Sermón sin título (11)

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Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza,

siempre está dispuesto a ayudar en tiempos de dificultad.

¡Qué alegría hay para los que tratan bien a los pobres!
El SEÑOR los rescata cuando están en apuros.
Nueva Traducción Viviente. (2009). (). Carol Stream, IL: Tyndale House Publishers, I
¡Qué alegría hay para los que tratan bien a los pobres!
El SEÑOR los rescata cuando están en apuros.
¡Qué alegría hay para los que tratan bien a los pobres!
Nueva Traducción Viviente. (2009). (). Carol Stream, IL: Tyndale House Publishers, Inc.
¡Qué alegría hay para los que tratan bien a los pobres!
El SEÑOR los rescata cuando están en apuros.
Nueva Traducción Viviente. (2009). (). Carol Stream, IL: Tyndale House Publishers, Inc.
¡Qué alegría hay para los que tratan bien a los pobres!
El SEÑOR los rescata cuando están en apuros.
El SEÑOR los rescata cuando están en apuros.
Nueva Traducción Viviente. (2009). (). Carol Stream, IL: Tyndale House Publishers, Inc.
¡Qué alegría hay para los que tratan bien a los pobres!
El SEÑOR los rescata cuando están en apuros.
Nueva Traducción Viviente. (2009). (). Carol Stream, IL: Tyndale House Publishers, Inc.
¡Qué alegría hay para los que tratan bien a los pobres!
El SEÑOR los rescata cuando están en apuros.
Nueva Traducción Viviente. (2009). (). Carol Stream, IL: Tyndale House Publishers, Inc.vvvvv
¡Qué alegría hay para los que tratan bien a los pobres!
El SEÑOR los rescata cuando están en apuros.
Nueva Traducción Viviente. (2009). (). Carol Stream, IL: Tyndale House Publishers, Inc.
¡Qué alegría hay para los que tratan bien a los pobres!
El SEÑOR los rescata cuando están en apuros.
Nueva Traducción Viviente. (2009). (). Carol Stream, IL: Tyndale House Publishers, Inc.
¡Qué alegría hay para los que tratan bien a los pobres!
El SEÑOR los rescata cuando están en apuros.
Nueva Traducción Viviente. (2009). (). Carol Stream, IL: Tyndale House Publishers, Inc.
¡Qué alegría hay para los que tratan bien a los pobres!
Nueva Traducción Viviente. (2009). (). Carol Stream, IL: Tyndale House Publishers, Inc.
El SEÑOR los rescata cuando están en apuros.
Nueva Traducción Viviente. (2009). (). Carol Stream, IL: Tyndale House Publishers, Inc.
¡Qué alegría hay para los que tratan bien a los pobres!
El SEÑOR los rescata cuando están en apuros.
Nueva Traducción Viviente. (2009). (). Carol Stream, IL: Tyndale House Publishers, Inc.
¡Qué alegría hay para los que tratan bien a los pobres!
El SEÑOR los rescata cuando están en apuros.

Los que viven al amparo del Altísimo

encontrarán descanso a la sombra del Todopoderoso.

¡Qué alegría hay para los que tratan bien a los pobres!
¡Qué alegría hay para los que tratan bien a los pobres!
¡Qué alegría hay para los que tratan bien a los pobres!
¡Qué alegría hay para los que tratan bien a los pobres!
El SEÑOR los rescata cuando están en apuros.
Nueva Traducción Viviente. (2009). (). Carol Stream, IL: Tyndale House Publishers, Inc.
¡Qué alegría hay para los que tratan bien a los pobres!
El SEÑOR los rescata cuando están en apuros.
El SEÑOR los rescata cuando están en apuros.
El SEÑOR los rescata cuando están en apuros.

El Dios eterno es tu refugio,

y sus brazos eternos te sostienen.

Él quita al enemigo de tu paso

y grita: “¡Destrúyelo!”.

El SEÑOR los rescata cuando están en apuros.
El SEÑOR los rescata cuando están en apuros.
Nueva Traducción Viviente. (2009). (). Carol Stream, IL: Tyndale House Publishers, Inc.
Nueva Traducción Viviente. (2009). (). Carol Stream, IL: Tyndale House Publishers, Inc.

Oré al SEÑOR, y él me respondió;

me libró de todos mis temores.

5 Los que buscan su ayuda, estarán radiantes de alegría;

ninguna sombra de vergüenza les oscurecerá el rostro.

Salmo 103.1–22 RVC
¡Bendice, alma mía, al Señor! ¡Bendiga todo mi ser su santo nombre! ¡Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides ninguna de sus bendiciones! El Señor perdona todas tus maldades, y sana todas tus dolencias. El Señor te rescata de la muerte, y te colma de favores y de su misericordia. El Señor te sacia con los mejores alimentos para que renueves tus fuerzas, como el águila. El Señor imparte justicia y defiende a todos los que sufren por la violencia. Dio a conocer sus caminos a Moisés; los hijos de Israel vieron sus obras. El Señor es misericordioso y clemente; es lento para la ira, y grande en misericordia. No nos reprende todo el tiempo, ni tampoco para siempre nos guarda rencor. No nos ha tratado como merece nuestra maldad, ni nos ha castigado como merecen nuestros pecados. Tan alta como los cielos sobre la tierra, es su misericordia con los que le honran. Tan lejos como está el oriente del occidente, alejó de nosotros nuestras rebeliones. El Señor se compadece de los que le honran con la misma compasión del padre por sus hijos, pues él sabe de qué estamos hechos; ¡él bien sabe que estamos hechos de polvo! Nuestros días son como la hierba: florecemos como las flores del campo, pero pasa el viento sobre nosotros y desaparecemos, sin dejar ninguna huella. Pero el Señor es eternamente misericordioso; él les hace justicia a quienes le honran, y también a sus hijos y descendientes, a quienes cumplen con su pacto y no se olvidan de sus mandamientos, sino que los ponen en práctica. El Señor ha afirmado su trono en los cielos, y su reino domina sobre todos los reinos. ¡Bendigan al Señor, ustedes, ángeles poderosos que cumplen sus órdenes y obedecen su voz! ¡Bendigan al Señor todos sus ejércitos, todos ustedes, sus siervos, que cumplen su voluntad! ¡Bendigan al Señor ustedes, sus criaturas, en todos los lugares de su dominio! ¡Bendice, alma mía, al Señor!
¡Qué alegría hay para los que tratan bien a los pobres!
Nueva Traducción Viviente. (2009). (). Carol Stream, IL: Tyndale House Publishers, Inc.
El SEÑOR los rescata cuando están en apuros.
Nueva Traducción Viviente. (2009). (). Carol Stream, IL: Tyndale House Publishers, Inc.
Nueva Traducción Viviente. (2009). (). Carol Stream, IL: Tyndale House Publishers, Inc.
Nueva Traducción Viviente. (2009). (). Carol Stream, IL: Tyndale House Publishers, Inc.
2º Samuel 22.2–18 RVC
Éstas son sus palabras: «Señor, tú eres mi roca y mi fortaleza ¡eres mi libertador! Dios mío, tú eres mi fuerza; ¡en ti confío! Eres mi escudo, mi poderosa salvación, ¡mi alto refugio! Salvador mío, tú me salvas de la violencia. Yo te invoco, Señor, porque sólo tú eres digno de alabanza; ¡tú me salvas de mis adversarios! »Los lazos de la muerte me rodearon; ¡me arrolló un torrente de perversidad! Los lazos del sepulcro me rodearon; ¡me vi ante las trampas de la muerte! Pero en mi angustia, Señor, a ti clamé; a ti, mi Dios, pedí ayuda, y desde tu templo me escuchaste; ¡mis gemidos llegaron a tus oídos! »La tierra tembló y se estremeció; los cimientos de los cielos se cimbraron; ¡se sacudieron por la indignación del Señor! Humo salía de su nariz y de su boca brotaba fuego destructor; ¡su furor inflamaba los carbones! Inclinó los cielos, y bajó; a sus pies había densas tinieblas. Montó sobre un querubín, y voló; ¡voló sobre las alas del viento! Se envolvió en un manto de sombras; entre grises nubes, cargadas de agua. ¡De su deslumbrante presencia salieron ardientes ascuas que cruzaron las nubes! »El Señor lanzó un poderoso trueno; el Altísimo dejó escuchar su voz. Lanzó sus flechas, y los dispersó; ¡lanzó relámpagos, y acabó con ellos! El Señor dejó oír su reprensión, ¡y a la vista quedó el fondo de las aguas! De su nariz salió un intenso soplo, ¡y a la vista quedaron los cimientos del mundo! »Desde lo alto el Señor me tendió la mano y me rescató de las aguas tumultuosas; ¡me libró de los poderosos enemigos que me odiaban y eran más fuertes que yo!
Juan 11.25–26 RVC
Jesús le dijo: «Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?»
Juan 14.1–6 RVC
«No se turbe su corazón. Ustedes creen en Dios; crean también en mí. En la casa de mi Padre hay muchos aposentos. Si así no fuera, ya les hubiera dicho. Así que voy a preparar lugar para ustedes. Y si me voy y les preparo lugar, vendré otra vez, y los llevaré conmigo, para que donde yo esté, también ustedes estén. Y ustedes saben a dónde voy, y saben el camino.» Tomás le dijo: «Señor, no sabemos a dónde vas; ¿cómo podemos saber el camino?» Jesús le dijo: «Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
Nueva Traducción Viviente. (2009). (). Carol Stream, IL: Tyndale House Publishers, Inc.
1 Corintios 15.50–58 RVC
Pero una cosa les digo, hermanos: ni la carne ni la sangre pueden heredar el reino de Dios, y tampoco la corrupción puede heredar la incorrupción. Presten atención, que les voy a contar un misterio: No todos moriremos, pero todos seremos transformados en un instante, en un abrir y cerrar de ojos, cuando suene la trompeta final. Pues la trompeta sonará, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados. Porque es necesario que lo corruptible se vista de incorrupción, y lo mortal se vista de inmortalidad. Y cuando esto, que es corruptible, se haya vestido de incorrupción, y esto, que es mortal, se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra escrita: «Devorada será la muerte por la victoria». ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria? Porque el pecado es el aguijón de la muerte, y la ley es la que da poder al pecado. ¡Pero gracias sean dadas a Dios, de que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo! Así que, amados hermanos míos, manténganse firmes y constantes, y siempre creciendo en la obra del Señor, seguros de que el trabajo de ustedes en el Señor no carece de sentido.
1 Tesalonicenses 4.13–18 RVC
Hermanos, no queremos que ustedes se queden sin saber lo que pasará con los que ya han muerto, ni que se pongan tristes, como los que no tienen esperanza. Así como creemos que Jesús murió y resucitó, así también Dios levantará con Jesús a los que murieron en él. Les decimos esto como una enseñanza del Señor: Nosotros, los que vivimos, los que habremos quedado hasta que el Señor venga, no nos adelantaremos a los que murieron, sino que el Señor mismo descenderá del cielo con voz de mando, con voz de arcángel y con trompeta de Dios, y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros, los que aún vivamos y hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes, para recibir en el aire al Señor, y así estaremos con el Señor siempre. Por lo tanto, anímense unos a otros con estas palabras.
Hebreos 4.9–11 RVC
De modo que aún queda un reposo para el pueblo de Dios. Porque el que entra en su reposo, reposa también de sus obras, como Dios reposó de las suyas. Procuremos, pues, entrar en ese reposo, para que nadie siga el ejemplo de los que desobedecieron.
Apocalipsis 14.13 RVC
Entonces oí una voz que venía del cielo, la cual me decía: «Escribe: De aquí en adelante, bienaventurados sean los que mueren en el Señor.» Y el Espíritu dice: «Sí, porque así descansarán de sus trabajos, pues sus obras los acompañan.»
Apocalipsis 21.1–7 RVC
Vi entonces un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra habían dejado de existir, y el mar tampoco existía ya. Vi también que la ciudad santa, la nueva Jerusalén, descendía del cielo, de Dios, ataviada como una novia que se adorna para su esposo. Entonces oí que desde el trono salía una potente voz, la cual decía: «Aquí está el tabernáculo de Dios con los hombres. Él vivirá con ellos, y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos y será su Dios. Dios enjugará las lágrimas de los ojos de ellos, y ya no habrá muerte, ni más llanto, ni lamento ni dolor; porque las primeras cosas habrán dejado de existir. El que estaba sentado en el trono dijo: «Mira, yo hago nuevas todas las cosas.» Y me dijo: «Escribe, porque estas palabras son fieles y verdaderas.» También me dijo: «Ya está hecho. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tenga sed, yo le daré a beber gratuitamente de la fuente del agua de la vida. El que salga vencedor heredará todas las cosas, y yo seré su Dios y él será mi hijo.
Apocalipsis 22.1–7 RVC
Después me mostró un río límpido, de agua de vida. Era resplandeciente como el cristal, y salía del trono de Dios y del Cordero. En medio de la calle de la ciudad, y a cada lado del río, estaba el árbol de la vida, el cual produce doce frutos y da su fruto cada mes; las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones. Allí no habrá maldición. El trono de Dios y del Cordero estará en medio de ella, y sus siervos lo adorarán y verán su rostro, y llevarán su nombre en la frente. Allí no volverá a haber noche; no hará falta la luz de ninguna lámpara ni la luz del sol, porque Dios el Señor los iluminará Y reinarán por los siglos de los siglos. Y me dijo: «Estas palabras son fieles y verdaderas. El Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ya ha enviado a su ángel para que les muestre a sus siervos lo que pronto tiene que suceder.» «¡Vengo pronto! ¡Dichoso el que obedece las palabras proféticas de este libro!»
Eclesiastés 3.2 RVC
El momento en que se nace, y el momento en que se muere; el momento en que se planta, y el momento en que se cosecha;
Juan 3.3 RVC
Jesús le respondió: «De cierto, de cierto te digo, que el que no nace de nuevo, no puede ver el reino de Dios.»
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