Nuestra seguridad en Jesucristo

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La persona de Nuestro Señor Jesus

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LA PERSONA DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO.

1.
El testigo Fiel Apc. 1:5b
Cristo es la verdad encarnada. Su testimonio es siempre fiel. Podemos confiar en su palabra. UN TESTIGO es el que puede dar veracidad de la verdad que ha experimentado, y tiene conocimiento de un hecho y puede dar información concerniente a él; este término se aplicó también a los apóstoles que murieron defendiendo la causa de Cristo, por cuanto ellos vivieron realmente toda la obra de redención del Hijo de Dios. También es FIEL y VERDADERO, por cuanto se apareció a muchos después de su resurrección; además es el PRINCIPIO, y Primogénito de la creación, refiriéndose a que Él es la fuente de toda la creación. Estas palabras las reveló el mismo Jesucristo al apóstol Juán, y la promesa que nos dá, es que El vendrá con las nubes un día, y todo ojo le verá manifestando su realeza y majestad, y los que no han creído en El, lamentaran no haberlo hecho.
2. el primogénito de los muertos, 1:5c
y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos
Versículo poderosísimo en el cual nos revela la Palabra de Dios que Jesucristo es el primogénito de los muertos, pero muchos se preguntarán, ¿De qué muertos? ¿Serán los de la tumba? ¿Será de los muertos para no volver a morir? ¿O realmente de los muertos espirituales? Explicaré a continuación con la Escritura a qué muertos se refiere:
Jesucristo es el primogénito de los muertos espirituales, ¿Por qué afirmo ésto?, tan sencillo como que antes de Jesús ya se habían levantado, ya habían resucitado físicamente muchas personas, por ejemplo: el hijo de la viuda de Sarepta, el hijo de la sunamita, el muerto que tocó los huesos de Eliseo, Lázaro, el hijo de la viuda de Naín, la hija de Jairo, etc. ya habían resucitado de los muertos físicos.
Cuando nuestro Señor Jesucristo resucitó, nos dice la Biblia que Cristo se levantó de los muertos que estaban en el abismo:
Pero la justicia que es por la fe dice así: No digas en tu corazón: ¿Quién subirá al cielo? (esto es, para traer abajo a Cristo);
o, ¿quién descenderá al abismo? (esto es, para hacer subir a Cristo de entre los muertos).
que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.
En el contexto bajo el cual está hablando Pablo inspirado por el Espíritu Santo, es que no debemos decir quién subirá al cielo, porque sería invalidar que Él subió al cielo; pero también nos dice que no debemos decir quién descenderá al abismo, porque sería invalidar que Él bajó al abismo, donde están los muertos, ¿Qué muertos? los muertos espirituales que están en el abismo (), ese lugar que en la Biblia nos enseña es el infierno, el corazón de la tierra (), ubicado en las partes más bajas de la tierra ().
Entonces, podemos ver claramente que Jesús se levantó de los muertos, de los muertos espirituales. Al nosotros recibir a Cristo en nuestro corazón, confesándolo con nuestra boca y creyendo que Él se levantó de los muertos del abismo somos salvos, y pasamos de muerte a vida espiritual en Él. Por eso dice la Escritura lo siguiente:
¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte?
Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.
Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados,
aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos),
y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús,
Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados,
Entonces a nosotros que estábamos muertos espiritualmente, se nos dio vida juntamente con el Señor, porque Cristo al resucitar al tercer día del abismo, del infierno, de ese lugar donde estaba en tormentos (, , , , , , , , , ) fue el primero en levantarse, y después ¡Ahí íbamos nosotros! Por eso a Jesús se le llama el primogénito de los muertos, porque fue el primero de los muertos espirituales en levantarse de ese lugar de tormentos, y aunque nosotros literalmente no fuimos, se nos contó como si hubiéramos ido (, -Mateo 16:18, ). Al haber Cristo resucitado de la tumba (que tampoco negamos), solamente fue el resultado de haber resucitado del abismo, infierno o Hades como le quieran llamar. Es decir, al haber Cristo resucitado en Su espíritu del mismo infierno, su cuerpo resucitado fue solamente el resultado de esa resurrección espiritual.
Panorama del Nuevo Testamento PRIMERA DIVISIÓN: I. LAS COSAS QUE HAS VISTO → VISIÓN DE CRISTO A JUAN ► 1:1–20

El soberano de los reyes de la tierra

3. El soberano de los reyes de la tierra 1:5d
Es gracioso como todos quieren tener a Jesus de su lado. Musulmanes, Budistas, Testigos de Jehova, Mormones. Todos ellos aceptan gustosos la memoria de Jesus de Nazaret. Todo el mundo quiere a Jesus, pero no al Jesus verdadero.
Simpatizan con el siervo, pero no con el Rey que gobierna sobre ellos.
En la misma forma, los cristianos amamos lo que Jesus ofrece: consuelo, ayuda, protección; pero muchos no simpatizan con el Jesus que gobierna, el que manda, el Señor que te dice que hacer y que no.
Argumentamos que Dios nos dio “libre albedrío” ignorando que nuestra supuesta libertad esta rodeada por Sus limites. Cuando Dios puso a Adan y Eva en el Eden nunca dijo: “Hagan lo que se les antoje.” Dijo, “cuiden del huerto y coman de cualquier fruto, EXCEPTO del fruto del conocimiento del bien y del mal.” Dentro de sus limites… como puedes verlo.
No somos autónomos. Esa es una mentira de Satanas o una fantasia personal. Somos libres para hacer lo que es bueno, pero no lo somos para hacer lo que es malo. No mientras Dios sea soberano. Piénsalo: Si somos realmente libres para hacer lo que queremos, porque la advertencia del infierno?
El significado de la palabra “Señor” el titulo con el que la gente se refería a Jesus, endereza todas nuestras ideas equivocadas acerca de El. Jesus es quien gobierna. Ademas pago un precio por nosotros – su sangre, su propia vida. Nosotros los cristianos ni siquiera somos nuestros! pertenecemos a Cristo.
Dios, Señor, Salvador, Redentor…cada palabra apunta a la sumisión, lógica, incondicional y absoluta al Soberano de los reyes, y de los presidentes, y de los pastores y de los cristianos y de cada criatura creada por El y para El.
4. El que nos amó, 1:5e.
Panorama del Nuevo Testamento PRIMERA DIVISIÓN: I. LAS COSAS QUE HAS VISTO → VISIÓN DE CRISTO A JUAN ► 1:1–20

El que nos amó, 1:5e.

La revelación no intenta decirnos lo que Dios es en sí mismo, sino lo que él es para nosotros. No pretende manifestarnos su naturaleza, su ser y su identidad, sino, más bien, su comportamiento con nosotros. Tiene, por lo mismo, un sentido que podríamos llamar ‘funcional’. Al decir, pues, que “Dios es Amor” (, 16), quiere afirmar simplemente que Dios nos ama. Y que el amor es la única razón y el motivo único de toda su actuación con respecto a nosotros. Nos crea por amor, nos conserva en el ser por amor, nos elige y nos llama en Cristo por amor, y por amor nos predestina, desde toda la eternidad, a ser hijos suyos en su único Hijo, por una real configuración e identificación mística con él. Claro está que, al manifestarnos lo que Dios es para nosotros, nos dice también, y al mismo tiempo, lo que Dios es en sí mismo. Su comportamiento con nosotros, revela, de hecho, su verdadera identidad.
La máxima expresión del amor que Dios es y del amor que Dios nos tiene, se llama Jesucristo. El es la manifestación suprema, la epifanía y la demostración definitiva de que Dios es amor y nos ama. “En esto se manifestó el amor que Dios nos tiene: en que Dios envió al mundo a su Hijo único para que vivamos por medio de él. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y nos envió a su Hijo como propiciación por nuestros pecados” (, 9-10). “Tanto amó Dios al mundo, que le dio a su Hijo único” (, ). “La prueba de que Dios nos ama es que Cristo, siendo nosotros todavía pecadores, murió por nosotros” (, ).
Ahora, podríamos preguntarnos: ¿Por qué nos ama Dios? Y tendremos que responder que la razón y el porqué de su amor a nosotros no están en nosotros mismos, sino en él. Dios nos ama porque él es el Amor, y es muy digno del amor amar. El amor de Dios no supone, sino que crea en nosotros la bondad y la belleza Su mirada nos hace buenos y gratos a sus ojos, porque imprime en nosotros la imagen del Hijo de sus complacencias. Por eso, conocer de verdad a Cristo y creer en él, es conocer verdaderamente a Dios y creer en su amor. Y creer de verdad en el amor de Dios, es creer en Cristo. “Nosotros, confiesa Juan, hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en él” (, 16). Toda la vida espiritual cristiana se reduce, en última instancia, a creer de verdad que Dios nos ama, reconociendo agradecidamente y aceptando con temblorosa libertad ese amor.
5. El que nos lavó de nuestros pecados con su sangre, 1:5f.
Panorama del Nuevo Testamento PRIMERA DIVISIÓN: I. LAS COSAS QUE HAS VISTO → VISIÓN DE CRISTO A JUAN ► 1:1–20

El que nos lavó de nuestros pecados con su sangre, 1:5f.

Es por la sangre de Cristo que nuestros pecados son lavados y quitados de nosotros.
No podemos hacer esto para nosotros mismos. Jesucristo es el que “nos lavó de nuestros pecados con su sangre” (Apc. 1, 5). Dios es su Padre, y es verdad que “la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado” (, 7). Juan tuvo una visión de una gran multitud vestida de ropas blancas, y un anciano le dijo que “estos son los que han salido de la gran tribulación, y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero” (Apc. 7, 14). Al Cordero los seres celestiales le “cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo Linaje y lengua y pueblo y nación” (Apc. 5, 9). San Pablo también habla de la redención que tenemos por medio de la sangre de Cristo, derramada en sacrificio para nosotros en la cruz. Él es “en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia” (, 7). “Ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo” (, 13). “Agradó al Padre … por medio de él [Cristo] reconciliar consigo todas las cosas … haciendo la paz mediante la sangre de su cruz” (, 19-20). Y el mismo Jesús dijo en la última cena: “Esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados” (, ).
Panorama del Nuevo Testamento PRIMERA DIVISIÓN: I. LAS COSAS QUE HAS VISTO → VISIÓN DE CRISTO A JUAN ► 1:1–20

Al que nos hizo reyes y sacerdotes, 1:6a.

Panorama del Nuevo Testamento PRIMERA DIVISIÓN: I. LAS COSAS QUE HAS VISTO → VISIÓN DE CRISTO A JUAN ► 1:1–20

Al que nos hizo reyes y sacerdotes, 1:6a.

6. Al que nos hizo reyes y sacerdotes, 1:6a.
1. Debemos nacer de nuevo por la fe en el sacrificio expiatorio de Jesucristo – Jesús, debe ser el Señor y Salvador de nuestras vidas. “Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.” ()
2. Los verdaderos sacerdotes para Dios, tienen un profundo deseo de conocer y enseñar la verdad, porque creen en lo que Jesús dijo: “Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.” ()
3. Los verdaderos sacerdotes tienen un profundo deseo de estudiar la Palabra de Dios, pasar tiempo en oración, quieren reunirse con otros creyentes para mantener una relación humilde y santa con Dios. Ellos tienen un profundo deseo de adorar a Dios “en espíritu y en verdad.” describe lo que está en el corazón de un verdadero sacerdote de Dios: “En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti.”
Los sacerdotes de Dios deben ser santos. “Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado; como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia; sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.” ()
7. Al que viene con las nubes, Y todo ojo lo vera, 1:7a. (2º venida de Cristo Premileniar)

13Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía uno como un hijo de hombre,i que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron acercarse delante de él. 14Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran;j su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido.

13Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía uno como un hijo de hombre,i que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron acercarse delante de él. 14Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran;j su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido.

Daniel 7:13-14
13Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía uno como un hijo de hombre,i que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron acercarse delante de él. 14Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran;j su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido.
Reina Valera Revisada (1960). Miami: Sociedades Bı́blicas Unidas, 1998. Print.
MATEO 24:30
30 Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria.
La palabra de Dio
8. .A él sea la gloria e imperio por los siglos de los siglos, 1:6b.
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