo.” No hay otro mandamiento mayor que éstos.
Todos nosotros, también ya hemos oído este mandamiento Antiguo, incluso antes de ser cristianos. Si notaron algo importante, el Señor Jesús nombra estos mandamiento como mayor a todos los demás.
La pregunta es: ¿estamos amando realmente al Señor nuestro Dios y a nuestro prójimo como nos lo dice el Señor Jesucristo?
Algunos podrían decir: “es muy difícil o podría parecer imposible”. Pero hermanos, El Señor nos ha dejado todo lo necesario para amarlo a Él de esta manera, y también a nuestro prójimo. Amar implica “acción, decisión, sacrificio, entrega, sumisión, humillarnos, obediencia”… y Dios no quiere una parte de nosotros. Él quiere TODO nuestro corazón, alma, mente y fuerza. Al mismo tiempo, nos pide amar a los demás como a nosotros mismos.
Este mandamiento, que es Antiguo, ahora se convierte en nuevo cuando Juan dice:
1 Juan 2:8 NVI
8 Por otra parte, lo que les escribo es un mandamiento nuevo, cuya verdad se manifiesta tanto en la vida de Cristo como en la de ustedes, porque la oscuridad se va desvaneciendo y ya brilla la luz verdadera.
Juan dice, que este mandamiento nuevo se manifiesta VERDADERAMENTE en Cristo, pues en su evangelio dice de la manifestación verdadera del amor de Cristo por nosotros:
Juan 13:34–35 LBLA
34 Un mandamiento nuevo os doy: que os améis los unos a los otros; que como yo os he amado, así también os améis los unos a los otros. 35 En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si os tenéis amor los unos a los otros.
Juan 15:12–13 LBLA
12 Este es mi mandamiento: que os améis los unos a los otros, así como yo os he amado. 13 Nadie tiene un amor mayor que éste: que uno dé su vida por sus amigos.
Juan añade que esta VERDAD también se evidencia en nosotros, al decir un porque… “porque las tinieblas van pasando y la luz verdadera ya está alumbrando”. El Señor Jesús dijo en:
Juan 8:12 LBLA
12 Jesús les habló otra vez, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.
Nosotros, antes de que fueramos rescatados de las tinieblas a la Luz Admirable, esto es Cristo, vivíamos en oscuridad. Lucas dice que:
Lucas 1:78–79 LBLA
78 por la entrañable misericordia de nuestro Dios, con que la Aurora nos visitará desde lo alto, 79 para dar luz a los que habitan en tinieblas y en sombra de muerte, para guiar nuestros pies en el camino de paz.
Nosotros llevábamos vidas en oscuridad, alejados de la Luz Verdadera porque nuestras obras eran malas, aborrecibles a los ojos de Dios, deleitándonos en nuestros placeres y deseos pecaminosos que no agradan a Dios.
INVITACIÓN al Evangelio: aquí quiero hablar a las personas que están en tinieblas: te consideres cristiano o no… Dios te hace está invitación (Señor guíame a hablar en ese momento). Un llamado al arrepentimiento, y la fe en Cristo
- Estás bajo la Ira de Dios.
- No sigas amando más las tinieblas: Jn 3.19-20
- Abandona tus pecados (arrepentimiento)
- Corre a los pies de Cristo (con dolor, vergüenza y humillado, Él no te rechazará).
- Pon tu fe en Él para salvación. Dios te perdonará, te hará una nueva criatura, te dará un nuevo corazón, pondrá Su Espíritu dentro de Ti.
- Tienes una enfermedad que se llama pecado: a menos que seas consciente de la enfermedad terminal en tu alma, apreciarás como un tesoro invaluable la cura que Dios te ofrece en Cristo, es decir, perdón y salvación.
Cristo vino a este mundo para darte luz, vino para guiar tus pies en el camino de paz. Y la oscuridad que hay en nuestros corazones se va desvaneciendo para que Su Luz brille.
Así que hermanos, de este primer distintivo como creyentes, EL AMOR FRATERNAL, podemos concluir lo siguiente:

1. El AMOR FRATERNAL a nuestros hermanos se manifiesta por nuestra obediencia a Dios:

Amándolo a Él con TODO y amando a nuestro prójimo como Cristo nos amo, y como a nosotros mismos.
Sí en tu vida, no hay evidencias de AMOR FRATERNAL por los hermanos de nuestra iglesia, y por las personas que no conocen a Cristo, es porque: “o no estás amando a Dios en obediencia, o no quieres amar a tú prójimo como Cristo nos amo, o no te amas a ti mismo”.

2. NO Basta con decir que “Soy cristiano o creer que estás en Cristo… sí aborreces a tu prójimo”:

Por venir a una iglesia, por leer tú biblia, por orar, por estudiar la Palabra de Dios, por servir en un ministerio, por predicar la Palabra de Dios, sí estás aborreciendo a tú prójimo.
1 Juan 2:9 LBLA
9 El que dice que está en la luz, y aborrece a su hermano, está aún en tinieblas.
Aborrecer significa odiar, sentir rabia e incluso, es cometer asesinato en nuestro corazón hacía alguien que es objeto de nuestro odio o rabia (1 Jn 3.15).
Tenemos que ser coherentes hermanos!!! Si amamos a nuestro prójimo, significa que lo estamos amando como a nuestro propio cuerpo; y nadie en su sano juicio odia o aborrece su propio cuerpo, sino que lo sustenta y lo cuida (Ef 5.29).
No basta con decir que estamos en Luz, o que somos cristianos; es necesario accionar, es necesario amar con actos sacrificiales voluntarios, determinados e incondicionales. Pues…

3. EL AMOR FRATERNAL a los hermanos es consecuencia de nuestra PERMANENCIA en Cristo, La Luz:

1 Juan 2:10 LBLA
10 El que ama a su hermano, permanece en la luz y no hay causa de tropiezo en él.
Para amar fraternalmente a nuestros hermanos, tenemos que ser persistentes en una relación con Dios. Permanecer implica: “mantenerse firme, habitar, perseverar en una actividad, persistir, vivir”… en esa relación con Cristo por medio de la oración y de Su Palabra.
Al hacer esto, no seremos causa de tropiezo para los demás.
Quiero preguntar: ¿cuántas veces nuestra tibieza espiritual, nuestro desanimo, nuestra pobre relación con Dios, ha sido causa de tropiezo para los demás?
Muchas veces cuando estamos alejados de nuestra relación con Cristo, es cuando más somos causa de tropiezo para el esposo, para la esposa, para los hijos, para los padres, para los hermanos en Cristo, para el ministerio donde servimos, para los compañeros de trabajo, para nuestros amigos, para nuestros familiares, para incluso los vecinos.
Y aquí quiero recordar sólo dos, de las muchas advertencias que nos hace las Escrituras sobre ser tropiezo para los demás:
Mateo 18:6–7 LBLA
6 Pero al que haga tropezar a uno de estos pequeñitos que creen en mí, mejor le sería que le colgaran al cuello una piedra de molino de las que mueve un asno, y que se ahogara en lo profundo del mar. 7 ¡Ay del mundo por sus piedras de tropiezo! Porque es inevitable que vengan piedras de tropiezo; pero ¡ay de aquel hombre por quien viene el tropiezo!
Podemos ser piedra de tropiezo por impedir causas justas conforme a la Palabra de Dios, y también por promover o permitir acciones pecaminosas.

III. TENER UNA RELACIÓN/CONOCER A DIOS:

El segundo distintivo de un creyente es: “CONOCER O TENER UNA RELACIÓN CON DIOS”. Esto lo leemos de los versículos 12 al 14:
1 Juan 2:12–14 LBLA
12 Os escribo a vosotros, hijos, porque vuestros pecados os han sido perdonados por su nombre. 13 Os escribo a vosotros, padres, porque conocéis al que ha sido desde el principio. Os escribo a vosotros, jóvenes, porque habéis vencido al maligno. Os he escrito a vosotros, niños, porque conocéis al Padre. 14 Os he escrito a vosotros, padres, porque conocéis al que ha sido desde el principio. Os he escrito a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes y la palabra de Dios permanece en vosotros y habéis vencido al maligno.
Juan, así como hoy en día, escribe a tres grupos de creyentes:
Hijos o hijitos: podría aquí referirse a bebes espirituales o hijos en la fe que están iniciando.
Padres: un grupo de creyentes más maduro, que están formando a jóvenes o niños pequeños en la fe.
Jóvenes: cristianos con una edad joven en años, como también una edad media en la fe, es decir no son aún muy maduros, pero tampoco son bebes espirituales.
Entre otras cosas, nuestra iglesia, podrías decires que está conformada por varios niños y jóvenes espirituales, y por muy contados padres o creyentes maduros espiritualmente.
Ahora bien, quiero que notemos un verbo, una acción que está en tiempo perfecto, activo. Es decir una acción realizada ya completada en el pasado de manera activa, y es la palabra: “conocéis”.
Esta palabra tiene la idea de conocer a alguien de manera experimental, relacionándome constantemente, incluso de manera muy cercana e íntima.
Pero ojo, no se trata de tener un conocimiento intelectual o académico de Cristo. Es conocer a Cristo de manera íntima por medio de una relación personal con él.
Juan, nos está diciendo que sin importar nuestra edad o condición espiritual debemos entender que:
Nuestros pecados han sido perdonados por el Nombre de Cristo.
Debemos conocer al que es desde el principio, esto es, a nuestro Creador y Redentor; a Cristo el Señor de la gloria.
Somos fuertes en las fuerzas de Cristo, pues mayo es el que está en nosotros, que el que está en el mundo.
La Palabra de Dios permanece, aquí está otra vez la misma palabra que leímos en el versículo 10 (1 Jn 2.10). Así que la Palabra de Dios debe vivir, morar, habitar y persistir en nuestros corazones.
Debemos entender, que nosotros hemos vencido al maligno, en virtud de la obra de Cristo a nuestro favor.
Te pregunto: ¿piensa por un momento en dónde te encuentras hoy con Dios? Eres un niño, o un joven? Ahora, quieres permanecer en esa condición indefinidamente, o quieres crecer y madurar espiritualmente?
Sí es así, entonces la manera en que Dios nos ayuda a madurar es conociendo de manera íntima al Señor, y que Su Palabra se haga vida en nuestras vidas.

IV. NO AMAR A ESTE MUNDO NI SUS COSAS:

El tercer distintivo de un creyente es NO amar al mundo NI las Cosas que están en el mundo. Lo leemos en:
1 Juan 2:15–17 LBLA
15 No améis al mundo ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. 16 Porque todo lo que hay en el mundo, la pasión de la carne, la pasión de los ojos y la arrogancia de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. 17 Y el mundo pasa, y también sus pasiones, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.
Está palabra améis en el griego significa “agapao” implica: “alguien que siente un afecto muy fuerte por el objeto de su amor”. En este caso un afecto muy fuerte por las cosas del mundo, este debería ser un amor de nosotros hacía Dios y no hacía el mundo. Juan nos advierte claramente que sí alguno ama al mundo, el amor, esto es el amor agape de Dios, no está en nosotros.
Juan NO nos está diciendo que entonces debemos vivir excluidos del mundo, tal vez como monjes tibetanos, o tal vez como ermitaños, ¡NO!, en realidad debemos tener muy presente que NO somos de este mundo, que nuestra ciudadanía es celestial, somos peregrinos que viviremos temporalmente, por lo tanto mi mirada debe estar puesto en los Cielos, donde está Cristo sentado en los lugares celestiales a la Diestra del Padre. Ahora, el versículo 16 me lleva a entender sí yo estoy amando al mundo:

Miremos algunas Evidencias de Mi Amor al Mundo:

1 Juan 2:16 LBLA
16 Porque todo lo que hay en el mundo, la pasión de la carne, la pasión de los ojos y la arrogancia de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.

1. Los Deseos/pasiones de la Carne

Mi amor al mundo se refleja en un constante y profundo deseo por el placer que produce mi carne. Nuestro Señor Jesús fue tentando en esto, porque sátanas le dijo que convirtiera en pan una piedra, ya que Él llevaba 40 días y noches ayunando, y su cuerpo tenía físicamente hambre. Sin embargo el Señor le dice que: “No sólo del pan vivirá el hombre, sino de toda palabra de Dios.” El Señor nos dejo ejemplo cuando fue tentando en su cuerpo carnal, al igual que nosotros Cristo tuvo un cuerpo con necesidades, dolores, cansancio, pero a pesar de ello, él no peco. No cedió a ese profundo deseo que tenía por comer.
¿Mis deseos pecaminosos están siendo menguados por medio de la Palabra de Dios? O estoy dejando que mis deseos me lleven a ceder a las tentaciones de satanás?
Este mundo todos los días me ofrece deseos pecaminosos, la publicidad nos incita a la fornicación con promociones del uso de preservativos, las series, películas y algunos generos musicales promueven de una manera tan ligera la promiscuidad, adulterios, fornicaciones; los lugares de entretenimiento nos incitan a ir a bares, clubes y prostíbulos donde el pecado sobre abunda.

2. Los Deseos de los Ojos

Se refiere a ese profundo deseo y placer que mis ojos producen, es decir todas aquellas cosas materiales que están en el mundo y que a mis ojos son ostentosas, hermosas, que se ven apetecibles e incluso aparentemente no tienen nada de malo.
Hoy en día la Publicidad en el mundo tiene un lema: “Todo entra por los ojos”. Todo lo hacen muy atractivo a los ojos del ser humano, incluso hay ciencias como el neuro marketing que estudian reacciones que los seres humanos tenemos frente algunas percepciones en nuestros ojos y que el cerebro las asocia con emociones, sensaciones, estímulos y demás. La T.V, el internet y la toda la publicidad en general se encarga de meterte todo por los ojos.
El Señor Jesús también fue tentado en los deseos de los ojos igual que nosotros. Sátanas lo llevo a un monte alto y le mostró todos los reinos de la tierra, le dijo que los podía tener todos sí Él (Cristo) se inclinaba y lo adoraba. El Señor nuevamente como ejemplo a nosotros, le respondió con la Palabra de Dios, y le dijo que: “sólo al Señor Tu Dios adorarás, y a Él sólo servirás”.
Hermanos no estoy diciendo que las cosas materiales sean en sí malas, lo que digo es que muchas veces terminamos dejando nos llevar por ellas, al punto que dejamos de amar, conocer, permanecer, adorar y servir a Dios. Nos olvidamos que debemos hacer tesoros en el cielo donde ni la polilla, ni el óxido lo carcomen, y tampoco el ladrón lo puede hurtar. Las cosas materiales hermanos deben ser en definitiva “UNA AÑADIDURA DE DIOS”.
Mis ojos deben estar puestos en aquel que resplandeció en mi la luz del evangelio, aquel que me trajo de las tinieblas, en las que mis ojos andaban entenebrecidos, a la luz admirable de nuestro glorioso Dios y Salvador Jesucristo.

3. La Vana Gloria de la Vida

Por último tenemos la vana gloria de la vida, esto quiere decir todo mérito, esfuerzo y confianza en sí mismo que el hombre logra en esta vida terrenal, esto lo lleva a sentirse altivo, orgulloso y presuntuoso. Aquí vemos muchas veces aquellos esfuerzos que cada uno hace con tal de lograr el éxito según el mundo, aquellas cosas que aparentemente me generan cierta confianza y seguridad, pero que en realidad me esclavizan por completo.
Ahora, notemos que también en esto el Señor Jesús fue tentado, sátanas lo llevo al pináculo del templo y le dijo que se arrojará porque Sus Ángeles lo sostendrían y no permitirían que tropezara con piedra. Sátanas quería probar a Jesucristo para que en Su orgullo y presunción espiritual, mostrará el respaldo de su Padre. Sin embargo el Señor de nuevo le responde con la Palabra de Dios, diciendo que: “Al Señor tu Dios no tentarás”.
Hacer la voluntad de Dios, nos hará permanecer, vivir y perdurar eternamente en su presencia para siempre, como lo dice el versículo 17 (1 Jn 2.17).

V. APLICACIONES:

Así que para concluir hermanos, quiero que hagamos las siguientes aplicaciones prácticas:
Me gustaría que las personas que están aquí presentes, y aquellos que nos acompañan en la transmisión, hagamos un compromiso con Dios a partir de hoy, y es que nos hagamos una autoevaluación a nuestras vidas, donde le haremos las siguientes preguntas a las personas que mejor nos conocen (esposa, esposo, hijos, padres, novia, novio, mejor amigo):
¿Mi amor Fraternal por los hermanos de la iglesia (empezando por mi familia que está en casa) se manifiesta porque busco obedecer a Dios? Sí tu respuesta es sí, pregúntale de qué manera se evidencia.
¿Has visto en mí si de manera frecuente o no aborrezco/odio o siento rabia por un hermano de la iglesia (esto incluye a tu familia creyente)? - Hagan referencia a las discusiones, ofensas, maltrato verbal, psicológico, actitudes hirientes, entre otras.
¿Mi tibieza espiritual, mi desanimo y poca permanencia en Cristo, ha sido causa de tropiezo para mi familia y/o la iglesia local? Sí la respuesta es sí, de uno o dos ejemplos de cómo ha sido causa de tropiezo.
¿Ves que soy un hombre/mujer que se esfuerza por conocer más íntimamente a Dios para obedecerle con temor o sólo vez que soy una persona que tiene mucho o poco conocimiento intelectual de Dios sin mayores frutos?
¿Observas en mi estilo de vida (comportamiento, actitudes, decisiones y pensamientos) que estoy amando más al mundo y sus cosas que a Cristo, Su Palabra, Su iglesia y mi prójimo? Sí la respuesta es sí, pregúntale en cuál de las tres áreas nota que estás mal (deseos de la carne, de los ojos o vana gloria de la vida)
Una vez hagan estás preguntas con esa persona que más y mejor los conoce, por favor escriban las respuestas en una hoja a cada pregunta y no la vayan a botar; luego oren y clamen juntos al Señor por Su perdón, Su gracia, misericordia y Su ayuda para que con determinación puedan mejorar en éstas debilidades.
Luego de un mes, a partir de este domingo, vuelvan a hacer las preguntas con la misma persona, y comparen las respuestas con la primera hoja. Esto les ayudará a mirar si hubo un progreso, si siguieron igual o si empeoraron.
Hermanos, si nosotros verdaderamente amamos a Dios, si realmente queremos llevar los DISTINTIVOS de un CREYENTE, les pido encarecidamente que hagamos esto que les estoy solicitando. Esto nos ayudará a todos a no seguir llevando vidas religiosas que no dan fruto, y poder transformar, con la ayuda del Señor, nuestras vidas a la imagen de Cristo.
Oremos...
Related Media
See more
Related Sermons
See more