Cuidado con la codicia.

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Guardaos de toda avaricia, porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee.

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Le dijo uno de la multitud: Maestro, di a mi hermano que parta conmigo la herencia. 14 Mas él le dijo: Hombre, ¿quién me ha puesto sobre vosotros como juez o partidor? 15 Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee. 16 También les refirió una parábola, diciendo: La heredad de un hombre rico había producido mucho. 17 Y él pensaba dentro de sí, diciendo: ¿Qué haré, porque no tengo dónde guardar mis frutos? 18 Y dijo: Esto haré: derribaré mis graneros, y los edificaré mayores, y allí guardaré todos mis frutos y mis bienes; 19 y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate. 20 Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será? 21 Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios.
13Le dijo uno de la multitud: Maestro, di a mi hermano que parta conmigo la herencia. 14Mas él le dijo: Hombre, ¿quién me ha puesto sobre vosotros como juez o partidor? 15Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee. 16También les refirió una parábola, diciendo: La heredad de un hombre rico había producido mucho. 17Y él pensaba dentro de sí, diciendo: ¿Qué haré, porque no tengo dónde guardar mis frutos? 18Y dijo: Esto haré: derribaré mis graneros, y los edificaré mayores, y allí guardaré todos mis frutos y mis bienes; 19y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate. 20Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será? 21Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios.

INTRODUCCIÓN.

Durante su ministerio, Jesús nunca se detuvo a enfrentar el pecado en los corazones de los hombres, el tenía el poder de discernir cada uno de los pensamientos de sus oyentes.
De la misma forma, el sigue teniendo ese mismo poder, el sabe cada una de las razones por las cuales nos acercamos a el. No todos lo que estaban en la multitud iban a el por los motivos correctos. No todos vienen hoy en día a el con la motivación correcta.
A lo largo de las generaciones la avaricia en los hombres es una rasgo que salta indudablemente, incluso entre los que escuchan el mensaje del Evangelio y que Jesús nunca dudo en combatir.
En medio de la solicitud de un hombre para que Jesús interviniera en la resolución de un problema temporal, Jesús ataco el problema de raíz en el corazón de este hombre.
Le dijo uno de la multitud: Maestro, di a mi hermano que parta conmigo la herencia.
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Le dijo uno de la multitud: Maestro, di a mi hermano que parta conmigo la herencia.
Mientras Jesús estaba advirtiendo a sus discípulos sobre el guardarse de la hipocresía, parece que no todos estaban realmente atentos al mensaje, sino que estaban más preocupados por que les resolviera sus asuntos particulares.
Y es así, el Señor puede estar hablando a nuestra vida sobre algún tema en especifico a nuestra vida, y el lugar de poner atención en la instrucción divina, queremos que Dios resuelva nuestros asuntos terrenales, que nos parecen más prioritarios.
Este hombre tenía una gran preocupación, una que no podía esperar lo suficiente como para terminar de escuchar el mensaje de Jesús, una disputa familiar a causa de una herencia.
Alguien a dicho “Cuando hay una herencia, 99% de la gente son lobos”
Dios había dado ciertas reglas para la división de una herencia entre las familias de Israel (, ).
Dios había dado ciertas reglas para la división de una herencia entre las familias de Israel (, ).
¿Porque vino este hombre a que Jesús le resolviera este asunto de la herencia?
¿Porque vino este hombre a que Jesús le resolviera este asunto de la herencia?
Al usar el termino “Maestro”, este hombre estaba reconociendo a Jesús como un Rabino, y en aquellos días los rabinos en ocaciones servían de una especie de árbitros en los conflictos familiares o civiles.
Estaba convencido de que estaba siendo víctima de una injusticia, un despojo, no podía pensar en otra cosa, eso era el asunto de mayor importancia en su vida, incluso por encima del mensaje mismo que Jesús les estaba enseñando.
Vino
Mientras Jesús estaba advirtiendo a sus discípulos sobre el guardarse de la hipocresía, parece que no todos estaban realmente atentos al mensaje, sino que estaban más preocupados por que les resolviera sus asuntos particulares.
No vino a Jesús porque reconocía su necesidad de salvación, sino porque quería que Jesús fuera su abogado en el pleito legal. Quería que le solucionara su problema.
Y es así, el Señor esta hablando a nuestra vida sobre algún tema en especifico, que es la salvación eterna de nuestra alma, y el lugar de poner atención en la instrucción divina, queremos que Dios resuelva nuestros asuntos terrenales, que nos parecen más prioritarios.
La escritura no nos aclara si este hombre estaba alegando con toda legitimidad sobre la herencia, o simplemente lo que buscaba era que Jesús dictaminará un fallo a su favor.
14 Mas él le dijo: Hombre, ¿quién me ha puesto sobre vosotros como juez o partidor?
A diferencia de los hombres que en multiples ocaciones se enfocan en la resolución de aspectos externos y temporales, Jesús fue directo a la raíz del problema en el corazón de aquel hombre.
La inmensa sabiduría y la imparcialidad que el Señor tiene para dar una instrucción, una guía nunca va enfocada satisfacer ninguna motivación egoísta, como las que tenía este hombre.
La inmensa sabiduría y la imparcialidad que el Señor tiene para dar instrucción, una guía nunca va enfocada satisfacer ninguna motivación egoísta, como las que tenía este hombre.
Jesús se rehuso a cumplir la petición de aquel hombre, al menos por dos razón de suma importancia: (a) No quería pasar por alto a las autoridades que tenían el deber de ocuparse de eso (autoridades civiles); (b) Su venida no era para juzgar asuntos cotidianos que tenía que ver con bienes terrenales; sino algo de mayor importancia, “el vino a buscar y a salvar los que se había perdido”.
Dios no esta interesado en resolver nuestros problemas terrenales, el esta interesado en nuestra salvación. En su inmensa gracias, cuando obedecemos su Palabra y la ponemos por obra, el comienza a cambiar nuestra situación, pero ese no es el centro del evangelio.
A diferencia de los hombres que en multiples ocaciones se enfocan en la resolución de aspectos externos y temporales, Jesús fue directo a la raíz del problema en el corazón de aquel hombre, el pecado.
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, (Se le solucionen todos sus problemas y viva como rey, sean un triunfador, un campeón, no tenga ninguna enfermedad, etc) no se pierda, mas tenga vida eterna.
El problema del hombre, no es un asunto externo, tiene que ver con el interior. Es un error predicar a Cristo como quien va a solucionar los problemas, estamos engañando a la gente, si lo hacemos así.
No penséis que he venido para traer paz a la tierra; no he venido para traer paz, sino espada.
La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.
1 Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señ
Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos.
Reina Valera Revisada (1960). (1998). (). Miami: Sociedades Bı́blicas Unidas.
Reina Valera Revisada (1960). (1998). (). Miami: Sociedades Bı́blicas Unidas.or Jesucristo
Reina Valera Revisada (1960). (1998). (). Miami: Sociedades Bı́blicas Unidas.
Porque he venido para poner en disensión al hombre contra su padre, a la hija contra su madre, y a la nuera contra su suegra; 36 y los enemigos del hombre serán los de su casa. (El Seguir a Jesús tiene un costo, el costo de entrar en conflicto aun con las personas más cercanas por causa de Jesús)
Sabía que la preocupación de este hombre tenía que ver con la condición que su corazón guardaba, que era la codicia, por ello aprovechando la importunidad de este hombre lanza una advertencia, no solo a el, sino también a los que escuchaban.
Este hombre no buscaba a Jesús porque reconocía su necesidad de perdón y salvación, mas bien, la condición de su corazón, las verdaderas motivaciones por las cuales seguía a Jesús estaban expuestas.
Sabía que la preocupación de este hombre tenía que ver con la condición que su corazón guardaba, que era la codicia, por ello aprovechando la importunidad de este hombre lanza una advertencia, no solo a el, sino también a los que escuchaban.
Sabía que la preocupación de este hombre tenía que ver con la condición que su corazón guardaba, que era la codicia, por ello aprovechando la importunidad de este hombre lanza una advertencia, no solo a el, sino también a los que escuchaban.
15 Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia;
La advertencia de Jesús sobre la avaricia, es algo en lo cual debemos examinarnos muy conscientemente, por que toda persona es propensa a dejarse arrastrar por ella.
La advertencia de Jesús para sus oyentes y para nosotros, contempla dos acciones de suma importancia que toda persona debe considerar en su propia vida.
Mirad = Gr joráo, 3708 ; fijarse, mirar fijamente, discernir claramente, tiene un sentido de cuidarse; estar atentos, estar alerta.
Guardaos = Gr, fulásso 5442; tiene la idea de aislamiento, de estar en guardia, de vigilar, evadir, abstenerse.
15 Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia
Avaricia = Gr. pleonexia 4124; codicia o avaricia, literalmente deseo de tener más (pleon, más; eco, tener), siempre en mal sentido. Se usa de posesiones materiales, de mezquindad. Tiene la idea de la sed de tener más, de tener siempre más y más y aun más.
La versión inglesa KJV lo traduce como codicia.
Codicia. La codicia significa primeramente «un deseo desmedido, que puede ser de cualquier cosa, en este caso son bienes materiales, pero puede ser un deseo desenfrenado de poder, fama reconocimiento, de tener una posición».
Codiciar, es desear desordenadamente algo que pertenece a otro, un deseo de aumentar lo de uno apropiándose de lo que pertenece a otros.
Sin duda alguna la codicia / avaricia es una de los pecados a los que el corazón esta más inclinado.
Este pecado ayudo a derribar a los ángeles que cayeron y a Satanás. No se conformaron con el estado que Dios les había dado, querían otro.
Fue la codicia la que movió el corazón de Adán y Eva a tomar del fruto del árbol del bien y del mal. Fueron codiciosos, no estuvieron contentos con los que Dios les había dado. (Judas vendió a Jesús, Dalila vendió a Sansón contra sus enemigos, Acán traiciono al pueblo, etc.)
PDT  No codicies (Una prohibición divina, porque este pecado tiene muchas repercusiones destructivas, no solo para la persona, sino para todos su entorno, familia, vecindario, pueblo, nación, etc. ) la casa de tu semejante, ni codicies su esposa, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su burro, ni nada de lo que él tenga».
Sin duda alguna la codicia / avaricia es una de los pecados a los que el corazón esta más inclinado. Este pecado ayudo a derribar a los ángeles que cayeron. No se conformaron con el estado que Dios les había dado, querían otro.
Fue la codicia la que movió el corazón de Adán y Eva a tomar del fruto del árbol del bien y del mal. Fueron codiciosos, no estuvieron contentos con los que Dios les había dado.
Dios condena esta clase de conducta en los seres humanos, porque la codicia / avaricia, es producto del egoísmo, de solo querer atesorar para si mismo, si afán de compartir con nadie.
Jr 3.13 Porque desde el más chico de ellos hasta el más grande, cada uno sigue la avaricia; y desde el profeta hasta el sacerdote, todos son engañadores. 14 Y curan la herida de mi pueblo con liviandad, diciendo: Paz, paz; y no hay paz.
Es la codicia de muchos falsos predicadores la que ha llevado a diluir las centralidad del evangelio y por ellos a predicar un mensaje al gusto de la gente.
14 Y curan la herida de mi pueblo con liviandad, diciendo: Paz, paz; y no hay paz.
Pero también esta la otra parte, aquellos que escuchan el mensaje de Dios, y que sin embargo, no buscan a Dios con un corazón sincero, sino lo buscan para que les arregle sus asuntos (familiares, económicos, de salud, etc)
Reina Valera Revisada (1960). (1998). (). Miami: Sociedades Bı́blicas Unidas.
Y tú, hijo de hombre, los hijos de tu pueblo se mofan de ti junto a las paredes y a las puertas de las casas, y habla el uno con el otro, cada uno con su hermano, diciendo: Venid ahora, y oíd qué palabra viene de Jehová. 31 Y vendrán a ti como viene el pueblo, y estarán delante de ti como pueblo mío, y oirán tus palabras, y no las pondrán por obra; antes hacen halagos con sus bocas, y el corazón de ellos anda en pos de su avaricia. (aquí nomás puras pedradas, para cuando nos dan un mensaje motivacional) 32 Y he aquí que tú eres a ellos como cantor de amores, hermoso de voz y que canta bien; y oirán tus palabras, pero no las pondrán por obra. 33 Pero cuando ello viniere (y viene ya(el trato de Dios, la amonestación, la disciplina)), sabrán que hubo profeta entre ellos.
Es la codicia de muchos falsos predicadores la que ha llevado a diluir las centralidad del evangelio y por ellos a predicar un mensaje al gusto de la gente.
La codicia destruye naciones enteras, por que los gobernantes o quienes tiene poder abusan de el, solo con el fin de enriquecerse ellos mismos.
¡Ay de los que en sus camas piensan iniquidad y maquinan el mal ( promueven leyes abusivas para despojar a la gente de su patrimonio), y cuando llega la mañana lo ejecutan, porque tienen en su mano el poder! 2 Codician las heredades, y las roban; y casas, y las toman; oprimen al hombre y a su casa, al hombre y a su heredad.
Y que de aquellos que a base de ganancias injustas han forjado su patrimonio,
1¡Ay de los que en sus camas piensan iniquidad y maquinan el mal, y cuando llega la mañana lo ejecutan, porque tienen en su mano el poder! 2Codician las heredades, y las roban; y casas, y las toman; oprimen al hombre y a su casa, al hombre y a su heredad.
¡Ay del que codicia injusta ganancia para su casa, para poner en alto su nido, para escaparse del poder del mal! 10 Tomaste consejo vergonzoso para tu casa, asolaste muchos pueblos, y has pecado contra tu vida. (el caso esposo Brenda, sin nombre).
Cuando la codicia / avaricia, se arraiga en el corazón, vuelve el corazón de los seres humanos (creyentes) infieles a Dios, por que le deseo desordenado de bienes materiales, de poder, de reconocimiento, de fama, de gloria, se convierte en un ídolo en el corazón.
Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría;
Reina Valera Revisada (1960). (1998). (). Miami: Sociedades Bı́blicas Unidas.
Cuando Cristo nos salva, el transforma nuestra vidas, perdona nuestros pecados, y nos hace justo delante de el, por sus méritos, sin embargo, hay prácticas, costumbres que nosotros debemos desarraigar de nuestras vida, como la codicia, por eso Pablo dice hagan morir la avaricia.
Todos deseo desordenado de codiciar lo que otros tienen o poseen, se convierte en un ídolo que se levanta en nuestro corazón por encima de Dios mismo, y eso debe ser desarraigado de nuestro corazón.
Una nacido de Dios, no debe ser participe de esa clase de costumbres, porque si Cristo a transformado su vida, ahora sus anhelos deben ya no terrenales, sino celestiales, a diferencia del hombre que quería que Jesús repartiera la herencia.
He 15.5 Sean vuestras costumbres sin avaricia (un corazón avaricioso tiene un amor enfermo por el dinero, la posesiones materiales, pero la avaricia debemos recordar que no solo tiene que ver con bienes, sino con deseos de ser visto adulado, reconocido, de ocupar un lugar que no nos corresponde, etc),
contentos con lo que tenéis ahora (el gran problema de la avaricia es la falta de contentamiento con lo que tenemos ahora, siempre hay una actitud de queja, que porque si tengo casa propia, que si rento, que si tengo trabajo y gano poco, que si vendo más en el negocio, que si la iglesia es muy chica, etc.)
¿Estas contento con lo que Tienes ahora?, o ¿Te la pasas quejándote, o codiciando lo que otros tiene y que tu no?
; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré; Jesús nunca nos va a abandonar, Él conoce perfectamente nuestra condición y nos da lo que necesitamos, aun cuando no sea lo que queremos. “Él no es hombre para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta, el dijo y el hará”. (Amén).
El corazón codicioso tiene consecuencias desastrosas en el hogar.
TLA El que siempre quiere tener más hace daño a su familia,
hace daño a su familia,
¿Cuantas Familias han sido destruidas a causa de un esposo codicioso?, ¿Cuantos hogares se han destruido a causa de mujeres que siempre están obsesionadas con tener más y presiona a sus esposos para hacer cualquier cantidad de cosas indecentes? ¿Cuantos Jóvenes codiciosos han metido a sus padres en problema innecesarios a causa de sus deseos desordenados?
TLA No hagas de las riquezas tu única meta en la vida (tantas y tantas personas, incluso los cristianos están en una carrera desenfrenada por acumular bienes materiales, quieren tener una casa + Grande, más sucursales, un mejor puesto en su empresa, etc, porque en ello encuentra su seguridad), y se olvidan de Cristo), 5 pues son como las águilas: abren las alas y salen volando. Si acaso llegas a verlas, muy pronto desaparecen.
tu única meta en la vida,
5 pues son como las águilas:
abren las alas y salen volando.
“Se dice que cuando una persona es joven, trabaja a costa de su salud para hacer dinero, pero una vez que llega a viejo se gasta el dinero para alcanzar salud”.
Si acaso llegas a verlas,
muy pronto desaparecen.
Se dice
El joven que interrumpió a Jesús, estaba obsesionado con la herencia, porque, asociaba que su tranquilidad, su seguridad y su paz, los encontraría en los vienes materiales.
Mirad = Gr joráo, 3708 ; fijarse, mirar fijamente, discernir claramente, tiene un sentido de cuidarse; estar atentos, estar alerta.
Y muchos el día de hoy, están en la misma posición que de aquel Joven, es ahí la importancia de la advertencia de Jesús de estar vigilante constantemente, de estar alerta, de discernir claramente que es lo que esta gobernando nuestro corazón.
15 Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee.
Si miramos a nuestro alrededor, y escuchamos todas las voces que suenan; uno podría llegar a pensar que la vida del hombre, consiste en la abundancia de los bines que posee.
Las personas piensan que son mejor en función de las riquezas, la fama, el poder, el reconocimiento, los logros personales que pueden atesorar. Dime cuanto tienes en tu cuenta bancaria, y te dire que tan importante eres.
El problema es que el orgullo y la falsa seguridad que dan los bienes materiales, nos hacen pensar que eso es el todo de la vida y que ya no necesitamos a Dios. Ese era el caso del joven que vino a Jesús.
Cuídate de no olvidarte de Jehová tu Dios, para cumplir sus mandamientos, sus decretos y sus estatutos que yo te ordeno hoy; 12 no suceda que comas y te sacies, y edifiques buenas casas en que habites, 13 y tus vacas y tus ovejas se aumenten, y la plata y el oro se te multipliquen, y todo lo que tuvieres se aumente; 14 y se enorgullezca tu corazón, y te olvides de Jehová tu Dios, que te sacó de tierra de Egipto, de casa de servidumbre; 15 que te hizo caminar por un desierto grande y espantoso, lleno de serpientes ardientes, y de escorpiones, y de sed, donde no había agua, y él te sacó agua de la roca del pedernal; 16 que te sustentó con maná en el desierto, comida que tus padres no habían conocido, afligiéndote y probándote, para a la postre hacerte bien; 17 y digas en tu corazón: Mi poder y la fuerza de mi mano me han traído esta riqueza.
La codicia surge de un amor desviado en su corazón, donde Cristo no es el centro, sino su dinero.
¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas
Muchos cristianos incluso esta tan preocupados con por sus bienes, pensado que esa es su seguridad que cierran su puño para no ofrendar y diezmar (es que eso es de la ley del AT, ya no aplica, Pablo dice que cada uno de lo que gana aparte cada semana para dar a la obra del Señor).
La codicia surge de un amor desviado en su corazón, donde Cristo no es el centro, sino su dinero.
La codicia surge de un amor desviado en su corazón, donde Cristo no es el centro, sino su dinero.
porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.
Dios no esta en desacuerdo con que el hombre prospere, le vaya bien en la vida, lo que Dios condena, es un amor y una obsesión desmedida, por tener más de lo que necesitas, que cierres tu puño a la necesidad, que seas mezquino con quien te dio cada una de las cosas que tienes.
No era que ese
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Guardaos = Gr, fulásso 5442; tiene la idea de aislamiento, de estar en guardia, de vigilar, evadir, abstenerse.
Muchos cristianos incluso esta tan preocupados con por sus bienes, pensado que esa es su seguridad que cierran su puño para no ofrendar y diezmar (es que eso es de la ley del AT, ya no aplica, Pablo dice que cada uno de lo que gana aparte cada semana para dar a la obra del Señor).
No era que ese
porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.
El problema de este joven, no era el pleito que tenía con su hermano por la herencia, el problema radicaba en su corazón, su desmedida codicia y su amor a lo material (temporal), le segaba para ver su profunda necesidad de Salvación.
¿Soy yo quizá un hombre o una mujer codiciosa?, ¿Experimento gozo en dar para buenas causas?, ¿Soy una persona egoísta? ¿Tengo pasiones desordenadas por los bienes materiales? ¿Tengo pasiones desordenadas por tener honor y prestigio?, ¿por tener poder y prestigio?
Por ello Jesús uso una parábola, para ilustrar la gravedad del asunto.
Mirad = Gr joráo, 3708 ; fijarse, mirar fijamente, dicernir claramente
16 También les refirió una parábola, diciendo: La heredad de un hombre rico había producido mucho.
¿Es acaso que Dios se molesta por la prosperidad?
Ya hemos dicho que no, el tuvo una muy buena cosecha, no vemos por ningún lado que haya sido producto de la deshonestidad, o del fraude.
Más bien este hombre había sido bendecido por Dios, porque para tener una buena cosecha se necesitan un montón de factores que el no podía controlar.
Buen clima, buenas lluvias, que no hubiera plagas, Así que más bien su exitosa cosecha se debía a la bondad de Dios para con el, más que por sus propios esfuerzos.
Sino acuérdate de Jehová tu Dios, porque él te da el poder para hacer las riquezas, a fin de confirmar su pacto que juró a tus padres, como en este día.
Y es de esa forma que Dios nos bendice, todo lo que hemos podido alcanzar a tener, es producto del favor, la gracia y la misericordia de Dios (tu negocio, tu empleo, tus bienes materiales, etc.)
El problema no estaba en la cosecha, que fuera abundante, sino en la importancia que le daba a los bienes.
Reina Valera Revisada (1960). (1998). (). Miami: Sociedades Bı́blicas Unidas.
17 Y él pensaba dentro de sí (nunca le agradeció a Dios por el resultado de la cosecha, nunca reflexiono que “toda dádiva y todo don perfecto proviene del Padre de las luces”, siempre lo vio como un logro propio),
diciendo: ¿Qué haré, porque no tengo dónde guardar mis frutos?
En su abundancia radicaba el problema, no sabía que hacer con tanta bendición, en lugar de ser generoso con los demás, en lugar de compartir, estaba metido en una angustia.
Donde podía almacenar su grano estaba lleno hasta el tope, rentar otro lugar le llevaría a gastar no solo en la renta sino en los gastos de transportación, y otra clase de costos que no esta dispuesto a pagar.
Si vendía el excedente de la cosecha, iba a incrementar la oferta en el mercado y por lo tanto iba a bajar el precio e iba a perder dinero en la venta de su producto.
Así que después de mucho pensarlo se le ocurrió una brillante idea.
18 Y dijo: Esto haré: derribaré mis graneros, y los edificaré mayores, y allí guardaré todos mis frutos y mis bienes; 19 y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate.
En estos versículos, desde el final del verso 17 y estos dos, podemos encontrar en las palabras de este hombre al menos 14 veces la palabra yo o mi, lo que nos deja ver una postura totalmente arrogante y egoísta.
En lugar de pensar el la necesidad de otros, en como podía ser generoso para con otros, decidió arrancar una empresa de construcción que lo sometería a más presión, angustia y afección, construir unos graneros más grandes para guardar toda su cosecha.
Y cuantos están en esa misma condición el día de hoy, Dios los bendice, y el lugar de agradecer, le atribuyen a sus propios esfuerzos su logros, ya no es la bendición de Dios, sino el producto de mi trabajo, de mi esfuerzo, es mi recompensa a tanto esfuerzo.
Muchos llegan volverse tan codiciosos, que incluso comienza a poner toda clase de excusas para dejar de ofrendar y diezmar en la asamblea.
¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas
Muchos cristianos incluso esta tan preocupados con por sus bienes, pensado que esa es su seguridad que cierran su puño para no ofrendar y diezmar (es que eso es de la ley del AT, ya no aplica, Pablo dice que cada uno de lo que gana aparte cada semana para dar a la obra del Señor).
Su codicia lo cegó al grado de pensar, que aun su vida le pertenecía, que el tenia el control y podía decidir, como cuando y que hacer.
19 y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate.
Muchos creen que porque gozan de cierta seguridad y estabilidad financiera, no necesitan de Dios. Su seguridad radica en su bienes, sin embargo hoy están temblando de miedo con el coronavirus.
Este hombre ya había planeado su futuro, ya había decidido que iba a hacer, todo el plan de su vida, sin tener a Dios en cuenta en ningún momento.
De la misma forma, muchos, incluso asistentes asiduos a las iglesias, viven de la misma forma, hacen su planes, deciden a donde van, que es lo que planean hacer, como proyectan su vida, en 1 ,3, 5, 12 meses, pero sin tomar a Dios en cuenta por ningún motivo.
Actuar de esa forma, es simplemente un acto de necedad o insensatez.
TLA Escúchenme, ustedes, los que dicen: «Hoy o mañana iremos a la ciudad; allí nos quedaremos todo un año, y haremos buenos negocios y ganaremos mucho dinero.» (Muchos hacen toda clase de planes, pero sin Dios, como si fueran dueños de si mismos, de sus propias vidas, tal como el hombre de la parábola)
14 ¿Cómo pueden hablar así, cuando ni siquiera saben lo que les va a suceder mañana? (¿quien es dueño de su futuro?, ¿quien sabe que va a pasar en los siguientes minutos de su vida?, nadie sabe el día en que Dios lo llamara a cuentas delante de el) Su vida es como la niebla: aparece por un poco de tiempo, y luego desaparece. (para nosotros esta ilustración es muy clara ) 15 Más bien, deberían decir: «Si Dios quiere, viviremos y haremos esto o aquello.» 16 Sin embargo, a ustedes les gusta hablar con orgullo, como si fueran dueños del futuro, y eso es muy malo.
Dejar a Dios fuera de nuestro planes es una completa irracionalidad. Este hombre pensaba que sus bienes materiales le darían la paz y seguridad que su alma requería
20 Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será?
No es el hombre que hablaba consigo mismo todo el tiempo quien habla, sino es Dios mismo quien le habla al hombre.
Todo aquel que saca de su vida a Dios, la Biblia lo llama Necio, insensato, carente de todo buen juicio, ignorante.
Creer que puedes vivir la vida sin Dios, creer que pueden llegar y proveerte de bienes, de logros de fama, te dará seguridad, es una falacia.
Este hombre trabajo durante mucho tiempo, tras cualquier cantidad de codicias, y cuando esta dispuesto a disfrutar los siguientes años, Dios vino a pedirle su alma, desperdicio su vida de forma inútil.
No se la pido mañana, o en una semana para que arreglara sus pendientes, mucho menos en unos años en lo que se casaba y disfrutaba de la vida. La Exigencia de Dios era inmediata y desafortunadamente este hombre no estaba listo para ello.
Todo el fruto de su trabajo, el fruto de sus ambiciones, de sus avaricias y sus codicias quien sabe quien las disfrutaría, porque el ya no podría.
¿De que te sirve todos tus logros, todos tus bienes que has atesorado, si el día hoy Jesús te llamara a cuentas estarías listo para encontrarte con el?
No solo no tenía el control de su vida, sino tampoco sabía cuando llegaría a su final. Ningún hombre lo sabe, esto solo le pertenece a Dios, por eso resulta insensato sacar a Dios de nuestra vida.
21 Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios.
De nada le sirvió todo su esfuerzo, nada era la herencia que el joven se disputaba con su hermano, la advertencia de Jesús a guardarse de la codicia, es más viva hoy que nunca en nuestra vida.
Muchos pierden su tiempo por lograr cosas en este mundo, sin comprender que si nada llegaron a este mundo y si nada se irán.
El resultado de malgastar la vida que Dios nos ha dado en esta tierra, dará como resultado una pobreza espiritual eterna, porque estaremos alejados de la presencia de Dios por lo siglos de los siglos.
Si Cristo viniera hoy, de que te sirven tus posesiones, tus logros, tu fama, tu gloria, No malgastemos nuestra vida en asuntos intrascendentes.
Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
TLA Entrégale a Dios tu amor, y él te dará lo que más deseas.
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