Ingenuidad o Discernimiento Espiritual

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EL RETO DE LA INGENUIDAD O EL DISCERNIMIENTO ESPIRITUAL

1 Juan 4.1–6 LBLA
1 Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus para ver si son de Dios, porque muchos falsos profetas han salido al mundo. 2 En esto conocéis el Espíritu de Dios: todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios; 3 y todo espíritu que no confiesa a Jesús, no es de Dios; y este es el espíritu del anticristo, del cual habéis oído que viene, y que ahora ya está en el mundo. 4 Hijos míos, vosotros sois de Dios y los habéis vencido, porque mayor es el que está en vosotros que el que está en el mundo. 5 Ellos son del mundo; por eso hablan de parte del mundo, y el mundo los oye. 6 Nosotros somos de Dios; el que conoce a Dios, nos oye; el que no es de Dios, no nos oye. En esto conocemos el espíritu de la verdad y el espíritu del error.

BOSQUEJO: DOS MANDATOS, UNA VERDAD Y DOS ESPÍRITUS. 1. PRIMER MANDATO: NO CREER A TODO ESPÍRITU. 2. SEGUNDO MANDATO: PROBAD LOS ESPÍRITUS. 3. UNA VERDAD: JESUCRISTO ES DIOS ENCARNADO. 4. DOS ESPÍRITUS: EL ESPÍRITU DEL ANTICRISTO Y EL ESPÍRITU DE LA VERDAD.

PRIMER MANDATO: NO CREER A TODO ESPÍRITU. 1 Amados, no creáis a todo espíritu,

El costo de la ingenuidad espiritual es muy alto, tanto para la iglesia en general como para el creyente en lo individual.
Para la iglesia el costo es permitir que la falsa enseñanza permee o se introduzca y viva dividiendo a las distintas congregaciones.
Para el creyente, el costo es que lo puede llevar a la herejía y en algunos casos a la apostasía.
Cuando el Apóstol Juan se dirige a su audiencia original con la palabra amados (agapëtoi) es que los está identificando como hijos espirituales, como creyentes verdaderos, por eso la advertencia aquí es para ellos, los creyentes, una advertencia contra la ingenuidad espiritual en forma de mandato.
Comentario al Texto Griego del Nuevo Testamento: 6 Tomos en 1 Capítulo 4

No creáis a todo espíritu (më panti pneumati pisteuete). «Dejad de creer», por cuanto estaban siendo evidentemente arrastrados por los espíritus de error que se levantaban en medio de ellos, tanto los gnósticos docetistas como los cerintios. La credulidad implica tener grandes tragaderas, y algunos creyentes caen fácilmente víctimas de las últimas modas de las patrañas espiritualistas.

1 Pedro a Judas EL MANDATO DE PROBAR

La forma imperativa del verbo creáis, con la partícula negativa no, se podría traducir literalmente “dejar de creer”. La frase de Juan indica lo prohibitivo de una acción ya en marcha. Si algunos de sus lectores ya habían estado aceptando sin sentido crítico el mensaje de los falsos maestros, debían dejar de hacer eso inmediatamente.

En este contexto recordemos a los hombres de Berea:
Hechos de los Apóstoles 17.10–11 LBLA
10 Enseguida los hermanos enviaron de noche a Pablo y a Silas a Berea, los cuales, al llegar, fueron a la sinagoga de los judíos. 11 Estos eran más nobles que los de Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando diariamente las Escrituras, para ver si estas cosas eran así.
Los hombres de Berea escudriñaron las Escrituras y lo hacían diariamente.
Ellos son el ejemplo de aquellos que quieren dejar la ingenuidad espiritual de lado y hacerse responsables de un aprendizaje serio de la Escritura y con ello adquirir el discernimiento espiritual necesario para enfrentar la falsa enseñanza.
El mismo Judas en su epístola así lo ordena:
Judas 3–4 LBLA
3 Amados, por el gran empeño que tenía en escribiros acerca de nuestra común salvación, he sentido la necesidad de escribiros exhortándoos a contender ardientemente por la fe que de una vez para siempre fue entregada a los santos. 4 Pues algunos hombres se han infiltrado encubiertamente, los cuales desde mucho antes estaban marcados para esta condenación, impíos que convierten la gracia de nuestro Dios en libertinaje, y niegan a nuestro único Soberano y Señor, Jesucristo.
En el caso de las congregaciones de Asia Menor a las que se dirigía el Apóstol Juan, ya se habían introducido tales enseñanzas, en especial las que negaban la encarnación y la divinidad de Jesucristo. Por eso el mandato del apóstol es a que dejaran de creer o en su caso, seguir tales enseñanzas.
Lo que les ordenaba es que no fueran ingenuos, creyendo cualquier doctrina y en especial esas. El mismo Apóstol Pablo lo considero así en su carta a los Colosenses:
Colosenses 1.22–23 LBLA
22 sin embargo, ahora El os ha reconciliado en su cuerpo de carne, mediante su muerte, a fin de presentaros santos, sin mancha e irreprensibles delante de El, 23 si en verdad permanecéis en la fe bien cimentados y constantes, sin moveros de la esperanza del evangelio que habéis oído, que fue proclamado a toda la creación debajo del cielo, y del cual yo, Pablo, fui hecho ministro.
Sin movernos de la esperanza del evangelio que hemos oído que Él, Jesucristo, vino en carne. Y sigue advirtiendo más adelante:
Colosenses 2.8 LBLA
8 Mirad que nadie os haga cautivos por medio de su filosofía y vanas sutilezas, según la tradición de los hombres, conforme a los principios elementales del mundo y no según Cristo.
Entonces, tanto Juan como Pablo nos advierten de no vivir en la ingenuidad.
Por eso es un reto para el cristiano, vivir su fe ingenuamente o con discernimiento. Por eso el segundo mandato.
Proverbios 14.15 LBLA
15 El simple todo lo cree, pero el prudente mira bien sus pasos.
Romanos 16.18 LBLA
18 Porque los tales son esclavos, no de Cristo nuestro Señor, sino de sus propios apetitos, y por medio de palabras suaves y lisonjeras engañan los corazones de los ingenuos.

2. Segundo Mandato: Probad los espíritus.

Este mandato usa el verbo dokimazo que tiene que ver con la prueba de los metales.

El crisol era: Una vasija especial que se calentaba para ensayar y refinar los metales preciosos

¿Cuál es para el creyente el crisol que le permite probar los espíritus?
Vine Diccionario Expositivo de Palabras del Antiguo y del Nuevo Testamento Exhaustivo Probar

El creyente puede hallar consolación en la Palabra de Dios que es lo único en la tierra que se ha probado y purificado con fuego y que nos puede purificar: «Sumamente pura [«acendrada» BJ; «acrisolada» NBE] es tu palabra [«ha superado demasiadas pruebas» NVI]; y la ama tu siervo» (Sal 119.140 RVR; cf. Sal 18.30; Pr 30.5).

Salmo 12.6 LBLA
6 Las palabras del Señor son palabras puras, plata probada en un crisol en la tierra, siete veces refinada.
El crisol del creyente es la misma Palabra. La manera de probar a los espíritus es mediante la misma Palabra de Dios.
Comentario al Texto Griego del Nuevo Testamento: 6 Tomos en 1 Capítulo 4

Probad … los espíritus (dokimazete ta pneumata). Ponedlos a la prueba del ácido de la verdad como lo hace un metalúrgico con los metales. Si resiste la prueba como una moneda, es aceptable (dokimos, 2 Co. 10:18), y si no se rechaza (adokimos, 1 Co. 9:27; 2 Co. 13:5–7)

2 Corintios 13.5 LBLA
5 Poneos a prueba para ver si estáis en la fe; examinaos a vosotros mismos. ¿O no os reconocéis a vosotros mismos que Jesucristo está en vosotros, a menos de que en verdad no paséis la prueba?
¿De cuales espíritus estamos hablando?
En este versículo se usa la palabra griega pneuma que se aplica a los espíritus en general pero en el contexto del versículo leemos se refiere a los espíritus que inspiran a los falsos profetas, que son los demonios.
1 Pedro a Judas UNA RAZÓN PARA PROBAR

El uso que Juan hace del tiempo presente indica que los creyentes deben examinar continuamente los espíritus para ver si son de Dios.

1 Pedro a Judas UNA RAZÓN PARA PROBAR

A diferencia de la opinión de algunos, este mandato no tiene nada que ver con confrontar personalmente a demonios o realizar exorcismos. En vez de eso, los cristianos debemos evaluar continuamente lo que vemos, oímos (cp. 1 Co. 14:29; 1 Ts. 5:20–21) y leemos para determinar si se origina en el Espíritu de Dios o, en su defecto, en los demonios.

3. Una verdad: Jesucristo es Dios encarnado.

El conocimiento bíblico, un comentario expositivo: Nuevo Testamento, tomo 4: Hebreos–Apocalipsis 1. EL CONOCIMIENTO DEL ESPÍRITU DE VERDAD (3:24–4:6)

Para probar a esos espíritus (falsos profetas) es importante ver cuál es su actitud hacia la persona de Jesucristo encarnado.

El conocimiento bíblico, un comentario expositivo: Nuevo Testamento, tomo 4: Hebreos–Apocalipsis 1. EL CONOCIMIENTO DEL ESPÍRITU DE VERDAD (3:24–4:6)

Lo que caracteriza al espíritu del anticristo, en contra del cual Juan previno a sus lectores con anterioridad (2:18–27; cf. 2 Jn. 7), es que falla en reconocer (jomologei, “confesar”; cf. 1:9; 2:23; 4:15) que Jesucristo ha venido en carne.

Dios asumió la naturaleza humana en la persona de Jesucristo. La encarnación es la morada física fija y permanente de Dios en su mundo, a diferencia de la manifestación temporal de la presencia divina y el poder de una teofanía.
Juan 1.14 LBLA
14 Y el Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros, y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.
1 Timoteo 3.16 LBLA
16 E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: El fue manifestado en la carne, vindicado en el Espíritu, contemplado por ángeles, proclamado entre las naciones, creído en el mundo, recibido arriba en gloria.
La importancia de esta enseñanza es vital para Juan ya que lo enseñó desde el principio de su Carta:
1 Juan 1.1–2 LBLA
1 Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado y lo que han palpado nuestras manos, acerca del Verbo de vida 2 (pues la vida fue manifestada, y nosotros la hemos visto y damos testimonio y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre y se nos manifestó);

La encarnación de Jesucristo implica una concepción sobrenatural

Lucas 1.35 LBLA
35 Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso lo santo que nacerá será llamado Hijo de Dios.
Juan 14.9 LBLA
9 Jesús le dijo*: ¿Tanto tiempo he estado con vosotros, y todavía no me conoces, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo dices tú: “Muéstranos al Padre”?
Esto nos lleva al tema de la Trinidad:
Mateo 28.18–19 LBLA
18 Y acercándose Jesús, les habló, diciendo: Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra. 19 Id, pues, y haced discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,
Filipenses 2.7–8 LBLA
7 sino que se despojó a sí mismo tomando forma de siervo, haciéndose semejante a los hombres. 8 Y hallándose en forma de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
Ambos son temas fundamentales de la verdadera fe Cristiana.
Los Testigos de Jehová y los Mormones entre otros niegan la Divinidad de Cristo y Su Encarnación, Su Divinidad y Su Humanidad.
Jesús mismo nos advirtió de estos falsos profetas:
Mateo 7.15–17 LBLA
15 Cuidaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. 16 Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los abrojos? 17 Así, todo árbol bueno da frutos buenos; pero el árbol malo da frutos malos.
Y eso nos lleva al tema de que un falso profeta no es sólo el que tiene falsa enseñanza sino también aquellos que presumen tener una sana doctrina pero viven contrario a esa enseñanza. Son lobos rapaces vestidos de ovejas. Por eso la palabra nos advierte de que el árbol bueno da frutos buenos pero el árbol malo da frutos malos.

4. Dos Espíritus: El espíritu del Anticristo y el Espíritu de la Verdad.

El espíritu del Anticristo: 3 y todo espíritu que no confiesa a Jesús, no es de Dios; y este es el espíritu del anticristo, del cual habéis oído que viene, y que ahora ya está en el mundo.

El espíritu del Anticristo: 5 Ellos son del mundo; por eso hablan de parte del mundo, y el mundo los oye.

Homologeo es la palabra clave para distinguir al espíritu del Anticristo y al Espíritu de Dios, el primero describe a Jesús como ya venido en carne (su humanidad real, no un cuerpo fantasmagórico como lo mantenían los gnósticos docetistas) y el segundo lo niega.

2 Juan 7 LBLA
7 Pues muchos engañadores han salido al mundo que no confiesan que Jesucristo ha venido en carne. Ese es el engañador y el anticristo.

Homologeo es confesar, decir lo mismo que Dios. Dios afirma que Jesucristo es Su Hijo, de su misma naturaleza.

Hebreos 1.2–3 LBLA
2 en estos últimos días nos ha hablado por su Hijo, a quien constituyó heredero de todas las cosas, por medio de quien hizo también el universo. 3 El es el resplandor de su gloria y la expresión exacta de su naturaleza, y sostiene todas las cosas por la palabra de su poder. Después de llevar a cabo la purificación de los pecados, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas,
Y la prueba también es ésta:
1 Corintios 12.3 LBLA
3 Por tanto, os hago saber que nadie hablando por el Espíritu de Dios, dice: Jesús es anatema; y nadie puede decir: Jesús es el Señor, excepto por el Espíritu Santo.
Y para probar los espíritus si son de Dios tenemos que confesar (homologeo) lo mismo que dice Dios en cuanto a su Encarnación y también su Resurrección:
Romanos 10.6–10 LBLA
6 Pero la justicia que es de la fe, dice así: No digas en tu corazon: “¿Quien subira al cielo?” (esto es, para hacer bajar a Cristo), 7 o “¿Quien descendera al abismo?” (esto es, para subir a Cristo de entre los muertos). 8 Mas, ¿qué dice? Cerca de ti esta la palabra, en tu boca y en tu corazon, es decir, la palabra de fe que predicamos: 9 que si confiesas con tu boca a Jesús por Señor, y crees en tu corazón que Dios le resucitó de entre los muertos, serás salvo; 10 porque con el corazón se cree para justicia, y con la boca se confiesa para salvación.
Los cristianos hemos vencido y seguiremos venciendo al mundo con la Verdad, la Verdad de Dios Encarnado, Muerto y Resucitado:
1 Juan 4.4 LBLA
4 Hijos míos, vosotros sois de Dios y los habéis vencido, porque mayor es el que está en vosotros que el que está en el mundo.
1 Juan 2.13 LBLA
13 Os escribo a vosotros, padres, porque conocéis al que ha sido desde el principio. Os escribo a vosotros, jóvenes, porque habéis vencido al maligno. Os he escrito a vosotros, niños, porque conocéis al Padre.
La razón de la victoria reside en Dios que mora en nosotros los creyentes.
1 Juan 3.20–24 LBLA
20 en cualquier cosa en que nuestro corazón nos condene; porque Dios es mayor que nuestro corazón y sabe todas las cosas. 21 Amados, si nuestro corazón no nos condena, confianza tenemos delante de Dios; 22 y todo lo que pidamos lo recibimos de El, porque guardamos sus mandamientos y hacemos las cosas que son agradables delante de El. 23 Y este es su mandamiento: que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo, y que nos amemos unos a otros como El nos ha mandado. 24 El que guarda sus mandamientos permanece en El y Dios en él. Y en esto sabemos que El permanece en nosotros: por el Espíritu que nos ha dado.
Juan 14.20 LBLA
20 En ese día conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros.
Juan 15.4 LBLA
4 Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo si no permanece en la vid, así tampoco vosotros si no permanecéis en mí.
Comentario al Texto Griego del Nuevo Testamento: 6 Tomos en 1 Capítulo 4

Dios es mayor que Satanás, «el que está en el mundo» (ho en töi kosmöi), el príncipe de este mundo (Jn. 12:31; 14:30), el dios de este siglo (2 Co. 4:4), por poderoso que éste parezca.

Juan 12.31 LBLA
31 Ya está aquí el juicio de este mundo; ahora el príncipe de este mundo será echado fuera.
Juan 14.30 LBLA
30 No hablaré mucho más con vosotros, porque viene el príncipe de este mundo, y él no tiene nada en mí;
2 Corintios 4.4 LBLA
4 en los cuales el dios de este mundo ha cegado el entendimiento de los incrédulos, para que no vean el resplandor del evangelio de la gloria de Cristo, que es la imagen de Dios.

Por otro lado, los falsos profetas y el mundo están en perfecta armonía. Por eso, no nos oyen.

1 Juan 4.6 LBLA
6 Nosotros somos de Dios; el que conoce a Dios, nos oye; el que no es de Dios, no nos oye. En esto conocemos el espíritu de la verdad y el espíritu del error.
Comentario al Texto Griego del Nuevo Testamento: 6 Tomos en 1 Capítulo 4

Ésta es una razón por la que los sermones son aburridos (algunos lo son de verdad, en otras ocasiones esto es lo que les parece a oyentes embotados) o inspiradores. Aquí hay desde luego un toque de misticismo, pero es que el corazón del cristianismo es la mística (contacto espiritual con Dios en Cristo por el Espíritu Santo).

Comentario al Texto Griego del Nuevo Testamento: 6 Tomos en 1 Capítulo 4

Juan había sentido la mirada fría, indiferente y hostil del mundano al proclamar a Jesús.

Comentario al Texto Griego del Nuevo Testamento: 6 Tomos en 1 Capítulo 4

El rechazo de la verdad puede deberse también a que no estemos hablando la verdad en amor (Ef. 4:15).

Efesios 4.15 LBLA
15 sino que hablando la verdad en amor, crezcamos en todos los aspectos en aquel que es la cabeza, es decir, Cristo,
Por eso esto significa un reto para tí o para mí:
1 Timoteo 4.1 LBLA
1 Pero el Espíritu dice claramente que en los últimos tiempos algunos apostatarán de la fe, prestando atención a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios,

¿Quieres seguir permaneciendo en la ingenuidad y por consecuencia ser engañado por los falsos profetas quienes son guiados por Satanás y sus demonios?

¿O quieres aprender a Discernir espiritualmente por medio del estudio de la Palabra probando las enseñanzas que escuchas en el mundo y aún en las predicaciones que muchas veces hasta compartes sin saber que estás promoviendo el error doctrinal y llevando a otros a tropezar?

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