JESÚS, SEÑOR Y CRISTO (3)

Hechos  •  Sermon  •  Submitted
0 ratings
· 11 views
Notes
Transcript

Introducción
Lectura de Hechos 2:33-40
Con esta ocasión habremos pasado 3 semanas meditando en el sermón de Pedro. La razón de ello es que dicho evento tiene una gran importancia para la comprensión del libro de hechos y por implicación tiene una gran importancia para la iglesia en general en el cumplimiento de su misión en la tierra.
Lucas, como historiador y a la vez instrumento de Dios para escribir las Sagradas Escrituras, nos guía a través del libro de hechos a comprender el progreso de lo que Dios inició hace aproximadamente 2 mil años en Jerusalén, que fue a su vez es el desarrollo de lo que Dios había estado preparando por mucho tiempo previo.
Hechos nos relata el inicio y progreso de una nueva etapa en el gran plan de Dios. El libro se trata de la obra de Cristo por medio del Espíritu Santo a través de sus apóstoles en todo el mundo conocido.
En el capitulo 1 hemos pasado por los preparativos que fueron necesarios para que la nueva comunidad de creyentes en Jesucristo estuviera preparada para lo que Dios empezaría a hacer a través de ellos. La misión que Jesús le entregó a aquella comunidad fue ser testigos de Él una vez que recibieran el poder con la venida del Espíritu Santo sobre ellos ().
En esta etapa de preparación se puede observar a la comunidad esperando al Espíritu Santo, esto lo hacía en oración y meditación de las Escrituras.
A partir del capitulo 2 da inicio esa nueva etapa con la venida del Espíritu Santo en el día de Pentecostés. Este capitulo nos deja ver tres temas importantes
La nueva etapa fue inaugurada con la venida del Espíritu Santo. Los judíos entendían con esto que el reino de Dios había sido inaugurado en la tierra.
Se describe el mensaje
El reino de Dios no se propaga a través de las armas, ni por el bienestar social, sino mediante la proclamación de Jesús como Señor y Cristo.
Se aprecia
En esta etapa, el reino de Dios no es físico, sino espiritual y se asienta en el corazón de aquellos que se arrepienten de sus pecados y entregan lealtad al Señor Jesucristo, conformando así una nueva comunidad.
Hemos hablado ampliamente del primer punto. Hemos explicado algunos detalles del segundo, hoy concluiremos con lo que nos falta de ello, y Dios mediante, la próxima semana veremos el tercero.
Para entender mejor el segundo tema habemos de comprender algunos aspectos que aun nos faltan conocer y analizar, uno de ellos es el contenido de la proclamación de Pedro. En la teología, a la proclamación que los apostoles hicieron por medio de lo cual anunciaban el mensaje de salvación, se le conoce como Kerygma.
Esta es la palabra griega para proclamación, anuncio, predicación. El Kerygma (proclamación) apostolica contiene las buenas noticias de salvación (evangelio) en su esencia misma. Habla de la vida, muerte y resurrección de Jesús, como también de la exaltación de Jesús como Cristo y Señor, y hace un llamado al arrepentimiento y a la fe en Cristo para el perdón de los pecados.
Cuando Jesús le dijo a la comunidad “me seréis testigos” () Este era el testimonio que ellos debían dar, este es el mensaje que le ha sido dado a la iglesia para proclamar, el mensaje que Dios ha prometido bendecir, el mensaje mediante el cual, aquellos que lo obedecen reciben la misericordia de Dios para el perdón de los pecados y la vida eterna.
El cumplimiento de la misión de la iglesia depende en gran manera en que ella se mantenga fiel a la proclamación de dicho mensaje pase lo que pase.
Durante siglos la iglesia se ha enfrentado a diferentes ataques al mensaje, ataques desde afuera y desde dentro de la misma.
Algunas veces el gobierno ha visto en el mensaje una amenaza para sus intereses particulares y por ello persiguieron a los cristianos. Los primeros 300 años de la iglesia son especialmente ciertos en ese punto y no ha dejado de haber persecución de parte del gobierno a la iglesia en muchos lugares del mundo.
Otras veces, algunas personas distorsionan el mensaje con falsedades quitándole su esencia. La iglesia ha tenido que enfrentar la herejía desde sus inicios hasta la actualidad.
Otras veces el mensaje es desacreditado o rechazado por la hipocresía de algunos dentro de la iglesia. La iglesia también ha tenido que lidiar con eso desde sus inicios hasta la actualidad.
Hay una hostilidad evidente contra el mensaje del evangelio que no ha terminado. Es claro que esa hostilidad debe tener un cabecilla y así es como nos lo dice la Escritura
2 Corintios 4.3–4 NTV
3 Si la Buena Noticia que predicamos está escondida detrás de un velo, sólo está oculta de la gente que se pierde. 4 Satanás, quien es el dios de este mundo, ha cegado la mente de los que no creen. Son incapaces de ver la gloriosa luz de la Buena Noticia. No entienden este mensaje acerca de la gloria de Cristo, quien es la imagen exacta de Dios.
2 Corintios 4.4 NTV
4 Satanás, quien es el dios de este mundo, ha cegado la mente de los que no creen. Son incapaces de ver la gloriosa luz de la Buena Noticia. No entienden este mensaje acerca de la gloria de Cristo, quien es la imagen exacta de Dios.
En nuestra época, la mayor lucha que sostenemos como iglesia es la irrelevancia y por ende, la indiferencia. Nuestra sociedad se está volviendo cada vez mas materialista buscando esos consejos sencillos y simples que les ayuden a tener de manera fácil buenos resultados.
Si alguien pone un anuncio en internet como “¿quieres ganar 100 pesos por hora solo con hacer clicks?” Quizá una persona entre millones pensaría en lo peligroso que es ese trabajo. La mayoría pensaría en el poco esfuerzo que requiere y la ganancia que genera. Piénselo un momento. Usted no sabe a qué le tiene que dar click, es decir, si esto será algo integro. Segundo, el dinero fácil es una maldición. ¿Que pasará después cuando se quede sin trabajo y tenga que conseguir un empleo donde por trabajar duramente todo el día gane lo que ganaba en 3 horas haciendo clicks? ¿no es cierto que vivirá con una profunda insatisfacción? Nuestra sociedad no piensa en esas cosas.
Nuestra sociedad no piensa en esas cosas. Por otro lado, los pastores, presionados por nuestra época muchas veces hemos sido culpables de mal enfocar la atención de las personas
Por otro lado, los pastores, presionados por nuestra época muchas veces hemos sido culpables de alimentar a las personas con lo que ellas quieren y no con lo que ellas necesitan. Tratando de ser relevantes a esta época buscamos temas que puedan servir ahora, sin embargo, otros temas fundamentales se descuidan.
Nuestra sociedad no piensa en esas cosas. Por otro lado, los pastores, presionados por nuestra época muchas veces hemos sido culpables de mal enfocar la atención de las personas
Los pastores, presionados por este sentir de irrelevancia muchas veces hemos sido culpables de mal enfocar la atención de las personas en los resultados del mensaje antes que en el mensaje mismo. Es cierto que la Biblia habla de las familias, de aspectos financieros, de las relaciones laborales, de nuestra propia lucha interna, pero estos temas son el resultado debido de haber obedecido al mensaje del evangelio.
por este sentir de irrelevancia muchas veces hemos sido culpables de mal enfocar la atención de las personas en los resultados del mensaje antes que en el mensaje mismo. Es cierto que la Biblia habla de las familias, de aspectos financieros, de las relaciones laborales, de nuestra propia lucha interna, pero estos temas son el resultado debido de haber obedecido al mensaje del evangelio.
*Estos temas estan la Biblia pero siempre son el resultado de un fundamento, el cual es el mensaje principal que la iglesia debe atesorar.
Contexto
Hago esta amplia introducción porque hemos de ver en las palabras de Pedro, que Lucas consignó en el libro de Hechos, el mensaje que el Señor le dio a la iglesia para cumplir la misión. Mensaje que somos llamados a proteger y proclamar.
En el mensaje que Pedro proclamó, Él mostró que aquello que hablaría era el cumplimiento de las Escrituras en el Antiguo Testamento. Primeramente aludió al profeta Joel para explicar la venida del Espíritu Santo y resaltar que la salvación es para aquellos que invocan el nombre del Señor. (v. 16-21)
Posterior a ello, Pedro habló de Jesús de Nazaret como Aquél que Dios aprobó, y quien a través de la resurrección quedó demostrado que era el Mesías/Cristo que los judíos tanto habían esperado. Pedro hizo esto citando al rey David en el salmo 16 (22-32).
Pero Jesús no solo resucitó demostrando ser el Cristo, Él también fue exaltado a la diestra de Dios (v. 33). Desde esa posición es que también nos dice el versículo que derramó al Espíritu Santo.
Uno de los credos mas antiguos de la iglesia, el credo niceno dice acerca del Espíritu Santo:
“Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo...”
Cuando en el día de hoy vemos a hombres en ciertos videos y programas de televisión que usan su saco para dar el Espíritu Santo, o cuando los vemos soplando sobre su micrófono para que reciban el Espíritu Santo, eso no es otra cosa que la usurpación de la posición y obra de Cristo. El Espíritu Santo no está sujeto a ningún hombre. Dentro de la perfecta armonía de la bendita Trinidad, el Espíritu está sujeto al Padre y al Hijo.
Que Pedro señalara a Jesús como quien mandó al Espíritu Santo ya nos da una idea de la posición exaltada del Señor. Pedro respalda su afirmación con la declaración que el mismo David hizo en el
*Hay algo que debemos saber en cuanto al rey David para comprender mejor el significado de estas palabras. El rey David fue el rey modelo de la clase de hombre que Dios quería como gobernante. Claro que David tuvo graves fallas en su camino, pero aún con sus fallas tuvo la clase de corazón que a Dios le agrada.
Pedro respalda su afirmación de que Jesús fue exaltado hasta esa posición con la declaración que el mismo David hizo en el
*Hay algo que debemos saber en cuanto al rey David para comprender mejor el significado de estas palabras. El rey David fue el rey modelo de la clase de hombre que Dios quería como gobernante. Claro que David tuvo graves fallas en su camino, pero aún con sus fallas tuvo la clase de corazón que a Dios le agrada.
Dios le prometió a David que uno de sus descendientes sería el Salvador que tanto habían esperado, y que a su vez reinaría para siempre. ().
Siendo descendiente de David, lo normal es que no podía ser mas grande que David. Sería muy arrogante que un judío afirmase ser mayor que Abraham aunque es de su descendencia, porque Abraham fue el patriarca, Abraham fue primero. Lo mismo era cierto con los reyes, sería muy arrogante que un descendiente de David se creyese mejor que él, porque David fue el primer rey de la dinastía que Dios decidió bendecir.
De modo que aun si Pedro lograba establecer que Jesús era el Mesías y los judíos lo aceptaban, eso no haría justicia al título mas alto que recibió Jesús. La audiencia de Pedro podría haber aceptado a Jesús como el Mesías, y a la vez, no hubiesen recibido la verdad completa y por ende, la salvación.
Pedro entonces sube la intensidad de sus declaraciones afirmando que el propio David reconoció en su tiempo que el Mesías, siendo su descendiente en la carne, también era su Señor
Salmo 110.1 RVR60
1 Jehová dijo a mi Señor: Siéntate a mi diestra, Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies.
Es de suma importancia que entendamos la palabra hebrea que se usa en este versículo para Señor, la cual es la palabra Adón. Si bien es cierto tiene varios usos dependiendo el contexto, Adón es la forma en que los judíos se han referido a Dios desde los tiempos de Abraham. El nombre Adón enfatiza la autoridad de Dios.
Entonces en el hebreo, el versículo diría algo como, Dijo Yahweh a mi Adón. El versículo habla de 2 personas distintas y a la vez ambos son Dios. Pedro dijo en su mensaje que la conversación que hubo en el fue la promesa del Padre al Hijo de poner a todos los enemigos bajo su autoridad.
No es casualidad que el versículo del Antiguo Testamento que mas se menciona en el Nuevo es el del . Hemos de entender que ahí está el énfasis. Muchas personas pueden decir que reconocen a Jesús como un gran hombre, un gran maestro, incluso como el Mesías, sin embargo, nadie puede ser salvo a menos que lo reconozca como el Señor, como Dios.
De ahí que Pedro le dijo a su audiencia...
Hechos de los Apóstoles 2.36 RVR60
36 Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo.
La proclamación fiel del mensaje de Dios señala y confronta de manera directa.
Note usted lo que hizo Pedro, Él señaló a su audiencia como los responsables de haber crucificado a Jesús, el mismo que Dios... ha hecho Señor y Cristo.
¿Que podía ser peor que haber participado en una muerte? que esa muerte hubiese sido contra aquél que declaró ser el Hijo de Dios y que realmente lo era.
Pedro no manipuló las emociones ni cargó sobre las personas una culpa que no fuera real, el señaló los hechos y los responsables.
¿Cómo reaccionó la audiencia? se compungieron de corazón (v. 37). La palabra que se usa para compungir en el idioma original en que fue escrito proviene de la palabra κατανύσσομαι que tiene el sentido de “ser perforado”. Aquellas palabras atravesaron la médula de su ser, ellos sentían un profundo remordimiento de culpa en su interior.
Esta era el cumplimiento de la promesa del Señor cuando dijo
Juan 16.7–9 RVR60
7 Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré. 8 Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio. 9 De pecado, por cuanto no creen en mí;
Juan 16:7-9
El Espíritu Santo produjo tal clase de convicción sobre la audiencia que los cambió de agarrar piedras para matar a Pedro a preguntarles a los apóstoles ¿qué haremos?
En lugar de naturalmente acusar a Pedro de blasfemo , ellos reconocieron
Noten ustedes la humildad, la disposición, el quebrantamiento, pero mas importante aún, entendían que debían hacer algo. La justicia requería que aquellos judíos fuesen condenados con el castigo mas severo que podía existir. No era lo mismo participar en la muerte de un criminal que participar en una rebelión contra el príncipe de un reino. El pecado era sumamente grave. Pero gracias a Dios que había solución.
Hechos de los Apóstoles 2.38 RVR60
38 Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.
Dos cosas se mencionan aquí en respuesta a la pregunta. Arrepentimiento y bautismo. El arrepentimiento como algo mas que un remordimiento, eso ya lo tenían, recordemos que ellos ya estaban compungidos de corazón. Arrepentimiento es un cambio de rumbo, un verdadero cambio profundo.
He visto muchas veces como algunos eventos en nuestra vida tienen la capacidad de cambiarnos a un importante nivel de profundidad; el fallecimiento de un familiar, algún accidente, alguna muy alegre noticia. Hay cosas que logran cambiar el rumbo de las personas, pero ningun evento logra cambiar de forma tan profunda a una persona como cuando el mensaje del evangelio entra en ella.
El mensaje de Dios nos confronta y demanda un cambio en la médula de nuestro ser de cómo vemos al Señor Jesucristo. Sí, muchos dicen que creen en Jesucristo pero en el fondo de sus corazones ellos mismos son sus dioses. El evangelio demanda un cambio en la médula y no solo un reconocimiento de labios para fuera.
Por otro lado, Pedro agregó un requisito que quizá nos pueda inquietar, el bautismo. ¿Por qué el bautismo? ¿será que si no estoy bautizado no soy realmente salvo?
Lo que Pedro hizo con ello fue llevar a su audiencia a un reconocimiento público de que realmente abrazaban la verdad que había sido proclamada. Habían mas de 3 mil personas en ese momento, era necesario identificar a cada uno de los que habían creído.
Desde aquí vemos que la voluntad de Dios no es que los creyentes pasen desapercibidos en una iglesia, cada uno debe ser identificado y reconocido.
En cierta ocasión conocí a alguien que se decía cristiano y conocía las verdades de la Biblia, sin embargo, cada vez que era invitado a bautizarse no quería porque, decía él, –era mucho compromiso. En el mejor de los casos eso suena muy sospechoso, lo normal es aceptar que esa persona no era un verdadero creyente, él no quería confesar públicamente la fe que decía creer y por la cual debía regir su vida.
Pedro le dijo a su audiencia que si querían recibir el perdón de los pecados; y el don del Espíritu Santo debían arrepentirse y confesarlo públicamente por medio del bautismo.
Noten ustedes que ninguna de estas era realmente una obra de mérito. Incluso el bautismo era parte de la confesión pública de arrepentimiento. Desde siempre el evangelio ha sido un asunto que demanda arrepentimiento y fe. No hay nada de mérito en el hombre sino solo el hecho de que reconozca su pecado, su necesidad y a Jesucristo como el Señor y su Señor.
El v. 39 nos deja ver que la promesa del perdón de pecados y el Espíritu Santo se extiende para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare. Seguramente Pedro al decir esto no pretendía hablar de los gentiles, pero Lucas pudo haber tenido la intención de escribir esta parte de la proclamación para preparar al lector de este libro en lo que será la expansión del mensaje a personas judías y gentiles de todas las naciones. Al final del versículo dice para cuantos el Señor nuestro Dios llamare.
Dios está llamando a las personas. Como mensajeros nosotros hacemos oir su voz, pero es Dios quien llama a cada uno personalmente. Él es el que hace resonar su voz en el corazón de cada persona para que puedan ir al Señor y decir ¿qué haremos?
Al final del versícul
Si Dios ha estado hablando a su corazón por medio de este mensaje, y aun no ha reconocido a Jesucristo como el Señor, Dueño de su vida, y se ha dado cuenta que ha pecado contra Él. Quiero invitarle a que pueda reconocerlo y ser salvo de esta perversa generación
Related Media
See more
Related Sermons
See more