Un Desenlace Inesperado

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Introducción

Las mejores películas son aquellas que tienen un desenlace inesperado.
En ocasiones estamos mirando una película y creemos saber quienes son los buenos y los villanos.
Entre más avanza la película empezamos a ver que los papeles cambian - los buenos resultan ser los villanos y los villanos ahora son los buenos.
Lo más emocionante es cuando en los últimos minutos de la película nos enfrentamos con un desenlace que nadie esperaba.
Lo mismo me pasó este año leyendo una historia que había leído en varias ocasiones.
El 28 de abril 2019 prediqué un mensaje titulado “Misericordia”.
En ese mensaje consideramos la vida de Mefiboset, uno de los hijos del príncipe Jonatán, amigo de David.
Sin embargo, durante mi lectura de la Biblia este año, descubrí algo que nunca había visto - y eso es lo que quiero compartir con ustedes esta mañana.
Siempre hay cosas nuevas que aprendemos en la Palabra de Dios.
La Palabra de Dios es inagotable.
Siempre es fresca.
Siempre debemos escudriñarla porque Dios nos muestra los tesoros de su ley entre más meditamos en ella.
El día de hoy vamos a recordar un poco ese mensaje que predicamos hace un año y veremos el desenlace inesperado. Consideraremos:
La bondad de David con Mefiboset
El desenlace inesperado -

I. La bondad de David con Mefiboset

Mefiboset había sido el hijo del príncipe Jonatán, quien era hijo del rey Saúl.
Cuando Mefiboset era pequeño la Biblia nos dice que el día que murieron su abuelo Saúl y su padre Jonatán en el campo de batalla - su nodriza salió huyendo con el pequeño Mefiboset.
2 Samuel 4:4 RVR60
Y Jonatán hijo de Saúl tenía un hijo lisiado de los pies. Tenía cinco años de edad cuando llegó de Jezreel la noticia de la muerte de Saúl y de Jonatán, y su nodriza le tomó y huyó; y mientras iba huyendo apresuradamente, se le cayó el niño y quedó cojo. Su nombre era Mefi-boset.
Lo más probable es que ella salió huyendo pensando que el nuevo rey (David) vendría a matar a la familia del Saúl para evitar que otro tomara el trono.
Lo triste de esta historia es que en su prisa de huir, el niño se cayó. Su caída pudo haber sido tan grave que lo dejó marcado por el resto de su vida.
Mefiboset quedó cojo a partir de ese día.
¿Qué clase de vida podría esperar Mefiboset?
No olvidemos que él vivía en el mundo antiguo en medio de una sociedad agrícola.
Una persona con su condición física no podría esperar avanzar mucho en la vida.
La mayoría de los cojos, aún en tiempos de Jesús, se dedicaban a mendigar porque no tenían ninguna posibilidad de trabajar y ganarse el pan de cada día.
Los cojos/lisiados estaban condenados a una vida de miseria y pobreza.
Todo cambió para Mefiboset cuando un día inesperado el rey David recuerda una promesa que le hizo a su amigo Jonatán.
David había prometido a Jonatán, que si Jonatán moría, David se encargaría de cuidar a su familia. Esta promesa se encuentra registrada en 1 Samuel 20:15-17.
1 Samuel 20:15–17 RVR60
y no apartarás tu misericordia de mi casa para siempre. Cuando Jehová haya cortado uno por uno los enemigos de David de la tierra, no dejes que el nombre de Jonatán sea quitado de la casa de David. Así hizo Jonatán pacto con la casa de David, diciendo: Requiéralo Jehová de la mano de los enemigos de David. Y Jonatán hizo jurar a David otra vez, porque le amaba, pues le amaba como a sí mismo.
David se comprometió con Jonatán de cuidar de su descendencia en caso de que muriera.
Ahora David estando en el trono recuerda la promesa que hizo y quiere cumplir.
Pregunta que si alguien sabe si aun queda con vida alguien de la familia de la casa de Saúl.
2 Samuel 9:1 RVR60
Dijo David: ¿Ha quedado alguno de la casa de Saúl, a quien haga yo misericordia por amor de Jonatán?
Hay un ex empleado de la casa de Saúl que sabe de la existencia de Jonatán - Siba (mayordomo de la casa de Saúl).
Siba relata el estado de Mefiboset y recibe ordenes de traer a Mefiboset a Jerusalén por orden del rey.
2 Samuel 9:3–5 RVR60
El rey le dijo: ¿No ha quedado nadie de la casa de Saúl, a quien haga yo misericordia de Dios? Y Siba respondió al rey: Aún ha quedado un hijo de Jonatán, lisiado de los pies.Entonces el rey le preguntó: ¿Dónde está? Y Siba respondió al rey: He aquí, está en casa de Maquir hijo de Amiel, en Lodebar.Entonces envió el rey David, y le trajo de la casa de Maquir hijo de Amiel, de Lodebar.
David seguramente siente que su alma vuelve a descansar al saber que va a poder cumplir la promesa que le hizo a su amigo Jonatán.
La escena de le llegada de Mefiboset a Jerusalén es realmente conmovedora.
Mefiboset ha estado viviendo en Lodebar, quizá pensando que algún día el rey lo mandaría a buscar/llamar para quitarle la vida.
Los reyes acostumbraban quitarle la vida a la familia del antiguo rey para evitar un golpe de estado.
Mefiboset quizá ha estado viviendo temiendo por su vida todos los días, sin olvidar el sufrimiento que significaba estar cojo en el mundo antiguo.
Seguramente era una existencia difícil.
2 Samuel 9:6–7 RVR60
Y vino Mefi-boset, hijo de Jonatán hijo de Saúl, a David, y se postró sobre su rostro e hizo reverencia. Y dijo David: Mefi-boset. Y él respondió: He aquí tu siervo.Y le dijo David: No tengas temor, porque yo a la verdad haré contigo misericordia por amor de Jonatán tu padre, y te devolveré todas las tierras de Saúl tu padre; y tú comerás siempre a mi mesa.
Ha llegado el día del encuentro entre David y Mefiboset.
David anima a Mefiboset a no temer por su vida.
David va a mostrar bondad y misericordia a Mefiboset.
De hecho, todas las tierras que habían sido de su abuelo, volverán a ser de él.
¿Cómo va a poder trabajar las tierras un hombre cojo?
Siba, el antiguo mayordomo del rey, junto con sus hijos, trabajarían las tierras.
2 Samuel 9:9–10 RVR60
Entonces el rey llamó a Siba siervo de Saúl, y le dijo: Todo lo que fue de Saúl y de toda su casa, yo lo he dado al hijo de tu señor. Tú, pues, le labrarás las tierras, tú con tus hijos y tus siervos, y almacenarás los frutos, para que el hijo de tu señor tenga pan para comer; pero Mefi-boset el hijo de tu señor comerá siempre a mi mesa. Y tenía Siba quince hijos y veinte siervos.
¡Cuanta bondad!
A partir de ese día la vida de Mefiboset jamás sería la misma.
Mefiboset muy bien sabía lo que esto significaba. De hecho, él se sentía tan indigno que no lo podía creer.
2 Samuel 9:8 RVR60
Y él inclinándose, dijo: ¿Quién es tu siervo, para que mires a un perro muerto como yo?
Mefiboset sabía que él era un don nadie a comparación del rey David.
David no tenía ninguna obligación, más por su amistad con Jonatán, Mefiboset encontró bondad/gracia ante los ojos del rey.
Este es un hermoso cuadro de la gracia de Dios en la vida de todos nosotros.
Todos nosotros somos indignos de la gracia de Dios.
Todos somos indignos de sus bendiciones.
Somos indignos de ser llamados hijos de Dios.
No somos más que pecadores que se han rebelado contra un Dios santo, pero a Dios le ha placido mostrar misericordia a esta humanidad rebelde.
Eramos pecadores, adúlteros, borrachos, drogadictos, pandilleros, blasfemos, mentirosos, rencorosos, etc., y ahora estamos sentados a la mesa del rey disfrutando de su bondad y amor.
2 Samuel 9:13 RVR60
Y moraba Mefi-boset en Jerusalén, porque comía siempre a la mesa del rey; y estaba lisiado de ambos pies.
¡De la misma manera Mefiboset ahora gozaba la bendición de sentarse a la mesa del rey como si fuera uno de sus hijos!

II. El desenlace inesperado - ¿La traición?

Llega el día en que el reino de David se desestabiliza.
Su propio hijo Absalón atenta contra el reinado de David.
David tiene que salir huyendo de Jerusalén porque Absalón está dispuesto a quitarle el reino.
Absalón está dispuesta a destituir a su padre David del reino.
David huye de Jerusalén para salvar su vida. Sin embargo, Mefiboset no sale huyendo.
Un día David se encuentra con Siba, el mayordomo de la casa de Saúl que había quedado encargado de cuidar las tierras que David le concedió a Mefiboset.
David quiere saber como está Mefiboset. Era lógico que David estuviese interesado en saber como está su “hijo” adoptado.
2 Samuel 16:3 RVR60
Y dijo el rey: ¿Dónde está el hijo de tu señor? Y Siba respondió al rey: He aquí él se ha quedado en Jerusalén, porque ha dicho: Hoy me devolverá la casa de Israel el reino de mi padre.
Lo que David escucha de labios de Siba es completamente inesperado.
Según las palabras de Siba, Mefiboset no es más que un traidor.
Mefiboset se ha quedado en Jerusalén pensando que el pueblo lo hará rey.
¿Se puede imaginar usted lo que está pensando David?
Seguramente David se siente traicionado.
Seguramente su corazón está completamente destrozado.
Por tanto David le ordena a Siba a quedarse con las tierras de Mefiboset.
2 Samuel 16:4 RVR60
Entonces el rey dijo a Siba: He aquí, sea tuyo todo lo que tiene Mefi-boset. Y respondió Siba inclinándose: Rey señor mío, halle yo gracia delante de ti.
Para mi, este fue el desenlace inesperado.
No podía creer que esta historia estaba tan solo unos 7 capítulos después.
Mefiboset le dio la espalda a David.
¿Qué tan malagradecido tiene que ser alguien como para darle la espalda a aquella persona que te ha mostrado tanta bondad?
Llegué a pensar en como esto se aplica a lo que estamos viviendo en estos momentos.
Muchas personas están orando para que Dios los protega/guarde del coronavirus.
Muchos están pidiendo a Dios por sus empleos, etc.
¿Pero sabe qué hermanos? Algún día todo esto va a terminar.
Algún día todo va a regresar a su curso normal y la gente va a seguir con sus vidas.
Los que algún día clamaron a Dios le volverán a darle la espalda y no querrán saber nada acerca de Dios.
La gente volverá a vivir como sii Dios no existiera.
¿Pero, en mi mente seguía esta la interrogante, de verdad Mefiboset traicionó a a David?
No podía creer que alguien que haya experimentado tanta gracia y bondad de parte de Dios estuviese dispuesto a darle la espalda a quien le mostró tanto amor.
Así que seguí leyendo y encontré el verdadero desenlace inesperado.
Después que Absalón murió y sus enemigos de David habían sido derrotados, David regresa a Jerusalén.
El rey viene a tomar su trono legítimo.
Seguramente David tiene en mente confrontar a Mefiboset.
No me puedo imaginar lo que David está planeando decirle a Mefiboset.
David sabe que Mefiboset ha querido usurpar el trono del rey David.
Ante los ojos de David, Mefiboset no es más que un traidor, al igual que su hijo.
Llega el día en que el rey entra a Jerusalén y el pueblo sale a recibirlo - entre ellos viene Mefiboset.
2 Samuel 19:24 RVR60
También Mefi-boset hijo de Saúl descendió a recibir al rey; no había lavado sus pies, ni había cortado su barba, ni tampoco había lavado sus vestidos, desde el día en que el rey salió hasta el día en que volvió en paz.
David mira a Mefiboset pero lo que mira es contrario a lo que esperaba.
David mira a un hombre sucio, un hombre con barba, un hombre que no se a haceado, un hombre que parece estar de luto.
Mefiboset vivió en este estado desde el día que David salió huyendo de Jerusalén.
David quizá esperaba mirar a un hombre que se había ganado al pueblo y estaría vestido con ropas lujosas.
David esperaba ver al traidor que le dio la espalda después de que David había sido tan bueno con él.
David está confundido y lo único que se le ocurre preguntarle a Mefiboset es porque no salió huyendo con él.
2 Samuel 19:25 RVR60
Y luego que vino él a Jerusalén a recibir al rey, el rey le dijo: Mefi-boset, ¿por qué no fuiste conmigo?
Mefiboset es sincero con el rey y quizá señala a sus pobres pies lisiados.
2 Samuel 19:26–28 RVR60
Y él respondió: Rey señor mío, mi siervo me engañó; pues tu siervo había dicho: Enalbárdame un asno, y montaré en él, e iré al rey; porque tu siervo es cojo. Pero él ha calumniado a tu siervo delante de mi señor el rey; mas mi señor el rey es como un ángel de Dios; haz, pues, lo que bien te parezca. Porque toda la casa de mi padre era digna de muerte delante de mi señor el rey, y tú pusiste a tu siervo entre los convidados a tu mesa. ¿Qué derecho, pues, tengo aún para clamar más al rey?
Mefiboset no podía salir huyendo porque estaba cojo.
Él le pidió a Siba que le preparara un asno para salir huyendo pero no Siba lo traicionó a él.
Siba calumnió al pobre Mefiboset.
Mefiboset sigue reconociendo su lugar. Sabe que no merecía más que la muerta y sin embargo recibió misericordia de parte de David.
David recuerda la orden que le dio a Siba de quedarse con las tierras de Mefiboset.
Por tanto, David ordena que se dividan las tierras entre Siba y Mefiboset.
2 Samuel 19:29 RVR60
Y el rey le dijo: ¿Para qué más palabras? Yo he determinado que tú y Siba os dividáis las tierras.
Y es aquí donde realmente tenemos acceso al corazón de Mefiboset.
2 Samuel 19:30 RVR60
Y Mefi-boset dijo al rey: Deja que él las tome todas, pues que mi señor el rey ha vuelto en paz a su casa.
David tenía el concepto que Mefiboset tenía interés en su trono.
David pensaba, engañado por Siba, que Mefiboset estaba interesado solamente en la fortuna y el reino.
La realidad es que ni las tierras le interesan a Mefiboset. Mefiboset está dispuesto que las tierras sean de Siba para siempre.
Lo único que le interesaba a Mefiboset era que el rey, su padre adoptado, estuviera bien y llegara en paz a casa.
…mientras que Siba pretendía interesarse en el rey - lo único que le interesaba eran las tierras.

Conclusión

Hermanos, ¿cómo fue que David fue engañado para pensar que Mefiboset lo había traicionado?
David fue engañado por un acusador.
David fue engañado de alguien que presentó falso testimonio ante él acerca de Mefiboset.
David no estaba en Jerusalén. David estaba huyendo y no podía ir a Jerusalén para verificar con sus propios ojos la realidad de las cosas.
Simple y sencillamente David no conocía el corazón de Mefiboset. David juzgó de acuerdo a lo que escuchó.
Ningún ser humano tiene el poder de juzgar las intenciones y deseos del corazón.
Esto le pertenece a Dios.
Solo Dios conoce las intenciones y deseos del ser humano.
Solo Dios conoce quienes realmente le aman y son fieles.
La realidad es hermanos que existe un acusador. La Biblia dice:
Revelation 12:10 RVR60
Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche.
Satanás el diablo nos acusa delante de la presencia de Dios.
No me puedo imaginar cuantas acusaciones ha intentado el diablo a traer en contra de nosotros durante este tiempo de cuarentena.
Algunas de las cosas quizá son ciertas.
Algunas de las cosas quizá son exageraciones.
La realidad es que el acusador no descansa día y noche trayendo acusaciones contra nosotros.
Sin embargo, tenemos un abogado - a nuestro Señor Jesucristo - quien dio su vida y nos cubre con su sangre preciosa, e intercede diariamente por nosotros.
Solo Dios conoce nuestro corazón.
Que hoy pudieramos decir:
Dios, no me interesa que tenga salud hasta el último día de mi vida...
Dios, no me interesa tener finanzas y que no tenga que preocuparme por dinero...
Dios, no me interesa tener estabilidad en mi trabajo...
…todo esto me pudiera faltar - pero si tu no estás conmigo - no quiero nada. Lo único que quiero es a ti mismo.
¡Dios conoce nuestros corazones y sabe quienes le aman en verdad!
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