Cuando la palabra del hombre reemplaza a la de Dios

Marcos # 26  •  Sermon  •  Submitted
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TTB: Marcos 6.53-56
En los versos de Mr 6.53-56, se resalta tanto la continua popularidad como el inmenso poder de Jesús. A dondequiera que va; multitudes le aclaman intentando tocarle para ser curdos. Se ve claro que aunque las necesidades son muy grandes, el poder de Jesús es aún mayor, y “todos los que le tocaban quedaban sanados.”
Marcos no deja de mostrarnos el énfasis en la asombrosa presencia de Jesús y el entusiasmo y admiración que causa entre la gente.
Jesús es sin duda el Mesías y el Hijo de Dios, cuyas acciones autoritativas confirman su mensaje autoritativo sobre el reino de Dios.
OT: Sin embargo, a pesar de la ola impresionante de milagros que Jesús hacía, una vez más se le oponen en el camino la elite religiosa de la época.
TTB: Marcos 7.1-23
Cuando los fariseos y los expertos de la ley critican a los discípulos de Jesús por no lavarse las manos ceremonialmente antes de una comida, Jesús responde acusándolos de elevar las tradiciones humanas por encima de la ley de Dios y violar los principios más altos que caracterizan el corazón de Dios. No son las cosas externas como la comida o la bebida las que hacen que una persona sea “pura” o “impura,” sino los pensamientos y las acciones que salen de un corazón malvado y endurecido.
EXPOSICION DEL TEXTO
I. El cuestionamiento de los fariseos y escribas (7.1-5).
Los fariseos y algunos escribas venidos (o posiblemente enviados) de Jerusalén confrontan a Jesús por sus discípulos por causa de lo que ellos consideraban una violación fragrante y grave.
A. ¿En qué consistía su demanda? (7.2, 5)
1. La acusación contra los discípulos no era de higiene, sino de impureza ceremonial.
Dice que algunos de los Doce comían con manos “contaminadas”, es decir, con manos que no se habían lavado conforme al ritual y, por tanto, no estaban “ceremonialmente limpias”.
2. En los versos 3-4 Marcos explica a los lectores gentiles de qué trataba estas tradiciones que los fariseos practicaban y que pretendían que todos en Israel lo hicieran también.
3. La principal acusación que estaba sobre la mesa no solo era que los discípulos estaban comiendo con las manos impuras, sino en que estaban violando la tradición de los ancianos.
B. ¿Quienes eran los fariseos y los escribas? (7.1)
· Los escribas eran los expertos en la ley. Estudiaban, interpretaban y enseñaban la ley, es decir, el Antiguo Testamento. Comunicaban a su propia generación las tradiciones que de generación en generación habían sido transmitidas con respecto a la interpretación y aplicación de la ley, tradiciones que habían tenido su origen en la enseñanza de los honorables maestros de antaño.
· Los fariseos eran aquellos israelitas que hacían creer a todos que ellos vivían o al menos hacían un gran esfuerzo por vivir de acuerdo con la enseñanza de los escribas. Naturalmente, muchos escribas eran también fariseos.
II. La respuesta de Jesús (7.6-13).
1. Jesús los acusa de hipócritas (7.6)
a. Hipócrita, lit. fingidor, alguien que dice ser una cosa pero en realidad es otra.
2. Jesús los confronta con la Escrituras (7.7)
a. Profetizó no significa que Isaías predijo la llegada de estos líderes en particular, sino que el profeta “predicó contra” acciones del tipo de las que ellos llevaban a cabo.
La profecía bíblica es más a menudo un “anuncio” que una “predicción.”
b. Jesús está relacionando la conducta de estos fariseos con la conducta que Dios censuró a través del profeta. Les está diciendo: “uds encajan perfectamente con esa profecía”:
· Primero, le dedican a Dios más un servicio de palabras que de corazón;
· Segundo, esto se demuestra por la elevación de sus propias tradiciones por encima de los verdaderos mandamientos de Dios. (7.7b)
3. Jesús les revela su pecado (7.8).
a. Esta es justo la acusación que Jesús pone sobre esta gente: Ellos con la pretensión de interpretar las Escrituras, están realmente enseñando “mandamientos de hombres”.
b. Eran culpables de colocar tradiciones humanas por sobre la revelación divina, las reglas humanas por sobre los mandamientos dados por Dios.
4. Jesús les demuestra su error (7.10-13)
a. La Palabra de Dios por medio de Moisés era clara (7.10)
b. Sin embargo, el atrevimiento de los que interpretaban la Escritura también era evidente (7.11a)
· Porque “Moisés dijo… pero vosotros decís…”.
c. La Palabra de Dios claramente ordenaba el Honrar al padre y a la madre. Esto es mucho más que obedecerles. La honra a los padres, más que la obediencia implica una actitud interna del hijo hacia sus padres.
La honra a los padres es de tanto valor a los ojos de Dios que tanto en Éxodo 21:27 como en Levítico 20:9 se pronuncia la pena de muerte para aquellos que maldicen al padre o a la madre.
d. ¿Qué hicieron estos fariseos y escribas y sus tradiciones heredadas con esta clara y explícita enseñanza de la Palabra de Dios? La respuesta la dan los versículos v.11-12.
· Los fariseos y escribas enseñaban a los hijos que existía una forma de evitar la responsabilidad de tener que honrar a sus padres.
· Por ejemplo, si un hijo tenía algo que sus padres necesitaban, el hijo solamente tenía que decir, “¡(Es) corbán!” y al momento quedaba libre de su responsabilidad.
· Para sus lectores no judíos, Marcos añade el equivalente griego de ‘corbán’; es decir, una ofrenda sagrada, algo separado para Dios para usos sagrados.
· La enseñanza farisaica basada en la tradición afirmaba que si un hijo hacía esta declaración, quedaba libre de la obligación de honrar a sus padres. En realidad, según lo expresa Marcos, se le denegaba el permiso para ayudar a los padres (7.12).
e. No es extraño que Jesús repita en forma enfática lo que había dicho anteriormente (cf. vv. 8, 9): v.13. de esta forma anuláis la palabra de Dios con vuestra tradición que habéis transmitido.
Estos “hipócritas” no sólo pasaban por alto la palabra de Dios, sino que la invalidaban. Le quitaban al quinto mandamiento su obligada autoridad.
f. Además, esto era así no sólo con el presente caso, como si los fariseos y escribas estuviesen anulando solamente este único mandamiento. Jesús añade de inmediato: y hacéis muchas cosas semejantes a éstas.
Esto era una muestra de lo que constantemente sucedía: ¡Entronizaban la tradición y destronaban la Palabra de Dios!
5. Jesús previene a las multitudes (7.14-16)
a. Lo que Jesús desea prevenir a la multitud tiene que ver con la ofensiva pregunta de los fariseos y escribas (véase el v. 5), “¿Por qué no viven tus discípulos conforme a la tradición de los ancianos sino que comen con manos impuras?”.
La suposición de estas críticas era: las manos sin lavar contaminan el alimento y por tanto también al que come.
b. Según la opinión de ellos, la contaminación actuaba desde afuera hacia dentro. Jesús hace ver que lo contrario es lo cierto. No lo que entra en el hombre sino lo que sale de él, es lo que tiene poder para contaminarlo.
6. Jesús explica a los discípulos (7.17-23)
a. Luego de recriminar la falta de entendimiento de los discípulos, Jesús les explica con más detalle.
La comida no puede hacer impura a una persona porque nunca entra en contacto con el “corazón”, que es la vida interior de una persona.
b. Marcos después añade un comentario entre paréntesis, “haciendo limpias todas las comidas”. Lo cual muestra que las leyes de purificación y rituales del AT ya no se aplican a la comunidad de fe cristiana.
c. Luego continuó, v.20-23.
· Tras dejar en claro lo que no contamina, Jesús pasa a afirmar entonces lo que realmente contamina a una persona.
d. Jesús concluye esta sección al decir, v.23. Todas estas maldades de adentro salen, y contaminan al hombre.
· La verdadera impureza no es la que entra por la boca, sino la que sale de dentro del corazón humano.
7. Conclusiones
a. Y este es el gran problema de los hipócritas fariseos: sus tradiciones invalidaban la Palabra de Dios.
b. Para nosotros hoy sigue siendo igual de peligroso cuando construimos nuestra fe sobre doctrinas ajenas a las Escrituras.
c. Tu fe, tu entendimiento de Dios y del Evangelio, tu esperanza de salvación, tienen que estar construidos sobre la Palabra de Dios, no sobre enseñanzas ajenas a Ella.
OT: Cuando lo contrario ocurre,
APLICACION DEL TEXTO
Cuando la palabra del hombre reemplaza a la de Dios, …
I. Primero, se atribuye una autoridad que no posee (v.1-5)
1. Cuando la enseñanza de los hombres se enfatiza independientemente de lo que la Biblia enseña, entonces la Palabra de Dios ha sido remplazada.
2. Y cuando la Palabra de Dios ha sido remplazada, ya no hay mayor autoridad que la palabra de los hombres. La enseñanza humana se vuelve la autoridad final.
3. Eso puede sonar a nuestros oídos como algo escandaloso, pero por favor, presta atención, cuando las verdades que tu crees no hallan sustento en la Biblia, tu autoridad final es la palabra de los hombres (o la tuya propia), pero no la de Dios.
4. Eso es un gran problema. Porque de ser así, se está edificando tu fe y la esperanza de tu salvación, no en lo que Dios dice, sino en lo que dice el hombre (Mt 7:15-25).
Cuando la palabra del hombre reemplaza a la de Dios se atribuye una autoridad que no posee
II. En segundo lugar, produce una adoración vana (v.6-8)
1. Produce una adoración ficticia; de labios, pero no de corazón (v.6).
Lo que se cree y las enseñanzas sobre las se edifica la fe serán un fraude.
2. En este contexto, la hipocresía es el producto de sustituir la Palabra de Dios por las tradiciones de los hombres, y el resultado es una adoración vana (v.7a). “Mucho ruido y pocas nueces”.
· Se podrá pensar que se es cristiano, pero en verdad no lo es.
· La fe será una fachada porque está edificada sobre doctrinas que Dios no enseña, y las que Dios enseña se desconocen, porque la palabra de los hombres, las tradiciones de otros, ha remplazado a la de Dios.
· Como consecuencia, no hay poder, no hay adoración espiritual verdadera, sólo adoración vana.
Cuando la palabra del hombre reemplaza a la de Dios se atribuye una autoridad que no posee, produce una adoración vana,
III. En tercer lugar, la Palabra de Dios queda invalidada (v.9-13)
1. Moisés dijo... pero vosotros decís... (v.10-11).
· Ya no habrá interés en conocer lo que Dios dijo.
· Ya no habrá disposición para reajustar lo que se me ha enseñado por lo que en verdad Dios dice.
· Tiene más peso la tradición, que la Palabra. Lo que siempre se ha creído o hecho, incluso, lo que otros cristianos hacen y creen, aunque contradice la Escritura pesará más que lo que Dios enseña en Su Santa Escritura.
2. Como resultado, la Palabra de Dios queda invalidada, ya no será tenida en cuenta ni obedecida (v.12-13).
Esto es lo que ocurre cuando la palabra del hombre reemplaza a la de Dios: se atribuye una autoridad que no posee, produce una adoración vana y la Palabra de Dios queda invalidada…
CONCLUSION
Quisiera concluir con un par de exhortaciones finales.
I. Que el fundamento de tu fe cristiana sea la Santa Palabra de Dios.
1. La Palabra de Dios es la autoridad final para todo asunto de doctrina y fe, permite que este pensamiento inunde tu mente y tu corazón.
‘Sola Scriptura’ fue el grito de batalla de la Reforma. Que tu fe y tu entendimiento de Cristo y del Evangelio estén sólidamente fundamentados sobre la autoritativa Palabra de Dios.
2. Permite que la verdad de la Palabra de Dios moldee tu vida. Tu conducta, tus pensamientos, tus motivaciones, todo lo que eres debe ser afectado por la Palabra de Dios.
3. Evalúa lo que crees, evalúa lo que hasta aquí has aprendido, hazlo con humildad, con esfuerzo intencional; por amor a Cristo preocúpate por cerciorarte que tu fe está construida sobre la roca de la Palabra de Dios.
II. Sólo Cristo Jesús es la única esperanza que tu tienes.
1. ¿Posees esa clase de corazón del cual Jesús describe como la fuente de todo lo malo? ¿habrá esperanza para esa clase de corazón que te condena?
2. La tradición de los hombres siempre dirá que tu corazón no es tan malo, que si haces esto o aquello estarás bien con Dios.
a) Y esto es lo que hacia a los “maestros” del tiempo de Jesús, y aun muchos de los de hoy, tan letales: Desvían la atención de la condición del corazón humano hacia asuntos periféricos, hacia buenas obras y una conducta honorable.
3. Sin embargo, sabemos que por más que nos empeñemos en hacer muchas cosas buenas, siempre será insuficiente. Nuestro propio corazón nos condena porque, como bien dijo nuestro Señor, de él continúan saliendo las ofensas a Dios.
· Escribió el reformador cristiano que, “el corazón del hombre era una fábrica perpetua de ídolos”.
4. Sólo hay una cosa que podemos hacer para arreglar esa condición dañada del corazón: arrepentirnos de nuestros pecados y confiar en Cristo Jesús.
· Confiar en lo que hizo en la cruz Aquel que no solamente expuso cuál era la fuente de pecado del hombre, su corazón, sino que también cargó con sus consecuencias tras sus espaldas.
· Confiar en Cristo Jesús por completo es tu esperanza; confiar en su muerte y en su resurrección.
a) Jesús es la verdadera solución al verdadero problema del hombre: un corazón impuro.
· Ven a Él y confía únicamente en El como Aquel que te salva de la condenación a donde tu corazón de lleva.
· Conforme a Su Palabra, Dios te dará Su Espíritu Santo y un nuevo corazón (Ez 36.26-27).
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