Si Quieres, puedes limpiarme

Lucas  •  Sermon  •  Submitted
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Así como la lepra en en tiempo de Jesús era una enfermedad incurable que solo Dios puede quitar, el Pecado es la enferemdad incurable que aqueja a la humanidad y que solo Jesucristo es capaz de sanar

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Sucedió que estando él en una de las ciudades, se presentó un hombre lleno de lepra, el cual, viendo a Jesús, se postró con el rostro en tierra y le rogó, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme. 13 Entonces, extendiendo él la mano, le tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y al instante la lepra se fue de él. 14 Y él le mandó que no lo dijese a nadie; sino ve, le dijo, muéstrate al sacerdote, y ofrece por tu purificación, según mandó Moisés, para testimonio a ellos. 15 Pero su fama se extendía más y más; y se reunía mucha gente para oírle, y para que les sanase de sus enfermedades. 16 Mas él se apartaba a lugares desiertos, y oraba.
12Sucedió que estando él en una de las ciudades, se presentó un hombre lleno de lepra, el cual, viendo a Jesús, se postró con el rostro en tierra y le rogó, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme. 13Entonces, extendiendo él la mano, le tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y al instante la lepra se fue de él. 14Y él le mandó que no lo dijese a nadie; sino ve, le dijo, muéstrate al sacerdote, y ofrece por tu purificación, según mandó Moisés, para testimonio a ellos. 15Pero su fama se extendía más y más; y se reunía mucha gente para oírle, y para que les sanase de sus enfermedades. 16Mas él se apartaba a lugares desiertos, y oraba.

Introducción.

La llegada de Jesús al mundo significo un parteaguas en todos los aspectos de la vida.
Su mensaje, su autoridad para expresarlo y todas las obras que realizaba rebasaba y por mucho todo todo lo antes visto por los habitantes de la nación de Israel.
Ninguno de los Profetas enviados por Dios a los judíos había sido capaz de hablar y actuar como Jesús lo hacia.
Durante el desarrollo del ministerio del Señor Jesús, cada registro de las Escrituras nos muestra una huella imborrable de su paso por la Historia de la humanidad, pues nos revela el poder absoluto de Jesucristo sobre todos y sobre todo.
Durante su ministerio en la Tierra, el Señor Jesús se enfrento abiertamente a Satanás y sus huestes derrotando en el desierto, y expulsando a sus demonios. Pero también sé enfrento con las enfermedades demostrado su poder sobre la vida humana. Aun en el milagro de la pesca con Pedro, mostró su poder y autoridad sobre la naturaleza misma.
Jesús se enfrento durante su ministerio a toda clase de enfermedades, incluyendo a aquellas que para su época eran consideradas incurables.
Es precisamente en este pasaje, que Jesús muestra su poder ante una de las enfermedades consideradas como incurables en el mundo antiguo, cuya cura estaba mas allá del conocimiento medico de la época.
Sucedió que estando él en una de las ciudades,
Este pasaje tiene sus paralelos en y pero ninguno de los dos nos aporta ningún dato exacto sobre la hora o la la ubicación exacta en el que Jesús se encontró con este leproso.
Sin embargo de acuerdo a Y predicaba en las sinagogas de ellos en toda Galilea, y echaba fuera los demonios. Este encuentro se realizo durante el abundante ministerio de Jesús por toda la región de Galilea.
Y predicaba en las sinagogas de ellos en toda Galilea, y echaba fuera los demonios.
Para estos momentos ya el ministerios del Señor Jesús estaba siendo ampliamente difundido, pues nos añade que le seguía mucha gente. Este milagro que Jesús hizo no lo hizo ni en lo oscurito, ni tampoco sin ningún testigo, sino que muchos testigos oculares pudieron ver una muestra más del poder de Jesús.
Sucedió que estando él en una de las ciudades, se presentó un hombre lleno de lepra,
Lepra es un término general para una gran cantidad de enfermedades de la piel. Se tiene registros muy antiguos de la aparición de esta enfermedad y que es producida por una bacteria. Y su transmisión es por medio de contacto y el aliento, sin embargo no es una enfermedad muy contagiosa, a menos que exista una predisposición al virus y se este en continuo contacto con el enfermo.
Esta enfermedad ataca la piel, los nervios periféricos y la membrana mucosa.
Esta enfermedad por lo general comienza con un dolor en ciertas zonas de cuerpo, para luego comenzar a entumecer algunos miembros. Pronto la piel comienza a peder su color original en aquellos puntos, para después comenzar a engrosarse, ponerse brillante y escamosa.
Conforme la enfermedad sigue avanzando, los lugares donde la piel se va engrosando llegan a tener llagas sucias y úlceras provocadas por el pobre riego sanguíneo. La piel especialmente alrededor de los ojos y los oídos comienzan a desarrollar una serie de protuberancias con grandes surcos entre las hinchazones, de tal forma que el rostro de la persona comienza a deformarse, dando la impresión de parecer un rostro de león.
Los dedos de las manos y los pies se caen o son absorbidos, se caen las cejas, y las pestañas. A causa de la desfiguración en el rostro la nariz tiende a desaparecer, y al peder la sensibilidad en manos y pies las personas enfermas sin darse cuenta desgastan sus extremidades y su rostro.
Esta bacteria también ataca la laringe, por lo que la voz de leproso adquiere un ronquera que distorsiona su voz. Además que las llagas en vista de la poca circulación que permiten, desprenden un olor muy desagradable.
Durante la antigüedad era bastante común y el pueblo de Israel no era la excepción, por lo tanto había una robusta legislación sobre el tratamiento de esta terrible enfermedad.
Habló Jehová a Moisés y a Aarón, diciendo: 2 Cuando el hombre tuviere en la piel de su cuerpo hinchazón, o erupción, o mancha blanca, y hubiere en la piel de su cuerpo como llaga de lepra, será traído a Aarón el sacerdote o a uno de sus hijos los sacerdotes. 3 Y el sacerdote mirará la llaga en la piel del cuerpo; si el pelo en la llaga se ha vuelto blanco, y pareciere la llaga más profunda que la piel de la carne, llaga de lepra es; y el sacerdote le reconocerá, y le declarará inmundo.
1Habló Jehová a Moisés y a Aarón, diciendo: 2Cuando el hombre tuviere en la piel de su cuerpo hinchazón, o erupción, o mancha blanca, y hubiere en la piel de su cuerpo como llaga de lepra, será traído a Aarón el sacerdote o a uno de sus hijos los sacerdotes. 3Y el sacerdote mirará la llaga en la piel del cuerpo; si el pelo en la llaga se ha vuelto blanco, y pareciere la llaga más profunda que la piel de la carne, llaga de lepra es; y el sacerdote le reconocerá, y le declarará inmundo.
Los sacerdotes eran los encargados de examinar y determinar si una persona o no era leprosa.
Y bajo la extensa regulación que los israelitas tenían respecto a esta grave enfermedad, y por la terrible desfiguración que la lepra causaba, obligaba a tener medidas de control que ponían al leproso en una condición marginada y separado totalmente de la sociedad sana, con el propósito de mantenerla a salvo.
Y el leproso en quien hubiere llaga llevará vestidos rasgados y su cabeza descubierta, y embozado pregonará: ¡Inmundo! ¡Inmundo! 46 Todo el tiempo que la llaga estuviere en él, será inmundo; estará impuro, y habitará solo; fuera del campamento será su morada.
NTV Permanecerán ceremonialmente impuros todo el tiempo que les dure esa enfermedad grave, y deberán vivir aislados en un lugar fuera del campamento.
Reina Valera Revisada (1960). (1998). (). Miami: Sociedades Bı́blicas Unidas.
Nueva Traducción Viviente. (2009). (). Carol Stream, IL: Tyndale House Publishers, Inc.
El leproso era una marginado social, no tenía ninguna esperanza humanamente hablando, era estigmatizado socialmente, separado también de la vida religiosa de la nación y viviendo en completo aislamiento de todos, incluso era desterrado de sus hogares.
El mismo a forma de advertencia tenia que gritar por las calles su condición, para advertir a otros del peligro que corrían cerca de él.
Sucedió que estando él en una de las ciudades, se presentó un hombre lleno de lepra,
No debemos perder de vista ni por un instante, que el Escritor del Evangelio, era médico de profesión, y en su descripción el es muy gráfico al decirnos que estaba lleno de lepra. Es decir que no había ningún espacio limpio en su cuerpo.
A lo largo de la historia de Israel, algunos de los caso de lepra fueron producto del pecado y la desobediencia deliberada contra Dios, como el caso de Miriam hermana de Moises , Giezi el siervo de Eliseo() y el rey Uzias ().
Por tal razón quienes padecían esta terrible enfermedad se les veía como malditos por Dios, la enfermedad estaba ligada a su vida de pecado.
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Sucedió que estando él en una de las ciudades, se presentó un hombre lleno de lepra, el cual, viendo a Jesús,
Para estos momentos la fama de Jesús por la región continuaba e aumento, quizá muchos, entre los cuales estaba este leproso, ya habían oído hablar de el.
Para estos momentos la fama de Jesús por la región continuaba e aumento, quizá muchos, entre los cuales estaba este leproso, ya habían oído hablar de el.
Mateo nos complementa la información, ya que nos dice Y he aquí vino un leproso, es decir que el leproso vino en búsqueda de Jesús y cuando lo vio, hizo algo totalmente prohibido, se le acerco.
2Y he aquí vino un leproso
Reina Valera Revisada (1960). (1998). (). Miami: Sociedades Bı́blicas Unidas.
De acuerdo a la Ley, ningún leproso debía estar dentro de la ciudad, sino que debían vivir aislados para evitar cualquier clase de contaminación, no solo la física, incluso también la ceremonial.
Se les prohibía estar a menos de dos metro de distancia de una persona sana o a cincuenta metros si el viento soplaba en dirección al leproso.
De acuerdo a la enseñanza de los rabinos, después la contaminación a causa de haber estado en contacto con un muerto, la lepra era lo segundo en términos de contaminación.
“No solo el verdadero contacto con el leproso, sino que incluso su entrada contaminada la habitación y todo lo que en ella había, incluso las vigas del techo, incluso si metía la cabeza en algún lugar, este se volvía inmundo”
Sin embargo la situación que este hombre estaba viviendo era de una profunda desesperación, incluso para romper todas las leyes rabínicas con tal de acercarse a Jesús.
Su profunda necesidad y su terrible condición lo llevaron a superar sus miedos al rechazo social y las burlas, sobre paso la vergüenza que significaba que todos lo vieran con sus ropas rasgadas sucias y mal olientes y su cabeza descubierta e hizo caso omiso del peligro que corría el mismo de poder ser apedreado por la gente de la ciudad con tal de ahuyentarlo para que ellos mismos se mantuvieran a salvo.
El ya no tenía nada que perder, así que arriesgo todo con tal de intentar acercarse a Jesús.
Sucedió que estando él en una de las ciudades, se presentó un hombre lleno de lepra, el cual, viendo a Jesús, se postró con el rostro en tierra y le rogó, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme.
Este hombre al acercarse a Jesús lo hizo de la forma más humilde que el podía hacerlo. No dice que primeramente inclino la rodilla delante de Jesús; y después bajo su rostro a tierra postrado (gr , pipto, caer derrumbarse, portarse frente a alguien).
Este hombre reconoció cual era su condición frente a Jesús, sabía que no era digno de estar frente a Jesús, sabía los riesgos que había, sin embargo su actitud nos revela su desesperación.
nos dice también que vino.. y se postró (gr, proskuneo; adorar) ante él.
y se postró ante él
Este hombre estaba totalmente convencido de que Jesús era el enviado Dios, el Mesías redentor, por eso le adoro, por eso le llamo Señor, Kyrios, es decir tú eres Dios mismo.
Este hombre entendió por medio del ES que Jesús era el único que podía ayudarle en medio de su profunda necesidad.
Y es que el pecado en nuestras vidas es exactamente como esa lepra de aquel hombre, nos ha destruido completamente.
Y es que el pecado trae dolor a nuestra vida (las infidelidades, el orgullo, la amargura, el resentimiento, la falta de perdón), comienzan poco a poco a entumecer nuestra vida para la justicia, mientras mas permitimos el pecado en nuestra vida nuestro corazón se va engrosado con la piel del leproso, cada vez nos volvemos mas insensibles, mas duros, mas llenos de orgullo y arrogancia para con Dios y para con los demás.
Sin darnos cuenta el pecado va provocando heridas que no pueden ser sanadas que se convierten en terribles y dolorosas llagas que constante mente se exponen a procesos infecciosos mayores (Ya no no solo tengo amargura contra el hermano, ahora comienzo a repartirla a otros, ya no solo guardo rencor contra alguien, sino que ahora comienzo a hablar mal de el a sus espaldas frente a otros).
Por causa del pecado nuestros ojos y oídos se deforman y solamente vemos lo que para nosotros esta mal, (veo que mi esposo (a) no es como yo quiero, no hace lo que quiero, veo que mis padres son anticuados, que no están a la moda, que no me dejan divertirme aunque soy joven), comenzamos a dejar de oír el consejo sabio para ir detrás de los burladores.
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Hemos perdido toda sensibilidad en nuestros miembros, ya no ha dolor por el sufrimiento ajeno de otros, veo que están yendo directo al infierno, pero para que les predico si yo ya me salve. Somos insensibles a la necesidad del esposo, de la esposa, de los hijos.
Aun nuestra voz es más de critica, es más apera, que de aliento, es más para hablar mal de otros que para bendecirlos, es más para acuchillarlos, que para guardar sus espaldas.
A causa del pecado nuestra vida despide un olor nauseabundo, de muerte, que aleja a todos de mi, por mi condición nadie quiere acercarse.
Porque el pecado margina, separa divide, destruye, nos mantiene en la miseria, tal como aquel hombre que se acerco a Jesús.
Sucedió que estando él en una de las ciudades, se presentó un hombre lleno de lepra, el cual, viendo a Jesús, se postró con el rostro en tierra y le rogó, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme.
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Este hombre sabía que no tenía nada que ofrecer a Jesús, sabía que era un pecador, sabia que era un marginado, un desventurado y un miserable, que no tenia a nadie a quien recurrir.
Por eso se acerco a Jesús en completa humildad, sabía que no tenia ningún argumento a su favor, sabía que tampoco podía demandar o exigir algo que hicieran para el.
No se acerco nunca con duda, su palabras no fueron “si puedes”, porque el estaba convencido que Jesús tenía el poder para sanarlo, lo que el no sabía es si Jesús quería hacerlo, porque el conocía cuan indigna era su condición.
Por esa razón le dijo “¡si tú quieres puedes sanarme y dejarme limpio!”. Reconoció que Dios es soberano en su creación y que no hay nadie que le diga a el lo que debe o no de hacer, el deseaba ser sanado, pero también tenía muy claro que la voluntad de Dios esta por encima aún de sus propios deseos.
¡si tú quieres puedes sanarme y dejarme limpio!
Nueva Traducción Viviente. (2009). (). Carol Stream, IL: Tyndale House Publishers, Inc.”
Y es que es asi como pecadores debemos acercarnos a Jesús, nuestra vida esta llena de esa enfermedad mortal llamada pecado.
Ninguna de nuestras obras, ni nuestros diezmos, ni nuestra asistencia a la asamblea, o nuestro servicio dentro de la misma tiene algún valor delante de el.
NTV Estamos todos infectados por el pecado y somos impuros. Cuando mostramos nuestros actos de justicia, no son más que trapos sucios.
Cuando mostramos nuestros actos de justicia,
no son más que trapos sucios.
Nueva Traducción Viviente. (2009). (). Carol Stream, IL: Tyndale House Publishers, Inc.
Nueva Traducción Viviente. (2009). (). Carol Stream, IL: Tyndale House Publishers, Inc.
Nada de lo que Hagamos por nosotros mismo puede limpiarnos de nuestra lepra, por esa razón deberías correr desesperados a los pies de la cruz para pedir ayuda y socorro.
Por eso deberíamos correr cada día en reverencia ante el mismo trono de Dios reconociendo el Señorío, el poder y la autoridad de Cristo Jesús, como el Señor, como Dios mismo.
NTV Por eso dije que morirán en sus pecados; porque, a menos que crean que Yo Soy quien afirmo ser, morirán en sus pecados».
Jesús es el único que tiene el poder para sanar nuestros corazones que están enfermos de pecado, reconociendo la miseria y la bancarrota espiritual en la que estamos, que tener ningún derecho a exigir, sin merecer nada del Soberano Dios de los cielos, sino los esperar que su compasión sobre nosotros nos sea otorgada si el quiere.
NTV pero la gente no es considerada justa por sus acciones sino por su fe en Dios, quien perdona a los pecadores.
Nueva Traducción Viviente. (2009). (). Carol Stream, IL: Tyndale House Publishers, Inc.
Creyendo en que el tiene el poder para cambiarnos, no es por lo que hacemos, sino por poner nuestra confianza totalmente el Cristo que entonces somos transformados.
13 Entonces, extendiendo él la mano, le tocó, diciendo: Quiero; sé limpio.
En repetidas ocaciones el Señor Jesús utilizó sus manos para sanar a otros porque su corazón fue movido a misericordia.
nos dice que lo que hizo que Jesús actuara en favor de aquel desesperado e indefenso hombre es que tuvo misericordia de el.
El toque de Jesús no era un toque mágico, su poder no salía de sus dedos como rayos, o por medio de ondas a través de sus vestidos. Su poder venía directamente de su divinidad, de su poderosa voluntad, y de su corazón infinitamente compasivo.
Por su misericordia Jesús extendió su mano para tocar aquel hombre lleno de lepra, haciendo algo sin precedentes para la sociedad en la que vivía.
Era algo totalmente horrible, prohibido e imposible, que un alguien, y mucho menos un Rabino tocara a un leproso, porque automáticamente quedaría contaminado en todos los aspectos de la vida.
Pero el poder soberano de Jesús actuó en respuesta a su amor soberano.
Las palabras del leproso estaban en perfecta armonía con las de Jesús, “Si quieres”, Quiero, se limpio” porque un corazón que se acerca en humildad a Cristo, nunca será rechazado por el.
¿quieres ser limpio de tu pecado?, acércate a Cristo en la misma condición que el leproso, se humilde y el no te rechazara jamás.
Piensas que estas demasiado sucio para que Cristo te toque, su mano esta al encuentro de aquel que viene a su encuentro.
Cristo toca lo intocable, perdona lo imperdonable, y ama lo que es imposible de amar. Ven a Cristo para que el te toque y te sane de tu maldad.
13 Entonces, extendiendo él la mano, le tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y al instante la lepra se fue de él.
Ese hombre estaba llenos de lepra, no había en su cuerpo nada sano, sin embargo después del toque de Jesús, desapareció por completo toda aquella terrible enfermedad.
Cristo tiene el poder para darnos nueva vida en un instante, de limpiar nuestra vida, de todos aquellos pecados pasado, presente y futuro. Tiene el poder de darnos un nuevo corazón que ame y guarde sus mandamientos, de hacernos nuevas criaturas y que las cosas viejas se queden en el pasado.
Este hombre quedo sano de aquel azote instantáneamente, de tal forma que podía regresar a su vida normal ahora mismo.
14 Y él le mandó que no lo dijese a nadie; sino ve, le dijo, muéstrate al sacerdote, y ofrece por tu purificación, según mandó Moisés, para testimonio a ellos.
Lucas no nos explica la razón por la cual Jesús le pidió a este hombre que no contará lo que le había sucedido, debemos recordar que el estaba comenzando a desarrollar su ministerio, y quizá quería evitar que se pediera de vista la razón de su misión y le vieran mas como un Mesías politico. O para evitar confrontaciones tempranas con los fariseos.
Pero lo que si nos dice es que Jesús exhorto al leproso a cumplir con las exigencias de la ley en cuanto a su limpieza.
De acuerdo a las instrucciones de la Ley respecto a la limpieza de los leprosos (), para que este volviera a ser admitido en la sociedad, debía ir al templo para el examen por parte del sacerdote, rasurarse, bañarse, lavar su ropa y ofrecer una serie de sacrificios de animales, junto con una ofrenda de grano y aceite. Este proceso duraba 8 días
Era evidente que al ir este hombre al templo los sacerdotes le preguntarían como es que llego a ser sano, y su testimonio podía ser una muestra a los sacerdotes que Jesús era el Cristo, el Hijo de Dios.
Esta instrucción también revela que Cristo a Pesar de ser Dios mismo en la tierra nunca paso por alto los requisitos dela ley.
15 Pero su fama se extendía más y más; y se reunía mucha gente para oírle, y para que les sanase de sus enfermedades.
Sin embargo este hombre sí exactamente lo contrario de lo que le pidió Jesús nos dice que mismo comenzó a publicarlo mucho y a divulgar el hecho, de tal forma que la fama de Jesús cada vez se extendía más.
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Y tal parece que esta acción era en pro del ministerio de Jesús, porque cada vez más gente le buscada, sin embargo muchos iban a buscarle no solo para oírle, sino también para ver que era lo que podían sacar al final del día. (una sanidad para sus enfermos)
Su popularidad creció cada vez más, pero mucha de esa gente solo seguía a Jesús para ver que clase de beneficios podía obtener.
Es obvio que mientras más gente seguía a Jesús, su ministerio publico se veía limitado por los tumultos de gentes que lo apretujaba, y por ellos tenía que retirarse a lugares apartados.
Quizá eso le limitaba la posibilidad de llegar a los discapacitados que estaban en la ciudades.
16 Mas él se apartaba a lugares desiertos, y oraba.
Sin embargo Jesús en lugar de buscar la popularidad, el reconocimiento, la falsa adulación, aprovechaba eso tiempos en los lugares desiertos para ir a orar al Padre
Aun el siendo 100% Dios, también era 100% hombre necesitaba la comunión constante y continua con el Padre para recargar las reservas de su cuerpo con los inagotables recursos del Padre.
La oración era parte esencial de la vida y del ministerio de Jesús.
A pesar de todos los que le seguían Jesús no permitió que se interpusiera entre el y su tiempo de oración.
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