Pon atención!

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TBB: Marcos 4:1-25
1. Ilustración:
Mi sorpresa cuando salí de viaje de Cuba por primera vez. El avión hizo escala en Panamá y al sólo caminar por las tiendas dentro del aeropuerto los vendedores se me acercaban uno tras otro tratando de ganar mi atención y consumirles sus productos. Yo nunca había visto eso en esa escala. Y mayor fue mi sorpresa cuando finalmente llegué a Lima y allí en un gran mercado de la ciudad de igual manera, pero a una escala mucho mayor, los vendedores trataban de atraer mi atención con una gran maestría y agresividad.
Eso hoy no es nada sorprendente para mi. En este país y cultura, la batalla natural por cautivar nuestra atención para el consumo de servicios y/o productos es quizás más sofisticada pero igual o mayor de agresiva.
2. El punto a donde quiero llegar hoy es que, hay una batalla alrededor de todo hombre que busca capturar su atención y desviarla del Cristo.
3. ¡Hay tanto que compite por nuestro corazón!
Por eso en este día quiero exhortarles: ¡Pon atención!
OT: Esa fue precisamente la exhortación que Jesús les dio a sus discípulos y a aquellos que le seguían.
Mr 4:1-9
1. Jesús habla a sus discípulos, seguidores y multitud de personas, a todos les enseña en parábolas. Comienza diciendo, ¡Oíd! ¡Escuchen!
2. Luego, concluye su enseñanza diciendo: 'El que tenga oídos para oír, escuche y entienda'
Mr 4:10-13
1. Luego, sus discípulos y sus seguidores le piden que les explique lo que enseñó en parábola. Ellos no entendieron, aunque estaban supuestos a entender.
2. Jesús les aclara que a ellos (sus discípulos y sus seguidores) se les ha concedido entender el misterio del reino de Dios. Y luego les confronta que, si ellos no pueden entender esta parábola, cómo podrán entender el resto de las parábolas o de sus enseñanzas.
Mr 4:21-25
1. En el v.21 Jesús les pregunta retóricamente, ¿“acaso se prende una lámpara y para colocarse debajo de la cama”? Es como si El les estuviera respondiendo a la queja de los discípulos de que "lo que tu enseña es muy complicado y no lo podemos entender".
A lo que El mismo responde, ¡claro que no! Una lámpara se prende para colocarse en un lugar alto donde cumpla su función para lo cual fue encendida, la de alumbrar a todos.
Jesús está advirtiendo a sus discípulos que ellos deben prestar más atención a lo que El enseña; sus enseñanzas no son misterios ocultos para sus discípulos, sino que sus enseñanzas deben alumbrar sus vidas.
2. Por esto, v.24-25 Luego agregó: «Presten mucha atención a lo que oyen. Cuanto más atentamente escuchen, tanto más entendimiento les será dado, y se les dará aún más. A los que escuchan mis enseñanzas se les dará más entendimiento, pero a los que no escuchan, se les quitará aun lo poco que entiendan». (NTV)
UNA PRIMERA LECCIÓN PARA NOSOTROS HOY ES ESTA: ¡PON TODA TU ATENCIÓN A LO QUE JESÚS ENSEÑA!
¿QUÉ SIGNIFICA PARA NOSOTROS HOY “Presten mucha atención a lo que oyen”?
1. Leer las Escrituras.
Pero leer las Escrituras implica algunas acciones concretas:
a) Disponer tiempo diariamente para ello.
b) Disponernos para aprender cómo leer las Escrituras.
2. Asistir cada semana a la exposición de las Escrituras.
Pero la asistencia no se limita a la presencia física, sino también a la presencia total.
a) Disponer toda la atención (ojos, oídos y mente) en la Palabra que se está predicando.
b) Tener una mente activa mientras se escucha.
c) Tener un espíritu humilde y receptivo, enseñable.
3. Leer lo que otros han escrito acerca de las Escrituras.
a) Leer y estudiar lo que otros hombres capacitados por Dios han escrito sobre las enseñanzas de Jesús.
4. Aplicar las Escrituras.
a) Todo lo que Jesús enseñó y lo que la Biblia enseña tiene como finalidad conocer al Dios Trino: al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo y conocer el evangelio por el cual somos salvados.
b) Clemente de Alejandría “La eficacia de la Palabra misma, al ser fuerte y poderosa, gradualmente atrae a sí misma de manera secreta e invisible a todos los que la reciben.”
c) Mientras más conocemos de Dios y del evangelio, nuestras vidas van siendo transformadas por el poder de esa Verdad que vamos conociendo. El resultado va siendo una vida transformada a la imagen de Aquel que le creó.
OT: En el texto de hoy, Jesús no sólo exhorta a que empeñemos toda nuestra atención a lo que Él enseña, sino también
ALERTA SOBRE CAUSAS QUE PUEDEN IMPEDIR NUESTRA ATENCIÓN A SU PALABRA.
Por eso, más que dar cuatro pautas que nos ayudan a poner mayor atención a las enseñanzas de Jesús, quisiera ahondar también en causas por las cuales nuestro corazón se distrae.
Marcos 4.14-20
A. En la misma parábola se nos habla de diferentes resultados en aquellos que escuchan las "enseñanzas de Jesús".
1. Los que oyen, pero Satanás le arrebata lo oído.
2. Los que oyen, pero cuando sufren rechazo por su nueva fe, renuncian a Cristo.
3. Los que oyen, pero el mundo les atrae más que el evangelio.
4. Por último, están los que oyen la Palabra, la aceptan y dan frutos.
Es interesante notar que estos últimos no están exentos de los intentos de Satanás por robar lo que escuchan; ni tampoco están libres del rechazo que otros le hacen por su nueva fe; ni tampoco están libres de necesidades materiales, ni viven en una burbuja aislados del mundo tentador.
Este grupo de personas sufre y es tentado como todos los demás, pero ellos hacen algo diferente con las enseñanzas de Jesús: ellos "la escuchan", ellos "la aceptan" y ellos dan "frutos".
B. Por tanto, todo se reduce esto: ¿cuál actitud asumimos ante las "enseñanzas de Jesús”?
El descuido y la frialdad conducen a la esterilidad y eventualmente a la muerte.
El escuchar, el oír con atención, el esfuerzo por atesorar la "Palabra" produce fruto y vida.
C. La semilla es siempre una y la misma. La semilla es poderosa para producir frutos. Pero para que la semilla germine y fructifique la tierra tiene que ser buena. Y cuando digo “buena”, no me refiero a una ‘calidad especial’, sino a una ‘actitud adecuada’: La actitud de escuchar y poner toda la atención e interés en Cristo y su doctrina.
Responder a la gracia significa escuchar sus enseñanzas, prestar suprema atención a su Palabra, escuchar atentamente y con la mayor intencionalidad, porque no podemos ignorar que el diablo, el mundo y nuestro propio corazón compiten para evitar que la Palabra de Cristo permanezca y resplandezca en nuestros corazones.
D. Jesús lo dijo así: “porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón.” (Matthew 6:21)
· Si el corazón está atrapado por la superficialidad y los entretenimientos, Satanás fácilmente anulará el efecto de las enseñanzas;
· Si el corazón está atrapado por el egoísmo y el bienestar personal en esta vida, cuando llegue el rechazo o la persecución o la burla, esta “anulará” el efecto de la Palabra;
· Si el corazón está cautivo al amor al dinero, al consumismo, a la banalidad del mundo, entonces esto “anulará” el efecto de las enseñanzas de Jesús.
· Pero si el corazón está enfocado y atento, si los oídos están abiertos a Cristo y su evangelio, entonces Cristo te será precioso, será tu gran tesoro y Su Palabra producirá frutos en tu vida; y mientras "más atentamente se escucha", más impacto y fruto tendrá Su Palabra en tu corazón (v.9).
CONCLUSIÓN
1. Hoy se nos exhorta "escuchar mis enseñanzas".
Hoy se nos manda a ¡PONER TODA TU ATENCIÓN A LO QUE JESÚS ENSEÑA! A poner toda la atención y todo el empeño en ello.
· Leer las Escrituras;
· Asistir cada semana a la exposición de las Escrituras;
· Leer lo que otros han escrito acerca de las Escrituras; y
· Tener una férrea disposición para aplicar las Escrituras;
Esto es fundamental para recibir más y más entendimiento de lo que Jesús enseñó, del reino al cual Jesús nos llama y del evangelio que tiene poder para salvar nuestras almas.
2. Hoy se nos exhorta evaluar qué tierra somos. Se nos exhorta a SER BUENA TIERRA.
Quiero concluir con una cita de AUGUSTIN: “Trabaja diligentemente el suelo mientras puedas. Rompe tu barbecho con el arado. Tira las piedras de tu campo y saca las espinas. No estés dispuesto a tener un "corazón duro", lo cual hace que la Palabra de Dios no tenga ningún efecto. No estés dispuesto a tener una "capa delgada de tierra", en la que la raíz del amor divino no pueda encontrar la profundidad en la que pueda entrar. No estés dispuesto a "ahogar la buena semilla" con las preocupaciones y los deseos de esta vida, cuando ella se te ha ofrecido por tu bien. Cuando Dios es el sembrador y nosotros somos el terreno, estamos llamados a trabajar para ser un buen terreno.”
¡Pon atención a Cristo!
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