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4º Domingo de Adviento

Catequesis de Adviento  •  Sermon  •  Submitted
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María visita a Isabel

¿sabéis por qué va tan contenta María?

et implebunt terram interfectis. 12 Et faciam alveos fluminum aridos et tradam terram in manu pessimorum et dissipabo terram et plenitudinem eius in manu alienorum. Ego Dominus locutus

¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor?
En aquellos días, María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías, y saludó a Isabel.
En cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo, y dijo a voz en grito:
-¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre!
¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre.
¡Dichosa tú, que has creído! porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá.
Palabra de Dios
Este domingo si nos propone a la virgen María como modelo imitar
¿cómo se prepara una mamá para recibir el nacimiento de su bebé?
Piensa mucho en él y se lo imagina, le prepara la cuna la ropa…
En el evangelio la virgen lo piensa en sí misma, sino en servir Asunción la prima Isabel que va a tener a Juan Bautista y la necesita.
Amar a los demás es tener un corazón grande y sentir como propias las preocupaciones de los que viven con nosotros, saber perdonar, comprender sus limitaciones, errores y perdonar.
María subió la montaña para llegar a casa de Isabel así nosotros hemos de superar los obstáculos obstáculos (montaña = incomprensión de amigos, nuestra comodidad y egoísmo) e imitar a María.
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