Un hombre de la Palabra.

El hombre que Dios busca.  •  Sermon  •  Submitted
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Solamente con la Palabra de Dios podemos vencer los ataques del diablo.

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Busqué entre ellos alguno que levantara un muro y se pusiera en la brecha delante de mí a favor de la tierra, para que yo no la destruyera, pero no lo hallé.” (Eze 22:30)
Levantar un muro y pararse en la brecha parecen sugerir una batalla para proteger al pueblo. Las ciudades construían muros de protección para proteger a los habitantes de los invasores. Cuando una ciudad estaba bajo sitio o un ejercito estaba rodeado, era necesario abrir una brecha para poder escapar.
Leer Efesios 6:10-17
Dios busca un hombre que pueda resistir y vencer en la batalla espiritual contra Satanás y sus huestes espirituales de maldad de las regiones celestes.
Algo que tenemos bien en claro es lo siguiente: no podemos ganar la batalla si solamente usamos las partes defensivas o protectoras de la armadura (casco, coraza, escudo, zapatos, y el cinturón).
Las victorias no se ganan a la defensiva sino a la ofensiva. Como decía el gran maestro de ajedrez, Bobby Fischer, “la mejor defensa es el ataque”. Tu podrás tener la mejor defensa, pero si no tienes buena ofensiva, perderás.
Si queremos ganar la batalla, tenemos que manejar bien “la espada del Espiritu que es la Palabra de Dios.”
Dios busca un hombre de la Palabra, porque con la Palabra...

Se responde a la tentación.

La tentación es oposición a la Palabra.

La tentación es el arma principal de Satanás. El diablo no obliga a nadie a hacer nada. Así que no le echemos la culpa diciendo “el diablo me hizo hacerlo”. Él solamente induce al hombre, a través del engaño, ha hacer algo.
La tentación es todo intento del diablo de apartarnos de lo que Dios ha mandado, de apartarnos de la voluntad de Dios.
Si observamos la primera tentación registrada veremos que fue una oposición a lo que Dios había dicho. Dios dijo a Adán y Eva:
Genesis 2:16–17 LBLA
Y ordenó el Señor Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer, pero del árbol del conocimiento del bien y del mal no comerás, porque el día que de él comas, ciertamente morirás.
Gen 2
Luego el diablo se presenta a la mujer y le astutamente le dice:
Genesis 3:1 LBLA
Y la serpiente era más astuta que cualquiera de los animales del campo que el Señor Dios había hecho. Y dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: “No comeréis de ningún árbol del huerto”?
Genesis 3:4 LBLA
Y la serpiente dijo a la mujer: Ciertamente no moriréis.
Gen 3:4
¡Directa oposición a lo dicho por Dios!

Cristo nos dio el ejemplo.

El diablo tentó a nuestro Señor Jesús en las tres áreas comunes de tentación: el deseo de carne, el deseo de fama, y el deseo de poder. Juan describe esas áreas como:
El diablo tentó a nuestro Señor Jesús en las tres áreas comunes de tentación: el deseo de carne, el deseo de fama, y el deseo de poder. Juan describe esas áreas como:
1 John 2:16 LBLA
Porque todo lo que hay en el mundo, la pasión de la carne, la pasión de los ojos y la arrogancia de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.
Después de no comer por cuarenta días, el Señor tuvo hambre. El diablo, seguramente, pensó, “¡ésta es la oportunidad!” y le dijo “Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan.” El pecado no hubiera consistido en haber tenido hambre ni en convertir piedras en pan sino en haber hecho lo que el diablo le decía que hiciera.
El Señor respondió con la Palabra:
Matthew 4:4 LBLA
Pero El respondiendo, dijo: Escrito está: “No solo de pan vivira el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.”
Luego el diablo le incitó a hacerse famoso saltando del pináculo del templo, la parte más alta, una caída de la nadie sobreviviría. Pero el diablo lo tentó tergiversando la misma Palabra de Dios:
Matthew 4:6 LBLA
y le dijo*: Si eres Hijo de Dios, lánzate abajo, pues escrito está: “A sus angeles te encomendara”, y: “En las manos te llevaran, no sea que tu pie tropiece en piedra.”
Pero si vemos la Escritura citada por el diablo nos damos cuenta que a propósito omitió una parte:
Psalm 91:11–12 LBLA
Pues El dará órdenes a sus ángeles acerca de ti, para que te guarden en todos tus caminos. En sus manos te llevarán, para que tu pie no tropiece en piedra.
¿Por qué omitió esa parte? Porque habla de “protegerle en sus caminos”, no en acciones imprudentes o lanzamientos del pináculo.
Pero, de nuevo, el Señor respondió con la Palabra:
Matthew 4:7 LBLA
Jesús le dijo: También está escrito: “No tentaras al Señor tu Dios.”
Mat 4:7
En la tercera tentación, el diablo apela al deseo de poder: le lleva a un monte y le muestra (los ojos) todos los reinos del mundo y la gloria de ellos y le dice “Todo esto te daré, si postrándote me adoras”. ¡Que irónico! ¡Quiere venderle el mundo al creador y dueño del mundo!
Muchos, tratando de tener poder y fortuna, están dispuestos a venderle su alma al diablo. Debo decirte que ninguna de esas cosas hace feliz al hombre.
Por tercera vez, el Señor responde de la misma manera: con la Palabra.
Matthew 4:10 LBLA
Entonces Jesús le dijo*: ¡Vete, Satanás! Porque escrito está: “Al Señor tu Dios adoraras, y solo a El serviras.”
Mat 4:
La lucha espiritual es contra los dardos de fuego (tentaciones) que nos lanza el enemigo. Solamente podemos derrotarla con la Palabra.
Dios busca un hombre de la Palabra, porque con la Palabra...

Se trae convicción al corazón.

La Palabra es el instrumento que Dios usa.

Otro aspecto de la batalla es liberar a los cautivos de Satanás, a los pecadores que no conocen al Señor y, por tanto, son esclavos del diablo.
Para ello es necesario que sean convencidos de “pecado, justicia, y juicio”. Pero tus argumentos no traen convicción al corazón de nadie. Eso solamente lo hace el Espíritu Santo, y lo hace por medio de la Palabra.
Como dice Dios en la carta a los Hebreos:
Hebrews 4:12 LBLA
Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que cualquier espada de dos filos; penetra hasta la división del alma y del espíritu, de las coyunturas y los tuétanos, y es poderosa para discernir los pensamientos y las intenciones del corazón.
Si queremos ser efectivos cuando buscamos alcanzar a otros con el evangelio, es menester que tengamos buen dominio de la Palabra, que la manejemos con precisión , como Pablo le hace ver a Timoteo.

Es el medio para desarrollar fe.

Romans 10:13–17 LBLA
porque: Todo aquel que invoque el nombre del Señor sera salvo. ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en quien no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? ¿Y cómo predicarán si no son enviados? Tal como está escrito: ¡Cuan hermosos son los pies de los que anuncian el evangelio del bien! Sin embargo, no todos hicieron caso al evangelio, porque Isaías dice: Señor, ¿quien ha creido a nuestro anuncio? Así que la fe viene del oír, y el oír, por la palabra de Cristo.
Si observas la parábola del sembrador, te darás cuenta que el crecimiento espiritual depende de que hacemos con la Palabra. El diablo quiere arrabatarla, que no profundice (terreno rocoso), o ahogarla (como los espinos).
Si eres hombre de poca Palabra, eres un hombre de poca fe. La Palabra es el alimento para tu fe.
Cuando Ezequiel escribió sobre el hombre que Dios buscaba, el pueblo de Israel se había alejado de la Palabra y, como consecuencia, se habían alejado de Dios para ir en pos de ídolos.
Dios busca un hombre de la Palabra, porque con la Palabra...

Se vive agradablemente a Dios.

La Biblia es el manual de instrucciones para tener una vida de obediencia, una vida abundante, y una vida de bendición.
La Biblia nos aleja del pecado o el pecado nos aleja de la Biblia.
Por alguna razón, el capítulo más largo de la Biblia está enfocado en la Palabra de Dios. En ese cap. el salmista nos hace ver, que por medio de seguir las instrucciones del manual, podemos vivir agradando a Dios:
Psalm 119:11 LBLA
En mi corazón he atesorado tu palabra, para no pecar contra ti.
Lo hace también alumbrando nuestro camino para que no tropecemos:
Psalm 119:105 LBLA
Lámpara es a mis pies tu palabra, y luz para mi camino.
Psa 119
Es por ella que nos vivifica cada día:
Psalm 119:93 LBLA
Jamás me olvidaré de tus preceptos, porque por ellos me has vivificado.
93
Nos da sabiduría para vivir:
98
Psalm 119:98 LBLA
Tus mandamientos me hacen más sabio que mis enemigos, porque son míos para siempre.
Nos aleja de las malas compañías:
Nos aleja de las malas compañías:
psa 119 104
Psalm 119:104 LBLA
De tus preceptos recibo entendimiento, por tanto aborrezco todo camino de mentira.
Psalm 119:163 LBLA
Aborrezco y desprecio la mentira, pero amo tu ley.
Psalm 119:105 LBLA
Lámpara es a mis pies tu palabra, y luz para mi camino.
Psa 119:1
113
Psalm 119:113 LBLA
Aborrezco a los hipócritas, empero amo tu ley.
Psalm 119:163 LBLA
Aborrezco y desprecio la mentira, pero amo tu ley.
Psa 119:163
Psa 119 133-134
Psalm 119:133–134 LBLA
Afirma mis pasos en tu palabra, y que ninguna iniquidad me domine. Rescátame de la opresión del hombre, para que yo guarde tus preceptos.
Psa 119:163
La Biblia es la varita que nos mantiene en el camino derecho.
Psalm 119:163 LBLA
Aborrezco y desprecio la mentira, pero amo tu ley.
¿Quieres que Dios te use? ¿Cómo está tu relación con Su Palabra? ¿Es para de vez en cuando o es parte de tu dieta diaria? ¿Qué tan bien la manejas?
Dios busca un hombre de la Palabra, que la conoce, que la maneja, y que la practica. ¿Serás tú esa persona? ¿Cuándo comienzas?
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