Mantente Firme

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En Lucas 18 Cristo dio una parábola de una mujer a un juez injusto, rogandole que le vengara de su juez injusto. El juez siempre la ignoraba, pero al darse cuenta que ella nunca lo dejaría descansar mientras no cesara de pedirle, y le concede lo que le pide.

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Cuando los creyentes comienzan a desmayar

Si esta iglesia tiene 52 años es porque ha podido enfrentar toda situación que ha tenido y aunque sí hubo momentos en que casi desmayaba, así no fue.
El significado de desamayar, desde una perspectiva espiritual, es volverse pusilánimes, desanimarse o sentir una sensación de desesperación.
Es ese sentido de aflojarse o debilitarse por completo. En la idea antigua se refiere a aflojar la cuerda de un arco. Usted puede tener el arco en sus manos, pero si la cuerda está floja, no podrá tirar la flecha a donde usted quiere.
También es ese sentido de ser pequeño de alma, que significa débil de mente. Cuando las personas se cansan y pierden la fe, pierden el deseo de luchar en una crisis, ya que los problemas se ven más grandes que su capacidad de desafiarlos.
Gálatas 6.9 RVR60
No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.
Gálatas 6.6 RVR60
El que es enseñado en la palabra, haga partícipe de toda cosa buena al que lo instruye.
Galatas 6.9
Hay quienes están cansados en un matrimonio, en una guerra, en una lucha personal, que no saben qué más hacer con sus hijos. Es que esas batallas pueden provocar que nos cansemos, pero si no nos cansamos de hacer bien, a su tiempo segaremos, sino desmayamos. Cuando hacemos lo bueno lo que sale de nuestro corazón es gozo y paz, no cansancio.
No es que usted no se canse. Disculpe si interpreta eso, aún en la creación Dios descansó. Todos nos cansamos, físicamente.
Lo que pasa es que nos preguntamos: ¿Hasta cuando va a durar esto?
¡Si no es una cosa es otra!
NO importa si es mujer, hombre, madre, padre, abuelo, tío, soltero o tiene la casa llena de muchachos, pero sino es una cosa es otra.
Hay un momento que las cosas de la casa parece que andan poseidas. Se daña la lavadora y ahí le sigue al hilo, la nevera, el televisor, cuanta cosa existe. Creame que esto le pasa a todo el mundo. ‘ Los tiempos difíciles nos pasan en la vida y le tengo una noticia, seguirán existiendo.
Es la forma de enfrentarlos lo que nos hace diferentes. Cada situación la enfrentamos con firmeza.
Hay momentos, como dice, Carlos Bermejo, que las palmeras dejan pasar los vientos, se doblan y agachan su cabeza, pero se recuperan y siguen creciendo después de la tormentas, robusteciendo así su tronco.
Los viendos doblan la palmera pero fortalecen su tronco, su resistencia es mayor. Quien permite que los vientos le den no acepta los vientos, tampoco los niega, pero se levanta para seguir firme ante los próximos.
Efesios 6.18 RVR60
orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos;
Efesios 6.10 RVR60
Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza.
Efesios 6.11 RVR60
Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo.
La vida es un proceso de insistencia y enfrentamiento. Estar firme tiene que ver con eso de afrontar la crisis, reconstruirnos - ahora le llamamos- reinventarnos - de no perder las capacidades que Dios mismo nos ha dado, de luchar, de resistir, es decir, de seguir y seguir y seguir.
Jesús refiere una clave para mantenernos firmes:
Lucas 18.1 RVR60
También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar,
Si queremos que Dios nos haga justicia debemos permanecer orando, siempre y no desmayar.
Aquella mujer le estaba pidiendo al juez que la vindicara.
Lucas 18.7–8 RVR60
¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles?Os digo que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?
No se trata de la justicia de una mujer que pide que la vindiquen y le haga justicia del adversario. A nosotros nos interesa que Dios nos haga justicia, lo que tenía que hacer con el enemigo ya lo hizo. Dios actuará a tu favor con justicia.
Romanos
Romanos 12.19 RVR60
No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor.
Si clamas obtienes la atención del juez. Eso hay que hacerlo con frecuencia. Clamar es rogar, es pedir es gritar, es llorar. Hay diversas formas para definirse.
1. Se clama en el peligro, si usted se encuentra en peligro usted “clama”, si está en dolor “clama”, si están angustia “clama”.
Pedro clamó, cuando se estaba hundiendo “Señor, sálvame”
Mateo 14.30 RVR60
Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: ¡Señor, sálvame!
Estas dos palabras se convirtieron en una gran oración que el Señor escuchó “Cristo lo sacó, lo levantó y lo llevará caminando de regreso a la barca.
2. Otro ejemplo de clamar es cuando hay una gran multitud, cuando hay un pueblo, como esta mañana, si ese clamor es en unidad, levantando la voz, como en el caso de Israel cuando oyeron al ejercito de Faraón retumbando en pos de ellos.
Éxodo 14.10 RVR60
Y cuando Faraón se hubo acercado, los hijos de Israel alzaron sus ojos, y he aquí que los egipcios venían tras ellos; por lo que los hijos de Israel temieron en gran manera, y clamaron a Jehová.
Exodo 14.10
Aquel clamor, provocó que Moisés se moviera y la vara que tenía en sus manos fue puesta sobre las aguas, abriendo una oportunidad que ni Faraón, ni el pueblo de Israel, ni el mismo Moisés hubiesen visto. Son las opciones y las salidas que se descubren cuando clamamos. Cuando clamamos se abren puertas que jamás se abren. Es un tiempo de milagros.
Aquella mujer no dejó de insistir, no dejó de ir continaumente al juez, esta viuda me es molesta, por eso le haré justicia.
Hay que seguir clamando, para no desmayar.
Salmo 34.18 RVR60
Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; Y salva a los contritos de espíritu.
No te dejes arrastrar por el mar embravecido, o por el tiempo que pasa el juez ignorándote. Puedes sentir que los vientos te saquen de rumbo, o te lleven a otros puertos, pero siempre que así acontezca puedes darte cuenta que Dios ha provocado otra aventura en tu vida.
¿Hallará fe en la tierra?
1 Timoteo 4.1–5 RVR60
Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios;por la hipocresía de mentirosos que, teniendo cauterizada la conciencia,prohibirán casarse, y mandarán abstenerse de alimentos que Dios creó para que con acción de gracias participasen de ellos los creyentes y los que han conocido la verdad.Porque todo lo que Dios creó es bueno, y nada es de desecharse, si se toma con acción de gracias;porque por la palabra de Dios y por la oración es santificado.
1 Timoteo
Para que nuestra firmeza no se vea afectada debemos mantenernos firme en nuestra fe.
Para que nos mantengamos firmes como Iglesia por los años venideros debemos mantenernos en la fe, no escuchar cuanto espíritu engañador, ni doctrina de demonios - esas doctrinas son las que oprimen a la gente, incluso a los escogidos, ni por la hipocresía de mentirosos, que atentarán contra los valores de la familia y prohibirán casarse, e incluso se abstendrán de todo lo que viene de Dios.
Que nuestra fe no sucumba.
Hebreos (Manual estudiante) D. Retengan la confianza y la esperanza, para permanecer en la familia de Dios (Heb 3:6)

*Hebreos nos dice que para permanecer en la familia de Dios, debemos hacer uso de la gracia de Dios para permanecer firmes—seguir andando por fe. Así también, muchos versículos en Hebreos nos dicen cómo permanecer firmes.

• Permanecemos firmes cuando “consideramos al apóstol y sumo sacerdote de nuestra profesión, Cristo Jesús” (Heb 3:1).

• Permanecemos firmes cuando oímos la voz de Dios y no endurecemos el corazón, como los israelitas que no llegaron a la tierra prometida de Dios (Heb 3:7–19).

• Permanecemos firmes cuando oramos a Jesús, nuestro Sumo Sacerdote (Heb 4:14–16).

• Permanecemos firmes a medida que crecemos en la gracia, en vez de permanecer como bebés de Dios (Heb 5:11–6:2).

• Permanecemos firmes cuando consideramos cuán grande es nuestro nuevo pacto (Heb 8:1–13).

• Permanecemos firmes cuando recordamos que hemos sido santificados, no por la sangre de animales, sino por la sangre del propio Hijo de Dios (Heb 9:1–28).

• Permanecemos firmes cuando recordamos que el hombre está destinado a morir una vez y después enfrentar el juicio (Heb 9:27).

• Permanecemos firmes cuando recordamos que Dios nos ha perdonado y ha prometido: “nunca más me acordaré de sus pecados y transgresiones” (Heb 10:17).

• Permanecemos firmes sin fluctuar cuando consideramos que el que ha prometido es fiel (Heb 10:23).

• Permanecemos firmes cuando nos animamos unos a otros y cuando asistimos a la iglesia semana tras semana (Heb 10:24–25).

• Permanecemos firmes cuando nos negamos a seguir pecando (Heb 10:26–31).

• Permanecemos firmes cuando recordamos lo que ya hemos pasado y el Jesús viene pronto (Heb 10:32–39).

• Permanecemos firmes cuando recordamos que “sin fe es imposible agradar a Dios” y cuando pensamos en todos los héroes de la fe que se han aferrado antes que nosotros (Heb 11:1–12:1).

• Permanecemos firmes cuando “nos despojamos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corremos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios” (Heb 12:1–2).

• Permanecemos firmes en los tiempos difíciles cuando recordamos que nuestro Padre Celestial disciplina a todos sus hijos (Heb 12:7–13).

• Permanecemos firmes cuando seguimos amándonos los unos a los otros como hermanos (Heb 13:1).

• Permanecemos firmes cuando recordamos que Dios promete que nunca nos dejará y que siempre nos ayudará (Heb 13:5–6).

• Permanecemos firmes cuando recordamos que “Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos” (Heb 13:8).

• Permanecemos firmes cuando alabamos continuamente a Dios, cuando hacemos lo bueno y compartimos y cuando obedecemos y nos sometemos a los líderes santos de la iglesia (Heb 13:15–17).

Estimado amigo, lector y hermano santo, no esté entre los que leen todas las advertencias de Hebreos pero niegan que debamos permanecer firmes para permanecer en la familia de Dios. ¡Más bien esté entre los que obedecen las advertencias, aprenden de las enseñanzas y permanecen firmes!

…la cual casa somos nosotros, si retenemos firme hasta el fin la confianza y el gloriarnos en la esperanza (Heb 3:6).

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