DEL TEMOR A LA FE
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Introducción
En 1949, un par de años luego que la bomba atómica destruyó dos ciudades de Japón y la gente vivía aterrada pensando que esto se repetiría en cualquier otra ciudad de cualquier país, CS Lewis escribió un articulo que titulaba “viviendo en una era atómica” donde Lewis reto a no dejar que los pensamientos sean controlados por la bomba atómica. Ese es el reto que tenemos en estos días con el corona virus.
En los días del profeta Habacuc, el pueblo le había dado la espalda a Dios. La plaga del pecado había infectado a los hombres: la inmoralidad, la injusticia y una declinación religiosa.
El profeta vivió en una época muy difícil para el pueblo de Israel y la destrucción y la agitación estaban cerca de la ciudad. Dios había permitido toda esta situación.
Habacuc se preguntaba donde estaba Dios en toda esta situación. Persistió en pedir a Dios respuestas al sufrimiento que agitaba al pueblo. Sin embargo, la historia de Habacuc nos enseña la fidelidad a Dios, incluso en tiempos difíciles.
I. DIOS OBRA DE MANERAS INESPERADAS Y MISTERIOSAS 1:1-11
I. DIOS OBRA DE MANERAS INESPERADAS Y MISTERIOSAS 1:1-11
Dios parece no contestar nuestras súplicas. 1:2-4
estamos perdiendo seres queridos; familiares y amigos que ya no está con nosotros por causa del coronavirus, otros han sido despedidos de su trabajo, no cuentan con lo suficiente para cubrir los gastos.
¿porque Dios no oye la súplica de sus siervos aun cuando están sufriendo por no poder respirar y están a un paso de la muerte?
Cuando Dios responde como no esperábamos. 1:5-11
Dios obra conforme al designio de su voluntad (Ef 1:11)
En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad.
Dios permite que el orgullo y la arrogancia de los hombres guíe sus vidas porque rechazan a Jesús como su Señor y Salvador.
El apóstol Pablo hace referencia a Habacuc 1:5 cuando les habló del evangelio de Cristo y les dice que no rechacen a Cristo quien murió en la cruz para darles salvación de sus pecados (Hch 13:38-41).
II. ESPERANDO A DIOS 2:2-5
II. ESPERANDO A DIOS 2:2-5
Ilustración: La sala de espera cuando nación mi hija Hallel.
La "sala de espera" de la vida puede ser un lugar frustrante.
Dios le revela al profeta en Habacuc 2: 2–4, donde anima a su pueblo a esperar su salvación futura.
Dios acabaría con aquellos que fueron objeto de dolor y sufrimiento y un día Él reinará por medio de Jesucristo mientras tanto por nada estemos afanosos (Fil 4:6-7)
los negligentes, orgullosos y autosuficientes no esperan en Dios.
Jesús es la salvación, no solo para el presente , sino también para el futuro.
Para el presente: El pecado hace que todo sea más difícil durante el confinamiento. Hay más divorcios, la violencia familiar a aumentado en estos dos meses.
Para el futuro: el coronavirus es un llamado de Dios al mundo para que se arrepientan de su pecado y no sufran el castigo eterno.
Los que esperan en Jehová viven confiando en Él (2:4 cp. Isa. 40:31)
4 He aquí que aquel cuya alma no es recta, se enorgullece; mas el justo por su fe vivirá.
Es difícil esperar en Dios. Pero Habacuc nos recuerda que esperar en Dios no es una esperanza vacía, no una esperanza contra la esperanza o un vago anhelo de una resolución que pueda o no llegar, porque sabemos que Dios actuará.
III. AFERRÁNDONOS EN MEDIO DE LAS TRIBULACIONES 3:1-3
III. AFERRÁNDONOS EN MEDIO DE LAS TRIBULACIONES 3:1-3
En las primeras lineas del libro, el profeta Habacuc nos comparte la preocupación que tenía por la situación que aquejaba en su pueblo. Dios fue respondiendo y aclarando lo que Él hacía en su soberana voluntad. Nada se escapaba de sus propósitos eternos por el bien de la humanidad y para su Gloria y esta verdad verdad tocó las fibras más profundas del desesperado profeta. Habacuc entendió que Dios es Dios y controla todo.
Si buscamos a Dios con todo nuestro corazón en humildad en tiempos difíciles, el resultado es: temor, petición.
Temor 3:2
El temor a Dios nos lleva a acercarnos a Él en adoración con reverencia.
El temor a Dios nos humilla a nosotros mismo porque nos muestra la verdadera condición de nuestras almas.
Petición 3:2b “Oh Jehová aviva tu obra”
ver a Dios obrar con poder.
que toda la tierra, de toda lengua y nación, alabe a Dios.
“Venga tu reino. Hágase tu voluntad , como en el cielo, así también en la tierra” Mat 6:10
podemos ver la obra poderosa de Dios en nosotros cuando confiamos en Dios y vemos como obra en nosotros y por medio de nosotros.
Confianza/Fe en Dios
En la fidelidad de Dios
vivir fielmente delante de Él.
Esperanza en Dios
Nuestra esperanza es real y legítima
nuestra esperanza es una persona y sólo Él aumenta y fortalece nuestra fe en los momentos difíciles.
Nuestra esperanza en Dios produce paz 3:17-19
¿estás poniendo tu esperanza en Dios? ¿A qué o a quién, entonces, nos aferramos?
CONCLUSIÓN:
El libro de Habacuc nos recuerda que nuestra esperanza está en el Padre, el Dios que salva y libera, pero también en el Hijo de Dios, Jesucristo, que ha venido y volverá para darnos gozo que reboza y que es eterno.
Que la preocupación no nos quite la mirada de nuestra esperanza y propósito que tenemos como cristianos.
Nuestra esperanza está en Dios y sólo Dios.
Hecha tus cargas en las manos de Dios y
Confía en Dios.