1 Cuando Jesús bajó de la montaña, lo siguieron grandes multitudes. 2 Un hombre que tenía lepra se le acercó y se arrodilló delante de él. —Señor, si quieres, puedes limpiarme—le dijo. 3 Jesús extendió la mano y tocó al hombre. —Sí quiero—le dijo—. ¡Queda limpio! Y al instante quedó sano de la lepra. 4 —Mira, no se lo digas a nadie—le dijo Jesús—; sólo ve, preséntate al sacerdote, y lleva la ofrenda que ordenó Moisés, para que les sirva de testimonio.