Encontrándonos con su presencia

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Para estar en la presencia de Dios debemos buscarlo de todo corazón y hallarlo...!

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INTRODUCCIÓN:

Quiero continuar hablando de la presencia de Dios en nuestras vidas. El domingo pasado hablamos sobre la verdad y la realidad de que Dios está con nosotros. Él está siempre, porque él lo dijo, lo prometió y el es fiel, no es mentiroso como nosotros que prometemos y no cumplimos. Aunque nosotros no permanezcamos fieles él sigue siendo fiel, cumpliendo lo que prometió.
Pero la pregunta es: “¿nosotros estamos con él? o mejor dicho ¿queremos estar con él? ya que estar en la presencia del Señor tiene un costo muy alto para nuestra carne.
Isaías 6.5 NTV
Entonces dije: «¡Todo se ha acabado para mí! Estoy condenado, porque soy un pecador. Tengo labios impuros, y vivo en medio de un pueblo de labios impuros; sin embargo, he visto al Rey, el Señor de los Ejércitos Celestiales».
Siempre, siempre que nos encontremos con el Señor, el esplendor de su gloria va a opacar, nuestras buenas obras, y seguramente vamos a enfrentarnos a nuestras miserias y nuestros pecados.
Pero la buena noticia es que, siempre, siempre que nos encontremos con él y se manifiesten nuestras miserias y pecados, él no nos va a dejar igual.
Isaías 6.6–7 NTV
Entonces uno de los serafines voló hacia mí con un carbón encendido que había tomado del altar con unas tenazas. Con él tocó mis labios y dijo: «¿Ves? Este carbón te ha tocado los labios. Ahora tu culpa ha sido quitada, y tus pecados perdonados».
Es humanamente entendible que muchos no quieran enfrentarse al Señor en un encuentro personal. Pero debemos saber que lo que mas necesitamos en nuestra vida no son sus bendiciones, no es su sanidad, ni su poder, ni los dones, o la prosperidad, ni siquiera su salvación, lo que más necesitamos en nuestras vidas es su presencia.
Y para esto él allanó el camino para que podamos llegar a él a través de su Hijo Cristo, quién es el camino para llegar al Padre y Jesús lo dejo bien en claro cuando dijo: “nadie puede llegar al Padre si no es por mí”.
Es increíble cuanto amor nos tiene Dios, cuanta misericordia que a pesar de lo que somos, él hizo todo, arregló todo, de manera que podamos acercarnos y estar con él.
Es asombroso este pasaje:
Jeremías 29.13 RVR60
y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón.
En este pasaje hay tres cosas importantes que vamos a ver para poner en práctica en nuestra vida de devoción a Dios.

DESARROLLO:

1. BUSCARLO.

Y ME BUSCARÉIS…!
Isaías 55.6 NTV
Busquen al Señor mientras puedan encontrarlo; llámenlo ahora, mientras está cerca.
Buscar a Dios no tiene que ser solamente un deseo, sino una decisión de todos los días.
Y no solo cuando las cosas están mal. Eso háganlo conmigo pero no con el Señor.
Isaías dice que va a llegar un momento en el que no lo vamos a poder encontrar, por eso nos exhorta y nos dice “llámenlo ahora, mientras está cerca”.
2 Timoteo 4.3–4 NTV
Llegará el tiempo en que la gente no escuchará más la sólida y sana enseñanza. Seguirán sus propios deseos y buscarán maestros que les digan lo que sus oídos se mueren por oír. Rechazarán la verdad e irán tras de mitos.
Es por esto la urgencia de buscar al Señor ahora, no esperar más, no esperes arreglar tu vida para venir al Señor, porque la única forma en que se arreglará va a ser viniendo a su presencia.
El orgullo, la arrogancia y la dureza del corazón nos alejan del Señor, haciéndonos creer que nos la podemos arreglar solos sin él.
Pero no nos damos cuenta que no podemos, que somos débiles, que ya lo intentamos y fracasamos, sin su fuerza y su poder no podemos.
1º Crónicas 16.11 NTV
Busquen al Señor y su fuerza, búsquenlo continuamente.
Es maravilloso, porque cuando tomamos la decisión de buscarlo, él hace todo para que lo podamos encontrar.
El velo que lo ocultaba fue partido al medio y ahora se lo puede ver a través de su Hijo Cristo.

2. HALLARLO.

Y ME HALLARÉIS...
Job 23.3 RVR60
¡Quién me diera el saber dónde hallar a Dios! Yo iría hasta su silla.
A la hora de buscar a Dios, muchas veces nos surge una pregunta. Dónde lo puedo encontrar?.
Esta pregunta podría encontrar una simple respuesta: “en todos lados”. Estemos donde estemos podemos clamar, invocar a Dios y podremos entrar en su presencia y él podrá manifestarse en nuestras vidas.
Por un lado debemos dejar de pensar que Dios está en ciertos lugares y en otros no.
Nuestra mente occidental y religiosa, aunque seamos evangélicos, no juega en contra a la hora de buscar a Dios, haciéndonos creer que hay ciertos lugares para buscar a Dios.
La Biblia nos enseña que debemos permanecer en una actitud de oración en la presencia de Dios en todo tiempo.
Una de las mejores cosas acerca de la oración es que podemos orar mientras estamos, en casa, o en nuestro trabajo. Podemos orar hasta cuando manejamos nuestro auto. Una actitud de oración significa que estamos muy conscientes de la presencia de Dios y de que Él está escuchando siempre.
Pero por otro lado y a la hora de buscar intimidad con Dios, debemos pensar un lugar donde podamos estar con el Señor sin interrupciones.
Esto lo vemos en la vida de Jesús.
Marcos 1.35 RVR60
Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba.
Lucas 5.16 RVR60
Mas él se apartaba a lugares desiertos, y oraba.
Y siempre que Jesús oraba, hablaba con el Padre, siempre lo encontraba, porque lo buscaba con una actitud correcta y en un lugar indicado.
El mejor lugar para encontrarse con Dios, es en la oración y no debemos dejar de orar hasta hallarlo, hasta encontrarse con él, porque él es todo lo que necesitamos. Él no es algo que necesitamos para la vida, él es la vida…!
Proverbios 8.35 NTV
Pues todo el que me encuentra, halla la vida y recibe el favor del Señor.

3. DE CORAZÓN.

ME BUSCARÉIS DE TODO CORAZÓN...
En esta búsqueda de Dios, muchos se sienten frustrados, se sienten que no lo pueden encontrar.
El buscar y hallar a Dios tiene una condición; “el corazón”. Aquel que no tiene un corazón para Dios, difícilmente lo va a poder encontrar.
Cuando digo de tener un corazón para Dios me refiero a que no lo buscamos porque necesitamos, sino porque lo amamos.
Ezequiel 11.19–20 NTV
Les daré integridad de corazón y pondré un espíritu nuevo dentro de ellos. Les quitaré su terco corazón de piedra y les daré un corazón tierno y receptivo, para que obedezcan mis decretos y ordenanzas. Entonces, verdaderamente serán mi pueblo y yo seré su Dios.
Es por esto que debemos pedir al Señor que nos de un corazón que desee buscarlo por amor.
2 Tesalonicenses 3.5 NTV
Que el Señor les guíe el corazón a un entendimiento total y a una expresión plena del amor de Dios, y a la perseverancia con paciencia que proviene de Cristo.
He escuchado a demasiados cristianos decir; me canse de buscar a Dios, de pedirle y que no me responda. Estoy harto de clamar y que no me responda, de que mi situación siga igual, y que las cosas no cambien… etc. etc. etc.
No dándose cuenta que no tienen un corazón para el Señor sino para ellos mismos. Buscan y pretenden encontrar a Dios pero lo hacen por motivaciones erróneas.
1º Crónicas 28.9 NTV
»Y tú, Salomón, hijo mío, aprende a conocer íntimamente al Dios de tus antepasados. Adóralo y sírvelo de todo corazón y con una mente dispuesta. Pues el Señor ve cada corazón y conoce todo plan y pensamiento. Si lo buscas, lo encontrarás; pero si te apartas de él, te rechazará para siempre.
Creo que este es el mejor consejo que un padre le puede dar a un hijo.
No es posible encontrarle cuando lo buscamos con un corazón que se encuentra lejos del Señor.
o cuando simplemente queremos cumplir con la cita diaria como si fuera una tarea más.
Jeremías 29.12–13 RVR60
Entonces me invocaréis, y vendréis y oraréis a mí, y yo os oiré; y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón.
Recordemos que invocar es llamar a la persona para que venga.
Dios nos recuerda esto porque muchas veces aunque nos sentamos a “leer” la Biblia, y orar, nuestro corazón esta tan lejos…
Isaías 29.13 RVR60
Dice, pues, el Señor: Porque este pueblo se acerca a mí con su boca, y con sus labios me honra, pero su corazón está lejos de mí, y su temor de mí no es más que un mandamiento de hombres que les ha sido enseñado;
Es triste y la vida del creyente deja de tener victoria cuando de solo labios adoramos al Señor, pero nuestro corazón esta en otro lado.
Pero es esperanzador que el mismo Señor promete, me buscaran y me encontraran porque me buscaran de todo corazón.
Y esa es la forma en la que Dios quiere que lo amemos. Con todo nuestro corazón… con toda nuestra alma… con toda nuestra mente…!
Es desearlo mas que a nada de este mundo…!

CONCLUSIÓN:

En este tiempo hay muchas cosas que nos quieren distraer de su presencia, pero es ya el tiempo de buscarlo y dejar atrás toda complicación y excusa y hacerlo de todo corazón, entregándonos de lleno a búsqueda sin parar, sin distracciones, sin otras cosas que compitan con él.
Hageo 2.7 RVR60
y haré temblar a todas las naciones, y vendrá el Deseado de todas las naciones; y llenaré de gloria esta casa, ha dicho Jehová de los ejércitos.
Su presencia en nuestras vidas, no solo es lo mas importante, lo mas necesario y lo más urgente; sino lo mas deseado de nuestro corazón.
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