Jesús es el Cristo

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TBB: Marco 8.27-30
INTRODUCCION
Algunas noticias recientes:
1. Un misionero va a evangelizar indios en el Amazona y termina renunciando a su fe.
2. Un joven pastor luego de varios años de ministerio con jóvenes dice ser ateo.
3. Un prominente líder y escritor cristiano, Joshua Harris, recientemente dice dar un paso atrás y “desconstruir” el fundamento de su fe para explorar nuevos caminos.
4. Marty Sampson, un destacado músico y compositor del grupo Hillsong dice no poder soportar más las dudas acerca de su fe y da un paso atrás. En su publicación dijo: “¿Cuántos predicadores caen? Muchos, nadie habla de eso. ¿Cuántos milagros suceden? No muchos. Nadie habla de eso. ¿Por qué la Biblia está llena de contradicciones? Nadie habla de eso. ¿Cómo puede Dios ser amor y enviar a cuatro mil millones de personas a un solo lugar, todo porque no creen? Nadie habla de eso. Los cristianos pueden ser las personas más prejuiciosas del planeta, también pueden ser algunas de las personas más bellas y amorosas. Pero [ser cristiano] no es para mí”.
Estas son realidades que han golpeado a estas personas, y aunque sea doloroso reconocerlo, quizás alguien que ahora escucha está luchando con esta misma realidad. Un cuestionamiento sobre su fe.
Cada una de esas personas han tenidos sus propias historias. Y nosotros también tenemos nuestras propias historias de todos los días.
¿Qué puede evitar que tropecemos y quedemos muertos en la arena del combate cuando somos acosados por nuestras tentaciones, nuestras luchas, golpes inesperados o aun el éxito pasajero?
La respuesta a una sola pregunta nos puede ayudar, y es fundamental para no morir en la batalla que ha todos nos involucra: ¿Quién dices tu que Jesús es?
Tu respuesta a esa pregunta, no sólo con el intelecto, con todo tu corazón, es fundamental; te ayuda si estás a punto de tropezar y caer ahora mismo, o te fortalece tu fe para que sigas corriendo con paso seguro hasta llegar al final y cruzar la meta.
La respuesta a esa pregunta resulta fundamental: ¿Quién dices tu que Jesús es?
Hoy me propongo que hablemos de esa pregunta. Creo que es tan importante esa pregunta y por su puesto, la respuesta asociada a ella, porque es la base de todo.
· Y la verdad es que errar en la respuesta es errar en todo; es estar expuesto a perderlo todo; es caminar hacia el fracaso y el más miserable futuro eterno. Errar la respuesta a esa pregunta es como lanzarse a atravesar la I-75 con los ojos vendados a las 5pm.
· En cambio, una convicción de la respuesta correcta es poseerlo todo. Es la “perla de gran valor”. “…es semejante a un mercader que busca perlas finas, y al encontrar una perla de gran valor, fue y vendió todo lo que tenía y la compró.” Mateo 13.46.
Es poseer una verdad que nadie te puede arrebatar, es cómo una embarcación que puede estar azotada por la tempestad más violenta pero no naufragará porque está fuertemente anclada.
Esta misma pregunta Jesús les hace a sus discípulos:
I. ¿QUIÉN DICEN LA GENTE QUE SOY YO?
AMBIENTE (8.27)
La cuestión de la identidad de Jesús ha sido un tema central del evangelio de Marcos, desde la introducción, Marcos 1.1 “Principio del evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios”.
El propio Padre exclamó: Tú eres mi Hijo amado, en ti me he complacido.” (1:11);
Los mismos demonios lo reconocieron: “¿Qué tenemos que ver contigo, Jesús de Nazaret? …Yo sé quién eres: el Santo de Dios.” (1:24); “Y siempre que los espíritus inmundos le veían, caían delante de El y gritaban, diciendo: Tú eres el Hijo de Dios.” (3:11);
La gente se maravilla ante su poder milagroso “Y todos se asombraron de tal manera que discutían entre sí, diciendo: ¿Qué es esto? ¡Una enseñanza nueva con autoridad! Él manda aun a los espíritus inmundos y le obedecen.” (2:12);
“…¿Dónde obtuvo éste tales cosas, y cuál es esta sabiduría que le ha sido dada, y estos milagros que hace con sus manos?” (6:2);
“Y se asombraron en gran manera, diciendo: Todo lo ha hecho bien; aun a los sordos hace oír y a los mudos hablar.” (7:37),
Después de que Jesús calma la tormenta, los discípulos preguntan abiertamente: “¡Quién, pues, es este que el viento y el mar le obedecen!” (4:41).
Ha llegado el momento en que Jesús espera una respuesta de la gente. En este punto ya deben haber llegado a una conclusión con respecto a quién es Jesús.
El se había manifestado con amplias evidencias. “Dios no juega a los escondidos”. Cierto es que Jesús por momentos procuró el anonimato y evito la publicidad, pero es incuestionable que todo lo que había hecho hasta aquí no había sido en secreto, su fama era ampliamente conocida.
El quiere darse a conocer. El sabe la urgencia que todos tenemos de conocerle. El sabe nuestras ilimitadas incapacidades para conocerle. Dios quiere darse a conocer porque sabe que estamos perdidos si no alcanzamos a conocerle.
Lo había hecho bien, y ahora pregunta, ¿QUIÉN DICEN LA GENTE QUE SOY YO?
CONFLICTO (8.28)
La respuesta que le dan la mayoría de la gente demuestra que seguían con la vista oscura, a pesar de todo lo que Jesús hizo y enseñó.
Sólo podían ver en Jesús alguien de la talla de uno de los profetas, nada más.
La ceguera más cruel y triste es la de tener ojos para ver y no poder hacerlo. Es la de poder oír la gracia que Dios nos ha dado e ignorarlo.
Cómo es posible que Dios caminara en Palestina entre los hombres, les demostrara Su identidad divina, y hasta aquí lo relacionaran solamente con algún profeta.
Y nosotros hoy no estamos en mejor posición. Al contrario, peor sin lugar a duda. Porque a pesar de todo el registro de los hechos y enseñanzas de Jesús, tenemos también el Calvario. Que triste condición cuando Dios habla y no se quiere escuchar; cuando su gracia te libera para que vengas a El; cuando su gracia te despierta, pero prefieres mantenerte dormido.
Que triste cuando al Salvador del mundo se le confunde con una buena religión y nada más.
CLIMAX (8.29a)
El clímax llega cuando Jesús les pregunta a ellos mismo, sus discípulos y amigos: “Pero vosotros, ¿quién decís que soy yo?”.
Luego de estar caminando a su lado por más de dos años, luego de haber sido ellos mismos testigos de primera mano de todas las señales que Jesús hizo y todo lo que hasta ese momento había enseñado, ahora quería estar seguro de que sus propios discípulos le reconocían.
Digo que este verso 29 es el clímax no sólo de este pasaje que estamos estudiando, sino bien pudiéramos verlo como el clímax de todo el evangelio.
El interés de Jesús ya no sólo es ‘quién dice la gente que El es’, ahora pregunta a su circulo intimo, a aquellos que llevarían el peso de extender el conocimiento del cristianismo. La pregunta pasa de un sentido general a uno particular: “Pero vosotros, ¿quién decís que soy yo?”
¿Sientes tú, hermano o amigo que me escuchas, el peso de esta pregunta? ¡Deberías! Porque esta es la pregunta que como dije en la introducción, tiene el potencial de darte vida. Errar en la respuesta es errar en todo, pero acertar en la respuesta es ganarlo todo.
¿Tienes tú una respuesta que no sólo surge de tu intelecto, sino que brota de tu corazón? ¡Deberías!
Esa fue la respuesta que en representación de los discípulos le dio Pedro.
RESOLUCION (29b)
Aquí vemos un primer gran destello de luz en los discípulos. Aquí llegamos al pináculo del evangelio de Marcos: Jesús es el Cristo.
Cristo no es “el apellido de Jesús”, es la palabra griega para Mesías. Pedro está afirmando que Jesús es el Mesías, el ungido de Dios. Aquel destinado para el final de los tiempos para traer la salvación de todos los hombres que creen en El.
Una pregunta que Marcos nos deja ver y la cual es altamente personal. No sólo para los doce, sino para nosotros también: luego de haber leído y escuchado todo lo que Jesús ha hecho y enseñado en la Palabra, ¿Quién dices tú que es Jesús?
De la respuesta a esta pregunta depende tu eternidad.
Toda la razón por la que están escritos los Evangelios es para que podamos responder a esa importante pregunta: ¿Quién dices tú que es Jesús?
No hay otra razón por la que hemos estado compartiendo cada semana sobre este evangelio de Marcos particularmente. Cada uno de nosotros tiene que responder a esta fundamental pregunta: ¿Quién dices tú que es Jesús?
Por cierto que Jesús no es un gran ejemplo a seguir, ni un gran revolucionario social de su tiempo, ni un maestro de la ética moral, ni un resuelve problemas, ni un modelo de carácter e integridad, ni el arcángel Miguel; si sólo eso es Jesús para ti, tienes que seguir buscando hasta
que puedas ver, como Pedro y como todos los discípulos del Maestro a través de todas las edades, que Jesús es el Cristo, el ungido, el Mesías Salvador.
· Jesús es el segundo Adán que vino a restaurar lo que el primero había perdido;
· El es ‘la simiente de la mujer que aplastaría a la serpiente’;
· El es Sumo Sacerdote que mediaría entre nosotros y Dios y que aun El mismo se ofrecería como ofrenda de sacrificio por nuestros pecados para sufrir la ira de Dios que está sobre los hombres por causa del pecado;
· El es el Rey de Reyes que vendría del linaje de David para gobernar y proteger a Su pueblo redimido;
· El es mayor que cualquier otro profeta de la antigüedad, porque El nos revela al Padre, El es ‘el Verbo hecho carne’.
· En Jesús el Cristo se cumplen todas las promesas de Dios. Por eso, todo el que reconoce a Jesús como el Cristo, se arrepiente de todos sus pecados y pone toda la fe sólo en El, ese alcanza la vida eterna que El vino a ofrecer.
Tu respuesta a esta pregunta, ¿Quién dices tu que Jesús es?, no sólo con el intelecto, sino con todo tu corazón, te da vida; te va a sostenerte si estás a punto de tropezar y caer, o va a consolidar tu fe para que sigas corriendo con paso seguro hasta llegar al final y cruzar la meta.
NUEVO AMBIENTE (8.30)
Finalmente, ante esta confesión de Pedro, Jesús les advierte severamente a los discípulos que no lo comentaran a nadie. Y vuelve a surgir el llamado “secreto mesiánico”. Y en esta ocasión vemos claramente la razón de ese “secreto” en los versos siguientes. Pero lo veremos la próxima ocasión que nos reunamos.
CONCLUSION
Al igual que todas las personas que han caído de la fe que mencioné en la introducción, todos nosotros estamos expuestos a un mundo hostil.
· Si tú eres cristiano, este mundo no es tu ambiente natural. Tu fe estará bajo fuego.
· Si tú sabes en tu corazón que no eres cristiano, estás muerto y te urge despertar.
La única respuesta, la única esperanza, la única opción, tanto para cristianos como para no creyentes es llegar a confesar con el corazón que Jesús es el Cristo.
El es tu única esperanza para tu presente y para tu eternidad. No hay otra. Sólo el Mesías de Dios, el Ungido, el Cristo, el Salvador del mundo.
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