Lo que es de Cesar y lo que es de Dios

Lucas  •  Sermon  •  Submitted
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Existen dos esferas de gobiernos; el gobierno civil donde las autoridades son puestas por Dios y el creyente debe obedecerlas como parte de su testimonio cristiano, y la esfera del Gobierno de Dios que se encuentra por encima de todas las esferas de autoridad.

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Lc 20:19 Procuraban los principales sacerdotes y los escribas echarle mano en aquella hora, porque comprendieron que contra ellos había dicho esta parábola; pero temieron al pueblo. 20 Y acechándole enviaron espías que se simulasen justos, a fin de sorprenderle en alguna palabra, para entregarle al poder y autoridad del gobernador. 21 Y le preguntaron, diciendo: Maestro, sabemos que dices y enseñas rectamente, y que no haces acepción de persona, sino que enseñas el camino de Dios con verdad. 22 ¿Nos es lícito dar tributo a César, o no? 23 Mas él, comprendiendo la astucia de ellos, les dijo: ¿Por qué me tentáis? 24 Mostradme la moneda. ¿De quién tiene la imagen y la inscripción? Y respondiendo dijeron: De César. 25 Entonces les dijo: Pues dad a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios. 26 Y no pudieron sorprenderle en palabra alguna delante del pueblo, sino que maravillados de su respuesta, callaron.

INTRODUCCIÓN.

El día de hoy el mundo entero esta enfrentado una crisis repleta de confusión social, economica, politica, cultural y de valores que, podemos ver en protestas, queja y una constante insinuación a la rebeldía contra las autoridades establecidas.
Vemos como ciudadanos alrededor del mundo, se oponen contra sus propios gobiernos, sus empleadores, en los hogares, incluso en las iglesias, etc; todos en la misma sintonía: la exigencia de mantener sus derechos legítimos.
En medio de este clima de exacerbación y reclamos (justos aparentes) en en cual vivimos; La Escritura se levanta una vez más como un faro de luz para guiarnos sobre estos asuntos.
No debemos perder de vista, que este pasaje, esta en el contexto de los últimos días de Jesús y tiene que ver con los sucesos referidos en el templo (la purificación del templo, las preguntas sobre su autoridad por parte de las autoridades religiosas y la parábola de los labradores malvados).
Mientras el pueblo lo escuchaba de buena gana, los líderes religiosos de Israel se negaban completamente a reconocer su autoridad, reclamaban por sus derechos y su posición como promotores de la justicia, la verdad y la ley; pero sus vidas realmente distaban de eso que presumían.
Ellos mismos eran su autoridad máxima, se levantaban aún por encima del gobierno civil de su época, eran incapaces de reconocer el gobierno humano, y al mismo tiempo eran tambien incapaces de reconocer el gobierno de Dios sobre sus vidas, por medio de su Hijo Jesús, quien estaba frente a ellos.
Esta historia, se vuelve a repetir en nuestros días: personas que se niegan a obedecer cualquier clase de autoridad que este por encima de ellos, (ya sea paternal, civil, gubernamental, religiosa, pero sobre todo la divina) y se olvidan de los deberes establecidos por Dios para la convivencia ordenada en nuestra vida en la tierra.
Lc 20:19 Procuraban los principales sacerdotes y los escribas echarle mano en aquella hora, porque comprendieron que contra ellos había dicho esta parábola; pero temieron al pueblo.
Después de la narración de la parábola de los labradores malvados por Jesús, los principales sacerdotes, los escribas y los fariseos; entendieron claramente que se refería a ellos.
Cuantas veces el Señor nos habla claramente y entendemos que la palabra nos ha hablado claramente, pero reaccionamos como ellos, con queja, con amargura, con rechazo, en lugar de abrazar la exhortación que el Señor nos hace como a hijo.
Debemos darnos cuenta, que no era el pueblo quien quería destruir a Jesús, sino sus dirigentes, los que enseñaban las escrituras, los que estaban cerca de la Palabra de Dios.
Procuraban = deseaba con la intención de obtener, tiene el sentido de hacer algo hasta alcanzarlo.
LBLA Lc 19:47 Y enseñaba diariamente en el templo, pero los principales sacerdotes, los escribas y los más prominentes del pueblo procuraban matarle; 48 y no encontraban la manera de hacerlo, porque todo el pueblo estaba pendiente de El, escuchándole.
Los principales enemigos de Jesús no están fuera de la iglesia, son los que están dentro.
Lc 20:20 Y acechándo (Vigilar) le enviaron espías que se simulasen justos, a fin de sorprenderle en alguna palabra, para entregarle al poder y autoridad del gobernador.
Como su estrategia de confrontación directa no les funciono, tomaron otra táctica, la de la adulación (alabanza exagerada e interesada), el halago mentiroso. Todos ellos era un plan siniestro contra Jesús.
Ellos como ya se habían confrontado directamente con Jesús, por supuesto que ya no irían, por lo tanto enviaron a unos espías.
¿Quienes eran esos espías?
Mr 12:13 Y le enviaron algunos de los fariseos (Mt 22.16 que eran sus discípulos) y de los herodianos, para que le sorprendiesen en alguna palabra.
Fariseos: este no solo era una secta religiosa, tambien era una clase de partido politico. Junto con los saduceos, los esenios y los zelotes. Los más celosos de guardar las tradiciones y la ley de Moisés.
Herodianos: Este era un partido político adicto a Herodes y a su desendencia. Herodes había alcanzado mantener el gobiernos sobre Judea gracias al apoyo de Roma, por lo tanto ellos veían con buenos ojos el poder romano, y sostenían que los tributos que establecía el emperador eran justo a diferencia de los fariseos.
El hecho que estos dos grupos antagónicos entre si mismo estuvieran juntos, resultaba una cosa totalmente increíble, sin embrago a pesar de ser tan diferentes, tenían una cosa en común: Ambos estaban completamente opuestos a Jesús, porque el atentaba directamente contra sus propios intereses.
Es así como podemos ver como causas que son completamente contrarías se pueden unir con el fin de rechazar a Jesús. (las marchas por los derechos de los animales y las feministas por aborto conviven juntas).
Simulasen que eran justos = LBLA, Que fingieran ser Justos (estos hombres estaban representando algo que no eran), estaban tratando de hacer creer con sus palabras, gestos, acciones; que tenían una preocupación real y buscaban un consejo.
¿Cuando te acercas a pedir un consejo, eres realmente sincero, o estas fingiendo?
¿Cuando preguntas por la necesidad de un hermano, eres realmente sincero, o solo te quieres enterar para satisfacer tu curiosidad?
¿Cuando te acercas al Señor, cuando vienes a la reunión, cuando levantas tus manos, cuando cierras tus ojos, cuando cantas o aplaudes, realmente eres sincero con Cristo?, o ¿simplemente esta fingiendo o simulando ser justo?
Estos hombres parecían por fuera Justos, pero por dentro sus planes eran perversos. “a fin de sorprenderle en alguna palabra, para entregarle al poder y autoridad del gobernador.”
Los mayores enemigos de Jesús no están fuera sino dentro del templo.
La intención era sorprender a Jesús en cualquier declaración comprometedora, a fin de entregarlo al gobernador.
Ellos había ya trazado el plan, no se ensuciarían las manos con la sangre Justa de Jesús, sino que dejarían que los romanos fueran quienes lo castigaran. (Que plan tan astuto y tan perverso a la vez).
Estos hombres justos y honorable; en realidad eran unos tramposos desleales y mentirosos empedernidos.
PDT Sal 55:20 Quién antes era amigo, ataca ahora y no cumple sus promesas. 21 Recurren a palabras tan blandas como la mantequilla, pero en realidad en su mente están planeando la guerra. Emplean palabras suaves como el aceite, pero en realidad son espadas desenvainadas.
Debemos examinar nuestro corazón siempre para discernir con que intención hacemos las cosas, no sea que seamos hallados que estamos fingiendo aun cuando por fuera tengamos apariencia de piedad.
No son las palabras de los labios la pruebas amor por Cristo, por sus iglesia y por los hermanos lo que muestra nuestro compromiso con Jesús y su reino, sino son las acciones diarias las que revelan verdaderamente el carácter del que ama verdaderamente a Dios y la iglesia.
Lc 20:21 Y le preguntaron, diciendo: Maestro, sabemos que dices y enseñas rectamente, y que no haces acepción de persona, sino que enseñas el camino de Dios con verdad.
Estos hombres intentaron comenzar a adular a Jesús para hacerlo caer en su trampa, al llamarle Maestro.
La realidad es que Jesús efectivamente era un Maestro, que era el titulo que recibían los rabinos de su tiempo, sino que el era y es el verdadero maestro que muestra la verdad de Dios tal cual es.
A diferencia de cualquiera de nosotros, Jesús nunca ajusto su mensaje o sus respuestas en base lo que otros le decían mientras hablaban con el o con quien hablaba.
Cristo nunca comprometió el mensaje para que les fuera agradable a los oyentes, para que fuera popular o para ganar seguidores, sino siempre enseño lo recto. (Es decir el arrepentimiento y el reconocimiento del Señorío suyo sobre la vida del pecador es el único camino de vuelta al Padre).
Jn 14:6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
Nadie, a lo largo de toda la historia ha hecho una afirmación de tal contundencia y tan radical como la de Jesús. Él nunca sacrifico la verdad en arras de la popularidad.
Por eso es que Jesús hablaba con autoridad, porque su vida era coherente entre su hablar y su actuar.
Muchas veces el testimonio de la verdad queda comprometido por parte nuestra por la falta de integridad con la cual nos conducimos. La gente no puede creer en el evangelio, simplemente porque no es una realidad en nuestra propia vida.
Aunque estos hombre quisieron adular a Jesús con sus palabras, la realidad es que estaban simplemente declarando la verdad sobre de el.
Trataban de tentar a Jesús, pero ellos mismos estaban reconociendo los atributos que Jesús poseía en si mismo.
Debemos tambien nosotros evitar caer ese engañoso juego de la adulación, sea sinceras o no la palabras de otros, no debemos de diluir la exhortación, la confrontación contra el pecado, por el hecho de que otros nos exalten.
Lc 20:22 ¿Nos es lícito dar tributo a César, o no?
¿Qué de malo tenía la pregunta?
¿Es acaso que Dios prohibe que se paguen impuestos?
Barclay William:El tributo al César era un impuesto de un denario por cabeza que tenían que pagar todos los varones de 14 a 65 años y todas las mujeres de 12 a 65, simplemente por el privilegio de existir. Este tributo era una cuestión polémica entre los judíos, y ya había sido la causa de más de una rebelión. No era una mera cuestión económica, sino que se consideraba como una imposición ofensiva”
Existía la posición radical de algunos judíos sobre el pago de este impuesto, ya que ellos consideraban que solo Dios era su rey y el pagar este impuesto era contrario su religión.
Pero la pregunta de estos hombres no pretendía una respuesta legítima sobre la validez o no de los impuestos, sino era un trampa para atrapar a Jesús.
La pregunta tienen la intención de poner a Jesús en el centro de un debate ético; ¿Dios esta de acuerdo en su ley con que se le paguen los impuestos que exige la ley de Roma?
Si la respuesta de afirmativa que era licito pagar impuestos a cesar, muchos de los que le estaban escuchando se volverían en su contra, lo considerarían un traidor, un sirviente de Roma;
Mientras que si se pronunciaba a favor de no pagarlo por considerar que la naturaleza del tal impuesto era realmente injusta, los herodianos quienes apoyaban el dominio romano sobre palestina, serían los primeros en acusarle con el procurador para que este tomara cartas sobre el asunto sobre este “sedicioso” hombre que persuadía a la nación a rebelarse contra Roma”
Era una trampa que parecía sin salida, que por fin habían logrado atrapar a Jesús, pero el contesto en sus propios términos a la pregunta.
Lc 20:23 Mas él, comprendiendo la astucia* (NBV malas intensiones; NTV se dio cuenta de la trampa), de ellos, les dijo: ¿Por qué me tentáis?
Astucia = panourgia; astucia malicia; sentido:engaño que usualmente caracteriza a un carácter especialmente malvado.
LBLA Mt 22:18 Pero Jesús, conociendo su malicia, dijo: ¿Por qué me ponéis a prueba, hipócritas?
Después de todo; todas esas palabras agradables y dulces que habían pronunciado contra Jesús, tenía realmente un veneno mortal escondido, sonaban piadosas a los oíos a primera vista; pero su verdadera intensión era destruir a Jesús.
Estas palabras salían desde la misma boca del Infierno y eran inspiradas por el propios Satanás.
Cuánto cuidado deben tener nuestras palabras, cuan dulces pueden sonar a los oídos de otros, pero cuan llenas de veneno mortal pueden contener.
No eran los gentiles quienes lo lisonjeaban, eran quienes conocían las escrituras, quienes con sutileza pretendían destruirle.
No son las palabras que dices, no son en ocasiones ni forma y el como las dices, sino la intención con la que las dices. (Familia, iglesia, etc.)
Lc 20:24 Mostradme la moneda. ¿De quién tiene la imagen y la inscripción? Y respondiendo dijeron: De César.
La moneda que le mostraron a Jesús fue un denario, una moneda pequeña de plata de uso corriente en el imperio romano, que era igual al salario diario de un obrero.
El emperador en los días de Jesús era Tiberio, el denario tenía gravado de un lado la imagen de su rostro y del otro lado una imagen de él sentado en su trono usando una diadema y vestido como sacerdote. Con la siguientes leyendas; en el anverso; TIBERIO CESAR AUGUSTO; en el reverso; SUMO SACERDOTE (SUMO PONTIFICE).
Los cesares romanos pretendían tomar un lugar divino, buscaban ser adorados por los habitantes del imperio y muestra de eso se reflejaba en sus imágenes en las monedas.
Lc 20:25 Entonces les dijo: Pues dad a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios.
¿Será acaso que Jesús estaba evadiendo la pregunta con su respuesta?
Claro que no, el Señor lo que estaba dado en medio de su sencilla respuesta es una profunda verdad.
Jesús dejo muy en claro que todos los hombres de todas las épocas tienen deberes que cumplir, es decir hay un deber para con el gobierno humano (estado), pero tambien existe un deber que el hombre tiene hacía Dios.
Dad = apodidomi; pagar, cumplir, devolver, entregar.
Honrar a Jesús no significa deshonrar a quienes Dios a puesto en las esferas del gobierno negándose a pagar los impuestos, no desacatando las leyes.
Gracias a las contribuciones que hacemos hacia el estado, es que podemos tener luz, agua, caminos, protección, podemos gozar de una vida en una sociedad más o menos organizada.
LBLA Ro 13.1 Sométase toda persona a las autoridades que gobiernan; porque no hay autoridad sino de Dios, y las que existen, por Dios son constituidas. 2 Por consiguiente, el que resiste a la autoridad, a lo ordenado por Dios se ha opuesto; y los que se han opuesto, sobre sí recibirán condenación.
Someter : hypotasso; someter, subordinar, sujetar, obedecer, estar bajo la autoridad.
El día de hoy lo que menos vemos en la gente es el deseo de sujetarse a las autoridades civiles, como no están de acuerdo con el gobernante, simplemente no quieren obedecer (marchas, plantones, desobedecen, salen sin el cubre-bocas, etc).
Aun cuando el gobierno que este actualmente no concuerde con nuestras referencia, el Cristino no esta llamado a la desobediencia civil deliberada.
Resistirse a la autoridad, la reglamentación, a las normas, a las medias que el los gobiernos impongan, es una rebeldía franca también contra Dios.
Toda persona que vive bajo un estado y goza de ciertos beneficios, no puede eludir sus responsabilidades, mucho menos aquellos que dicen ser creyentes.
LBLA Ro 13:3 Porque los gobernantes no son motivo de temor para los de buena conducta, sino para el que hace el mal. ¿Deseas, pues, no temer a la autoridad? Haz lo bueno y tendrás elogios de ella, 4 pues es para ti un ministro de Dios para bien. Pero si haces lo malo, teme; porque no en vano lleva la espada, pues ministro es de Dios, un vengador que castiga al que practica lo malo.
Cuanto mejor cristianos seamos, mejores ciudadanos seremos.
Nos quejamos que el gobierno no hace, no cumple con sus responsabilidades, cuando la parte que nos toca a nosotros hacer la evitamos a toda costa. (El buen fin).
LBLA Ro 13:5 Por tanto, es necesario someterse, no sólo por razón del castigo, sino también por causa de la conciencia. 6 Pues por esto también pagáis impuestos, porque los gobernantes son servidores de Dios, dedicados precisamente a esto. 7 Pagad a todos lo que debáis; al que impuesto, impuesto; al que tributo, tributo; al que temor, temor; al que honor, honor.
Cristo es la máxima autoridad que gobierna sobre el mundo entero, sin embargo, el ha delegado en diferentes esferas, parte de su autoridad, entre las que están las autoridades civiles, a las cuales estamos llamados a obedecer, y tambien a orar por ellas.
1 Ti 2:1 Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres; 2 por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad. 3Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador,
Nuestro deber como Cristianos, no solo implica obedecer a nuestras autoridades civiles, sino incluso tambien orar constantemente por ellas.
Pablo no le dice a Timoteo que se queje, que las desobedezca, sino más bien que ore por ellas.
Pero por desgracia, hoy lo que más hacemos es todos lo contrario, quejarnos, reclamar, desobedecer, antes que orar.
Hendriksen William: “La queja de los judíos no era válida, los romanos cumplían con sus obligaciones al gobernar, proporcionaban paz, seguridad, protección a los habitantes de todo el imperio. Promocionaban la infraestructura necesaria (caminos, puertos, ciudades, etc.) para el movimiento de la economía, por lo tanto era lógico y razonablemente correcto esperar el pago de los impuestos por parte de los habitantes que pertenecía al imperio”.
Lo mismo es valido el día de hoy: Jesús ordena que sus discípulos se sometan, al gobierno terrenal
1 P 2:11 Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma, 12 manteniendo buena vuestra manera de vivir entre los gentiles; para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, glorifiquen a Dios en el día de la visitación, al considerar vuestras buenas obras.
(Somos ciudadanos del cielo, pero temporalmente vivimos en esta tierra).
1 P 2:13 Por causa del Señor someteos a toda institución humana, ya sea al rey, como a superior, 14 ya a los gobernadores, como por él enviados para castigo de los malhechores y alabanza de los que hacen bien. 15 Porque esta es la voluntad de Dios: que haciendo bien, hagáis callar la ignorancia de los hombres insensatos; 16 como libres, pero no como los que tienen la libertad como pretexto para hacer lo malo, sino como siervos de Dios.
No importa que clase se gobierno es el cual vivimos, (democracia o dictadura), Dios no ha llamado a obedecer a las autoridades civiles y de gobierno.
Dios ha delegado su autoridad en las esferas civiles para mantener el orden, de lo contrario viviríamos en una anarquía (si asi estamos como estamos).
1 P 2:17 Honrad a todos. Amad a los hermanos. Temed a Dios. Honrad al rey.
¿Es entonces que debemos hacer todo lo que la autoridad civil no indique, aunque vaya en contra de nuestra fe?
Es precisamente que en las sencillas palabras de Jesús encontramos la otra parte de la verdad, asi como en una moneda que tiene dos caras.
Las palabras de Jesús ponen un limite a la autoridad y la competencia de las autoridades civiles.
La moneda tenía la imagen de Cesar, en ella el se presentaba así mismo como objeto de adoración, pero Jesús estaba diciendo: “Cesar tiene autoridad e influencia hasta cierto punto que se le ha conferido, pero el no es es digno de adoración”.
Cuando Jesús añadió la frase “y a Dios lo que es de Dios”; Jesús estaba enfatizando como hay cierta honra que se le debe dar al gobierno civil, hay un deber más alto hacía Dios de parte de todos los hombres.
Jesús esta diciendo que todo servicio, gratitud, honra y gloria, se debe a Dios, se le debe atribuir continua y completamente a él.
Nada se debe retenérsele a Dios

Dios merece Gloria a su nombre

Sal 29:1 Tributad a Jehová, oh hijos de los poderosos, Dad a Jehová la gloria y el poder. 2 Dad a Jehová la gloria debida a su nombre; Adorad a Jehová en la hermosura de la santidad.
Significa venir a darle el reconocimiento más alto que se le puede dar a alguien o a algo, No hay nadie más alto que Jesús.

Dios merece toda la alabanza.

Sal 95:1 Venid (acercarnos, avanzar hacia el), aclamemos alegremente (Gritar de alegría, producir una canción con la voz como respuesta de alegría) a Jehová; Cantemos con júbilo (hacer un ruido fuerte) a la roca de nuestra salvación. 2 Lleguemos ante su presencia con alabanza (salir al encuentro, preparase para una reunión especial para estar frente a el); Aclamémosle con cánticos. 3 Porque Jehová es Dios grande, Y Rey grande sobre todos los dioses.
Podemos emocionarnos con un partido de fut-ball, una película, pero frente al Señor somos los más fríos.

Jesús es digno de toda adoración.

Sal 95:6 Venid, adoremos (postrarse) y postrémonos (ponerse en una postura de sumisión, de humildad, de quebrantamiento); Arrodillémonos (esta es la acción física fruto de un corazón quebrantado humillado, de reverencia y sumisión) delante de Jehová nuestro Hacedor. 7 Porque él es nuestro Dios; Nosotros el pueblo de su prado, y ovejas de su mano.

Jesús es digno que le cantemos solamente a él.

Sal 96:1 Cantad a Jehová cántico nuevo; (singular, único) Cantad a Jehová, toda la tierra. 2 Cantad a Jehová, bendecid (hablar palabras excelentes) su nombre; Anunciad (declarar con autoridad) de día en día su salvación. 3 Proclamad entre las naciones su gloria, En todos los pueblos sus maravillas. 4 Porque grande es Jehová, y digno de suprema alabanza (hablar bien de el); Temible sobre todos los dioses. 5 Porque todos los dioses de los pueblos son ídolos; Pero Jehová hizo los cielos.
Se le canta al caballo, a la novia, al perro, al desamor, y ahí le subimos a todo el volumen que nos vecinos escuchen, pero cuando se trata de alabar a Jesús, simplemente cerramos la boca.

Dios es digno de todo nuestro agradecimiento.

LBLA Sal 103:1 Bendice, (expresión de agradecimiento) alma mía, al Señor, y bendiga todo mi ser su santo nombre. 2 Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides ninguno de sus beneficios. 3 El es el que perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus enfermedades; 4 el que rescata de la fosa tu vida, el que te corona de bondad y compasión; 5 el que colma de bienes tus años, para que tu juventud se renueve como el águila.

Todo lo que hagamos debemos hacerlo para la gloria de Dios.

1 Co 10:31 Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios.
Una vida que no este dandole a Dios no que es debido, simplemente estamos en la misma condición de los conspiradores que asechaban a Jesús.
Le estamos robando, le estamos mintiendo, le estamos rechazando
Los denarios tenían la imagen de Cesar, lo que representaba que le pertenecían; los hombres hemos sido hechos a imagen de Dios, por tanto somos de su pertenencia, por lo tanto no hay razón por la cual no debemos entregarle nuestra vida completamente al Señor.
Él es el dueño de nuestra vida, por lo tanto cualquier negativa a rendirnos a el, es un acto de rebeldía contra su autoridad y gobierno.
Jesús estaba tambien rechazado la pretensión misma de cesar hecha en la moneda de tomar más autoridad de la que le había sido conferida. El alcance de su autoridad estaba en el terreno del reino físico, pero el buscaba ya la adoración que solo le compete a Dios, al tomarse atribuciones como sumo sacerdote.
En su soberanía Dios establece gobiernos, pero ninguno de ellos esta por encima del suyo. Dios nos manda a respetar las esferas de autoridad establecidas por el, mientras que estas no choquen y contrapongan la su voluntad divina.
Cuando el gobierno atenta de forma abierta y deliberada contra los principios de la Palabra de Dios, o prohibe determinantemente no obedecerla, Dios establece que debemos obedecerle a el antes que a los hombres.
Hch 5:29 Mas respondiendo Pedro y los apóstoles, dijeron: Debemos obedecer a Dios antes que a los hombres.
La Escritura no nos insta a desobedecer de manera beligerante las instrucciones de las autoridades, sino a obedecerlas normas que no violentan la Palabra de Dios.
El congregarnos de forma reducida, usar el cubre-bocas, aplicar las medidas de salud, pagar nuestros impuestos, contribuciones y derechos, no violentan los principios de la palabra de Dios, por lo que como Cristianos estamos llamados a presentar obediencia a nuestra autoridades,
Lc 20:26 Y no pudieron sorprenderle en palabra alguna delante del pueblo, sino que maravillados de su respuesta, callaron.
Los espías falsos, se retiraron simplemente avergonzados de sus malas intenciones, nunca esperaron recibir este tipo de respuesta de parte de Jesús.
El creyente debe dar testimonio al mundo de su conversión como una buen ciudadano, al mismo tiempo que es un servidor de Dios, tambien sirve a su país a su estado a su municipio.
Un creyente debe aprender a establecer sus prioridades, darle a Dios lo que el se merecer primeramente, pero al mismo tiempo toma el balance para cumplir con sus deberes civiles.
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