Auméntanos la fe
Auméntanos la fe
En realidad la fe no es solamente para hacer milagros o producir hechos espectaculares, la fe es sumamente necesaria para la vida cristiana cotidiana, hace falta fe para acudir a Dios pidiendo ayuda para poder sortear con éxito las inevitables pruebas que pueden terminar en tropiezos. La fe es un don de Dios, según dice claramente la Biblia, por ello hicieron bien los apóstoles en solicitar que se las aumente.
El sicómoro, como un árbol de raíces muy profundas, podría simbolizar el judaísmo y sus tradiciones tan arraigadas que imposibilitaron ver en Jesús al Mesías. Para los judíos, el mar claramente es una señal del paganismo y de las naciones gentiles. Por lo tanto, lo que Jesús está diciendo es que deben tener la fe que es propia de la perspectiva del reino. Así, desarraigando los dogmatismos del judaísmo, deben plantar ese reino en los contextos gentiles, hacia donde el evangelio se dirige con más fuerza por causa del rechazo de Israel. Esa religiosidad judía era la que estaba poniendo tropiezos en la gente para que no creyeran en Jesús como el Mesías (vv. 2, 6).
Así también una semilla de mostaza, aunque sea tan pequeña, debido a su contacto vital a ininterrumpido con su medio nutriente, crece y crece hasta llega a ser en un árbol tan grande que las aves del cielo vienen y hacen nido en sus ramas. Cf. Mt. 17:20.