EL CARÁCTER GRANDIOSO DEL DIOS QUE TE AMA

Los Atributos de Dios  •  Sermon  •  Submitted
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Este sermón nos llevará, por la gracia de Dios y Su Espíritu, a tener una mejor comprensión de cuál es el Dios único y VErdadero que nos ama; y como estos dos maravillosos atributos de Su Naturaleza (Omnisciencia e Inmuntabilidad) se combinan en Su maravilloso amor por nosotros. Que la comprensión de estas verdades produzca en nosotros una mayor adoración y gratitud a nuestro Señor.

Notes
Transcript

INTRODUCCIÓN

Saludo de bienvenida con alegría
En primer lugar mis queridos hermanos, el día de hoy estoy con mucho temor y reverencia delante de nuestro Señor, pues el Señor que conoce mi corazón, sabe que soy el más indigno de los hombres en este mundo de estar aquí predicando Su Palabra; pues se trata de Su Palabra que es santa, es sagrada, es perfecta, es suficiente, es necesaria, es autoritativa para mi vida y que es clara; y “con sinceridad en mi corazón, como de parte de Dios y delante de Dios quiero hablar hoy en Cristo” (2 Cor 2.17)
Acompañenme por favor en una breve oración…
Bueno hermanos, en este día quiero compartir con todos los que están viendo esta transmisión, tanto en vivo como en diferido, un tema que en lo personal, ha causado un impacto muy profundo en mi corazón; y que es mi oración que por medio de esta enseñanza ustedes puedan ser confrontados, exhortados, animados y motivados a que podamos tener una adoración verdadera hacía nuestro maravilloso Señor.
Alguna vez escucharon una frase que dice:
“Jesucristo conoce lo peor de ti. Sin embargo, Él es quien más te ama”. - A.W Tozer lo dijo
Es una frase hermosa hermanos, y durante los últimos años y meses de mi vida cristiana he podido experimentar esta frase en mi relación con Dios. En especial, cuando en el Instituto Fiel estábamos aprendiendo acerca de alguno de los atributos de Dios, hubo un enseñanza que marco mi vida y mi relación con Dios; y en este día quiero compartirla con ustedes mis amados hermanos y con las personas que están viendo está transmisión.
En este día vamos a ver muy brevemente tres atributos de la naturaleza gloriosa de nuestro Creador y Redentor; y vamos a aprender con varios pasajes de las Escrituras como estos atributos de Dios se entre mezclan de una forma majestuosa hacía la vida de Sus criaturas, pero más especialmente en aquellos que son Sus hijos y redimidos.
Ah, olvide mencionar, para los que toman nota, podrán ya ver el Título del Mensaje que aparece en la transmisión de hoy: “EL CARÁCTER GRANDIOSO DEL DIOS QUE TE AMA”.
Bueno, con esta breve introducción vamos a aprender-de manera breve- el día de hoy acerca de la Inmutabilidad de Dios, de la Omnisciencia de Dios y del Amor de Dios; y luego vamos a deleitarnos en el carácter de nuestro Señor y Salvador, como estos atributos imponentes de Dios se combinan para que nosotros podamos llevar una relación con Dios en una adoración íntima, en una vida de gratitud por quien Él es y también en una vida de obediencia.

I. LA OMNISCIENCIA DE DIOS

Sumario Teológico Lexham Omnisciencia de Dios

El atributo de la omnisciencia se refiere al perfecto conocimiento que Dios tiene de sí mismo y de lo que ha creado.

La Biblia describe el conocimiento de Dios como ilimitado, integral y perfecto en todos los sentidos; Dios es omnisciente (el término latino scientia significa “conocimiento”, mientras que el prefijo omni- quiere decir “todo”; de ahí que omnisciente signifique “que lo sabe o conoce todo”). En contraste con nuestro conocimiento, que surge de la conformidad pasiva de nuestras mentes a las verdades u objetos dados, el conocimiento perfecto de Dios procede de su voluntad activa como Creador de todo

En otras palabras hermanos, Dios conoce todo de Su creación, Todo acerca del pasado, del presente y del futuro; y todo acerca de lo que sucederá con nosotros. Vamos a ver algunos pasajes que nos hablan acerca de la Omnisciencia de Dios:

A. EL SEÑOR CONOCE NUESTROS PENSAMIENTOS Y CORAZONES

Salmo 94.11 LBLA
11 El Señor conoce los pensamientos del hombre, sabe que son sólo un soplo.
Jeremías 17.10 LBLA
10 Yo, el Señor, escudriño el corazón, pruebo los pensamientos, para dar a cada uno según sus caminos, según el fruto de sus obras.
Así que como vimos en estos dos pasajes, nuestro poderoso Dios conoce cada uno de nuestros pensamientos, el escudriña y prueba nuestros corazones, es decir, el conoce cada emoción, cada sentimiento, cada deseo, cada anhelo, cada reacción, cada intención de nuestros corazones. También...

B. EL SEÑOR CONOCE TODO LO QUE HACEMOS

Salmo 139.1–5 LBLA
1 Oh Señor, tú me has escudriñado y conocido. 2 Tú conoces mi sentarme y mi levantarme; desde lejos comprendes mis pensamientos. 3 Tú escudriñas mi senda y mi descanso, y conoces bien todos mis caminos. 4 Aun antes de que haya palabra en mi boca, he aquí, oh Señor, tú ya la sabes toda. 5 Por detrás y por delante me has cercado, y tu mano pusiste sobre mí.
Como podemos observar, nuestro Señor conoce todo acerca de nosotros y como dice el versículo 6 (Sal 139.6): tal conocimiento es demasiado elevado, es tan alto que no lo podemos entender o comprender. Otro pasaje maravilloso están en:
Proverbios 5.21 LBLA
21 Pues los caminos del hombre están delante de los ojos del Señor, y El observa todos sus senderos.

C. EL SEÑOR CONOCE TODA SU CREACIÓN Y SABE LO QUE PASA EN LA TIERRA

Salmo 33.13–15 LBLA
13 El Señor mira desde los cielos; El ve a todos los hijos de los hombres. 14 Desde el lugar de su morada El observa a todos los habitantes de la tierra; 15 El, que modela el corazón de cada uno de ellos; El, que todas las obras de ellos entiende.
Daniel 2.22 LBLA
22 El es quien revela lo profundo y lo escondido; conoce lo que está en tinieblas, y la luz mora con El.
Hebreos 4.13 LBLA
13 Y no hay cosa creada oculta a su vista, sino que todas las cosas están al descubierto y desnudas ante los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.
Esto es asombroso hermanos, Dios nos observa a todos con Sus ojos, Él ve a todos los hombres de la tierra, incluido tu y yo, Él observa todo y no hay nada oculto a Su vista, aún las cosas que están en tinieblas están al descubierto y desnudas ante Sus ojos. Esto hermanos nos debe llevar a tener un temor delante de Dios, a tener cuidado con todo lo que pensamos, sentimos, deseamos, anhelamos, hacemos e incluso lo que omitimos hacer; pues un día daremos cuenta de todas estas cosas. Pero también, la Omnisciencia de Dios nos debe llevar a una mayor adoración a nuestro Redentor y decir como Pablo en:
Romanos 11.33 LBLA
33 ¡Oh, profundidad de las riquezas y de la sabiduría y del conocimiento de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios e inescrutables sus caminos!
Vamos ahora a ver otro atributo maravillo del Señor...

II. LA INMUTABILIDAD DE DIOS

Sumario Teológico Lexham Inmutabilidad de Dios

La inmutabilidad de Dios es su libertad frente al cambio y que su ser es el mismo en todo momento: pasado, presente y futuro.

La doctrina de la inmutabilidad divina afirma que Dios está exento de todo cambio. Al existir fuera del tiempo, él es todo lo que es en un momento inmutable, libre del movimiento y desarrollo de la historia. Pero dentro del tiempo, sus criaturas lo experimentan como inmutable en sus relaciones con los seres humanos y, por tanto, perfectamente digno de confianza.

La inmutabilidad distingue a Dios de las criaturas mutables, como los seres humanos y los animales, que nacen, crecen y mueren. También lo distingue de las cosas inanimadas que son moldeadas, movidas y destruidas. A diferencia de estas, Dios no tiene que crecer y cambiar, ni puede ser reformado o destruido. Cualquier cambio que sufriera sería para bien o para mal, pero cada uno de estos es imposible para un ser divino perfecto

Leamos algunos pasajes que nos hablan de acerca de esta verdad bíblica. La primera referencia que encontramos que Dios es INMUTABLE está en:
Éxodo 3.14 LBLA
14 Y dijo Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y añadió: Así dirás a los hijos de Israel: “YO SOY me ha enviado a vosotros.”
La expresión “YO SOY EL QUE SOY” se deriba del verbo “hayah” que significa “Ser”. Esto no solamente apunta hacia la naturaleza eterna y autoexistente de Dios, sino también a Su Inmuntabilidad, pues Él no sólo “es el que es”, sino “Será el que será”. Igualmente podemos ver que:

A. EL SEÑOR NO ES MUTABLE o VARIABLE COMO LOS HOMBRES:

Números 23.19 LBLA
19 Dios no es hombre, para que mienta, ni hijo de hombre, para que se arrepienta. ¿Lo ha dicho El, y no lo hará?, ¿ha hablado, y no lo cumplirá?
Malaquías 3.6 LBLA
6 Porque yo, el Señor, no cambio; por eso vosotros, oh hijos de Jacob, no habéis sido consumidos.
Aún en la infidelidad del pueblo de Israel hacía Dios, Él no cambio porque Él permanece fiel a sus promesas.

B. EL SEÑOR PERMANECERÁ ETERNO, NO CAMBIARÁ

Salmo 102.25–27 LBLA
25 Desde la antigüedad tú fundaste la tierra, y los cielos son la obra de tus manos. 26 Ellos perecerán, pero tú permaneces; y todos ellos como una vestidura se desgastarán, como vestido los mudarás, y serán cambiados. 27 Pero tú eres el mismo, y tus años no tendrán fin.
Isaías 51.6 LBLA
6 Alzad vuestros ojos a los cielos, y mirad la tierra abajo; porque los cielos como humo se desvanecerán, y la tierra como un vestido se gastará. Sus habitantes como mosquitos morirán, pero mi salvación será para siempre, y mi justicia no menguará.
Qué hermosos pasajes acerca del carácter de Dios. Observen hermanos que estos versículos nos dice que la tierra y los cielos pereceran, se desgastaran como una vestidura y un día serán cambiados (esto nos habla de los cielos y tierra nueva que está en Apoc 21), pero nuestro Señor será el mismo, no tendrán fin y Su gloriosa salvación en Cristo será para siempre (eterna), donde Él reinará con una justicia perfecta en la eternidad.
Así que nuestra reacción a estas asombrosas verdades debe ser la de Santiago, cuando dice:
Santiago 1.17 LBLA
17 Toda buena dádiva y todo don perfecto viene de lo alto, desciende del Padre de las luces, con el cual no hay cambio ni sombra de variación.
Todo lo que tenemos y somos, proviene del Padre de la lueces; que no cambia, que es el mismo ayer, hoy y para siempre (Heb 13.8). Sobre todo el mayor don perfecto que vino de lo alto, a Su Hijo Amado, nuestro Señor Cristo, que nos ha dado en Su gran amor Su poderosa salvación.
Bueno, otro atributo que veremos y que es fácilmente conocido por todos nosotros es el amor de Dios...

III. EL AMOR DE DIOS

El amor de Dios es el atributo divino que indica la disposición de Dios a darse a sí mismo y para el bien del otro.

El Dios de amor se ha revelado a través de su autoentrega, de la participación y comunicación de sí mismo. Su amor es personal y relacional. La inmanencia de Dios debe proclamarse con tanta pasión como su trascendencia; él es un Dios que se acerca a sus criaturas, que busca tener comunión con ellas

El amor de Dios hacia la humanidad es salvífico, lo que significa que él busca la reconciliación con todos los que él ama. Dios desea el bien de sus criaturas

Dios ama a todas sus criaturas (Jn 3:16), aunque tiene un amor y un compromiso especiales con sus hijos creyentes (Dt 7:7–8; Mal 1:2–3; Ef 5:25)

EL AMOR REDENTOR DE DIOS HACÍA LOS HOMBRES

La primera manifestación del amor redentor de Dios lo vemos en Gen 3:
Génesis 3.15 LBLA
15 Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y su simiente; él te herirá en la cabeza, y tú lo herirás en el calcañar.
Génesis 3.21 LBLA
21 Y el Señor Dios hizo vestiduras de piel para Adán y su mujer, y los vistió.
Aquí leemos la promesa maravillosa de un redentor para la humanidad, la simiente, Cristo el Señor. Y cómo luego de haber pecado, Dios les hico vestiduras de piel, lo que implico haber sacrificado un animal inocente para cubrir la vergüenza del pecado de Adán y Eva; figura también del cordero de Dios que quitaría el pecado del mundo en la encarnación y muerte de Cristo, el Cordero inmolado en la Cruz.
Ahora, leemos una proclamación de labios del Señor en:
Éxodo 34.6–7 LBLA
6 Entonces pasó el Señor por delante de él y proclamó: El Señor, el Señor, Dios compasivo y clemente, lento para la ira y abundante en misericordia y verdad; 7 el que guarda misericordia a millares, el que perdona la iniquidad, la transgresión y el pecado, y que no tendrá por inocente al culpable; el que castiga la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos hasta la tercera y cuarta generación.
Aquí está Moisés escuchando al Señor, luego de permitirle ver Sus espaldas, ya que él le había pedido que le mostrara Su gloria; y el Señor en su misericordia le dice que si le mostrará Su gloria, Moisés moriría.
También podemos leer otros pasajes conocidos para alguno de ustedes:
Juan 3.16 LBLA
16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en El, no se pierda, mas tenga vida eterna.
Y añadimos:
Romanos 5.8 LBLA
8 Pero Dios demuestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.
O también:
Tito 3.4–5 LBLA
4 Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor hacia la humanidad, 5 El nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino conforme a su misericordia, por medio del lavamiento de la regeneración y la renovación por el Espíritu Santo,
Y bueno, podríamos citar muchísimos más pasajes de las Escrituras, pero estos son algunos en los que vemos el Amor Redentor de Dios por nosotros.

EL AMOR DE DIOS ES PRECIOSO:

Nosotros debemos ver el amor de Dios como lo hizo el Salmista para refugiarnos en ese amor que es insondable e inexplicable:
Salmo 36.7 LBLA
7 ¡Cuán preciosa es, oh Dios, tu misericordia! Por eso los hijos de los hombres se refugian a la sombra de tus alas.
Hermanos, debemos refugiarnos en Su amor, a la sombra de Sus alas. Y mientras nos refugiamos en este hermoso y perfecto amor, mi oración como la del apóstol Pablo es que...

EL AMOR DE DIOS SEA EXPERIMENTADO TOTALMENTE POR SUS HIJOS

Efesios 3.14–19 LBLA
14 Por esta causa, pues, doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, 15 de quien recibe nombre toda familia en el cielo y en la tierra, 16 que os conceda, conforme a las riquezas de su gloria, ser fortalecidos con poder por su Espíritu en el hombre interior; 17 de manera que Cristo more por la fe en vuestros corazones; y que arraigados y cimentados en amor, 18 seáis capaces de comprender con todos los santos cuál es la anchura, la longitud, la altura y la profundidad, 19 y de conocer el amor de Cristo que sobrepasa el conocimiento, para que seáis llenos hasta la medida de toda la plenitud de Dios.
Dios quiere que por la fe en nuestros corazones, Cristo more abundantemente, para que arraigados y cimentados en amor, es decir con raíz profunda, y con cimientos firmes podemos comprender la anchura, la longitud, la altura, y la profundidad de conocer el amor de Cristo.

IV. RESULTADOS DE ESTOS ATRIBUTOS

Ahora quiero que veamos como estos tres atributos se entre mezclan juntos para que nosotros como Sus hijos podamos no solo tener un entendimiento intelectual de estas verdades, sino también que lo podamos llevar a una vida de adoración, y de agradecimiento a Él.
Quiero que vemos el Amor de Dios a la luz de estas dos verdades (la inmutabilidad y la Omnisciencia de Dios): en primer lugar

Cuando vemos el Amor de Dios con Su Inmutabilidad:

Nos damos cuenta que el amor de Dios es especial porque no depende como el nuestro de las circunstancias o de las emociones; sino que el amor de Dios se establece y nunca deja de ser, está ahí para siempre (como lo leímos en el Sal 33.11). Esto es lo asombroso de Dios: porque Sus propósitos no cambian. Su carácter siempre permanece. Él puede entrar en una relación personal con seres humanos limitados y completamente cambiantes. La inmutabilidad de Dios no quiere decir que no se relaciona con seres humanos-y desde nuestra perspectiva hay ocasiones en que pareciera que Dios se arrepiente de una decisión de juicio, de haber hecho el mundo o de castigar a Su pueblo- pero está es una decisión de juicio y que está de acuerdo con el arrepentimiento de los seres humanos. Pareciera que Dios se arrepiente del juicio pero Él ya ha determinado. En todo juicio que Dios haga, si hay arrepentimiento, Él dará perdón. De las cosas que no se arrepiente ni se hecha para atrás es de Sus promesas, de Su carácter, de los hechos que Él determina.
El AMOR de Dios es: Fiel y constante. No depende de las emociones. Se basa en el carácter inmutable de Dios. Esto hace que el amor se completamente diferente al nuestro y lo coloca en una categoría superior a la nuestra.

El Amor de Dios y Su Omniciencia:

Recordemos lo que dice Heb 4.13:
Hebreos 4.13 LBLA
13 Y no hay cosa creada oculta a su vista, sino que todas las cosas están al descubierto y desnudas ante los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.
Es un versículo muy gráfico porque dice que las cosas están desnudas delante de Él, no hay nada que se pueda ocultar ante la presencia y la vista de nuestro Dios.
También miremos lo que dice:
2º Crónicas 16.9 LBLA
9 Porque los ojos del Señor recorren toda la tierra para fortalecer a aquellos cuyo corazón es completamente suyo. Tú has obrado neciamente en esto. Ciertamente, desde ahora habrá guerras contra ti.
Isaías 46.9–10 LBLA
9 Acordaos de las cosas anteriores ya pasadas, porque yo soy Dios, y no hay otro; yo soy Dios, y no hay ninguno como yo, 10 que declaro el fin desde el principio y desde la antigüedad lo que no ha sido hecho. Yo digo: “Mi propósito será establecido, y todo lo que quiero realizaré.”
Debo pensar por un momento en todo lo que Dios conoce y sabe de nosotros; si no hay ninguna obra escondida, si delante de Él todo está desnuda; ¿tú sabes cuántas cosas conoce Dios de ti? Todas las cosas escondidas que he hecho, todos los pensamientos que nunca le he revelado a nadie; todas las herejías que se han pasado por mi cabeza, que me avergüenzan y que ni siquiera sabemos por qué las pensamos… Dios las conoce y las ha visto todas.

¿Cómo es queDios nos Ama?

Debo recordar nuevamente lo que dice Ef 2.1-5:
Efesios 2.1–5 LBLA
1 Y El os dio vida a vosotros, que estabais muertos en vuestros delitos y pecados, 2 en los cuales anduvisteis en otro tiempo según la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, 3 entre los cuales también todos nosotros en otro tiempo vivíamos en las pasiones de nuestra carne, satisfaciendo los deseos de la carne y de la mente, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás. 4 Pero Dios, que es rico en misericordia, por causa del gran amor con que nos amó, 5 aun cuando estábamos muertos en nuestros delitos, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia habéis sido salvados),
Dios nos conoce, Dios conoce nuestro pecado, Dios sabe lo horrible que somos, que tenemos un aliento a muerte, que nuestros ojos no pueden estar más torcidos, y sin que halla nada de interés o gracia o virtud en nosotros en absoluto, sabiendo lo horrible que hay dentro de nuestro corazón, aún así ÉL decide amarnos.

V. CONCLUSIÓN

Así como conclusión de este enseñanza quiero que reflexionemos en varias cosas hermanos.
Primero quiero hablar a los no creyentes:
Si tu que estás escuchando esta enseñanza o viendo esta transmisión, sea en vivo o en diferido, quiero hacerte una invitación muy importante. El Señor te dice a ti, amigo que no has entregado aún tu vida a Cristo.
Isaías 1.18 LBLA
18 Venid ahora, y razonemos —dice el Señor— aunque vuestros pecados sean como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; aunque sean rojos como el carmesí, como blanca lana quedarán.
Dios, que conoce todos tus pecados, todos tus pensamientos, que sabe lo que estás sintiendo en este momento, que sabe los planes que vas a hacer ahora al terminar de escuchar este mensaje; el Señor, que sabe lo peor de ti, y que no cambia debido a Su carácter Inmuntable, Él te está llamando hoy a que vayas a Sus brazos, que te refugies en Él, que te arrepientas de Tus pecados y pongas tu fe en Cristo, Su Hijo amado, para que puedas experimentar este amor tan inagotable, tan incomprensible, tan precioso y perfecto.
Por otra parte, les hablo ahora a los creyentes:
Cuando estudio estos verdades maravillosas del Señor, mi corazón se conmueve profundamente hermanos. Y viene a mi mente lo que dice el Salmista:
Salmo 8.4 LBLA
4 digo: ¿Qué es el hombre para que de él te acuerdes, y el hijo del hombre para que lo cuides?
Hermanos, les ruego que consideremos estas hermosas verdades… (palabras guiadas por el Espíritu)
Y como dije al principio que esta mensaje nos lleve a expresar lo que dijo David en el Salmo 103:
Salmo 103.1–5 LBLA
1 Bendice, alma mía, al Señor, y bendiga todo mi ser su santo nombre. 2 Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides ninguno de sus beneficios. 3 El es el que perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus enfermedades; 4 el que rescata de la fosa tu vida, el que te corona de bondad y compasión; 5 el que colma de bienes tus años, para que tu juventud se renueve como el águila.
Salmo 103.8–14 LBLA
8 Compasivo y clemente es el Señor, lento para la ira y grande en misericordia. 9 No contenderá con nosotros para siempre, ni para siempre guardará su enojo. 10 No nos ha tratado según nuestros pecados, ni nos ha pagado conforme a nuestras iniquidades. 11 Porque como están de altos los cielos sobre la tierra, así es de grande su misericordia para los que le temen. 12 Como está de lejos el oriente del occidente, así alejó de nosotros nuestras transgresiones. 13 Como un padre se compadece de sus hijos, así se compadece el Señor de los que le temen. 14 Porque El sabe de qué estamos hechos, se acuerda de que somos sólo polvo.
Oremos…
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