EL GOZO DE SER PERDONADOS (2da parte)
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Intro
Repaso de la lección anterior.
La raíz de la infelicidad no es el dolor, porque podemos sentir gozo aun cuando estamos pasando situaciones difíciles. La raíz es el pecado (v.1-2). Nadie puede ser feliz mientras vive en el pecado. Dios envió a su Hijo Jesucristo para liberarnos del poder y la maldición del pecado. Para eso debemos arrepentirnos y confiar en Jesús. Si aun así somos infelices es porque no hemos entendido el significados de haber sido perdonados de todos nuestros pecados y de las riquezas espirituales que tenemos en Cristo Jesús.
El pecado nunca produce verdadera felicidad, solo una sensación de felicidad momentánea.
veamos la segunda mitad del salmo 32
III. El alma perdonada no deja de buscar a Dios v. 6-7
III. El alma perdonada no deja de buscar a Dios v. 6-7
“santo” = (ḥā·sîḏ) fiel, misericordioso, alguien que muestra amor leal a la misericordia de Dios.
No dejemos de aprovechar el tiempo indicado para buscar a Dios v.6a
Is 55:6
Es natural de un alma renovada que no deje de buscar a Dios.
Solo en Dios encontramos refugio cuando lo buscamos v.6b-7a
David reconoce que habrá dificultades “inundación de muchas aguas” pero Dios preservará su vida.
Dios no solo te perdona, también promete su protección para quienes confiesan su pecado (cp. Sal 46:1-3)
“angustia” = angosto, presión.
No estamos libres del dolor, pero podemos ser triunfantes v.7b
David está dispuesto a cantar con fuerza lleno de gozo exuberante porque entendió el perdón que recibió.
Moisés y el pueblo luego de ser liberados de la esclavitud sufrieron la amenaza del ejercito de Faraón, pero fueron ayudados por Dios y elevaron cantos de victoria (Ex 15:1)
Débora y Barac alabaron a Dios con cánticos por haber sido ayudados por Dios (Jue 5:1-3)
David cantaba por la liberación que Dios le daba (Sal 40:3)
Cuando buscamos a Dios en oración, nuestra alma se regocija y siempre encuentra razones para alabarlo.
Hay una victoria mayor que nos ha dado Dios, y es victoria sobre el la muerte y el pecado. LEER 1Co 15:55-57 Entonces porque no confesar nuestros pecados a Dios?
David experimentó la gracia de Dios y ahora aconseja a otros a buscar a Dios para disfrutar de esa gracia. No sean como el caballo o el mulo que fuí.
IV. El alma perdonada está pronto a obedecer a Dios v.8-9
IV. El alma perdonada está pronto a obedecer a Dios v.8-9
Dios, no solo perdona, protege, y acompaña, también te guía. v.8
Dios nos enseña el camino por el cual debemos andar, la forma de vida que debemos tener.
Dios por medio de su Espíritu Santo es quien enseña y mueve al hombre arrepentirse de su pecado (Jn 16:8) .
Dios, también, cambia el corazón y la voluntad para ser obedientes.
Para que sea útil un caballo, primero se debe someter la voluntad del animal. De lo contrario no será útil.
Para ser útiles a Dios, primero Él someterá nuestra voluntad a la suya.
El hombre a veces se comporta como el mulo y el caballo, animales sin entendimiento. Pero Dios quiere guiarnos a Él para disfrutar de su misericordia, y a veces va tener que jalar del cabestro.
somos tan tontos que no queremos recibir lo que Dios nos está ofreciendo de manera gratuita. Preferimos aquello que traerá solo más dolor y angustia.
V. El alma perdonada se regocija en Dios v.10-11
V. El alma perdonada se regocija en Dios v.10-11
El hombre sin Cristo está perdido en el pecado por tanto va camino a algo peor v.10a
El hombre que espera en Dios, disfruta de la misericordia (hesed, amor leal).
El hombre que confía en Dios su vida está lleno de alabanzas.
La alegría llega al corazón del hombre que confía en Dios, porque sabe de donde le ha sacado y a donde está siendo conducido.
Quien vive alabando a Dios, no anda maldiciendo a las personas.
APLICACIÓN:
APLICACIÓN:
Confiesa y arrepiéntete de tus pecados.
Confía en Dios, solo Él es la única solución para el pecado.
No dejes de buscar a Dios y seguirlo en obediencia.
Las aflicciones son como un horno caliente que quita las escorias para ser santificado en Cristo.