Nuestro punto de comparación

Las 7 iglesias de Apocalipsis  •  Sermon  •  Submitted
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El mensaje de Cristo a las 7 iglesias

Notes
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Propósito del sermón. Por la gracia de Dios, guiar a mi audiencia a una evaluación de sí misma conforme a las palabras de Cristo y alentarles a ver a Cristo para perseverancia en medio de las dificultades que ello conlleva.
Introducción
Por la misericordia de Dios hemos llegado al final de este año 2018 y si el Señor lo permite iniciaremos un nuevo año.
Considero que a la mayoría de nosotros nos gusta hacer un autoexamen de cómo nos fue en este año para proyectar algo mejor para el 2019.
Este proceso, si se hace de manera honesta, concienzuda y tranquilamente nos lleva a darnos cuenta que hubo crecimiento en ciertas áreas mientras que hay otras en que nos debilitamos. Por lo general, el resultado es un deseo de algo mejor.
Para saber cómo nos encontramos debemos usar algo para compararnos. Consciente o inconscientemente tenemos alguna medida para compararnos. Por ejemplo, la persona que desea bajar de peso lo hace en relación a la opinión médica (salud) o la apariencia de lo que opinan las personas (estética). Debe haber una medida para podernos comparar.
Por ejemplo, la persona que desea bajar de peso lo hace en relación a la opinión médica (salud) o la apariencia de lo que opinan las personas (estética).
Debe haber una medida para podernos comparar.
Cuando aplicamos este criterio a la iglesia ¿qué usamos como punto de comparación? Lo ideal sería otra iglesia.
Entonces, en la medida que avanzamos por este sermón, me gustaría que podamos analizar 2 iglesias que nos ayuden a hacer un autoexamen.
Debo confesar que buena parte del contenido del sermón esta influenciado por un libro que recientemente leí cuyo autor es el pastor Juan Sánchez y el libro se llama “7 amenazas que enfrenta toda iglesia y tu parte en superarlas”.
Por cuestión de tiempo nosotros no podremos analizar las 7 pero he escogido 2 de ellas, las cuales considero nos podrán dar un buen punto de referencia.
Seguramente usted ya sabe en que parte de las Escrituras se le escribe a 7 iglesias, así que le pido que me vaya acompañando al libro de Apocalipsis cap. 2
Contexto
El libro de Apocalipsis fue escrito por el apóstol Juan, con la particularidad de que hay diversas porciones donde se le dice a Juan lo que debe escribir y lo que no debe escribir. Específicamente, la sección de las iglesias es un dictado del Señor Jesucristo mismo.
Las siete iglesias a quienes el Señor dirige sus palabras en los caps. 2-3 fueron 7 iglesias de Asia Menor, mayormente lo que hoy corresponde con Turquía.
No es casualidad que el número de iglesias sea 7. En la numerología hebrea el 7 representa plenitud, perfección, totalidad. Varios comentaristas bíblicos estan de acuerdo que las 7 iglesias representan a todas las iglesias de todos los tiempos.
La estructura que sigue cada mensaje del Señor Jesucristo a las iglesias esta bien marcado.
Hay una presentación
Hay un elogio (en la mayoría de casos) que va precedido por las palabras “Yo conozco tus obras”
Se describe aquello que amenaza a la iglesia
Se provee una solución
Hay un llamado a atender las palabras junto con una recompensa
Se da un llamado a atender
Hay una recompensa
Es interesante notar que todas las iglesias enfrentaban una amenaza, desde adentro, de afuera o en ambos casos. En otras palabras, nunca hay un momento en que la iglesia no tenga que estar luchando con algo. Hasta la mejor de todas las iglesias en el mundo está en amenaza de algo.
Otra cosa que llama mi atención es el hecho de que aun cuando la iglesia puede tener tan grande diversidad de personas, enfrentan una situación que los amenaza en común. Esto se debe, pienso yo, al lugar de donde viene la presión. Satanás enfoca sus ataques, no gasta su tiempo disparando para ver a que le da.
Al final, se nos deja ver que las palabras del Señor son serias ya que lo que está en juego es que la iglesia deje de ser iglesia. Es lamentable ver cómo muchas iglesias que fueron en sus inicios fieles con hombres de Dios sirviendo en ellas ahora sean museos, hospitales, centros de alimentos y hasta pistas de patinaje. Nuestros hermanos de aquellos tiempos no le tomaron seriedad a la amenaza hasta que dejaron de existir.
La mención de las siete iglesias se encuentra escrita en el libro de Apocalipsis caps. 2-3. Ahí encontramos 7 mensajes que Jesucristo dirige a 7 iglesias de Asia menor.
Las 7 iglesias enfrentaron amenazas desde distintos ángulos. Algunas de esas iglesias fueron elogiadas, otras fueron elogiadas con una fuerte represión y otras fueron reprendidas con una medida de esperanza.
Esta es una realidad para muchas iglesias que en el día de hoy son museos, parques, hospitales y otras tantas cosas. Es increíble que la zona donde se fundaron iglesias gracias al trabajo mayormente del apostol Pablo hoy sea mayormente musulmán. Las iglesias dejaron de atender al llamado de Jesucristo y desaparecieron. Esto lo digo para que veamos con cuanta seriedad debemos atender a las palabras del Señor.
Esto lo digo para que veamos con cuanta seriedad debemos atender a las palabras del Señor.
Dicho esto, considero que estamos listos para mirar el mensaje del Señor a estas dos iglesias.
lo anterior comencemos con la primera iglesia y lo que amenazaba.

Éfeso: Ortodoxia sin amor

Apocalipsis 2.1–7 RVR60
1 Escribe al ángel de la iglesia en Efeso: El que tiene las siete estrellas en su diestra, el que anda en medio de los siete candeleros de oro, dice esto: 2 Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia; y que no puedes soportar a los malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos; 3 y has sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado arduamente por amor de mi nombre, y no has desmayado. 4 Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor. 5 Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido. 6 Pero tienes esto, que aborreces las obras de los nicolaítas, las cuales yo también aborrezco. 7 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, le daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios.
Apocalipsis 2:1-
Jesucristo se presenta como “… El que tiene las siete estrellas en su diestra...” Lo que esta imagen representa es que el tiene autoridad absoluta sobre los mensajeros los cuales son representados por las estrellas. Quienes quiera que sean los mensajeros o ángeles, lo que está claro es que el Señor tiene autoridad sobre ellos y el mensaje que ellos llevan es con la autoridad misma de Cristo.
Por otro lado se presenta el Señor como “...el que anda en medio de los siete candeleros de oro...” esto representa su presencia en medio de la iglesia, los siete candeleros de oro son las 7 iglesias. La presencia de Cristo en su iglesia comunica bendición, cuidado, protección.
Cuan importante eran estas dos verdades para la iglesia de Éfeso que había tenido que batallar mucho contra la falsa doctrina. Si bien Éfeso fue la cuna de la preparación ministerial () también fue el trampolín para muchos herejes (). La iglesia había luchado contra eso y había permanecido. Ellos mantenían una doctrina pura. Jesús reconoce eso y noten que eso es lo primero que hace, elogiarlos.
Sin embargo, también hay una seria reprensión descrita en el v. 4 “… has dejado tu primer amor.”
La reprensión está descrita en el v. 4 “… has dejado tu primer amor.”
Eso no parece tan grave a primera vista, y resulta tan lamentable si lo vemos así porque la Escritura también dice
1 Corintios 13.1–3 RVR60
1 Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe. 2 Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy. 3 Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve.

Esmirna: Miedo al sufrimiento

¿Qué queda de todas las virtudes si no van acompañadas de amor? nada
En otro lugar también está escrito
1 Juan 4.8 RVR60
8 El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.
Entonces existe la posibilidad de que una persona conozca la sana doctrina, tenga celo por ella y a la misma vez no tener un amor por Cristo. Podemos ir un paso mas allá, existe la posibilidad de eso y a la vez que esa persona no sea cristiana.
Un congregante de Éfeso podría citar
1 Juan 4.10 RVR60
10 En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados.
Partiendo de ese versículo nos podría explicar la naturaleza del amor de Dios, quien es el Hijo, la propiciación, darnos una definición del pecado, hablarnos de la redención… con todo ello, perder el punto focal del versículo, el maravilloso amor de Dios.
Si estamos perdiendo la sensibilidad al dulce amor de Dios que nos ha sido dado en Cristo, entonces estamos en peligro de recibir la misma reprensión que la iglesia de Éfeso.
Creo que algunas señales que manifiestan la ausencia del amor de Dios en nosotros son:
La ausencia de Él en nuestras pláticas
Dificultad en hacer sacrificios para Él
Pérdida de gozo
La manera en que vamos abandonando nuestro amor por Cristo es tan sutil que no nos damos cuenta sino hasta que hemos llegado muy lejos.
Piense por ejemplo en la persona que acaba de iniciar su vida cristiana. Está llena de gozo y entusiasmo. Empieza a leer la Biblia, orar y asiste fielmente a todas las reuniones. No hay algo que se quiera perder. Sin embargo, al poco tiempo se da cuenta que hay otros que no parecen tener la misma dedicación. Empieza a criticarlos en su corazón y lanza de vez en cuando comentarios con un toque de orgullo. Para entonces ha dejado el amor por el Señor cambiandolo por el orgullo.
Algunos han llegado a pensar que el problema de las personas al abandonar su amor por Dios es debido al conocimiento de la doctrina, pero eso no es cierto. El amor y la verdad no están divorciados, por el contrario, van de la mano.
Tengamos bien en claro una cosa mas, el amor a Dios y el amor al prójimo son semejantes (). Quizá podamos engañarnos a nosotros creyendo que estamos amando a alguien a quien no vemos, sin embargo, dificilmente engañamos a las personas que nos rodean. La evidencia de que usted y yo somos culpables o inocentes de este cargo tiene que ver también con la relación que tenemos con las personas cercanas a nosotros, especialmente nuestra esposa, esposo, hijos, padres, incluso de nuestros enemigos.
Hermanos, no consideremos esto poca cosa. Cristo no es un esposo que le guste vivir con una iglesia que no le ama, aun cuando hace muchas cosas para Él.
La solución al problema de la falta de amor es
1. Recordar de donde uno ha caído (v. 5). Haga memoria del momento en que se despertó en usted el amor por Cristo cuando fue rescatado. Haga memoria de cómo sintió las pesadas cargas de la culpa caer de sus espaldas. Recuerde el gozo que tenía.
2. Arrepientase y haga las primeras obras. Esto significa un cambio que se origina en la mente y repercute en la conducta.
Recuerdo del caso donde una mujer embarazada estaba teniendo muchas complicaciones debido a preocupaciones que tenía por una situación en su familia. Los familiares se pusieron de acuerdo para decirle que todo estaba bien con el propósito de que se lograra el embarazo. Lo hicieron y una vez que ella creyó la mentira se sintió mejor hasta el alumbramiento.
¡Ese es el poder que tiene una idea en la mente de una persona!
El proceso con nosotros debe ser a la inversa, la verdad debe reemplazar la mentira a fin de que eso se traduzca en un amor renovado por el Señor.
¿Pero no se supone que la iglesia de Éfeso tenía sana doctrina? ¿Cómo es entonces que necesitan reemplazar la mentira con la verdad?
Es que ellos, aunque atesoraban mucha sana doctrina, también creían que podían estar bien con Dios solo con doctrina sin amor. Eso no es cierto, pero lamentablemente no es una verdad que haya penetrado todas las capas de nuestro corazón. Nunca debemos sentirnos satisfechos de crecer en el conocimiento bíblico si eso mismo no nos está llevando a crecer en nuestro amor por Dios y por el prójimo.
Al final de esta carta a la iglesia de Éfeso, el Señor habla de la recompensa al vencedor: “… daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios.” Estas palabras nos remontan al principio mismo, cuando Adán y Eva habitaban en el huerto del Edén y Dios tenía comunión con ellos antes de la caída. Entonces la recompensa para el vencedor es la vida eterna. Entonces los únicos que saldrán vencedores son los que realmente son cristianos y lo demostrarán por su amor a Dios.
Mateo 22.37–39 NBLH
37 Y El le contestó: “Amaras al Señor tu Dios con todo tu corazon, y con toda tu alma, y con toda tu mente. 38 “Este es el grande y primer mandamiento. 39 “Y el segundo es semejante a éste: Amaras a tu projimo como a ti mismo.
De ahí que el Señor mande a la iglesia darse cuenta de su propia frialdad, arrepentirse y volver a una fe sencilla.
*Pensemos en la evaluación de Dios para nuestra propia vida

Apocalipsis 2.8–11 NBLH
8 “Escribe al ángel de la iglesia en Esmirna: ‘El Primero y el Ultimo, el que estuvo muerto y ha vuelto a la vida, dice esto: 9 “Yo conozco tu tribulación y tu pobreza (pero tú eres rico), y la blasfemia de los que se dicen ser Judíos y no lo son, sino que son sinagoga de Satanás. 10 “No temas lo que estás por sufrir. Yo te digo que el diablo echará a algunos de ustedes en la cárcel para que sean probados, y tendrán tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y Yo te daré la corona de la vida. 11 “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. El vencedor no sufrirá daño de la muerte segunda.” ’ ”
Apocalipsis 2:8-

Pérgamo: Transigir

Pérgamo: Transigir

Apocalipsis 2.12–17 RVR60
12 Y escribe al ángel de la iglesia en Pérgamo: El que tiene la espada aguda de dos filos dice esto: 13 Yo conozco tus obras, y dónde moras, donde está el trono de Satanás; pero retienes mi nombre, y no has negado mi fe, ni aun en los días en que Antipas mi testigo fiel fue muerto entre vosotros, donde mora Satanás. 14 Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que tienes ahí a los que retienen la doctrina de Balaam, que enseñaba a Balac a poner tropiezo ante los hijos de Israel, a comer de cosas sacrificadas a los ídolos, y a cometer fornicación. 15 Y también tienes a los que retienen la doctrina de los nicolaítas, la que yo aborrezco. 16 Por tanto, arrepiéntete; pues si no, vendré a ti pronto, y pelearé contra ellos con la espada de mi boca. 17 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, daré a comer del maná escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe.
Apocalipsis 2:12-

Tiatira: Tolerancia

Apocalipsis 2.18–29 RVR60
18 Y escribe al ángel de la iglesia en Tiatira: El Hijo de Dios, el que tiene ojos como llama de fuego, y pies semejantes al bronce bruñido, dice esto: 19 Yo conozco tus obras, y amor, y fe, y servicio, y tu paciencia, y que tus obras postreras son más que las primeras. 20 Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que toleras que esa mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñe y seduzca a mis siervos a fornicar y a comer cosas sacrificadas a los ídolos. 21 Y le he dado tiempo para que se arrepienta, pero no quiere arrepentirse de su fornicación. 22 He aquí, yo la arrojo en cama, y en gran tribulación a los que con ella adulteran, si no se arrepienten de las obras de ella. 23 Y a sus hijos heriré de muerte, y todas las iglesias sabrán que yo soy el que escudriña la mente y el corazón; y os daré a cada uno según vuestras obras. 24 Pero a vosotros y a los demás que están en Tiatira, a cuantos no tienen esa doctrina, y no han conocido lo que ellos llaman las profundidades de Satanás, yo os digo: No os impondré otra carga; 25 pero lo que tenéis, retenedlo hasta que yo venga. 26 Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre las naciones, 27 y las regirá con vara de hierro, y serán quebradas como vaso de alfarero; como yo también la he recibido de mi Padre; 28 y le daré la estrella de la mañana. 29 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.
Apocalipsis 2:18-29
Entonces la recompensa para el vencedor es la vida eterna. Aquí habremos de tener
Aquí habremos de tener cuidado. Los únicos que pueden salir vend
T: Hasta aquí ya hemos considerado ÉFESO: LA ORTODOXIA SIN AMOR, me gustaría que consideremos ahora...

Sárdis: Buena reputación

Apocalipsis 3.1–6 RVR60
1 Escribe al ángel de la iglesia en Sardis: El que tiene los siete espíritus de Dios, y las siete estrellas, dice esto: Yo conozco tus obras, que tienes nombre de que vives, y estás muerto. 2 Sé vigilante, y afirma las otras cosas que están para morir; porque no he hallado tus obras perfectas delante de Dios. 3 Acuérdate, pues, de lo que has recibido y oído; y guárdalo, y arrepiéntete. Pues si no velas, vendré sobre ti como ladrón, y no sabrás a qué hora vendré sobre ti. 4 Pero tienes unas pocas personas en Sardis que no han manchado sus vestiduras; y andarán conmigo en vestiduras blancas, porque son dignas. 5 El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles. 6 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.
Apocalipsis 3:1-

Filadelfia: Dudar de uno mismo

Apocalipsis 3.7–13 RVR60
7 Escribe al ángel de la iglesia en Filadelfia: Esto dice el Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre: 8 Yo conozco tus obras; he aquí, he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar; porque aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra, y no has negado mi nombre. 9 He aquí, yo entrego de la sinagoga de Satanás a los que se dicen ser judíos y no lo son, sino que mienten; he aquí, yo haré que vengan y se postren a tus pies, y reconozcan que yo te he amado. 10 Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra. 11 He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona. 12 Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo. 13 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.
Apocalipsis 3:7-

Laodicea: Autosuficiencia

Apocalipsis 3.14–22 RVR60
14 Y escribe al ángel de la iglesia en Laodicea: He aquí el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios, dice esto: 15 Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente! 16 Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca. 17 Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo. 18 Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas. 19 Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete. 20 He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. 21 Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono. 22 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.
Apocalipsis 3:14-
Noten cómo se presenta el Señor ante esta iglesia “… el Amén, el testigo fiel y verdadero...” Estos títulos aluden al Señor como Aquél que llevará a fiel cumplimiento las promesas de Dios hechas a Abraham de una tierra () junto con la promesa de de un cielo nuevo y una tierra nueva.
Por otro lado también se nos presenta como “… el principio de la creación de Dios...” Esto no significa que el Señor es el primer ser creado. La palabra para principio aquí es la palabra “ἀρχή” que es traducida como comienzo, principio o gobernante. Era una palabra con gran trayectoria en la filosofia pues los filosofos griegos buscaban conocer aquello que dio origen a la vida, en otras palabras, buscaban el ἀρχή. El Señor se presenta como Aquél de quien se originó la creación.
“… el principio de la creación de Dios...”
La importancia de esta presentación es en relación a la ciudad de Laodicea, una ciudad muy prospera, que contaba con lo mejor de la moda y la medicina. Sumado a esto, la ciudad era pacífica pues no había persecusión contra los cristianos. En palabras simples, esta parecía la ciudad perfecta. ¿Por qué anhelar un cielo nuevo y una tierra nueva si Laodicea tenía prosperidad, moda y medicina?
El problema con la iglesia en Laodicea es que la condición de la ciudad hizo a la iglesia sentirse autosuficiente. En términos prácticos ellos decían “… de ninguna cosa tengo necesidad...” (v. 17).
Mis amados hermanos, permitanme decir algo con mucha seriedad: La prosperidad es muy peligrosa porque muy sutilmente nos mueve de la dependencia en el Señor a la autosuficiencia. En la misma linea la comodidad nos lleva a sacrificar el fervor.
Siendo sinceros ¿cuando fue la última vez que oramos pidiendole a Dios que nos diera el pan del día? No lo hacemos, ¿sabe por qué? porque en nuestras alacenas y refrigerador hay alimento hasta por 15 días.
Lamentablemente la comodidad nos lleva a sacrificar el fervor.
Sí, mis amados hermanos la prosperidad es enceguecedora.
–Pero, pastor ¿cual es el problema con estar bien económicamente? El peligro constante de la autosuficiencia, y la autosuficiencia es la hermana del orgullo, y ambos, terribles enemigos de Dios en el corazón del hombre.
Resulta sumamente dificil convencer a alguien del peligro de la prosperidad porque siempre estamos buscando algo mejor.
Dificilmente aceptamos un aumento de nuestros ingresos si el trabajo que debemos hacer conlleva un gran riesgo para nuestras vidas, sin embargo, sí lo hacemos aun cuando conlleva un gran riesgo para nuestras almas.
Noten ustedes como la prosperidad nos ha hecho olvidar 1 de las 6 peticiones que se encuentran en la oración del Padre nuestro.
Hago recuento de las veces en que mis oraciones han sido con mayor fervor y me doy cuenta que siempre han sido cuando soy consciente de mi necesidad.
Caso contrario, la iglesia de Laodicea se veía como autosuficiente. El Señor le había dicho que le daba asco su actitud orgullosa con las palabras “...por cuanto eres tibio… te vomitaré de mi boca”. (v. 16).
Yo no soy médico así que no hubo mucho que pude indagar. Tampoco creo que él tuviera las posibilidades de salir de su pueblo para ir hasta el médico al municipio. Así que ese hombre me dijo: he leído en la Biblia que había alguien así porque tenía un demonio, y que solo la oración puede sacar a un demonio así, entonces me preguntó ¿podría usted orar por mí?
Antes de que usted lo quiera criticar, entienda usted una cosa, él no tenía otra cosa en sus manos que la Biblia y fe en que Dios podía sanarlo.
El autoexamen de la iglesia era que ella era rica, sin necesidad de nada, bien vestida y sana. En el examen del Señor salía que ella era desventurada, miserable, pobre, ciega y desnuda. (v. 17).
Si ese mismo hombre estuviera con nosotros ¿no es cierto que le apremiaríamos a que fuera con el médico para atenderse su problema? ¿dónde dejaríamos la oración?
Pero aun con todo eso, había una pequeña luz de esperanza para la iglesia la cual consistía en el fervor, el Señor le dijo a la iglesia “… sé, pues, celoso, y arrepientete...”
Solo una perspectiva correcta de quién es el Señor y quienes somos nosotros nos ayuda para darnos cuenta de nuestra dependencia absoluta de Él. Esa perspectiva, debe estar enraizada en lo profundo del corazón de modo que sea visible en actos de generosidad y participación en el reino de Dios. A eso se refiere el v. 18
La autosuficiencia de la iglesia había dejado al Señor afuera, pero en su misericordia Él toca la puerta y llama para venir a la comunión con la iglesia (v. 20).
Hay algo que aprendí de esta iglesia y es que no hay comunión con Dios porque no hay fervor y no hay fervor porque no hay dependencia.
Al final del mensaje a la iglesia, aquellos que se dispusieran a poner de lado su autosuficiencia y vinieran a la comunión con el Señor a través de la dependencia fervorosa serían los victoriosos, aquellos que se sentarán con el Señor en su trono cuando Él establezca su reino en plenitud.
Conclusión
Mis queridos hermanos quiero hacer una aclaración final de estos mensajes. Ninguna persona podrá disfrutar las bendiciones eternas solo por tener la sana doctrina y tener amor como en el caso de la iglesia de Éfeso, o como en el caso de la iglesia de Laodicea dejando de lado su autosuficiencia y teniendo fervor humilde por el Señor.
En realidad, solo aquellos que han creído en el Señor Jesucristo que cuando estuvo en la tierra padeció y murió por los pecadores, solo ellos podrán perseverar hasta el fin.
Las duras reprensiones del Señor son para corregir a su pueblo, no para que su pueblo esté inseguro de su esperanza y trate de ganarse la salvación.
Por lo demás, que estos señalamientos del Señor nos sirvan de examen para evaluarnos como iglesia y participar en superar las amenazas que nos atacan.
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