Gran exhortación y advertencia.

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Leer Heb 5:11-6:8
El autor acababa de hablar de la superioridad del sacerdocio de Cristo.
En su corazón seguramente estaba el deseo de hablarles más de ese tema, pero seguramente sería como hablar de Física Cuántica con niño.
v.11 Podría decirles más al respecto, pero sería difícil que lo entendieran. ¿Por qué?
“Tardo (notrós) para oír”, como cuando una tubería está casi tapada y toma mucho tiempo para que el agua se vaya. Es interesante que no dice “sois tardos” sino “os habéis hecho”, un acto deliverado, una decisión propia. Otra manera de decirlo es por medio del dicho que todos conocemos: “No hay peor sordo que el que no quiere oír.”

Un gran exhortación: ¡Maduren!

dejando las enseñanzas elementales acerca de Cristo, avancemos hacia la madurez,” 6:1
En otras palabras, ¡dejen de ser niños!
Para madurar es necesario mejorar la alimentación.

El alimento sólido nos ayuda a madurar.

Lit. “Por causa del tiempo deberian ser maestros.” 5:12
Cuando una persona no quiere aprender, no importa cuantos años vaya a la escuela, no aprenderá mucho.
¡Esa era la condición de los Hebreos! Y esa es la condición de muchos cristianos: tienen años en Cristo, pero siguen siendo niños que necesitan aprender de nuevo lo básico, la leche.
13 No están acostumbrados al alimento sólido; por lo tanto, se indigestan cuando lo comen, no lo digieren, no absorben lo que oyen, lo desechan.
Nunca maduran porque no ponen en práctico lo que oyen. La obediencia a la Palabra (la práctica le llama aquí) es lo que nos va dando la madurez.
14 “el alimento sólido es para los maduros”, los que hacen “gimnasia de obediencia” y han aprendido a discernir lo bueno de lo malo.

Es necesario superar lo elemental.

Lo elemental es indispensable en la fe, pero no podemos quedarnos allí. Debemos avanzar en el conocimiento de Cristo y la obediencia a Él.
Es bueno que un niño aprenda las operaciones elementales como la suma, resta, multiplicación, y división; pero ellas son solamente una preparación para aprender trigonometría, cálculo, y física.
Para los Hebreos, las obras (su propio esfuerzo) eran el medio para acercarse a Dios. No habían entendido que es por fe, como lo hizo Abraham.
Los lavamientos era y sigue siendo una práctica entre ellos. Piensan que esa es la manera de lavar su impureza o sus pecados.
El escritor los desafía a dejar de ser niños y a madurar.

Madurar requiere determinación.

Y esto haremos, si Dios lo permite.” 6:3
¡Indica determinación y perseverancia! Por supuesto que sin la ayuda de Dios no podremos hacerlo.
Los versos 4-6 son de los más difíciles de entender o reconciliar con otros pasajes de la Escritura en lo que respecta a si la salvación se pierde o no. Pero hay algunas cosas que sin son claras:
Muchos recibieron iluminación para entender el evangelio.
Probaron (γεύομαι) el don celestial ( no es claro si se refiere al regalo de vida eterna). No dice “comieron” sino “probaron”, cuando te dan a probar un bocadito del pastel. ¡No te comiste el pastel!
Gustaron (γεύομαι) la buena palabra de Dios.
Abandonaron (trad. cayeron) la relación. παραπίπτω significa “abandonar una relación o asociación, alejarse.
Galatians 5:4 LBLA
De Cristo os habéis separado, vosotros que procuráis ser justificados por la ley; de la gracia habéis caído.
“caído” (ἐκπίπτω): estar fuera de la relación, estado, o experiencia.
Así como el atleta que quiere ganar una medalla olímpica tiene que tener la determinación para mantener la discíplina que ganar dicha medalla demanda (alimento, ejercicio, reglas, etc.), así el creyente que quiere madurar debe mostrar mayor determinación.

Una seria advertencia.

No endurezcan su corazón.

es imposible renovarlos otra vez para arrepentimiento,” 6:6
Cada acto de rechazo a la voz del Espíritu produce un corazón menos sensible al punto que llega un momento en que toda la sensibilidad se pierde.
Eso es lo que les sucedió a aquellos que en un momento determinado clamaron conocer a Dios, asistieron a una iglesia, gozaron de bendición, pero se alejaron de aquel que les mostró gracia (ἐκπίπτω), pero que ahora Dios no juega ningún papel en sus vidas.
Ese alejamiento fue gradual y, cuando se dieron cuenta, estaban muy lejos de Dios. Cuando la nueva generación de Hebreos, antes de entrar a la Tierra Prometida, escuchó el Deuternomio, prometieron hacer todo lo que decía. Pero se fueron alejando de Dios poco a poco y terminaron cautivos en Asiria y Babilonia.
Citando el AT, el escritor les ha estado recordando esa dureza de corazón y le ha exhortado repetidamente:
“SI OIS HOY SU VOZ, ENDUREZCAIS VUESTROS CORAZONES.” 3:7-8, 15; 4:7
Si dejan que su corazón se endurezca, su fin será la destrucción.

Su fin será la destrucción.

La tierra que bebe la lluvia y “produce espinos y abrojos no vale nada, está próxima a ser maldecida, y termina por ser quemada (Lit. su fin es para quemarse).
La ilustración que este verso presenta, aclara que el autor no se refería a verdaderos creyentes porque la salvación es una obra de Dios que no puede ser revertida, sino a personas que de labios profesaron fe.
En varias ocasiones, el Señor Jesús se refirió en términos similares al destino de los hijos del maligno:
Matthew 3:12 LBLA
El bieldo está en su mano y limpiará completamente su era; y recogerá su trigo en el granero, pero quemará la paja en fuego inextinguible.
Matthew 13:30 LBLA
“Dejad que ambos crezcan juntos hasta la siega; y al tiempo de la siega diré a los segadores: ‘Recoged primero la cizaña y atadla en manojos para quemarla, pero el trigo recogedlo en mi granero.’ ”
Matthew 13:40 LBLA
Por tanto, así como la cizaña se recoge y se quema en el fuego, de la misma manera será en el fin del mundo.
John 15:6 LBLA
Si alguno no permanece en mí, es echado fuera como un sarmiento y se seca; y los recogen, los echan al fuego y se queman.
Tres razones son dadas para que Dios tome tal acción:
1- “es imposible renovarlos”. De esto hablamos hace un momento.
2- “de nuevo crucifican para si mismos al Hijo de Dios
Se puede entender como un desprecio del sacrificio de Hijo por los pecadores, en el sentido de pensar que podemos vivir como querramos, al cabo que Dios nos perdona.
3- “exponen [al Hijo de Dios] a la ignominia pública.
Su conducta pone en verguenza el nombre y la obra de Jesucristo. Decir soy creyente de Jesús nos hace responsables de vivir una vida que refleje la presencia de Cristo en nosotros. “Un árbol bueno no puede producir frutos malos, y un árbol malo no puede producir frutos buenos; por sus frutos los conoceréis.”
Estas verdades deberían hacer que nos preguntemos si somos como los descritos aquí o si verdaderamente hemos creído:
2 Corinthians 13:5 LBLA
Poneos a prueba para ver si estáis en la fe; examinaos a vosotros mismos. ¿O no os reconocéis a vosotros mismos que Jesucristo está en vosotros, a menos de que en verdad no paséis la prueba?
y que nos preguntemos: ¿Cómo es nuestra dieta espiritual? ¿Seguimos alimentándonos de leche? o ¿Nos alimentamos diariamente de alimento sólido?
¿Estamos más cerca del Señor que cuando creímos o nos hemos alejado un poco?
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