Salmos 51, Arrepentimiento, la base de la restauración.

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El pecado es un asunto muy serio delante de Dios, todo creyente y no creyente debe entender que esta en una ofensa frontal al Dios infinito y Santo, y que por lo tanto deberia de causar dolor a quien permanece en el.

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Introducción.

Dentro del grupo de los salmos llamados penitenciales, es quizá el más famoso; pues en el es donde podemos ver de una forma que sobresale, la preocupación, la angustia y el ruego por alcanzar el perdón del pecado cometido contra Dios.
Este salmo fue escrito por David, si, por aquel hombre que encontramos descrito en la escrituras como “un Hombre conforme al Corazón de Dios”, un hombre que amaba a Dios con todo su corazón, y que sin embargo; también fue atrapado por la sutileza y la dulzura del pecado, que fue seducido por lo atractivo que muchas veces parece ante los ojos el pecado, y nos recuerda, que el que piense estar firme, mire que no caiga ()
En el encabezado de este Salmo podemos ver que dice “Al músico principal. Salmo de David, cuando después que se llego a Betsabé, vino a él Natán el profeta”.
Y es que la historia que antecede a este Salmo esta descrita en el 1ER libro Samuel, Capítulo 11, donde se nos narra que fue lo que paso, para que David cayera de esta forma, y es que en el Tiempo de la Guerra, donde todos los reyes tienen que salir, David se quedo en su casa, sin hacer nada, en medio del ocio, ahi al estar en el terrado del palacio, vio a un mujer hermosa bañándose desnuda en su casa, y la mando a traer, y la forzó en su calidad de Rey a tener intimidad con el, fruto de esta relación ilícita, la mujer terminó embarazada, generando a David un problema, con el proposito de esconder su pecado, mando a traer a su marido Uríaz, un valiente soldado que estaba luchando por su su Nación, por su libertad, pero también por su esposa y por su Rey.
David trato de obligarlo a que fuera a su casa, para que estuviera con su mujer y asi poder encubrir su pecado, pero Uríaz demostró ser mas integro que el propio rey al negarse a gozar de un descanso mientras sus compañeros estaban en el campo de batalla, de tal forma que al no poder David persuadirlo de hacer tal cosa; ni aún embriagándole, conspiro con su general del Ejercito, y mando matar a Uríaz, al ponerlo al frente de la batalla, y abandonarlo a una muerte segura. Una vez consumado este hecho, pasados los días del luto, mando traer a Betsabé y la hizo su mujer, con el fin de poder mantener oculto su pecado.
El Pecado que David se había permitido en su vida, lo insensibilizo sobre el daño que el había causado, a Uríaz por haberlo asesinado, a Betsabé por haberla deshonrado, al niño que había traído al mundo en esa condición, a su propio pueblo al perder su dirección como rey justo, y a el mismo porque esto le separó de su comunión con Dios.
En el Capítulo 12, un año después de estas cosas, Dios envío al profeta Natán para hablar con David, y a través de relatarle sobre un hombre rico que tenia muchas ovejas, uno que era pobre y que solamente tenía una a la cual amaba y cuidaba, cuando le llego un invitado a aquel hombre rico, en lugar de tomar de sus propias ovejas para ofrecerle comida a su huésped, tomo la unica oveja de aquel hombre pobre, esta historia encendió la ira de David y quería mandarlo a matar por tal injusticia, a lo que Natán dijo a David “Tu eres aquel hombre”. (
Entonces, solo entonces, es que David pudo darse cuenta, de la gravedad de su pecado, por medio del Profeta fue confrontado por la Palabra de Dios; a través de la exhortación y al reprensión, comprendió la seriedad de sus faltas cometidas.
Es que la Palabra de Dios es la unica que tiene ese poder, de hacer recapacitar aún al pecador más ruin. Por eso debemos exponernos ante ella constantemente, para ser lavados de nuestros pecados cada día.
Y es que el pecado, afecta a cada nivel de la existencia humana, impide la comunión con Dios, lastima, destruye y afecta las relaciones con las personas a mi alrededor y aun tiene efectos en la creación misma.
David, era un hombre que amaba profundamente a Dios, pero que sin darse cuenta dejo que sus propios pecados, fueran apagando su fuego por Dios, cegaban su vista, aletargaban su mente, sin embargo al ser hijo de Dios, fue confrontado de su condición para ser librado del mal. Dios disciplina a sus hijos por amor (
Como cristianos, no debemos huir jamás a la confrontación biblica, a ser expuesto nuestro corazón ante las verdades de las Escrituras, porque son ellas las que nos limpiaran, son ellas las que quitaran todo estorbo, todo vestigio de maldad, de pecado, que remueven todo aquello que perturba nuestra relación con Dios, que lastima nuestra comunión con el, que nos arraiga a este mundo temporal y nos separara de la eternidad.
David comprendió los efectos letales que el pecado produce en el alma de creyente y por ello escribe este Salmo.
1 Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia;
Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; Conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones.
Conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones.
David, tras la reprensión del profeta, ha caído en cuenta del gravísimo mal que ha cometido, y se acoge simplemente a solicitar la misericordia de Dios.
No pone excusas a los terribles crímenes que cometió, no hace alarde de sus méritos personales, o de todas aquellas veces que había sido obediente a los mandamientos.
El verdadero arrepentimiento, no es aquel se que escuda, en lo méritos pasado, o que encuentra excusas para culpar a otros por su pecados, sino el que reconoce su maldad, y busca unicamente en la provisión divina, el perdón y la Paz.
Rasgad vuestro corazón, y no vuestros vestidos, y convertíos a Jehová vuestro Dios; porque misericordioso es y clemente, tardo para la ira y grande en misericordia, y que se duele del castigo.
TLA ¡Arrepiéntanse y vuelvan a mí, pero háganlo de todo corazón, y no sólo de palabra! Yo soy tierno y bondadoso, y no me enojo fácilmente; yo los amo mucho y estoy dispuesto a perdonarlos”.
pero háganlo de todo corazón,
y no sólo de palabra!
Yo soy tierno y bondadoso,
Thompson, F. C., & Jauchen, J. S. (1987). Biblia de referencia Thompson: Notas (p. 1350). Miami, FL: Editorial Vida.
y no me enojo fácilmente;
yo los amo mucho
y estoy dispuesto a perdonarlos”.
Sociedades Bíblicas Unidas. (2002; 2003). Traducción en lenguaje actual; Biblia Traducción en lenguaje actual (). Sociedade Bíblica do Brasil.
Dios esta presto a perdonar al pecador, pero hay una condición para que el perdón surja efecto, el pecador debe arrepentirse y volverse a el.
El Arrepentimiento,no se trata de un remordimiento, simplemente, no se trata de porque alguien me descubrió, entonces me siento mal (me cayeron viendo cosas indebidas en la tele, me hallaron hablando mal de otros, me encontraron en el antro, etc).
El arrepentimiento, es volverse del mal camino de donde estábamos, es cambiar de rumbo, de dirección, es volverse de lo malo que hemos venido haciendo, no porque me vieron, no como un asunto pasajero, sino como algo que duele por haber ofendido a Dios.
David una vez que fue confrontado,
Aun sin tener una revelación clara,
perdonador, su justicia no se basa en los méritos humanos de nadie, sino en lo méritos de Jesús logrados por medio de su muerte en la Cruz, es en la Cruz donde encontramos el perdón de Dios, es en la Cruz donde vemos la bondad de Dios al aplacar su castigo contra nosotros es en La cruz donde vemos la Justicia de Dios por el pago de Nuestro pecados sobre su cuerpo.
Dios es amor, y en su amor nos muestra misericordia, pero tambien es Justo, y como tal su justicia debe ser satisfecha, y los culpables que ha violado la ley por lo tanto deben pagar.
por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, 24 siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, 25 a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, 26 con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús.
por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, 24siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, 25a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, 26con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús.
Reina Valera Revisada (1960). (1998). (). Miami: Sociedades Bı́blicas Unidas.
Esa es la justicia de Dios, no es la que se basa en los méritos humanos de nadie, sino en lo méritos de Jesús logrados por medio de su muerte en la Cruz, es en la Cruz donde encontramos el perdón de Dios, es en la Cruz donde vemos la bondad de Dios al aplacar su castigo contra nosotros, es en La cruz donde podemos contemplar la Justicia de Dios aplicada por el pago de nuestro pecados sobre la vida de su Hijo Santo y perfecto.
Y límpiame de mi pecado.
Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; Conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones. 2 Lávame más y más de mi maldad, Y límpiame de mi pecado.
2 Lávame más y más de mi maldad, Y límpiame de mi pecado.
3 Porque yo reconozco mis rebeliones, Y mi pecado está siempre delante de mí.
Y mi pecado está siempre delante de mí.
Es por ello, porque David sabía que solo Dios es capaz de perdonar la maldad, es que clama por la misericordia y la piedad, porque entiende el tamaño del agravio que ha cometido, es que reflexiona en la gravedad de sus acciones.
David clama en su desesperación por que Dios haga tres cosas por el, borra mis rebeliones, Lávame de mi maldad, y límpiame de mi pecado.
Y he hecho lo malo delante de tus ojos;
En ningún momento hay una excusa, no es culpa de Uríaz, tampoco es culpa de Betsabé por bañarse a la luz publica, es David el unico culpable y el lo sabe perfectamente.
Y es que cuando pecamos, no existen las excusas, (Esposo (a), hijos, jefe, tráficos, gobierno, etc), no hay culpables mas que nosotros mismos, el pecado es un asunto personal, es algo que esta arraigado en nuestros corazones desde que venimos al mundo.
Para que seas reconocido justo en tu palabra,
Por razón David clama, Borra mis rebeliones, es decir; quita el registro de mi desobediencia a tu ley, a tus mandamientos, de manera que se cancela una deuda que se ha paga o una cuenta acreedora.
Y es que cuando pecamos, no existen las excusas, (Esposo (a), hijos, jefe, tráficos, gobierno, etc), no hay culpables mas que nosotros mismos, el pecado es un asunto personal, es algo que esta arraigado en nuestros corazones desde que venimos al mundo.
Y tenido por puro en tu juicio.
Borra =
Después que Natán confronto a David, una vez que se arrepintió, Dios le perdono. Entonces David dijo a Natán Pequé contra Jehová Y Natán dijo a David, el Señor te a perdonado tu pecado y no morirás. ()
Sin embargo, David sabía la gravedad de su maldad contra Dios, que clamaba Lávame más y más de mi maldad.
Esta expresión tiene que ver lavar la ropa, (ejemplo, como se lavaba la ropa antes aun inclusive golpeando, para que se aflojaran los tejidos y se desprendiera la mancha).
Es decir quita todas las manchas que mi pecado ha causado, todas las veces que he sido necio, rebelde desobediente a tu ley, todas esas veces que he hecho lo malo delante de ti, quitalo.
Y nos que Dios no le hubiera perdonado, pero es que David, no podía resistir el gran peso que le causaba su propio pecado, por ello pedía a Dios de su perdón.
¿Cuantas veces hemos sentido esa desesperación por el perdón, que lo hemos clamado hasta las lagrimas, hasta el ultimo aliento, o es que creemos que lo que hemos hecho ante los ojos de Dios no es tan grave?
La tercera cosa que David pidió a Dios fue límpiame de mi pecado. Esta frase tiene la idea de quedar completamente limpio, de estar purificado, declarar inocente.
David, sabia que a causa del pecado su corazón se había ensuciado, sabía que no podía presentarse ante Dios. Por eso le pide Señor, quita toda la suciedad que mi pecado a provocado en mi.
3 Porque yo reconozco mis rebeliones, Y mi pecado está siempre delante de mí.
No había excusas, tampoco justificaciones, no había pretexto, David reconocía su culpa, tenia en claro que delante de Dios no podía esconderse, se escondió de la gente, del pueblo, del reino, durante un año, pero delante de Dios, ni un segundo.
Todo hombre bajo el cielo, debe tener presente esto, no importa de quien te escondes (esposa, (o), hijos, padres, jefe, patrón, gobierno, iglesia, pastor, hermano, etc.), ante Dios nada de lo que hacemos queda en lo oculto y temor deberíamos tener de saber que Dios esta mirando cada una de esas cosas que hacemos contra su voluntad.
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¿Cuanto tiempo llevas escondiendo tu pecado? David lo hizo un año, ¿tu cuanto?
Esconder el pecado, tarde o temprano trae consecuencias, sin convicción, no hay confesión, por lo tanto tampoco hay perdón, lo que si hay es sequedad y agravio.
NTV  Día y noche tu mano de disciplina pesaba sobre mí; mi fuerza se evaporó como agua al calor del verano.
Lo unico que puede sacarnos de ese pozo de desesperación, de angustia, de sentir que nuestra vida esta marchita seca, es confesar nuestro pecado.
NTV Finalmente te confesé todos mis pecados y ya no intenté ocultar mi culpa. Me dije: «Le confesaré mis rebeliones al Señor», ¡y tú me perdonaste! Toda mi culpa desapareció.
Me dije: «Le confesaré mis rebeliones al Señor»,
¡y tú me perdonaste! Toda mi culpa desapareció.
Cuanto cristianos pierden el gozo, la paz, la tranquilidad que Dios da, simplemente porque ha decidido seguir guardando sus pecado, no confesarlos.
Pero ante cada uno de nosotros Dios a provisto una inagotable fuente de perdón en su Hijo, pero es necesario reconocer que hemos transgredido su Ley.
Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.
Pero Confesar, no es simplemente pensar, “ah, Señor me equivoque, perdoname”, es reconocer publicamente ante Dios que hemos transgredido su Ley, que hemos quebrantado los mandamientos, que realmente estamos consiente de la gravedad de nuestra ofensa ante el (desobediencia, necedad, rebeldía, gritería, falta de amor, etc.)
Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. 2 Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.
1Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. 2Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo. 3
Es Cristo nuestra provisión diaria de Perdón, el ha pagado la cuenta por nuestros pecados, es por ello que podemos alcanzar el perdón, pero como podemos alcanzarlo, si no somos capaces de reconocer que lo necesitamos.
4 Contra ti, contra ti solo he pecado, Y he hecho lo malo delante de tus ojos; Para que seas reconocido justo en tu palabra, Y tenido por puro en tu juicio.
David reconoce su pecado, pero no solamente eso, el sabe que su pecado a afectado a Otros, que peco contra Uríaz al matarlo y al quitarle su mujer, que pecó contra Betsabé porque abuso de ella, pero entendió claramente que su había pecado contra otros, porque simplemente su ofensa principalmente la había hecho contra Dios.
Y que que debemos entender que primordialmente cuando pecamos, aunque otros resultan afectados por nuestro pecado (hijos, esposo, vecinos, hermanos), principalmente e agravio es contra Dios.
No es reconocer el pecado, porque hemos sido sorprendido, no es reconocer el pecado por las consecuencias (que seguro vendrán y tendremos que enfrentar, como David o hizo), sino porque precisamente podemos reconocer el insulto que nuestra conducta pecadora es contra Dios.
TLA A ti, y sólo a ti te he ofendido; he hecho lo malo, en tu propia cara. Tienes toda la razón al declararme culpable; no puedo alegar que soy inocente
te he ofendido;
he hecho lo malo,
en tu propia cara.
Tienes toda la razón
al declararme culpable;
no puedo alegar
que soy inocente
Delante de Dios, ningún hombre puede ser declarado inocente, toda excusa carece de validez, ante su ojos, nuestro pecados, son realmente insultantes a su santidad. Simplemente porque esta en nuestra naturaleza.
5 He aquí, en maldad he sido formado, Y en pecado me concibió mi madre.
Y en pecado me concibió mi madre.
1,000 años antes de que el Apóstol Pablo lo escribiera en su cartas del NT ( , David tiene una revelación de la naturaleza caída que hay en la humanidad.
Y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría.
Desde que el hombre cayó el diseño perfecto de Dios para el hombre, se corrompió a causa del pecado, desde ese momento hay una propensión de todo hombre que nace de mujer, a pecar (porque se le enseña a los niños a hacer lo bueno y no lo malo, porque lo traen de fabrica).
David, no culpa a Dios en absoluto, que su pecado no era un asunto accidental, sino que en si mismo había una propensión hacia el mal.
7 Purifícame con hisopo, y seré limpio; Lávame, y seré más blanco que la nieve.
Así como la hay en nosotros, en cada uno de nosotros hay un potencial de hacer lo malo, que solo es refrenado por la gracia de Dios en nosotros para no cometer los actos mas atroces que podamos pensar
Lávame, y seré más blanco que la nieve.
8 Hazme oír gozo y alegría, Y se recrearán los huesos que has abatido.
Y se recrearán los huesos que has abatido.
6 He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo, Y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría.
9 Esconde tu rostro de mis pecados, Y borra todas mis maldades.
Es cuando reconocemos en la intimidad, que hemos fallado, que hemos transgredido la ley de Dios, cuando somos capaces de recapacitar y volvernos a el en arrepentimiento que el nos perdona.
A Dios no le podemos engañar, el nos perdona, y olvida nuestra afrenta, pero el requiere que seamos honestos ante Él.
El sabe todo lo le podemos esconder nada, si hemos de venir ante en arrepentimiento, los engaños, las verdades a medias, no caben en nuestra confesión, solo asi alcanzaremos su perdón.
Solo cuando confesamos abiertamente nuestro pecado, entonces son abiertos nuestros ojos para ver todo lo malo que estábamos haciendo.
Y borra todas mis maldades.
7 Purifícame con hisopo, y seré limpio; Lávame, y seré más blanco que la nieve.
4 (6) A ti, y sólo a ti
te he ofendido;
he hecho lo malo,
Los sacerdotes del AT usaban el hisopo, una planta frondosa, para rociar sangre o agua sobre una persona que era limpia ceremonialmente de contaminaciones como la lepra o por haber tocado el cuerpo de un muerto.
en tu propia cara.
Tienes toda la razón
Tal como en aquellos ritos de purificación, el anhelo de David, era que Dios quitara toda aquella contaminación moral de su vida que el pecado le había provocado.
NVI Vuelve a compadecerte de nosotros. Pon tu pie sobre nuestras maldades y arroja al fondo del mar todos nuestros pecados.
Pon tu pie sobre nuestras maldades
y arroja al fondo del mar todos nuestros pecados.
International Bible Society. (1979). Nueva Versión Internacional (). East Brunswick, NJ: Sociedad Bı́blica Internacional.
Cuando Dios nos perdona, el se compadece de nosotros, nos purifica del pecado, el quita nuestras rebeliones y no tiene mas memoria de ellos.
al declararme culpable;
no puedo alegar
que soy inocente
Sociedades Bíblicas Unidas. (2002; 2003). Traducción en lenguaje actual; Biblia Traducción en lenguaje actual (). Sociedade Bíblica do Brasil.
8 Hazme oír gozo y alegría, Y se recrearán los huesos que has abatido.
David, era conocido como el dulce cantor de Israel, pero durante ese año que el había guardado el pecado, su voz que cayo, ya no había mas canción, ya no había más motivo para cantar, el gozo se había ido.
Cuando guardamos pecado en nuestra vida, entonces ya no hay gozo, ya no cantamos, todo nos parece parco, sin vida, gris, ya no hay alegría por seguir viviendo. (El espíritu triste seca los huesos, pero el corazón alegre hermosea el rostro )
9 Esconde tu rostro de mis pecados, Y borra todas mis maldades.
David no quiere mas que pensar en aquellas terribles ofensas que ha hecho contra Dios, esta terriblemente avergonzado, por su actuar y repite las mismas palabra que el verso 2.
Ese debe ser siempre la actitud de un verdadero arrepentimiento, aquel que se avergonzado grandemente no porque fue sorprendido en un pecado, sino porque sabe que Dios le ha visto, que le ha fallado al Señor, que a olvidado el alto costo que se pago por el un día en aquella cruz.
Y renueva un espíritu recto dentro de mí.
10 Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, Y renueva un espíritu recto dentro de mí.
Es por ello que David, no desea más darle lugar en su mente a pensamientos que lo lleven a pecar. Y es que la mente es el terreno donde satanás trabaja, para llevarnos a desobedecer a Dios
Una mente ociosa, es un terreno fértil para la obra de satanás, para el pecado, para la rebeldia contra Dios.
Si la vida interior esta contaminada, los pensamientos están contaminados, por eso es necesario llenar nuestra mente todos los días de la palabra de Dios. de que otra forma entonces podemos resistir al enemigo.
DHH  No vivan ya según los criterios del tiempo presente; al contrario, cambien su manera de pensar para que así cambie su manera de vivir y lleguen a conocer la voluntad de Dios, es decir, lo que es bueno, lo que le es grato, lo que es perfecto.
Nuestra manera de pensar, de ver el pecado con la gravedad que Dios lo ve cambiara en la medida que estudiemos las escrituras que conozcamos a Dios, en esa medida nuestra vida vivirá mas alerta para combatir el pecado, para resistir a la tentación que se nos presenta todos los días.
11 No me eches de delante de ti, Y no quites de mí tu santo Espíritu.
Y no quites de mí tu santo Espíritu.
En el AT, el ES reposaba sobre algunas personas específicamente,(reyes, sacerdotes, jueces, profetas, etc.), pero venía sobre ellos para hacer un obra especial encomendada por Dios, y después se iba.
Como David sabía eso porque lo había visto de primera mano, cuando el Señor dejo a Saúl a causa de su persistencia en el pecado, David no quería esto para su vida, por ello el oraba con estas palabras.
Ahora para nosotros ya no debemos orar así, porque desde el Pentecostés, el ES ha sido derramado sobre todos los creyentes, Dios nos dado a su Espiritu, el es el sello de nuestra herencia, es la garantía que somos de sus propiedad (porque el que no tiene el Espiritu de Cristo no es de el ).
)
Pero lo que si ocurre es que cuando hay pecado en nuestra vida, cuando no los confesamos entonces contristamos al ES de Dios(), y nuestra comunión con el entonces se rompe.
En la medida que permitimos pecado en nuestra vida, aun por muy pequeño que nos parezca, esto ira minando nuestra comunión con Dios, ahora ya no queremos orar, ni leer, mucho menos oir una predica, o congregarnos, y así terminamos enfriándonos.
Y espíritu noble me sustente.
12 Vuélveme el gozo de tu salvación, Y espíritu noble me sustente.
David, sabía el riego que implicaba perder la presencia del ES en su vida, a causa del pecado, por ello, no solo le pedía a Dios que su ES no lo dejara, sino que aun después de perdonarle le restaurara la alegría de la salavacíon.
Un cristiano que guarda pecado en su vida, pierde la alegría de saberse perdonado, porque una vez mas esta viviendo con el peso que el pecado acarrea, se aferra a este mundo, y pierde de vista el gozo de la eternidad.
Solo cuando estamos libre del pecado, es que podemos disfrutar de la libertad que Dios nos da para vivir en esta tierra, para gozar lo que el a puesto delante de nosotros, para ser guiados por sus Santo Espíritu para agradar a Jesús con toda nuestra vida.
Y los pecadores se convertirán a ti.
13 Entonces enseñaré a los transgresores tus caminos, Y los pecadores se convertirán a ti. 14 Líbrame de homicidios, oh Dios, Dios de mi salvación; Cantará mi lengua tu justicia. 15 Señor, abre mis labios, Y publicará mi boca tu alabanza.
14 Líbrame de homicidios, oh Dios, Dios de mi salvación; Cantará mi lengua tu justicia.
Cantará mi lengua tu justicia.
15 Señor, abre mis labios, Y publicará mi boca tu alabanza.
Y publicará mi boca tu alabanza.
Las consecuencias de una vida donde hay arrepentimiento constante, donde se entiende la gravedad del pecado, pero tambien la grandeza del remedio, nos convierte en los mejores evangelizadores.
Como podemos promover y hablar de aquel perdón más grande, si nosotros mismos no lo hemos experimentado. Aquel que ha recibió esa enorme bendición es imposible no poder llevarla a otros.
Por lo tanto esa boca no calla de cantar y proclamar el nombre de aquel quien le ha otorgado tal perdón.
No quieres holocausto.
16 Porque no quieres sacrificio, que yo lo daría; No quieres holocausto. 17 Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.
17 Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.
No se trata de penitencia, tampoco se trata de ritos, no consiste en venir a la iglesia (que eso esta bien), no es solo leer y orar para pasar la lista, de lo que se trata, es de tener un corazón capaz de reconocer sus fallos ante Dios, y la humildad para humillarse a suplicar perdón, añadido por el cambio de la conducta.
Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.
Eso es lo que espera Dios de nosotros, cada que pedimos perdón, no una acción provocada por el remordimiento, sino un dolor tan profundo por haberle fallado, un corazón necesitado de ese perdón, el cual Dios nunca rechazara.
Edifica los muros de Jerusalén.
19 Entonces te agradarán los sacrificios de justicia, El holocausto u ofrenda del todo quemada; Entonces ofrecerán becerros sobre tu altar.
El holocausto u ofrenda del todo quemada;
Entonces ofrecerán becerros sobre tu altar.
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