El Valor De Un Discípulo

Abrazando La Visión 20/20  •  Sermon  •  Submitted
0 ratings
· 46 views
Notes
Transcript
Handout
Handout
Oración
Hemos estado hablando de la misión de FBC of Lodi por semanas y haciendo énfasis en el llamado que Dios nos ha hecho.
En esta última semana quiero que reflexionemos juntos acerca de lo que Dios piensa acerca de cada uno de sus seguidores.

El Amor De Dios es inmenso

El mejor lugar para empezar es, sin dudas, el versículo más famoso de la Biblia.
Juan 3.16 RVR60
16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
Este famoso versículo nos recuerda que Dios ama tan profundamente al mundo que estuvo dispuesto a hacer el sacrificio más grande.
Juan 3.1 RVR60
1 Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un principal entre los judíos.

El amor de Dios siempre está disponible para todos y cada uno de nosotros.

Esta mañana, quiero que sepas que Dios te amó tanto, que lo dio todo por ti. Mostró un amor que sobrepasa cualquier diferencia, opinión, raza o posición política.
Dio su vida en rescate por muchos ()
Es una clase de amor “masivo” que esta disponible para todo ser humano que lo reciba por fe en su corazón. Es como el sol, que sale sobre todos nosotros, justos e injustos, buenos y malos. Está más allá de los límites de nuestra comprensión.
No hay lugar tan oscuro que el amor de Dios no pueda cubrir y que la luz de Dios no pueda iluminar.
El amor de Dios es escandalosamente injusto, tanto que las autoridades religiosas no podían tolerar que Jesús estuviera enseñando tales cosas.

El amor de Dios también es específico .

La Biblia está llena de historias que nos muestran cómo Jesús tuvo tiempo para estar con las personas.
Zaqueo, Nicodemo, Jairo, la mujer con flujo de sangre, los diez que fueron sanados...
Todas y cada una de esas historias nos enseñan que Jesús, a parte de ser capaz de realizar todos esos milagros, es un Dios personal, cercano.

A Dios Le Importas

Hay dos historias que van justo antes de una de las parábolas más bonitas de la Biblia que muchas veces se ha malinterpretado.
Justo antes de la historia del “hijo pródigo” que debería ser llamada la parábola del “padre amoroso” hay dos ejemplos que Jesús usa para expresar el valor que cada uno de nosotros tiene para Dios.

Los 2 ejemplos

Hay un hombre y una mujer. Hay un ejemplo relacionado con las tareas en el campo y otro en la casa. Hay variedad en los contextos y en los personajes, pero los dos dibujan el mismo valor que tu y yo tenemos en los ojos de Dios.

El Contexto

Es importante ver el contexto en el que se incluyen estas historias. Los publicanos y los pecadores se acercaban a Jesús. Él predica un evangelio accesible para todos, no solo para los Judíos y las personas se acercan a Él.
Al ver esto, los fariseos y los escribas, las autoridades religiosas de la época, murmuraban porque Él se juntaba con ellos y se quejaban de Él.
Es muy interesante ver los sujetos y los verbos en los primeros 2 versículos:
Es una oración compleja, con varias partes y con 3 sujetos.
Primer Sujeto: Publicanos y Pecadores
La primera parte tiene a “los publicanos y pecadores” como sujeto. Y el verbo que se le adjudica a esos sujetos es el de acercarse a Jesús. ¡Qué bonito!
Los publicanos y pecadores: se acercaban
Estas personas estaban deseosas de escuchar al maestro y cada uno de ellos quedó inmortalizado en las palabras de Lucas. Serán recordados como aquellos que se acercaban a Jesús.
Si los evangelios se estuvieran escribiendo en nuestros días… ¿seríamos tu y yo recordados como los que se acercaban a Jesús?
Quizás se escribiría de nosotros… “En aquellos días estaban tan ocupados que no le prestaban atención a Jesús” o… “iban a la iglesia, pero no hacían lo que Dios quería que hicieran...”
Segundo sujeto: Fariseos y Escribas
Podríamos hablar mucho de los fariseos y su situación socioeconómica, su posición política y su tan venerado “status-quo”, pero nos perderíamos del punto. Lo importante aquí es entender que son personas “educadas”, “relevantes” socialmente hablando y que se creen “moralmente superiores”.
Una referencia muy útil es la mención que Jesús hace entre un fariseo y un publicano en
Lucas 18.11–12 NTV
11 El fariseo, de pie, apartado de los demás, hizo la siguiente oración: “Te agradezco Dios, que no soy un pecador como todos los demás. Pues no engaño, no peco y no cometo adulterio. ¡Para nada soy como ese cobrador de impuestos! 12 Ayuno dos veces a la semana y te doy el diezmo de mis ingresos”.
Lucas 18.11 RVR60
11 El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano;
Lc
Dicho así, es claro que el fariseo está mal. ¡¡Se está justificando!!
Pero cuando lo traducimos a nuestro contexto, muchas veces nosotros justificamos nuestras faltas con las errores de otros.
En mi tierra hay un dicho que dice:
Mal de muchos, consuelo de tontos.
La triste realidad es que es muy común actuar de esta manera. Una forma muy sencilla de ver este comportamiento en nosotros mismos es la siguiente:
¿Contestas a menudo de estas maneras cuando alguien te menciona tus faltas?
- Si, pero... ¡lo que tu hiciste fue peor!
- Ya se… pero mis compañeros lo hacen todo el tiempo!!
- ¡¡Mira quién habla!!
Su usted utiliza o piensa una o más de estas frases semanalmente, es posible que padezca del síndrome farisaico. Consulte a su Biblia diariamente para erradicar la fuerte de todos los síntomas: su corazón engañoso.
Es muy fácil ver el error en otros y criticarlos, pero es muy difícil asumirse pecador y mirar nuestras propias faltas.
Si todavía no te convenzo, voy a dejar que las palabras del apóstol Pablo hablen por sí solas cuando se refiere a este sentir del pueblo cuando no creyeron en Cristo.
Romanos 10.1–3 NTV
1 Amados hermanos, el profundo deseo de mi corazón y mi oración a Dios es que los israelitas lleguen a ser salvos. 2 Yo sé que ellos tienen un gran entusiasmo por Dios, pero es un fervor mal encauzado. 3 Pues no entienden la forma en que Dios hace justas a las personas ante él. Se niegan a aceptar el modo de Dios y, en cambio, se aferran a su propio modo de hacerse justos ante él tratando de cumplir la ley.
… se aferran a su propio modo de hacerse justos...
Volvamos a los sujetos y los verbos: El segundo sujeto eran los fariseos y escribas. Veamos que hacían:
Los Fariseos y Escribas murmuraban
Aquí tenemos otro grupo de personas que quedó inmortalizado en las palabras de Lucas y vuelvo a preguntarnos…
¿Nos cabe el saco? ¿Es esa descripción acertada de FBC o de mi familia o de mi persona?
Tercer Sujeto: Jesús
ercer sujeto
Es muy interesante ver cómo los fariseos y escribas se refieren a Jesús como “este”.
Es como cuando nos enojamos con uno de nuestros hijos y le decimos a nuestr@ espos@: “¿Viste lo que hizo tu hijo?”
No decimos MI hijo, como cuando gana una carrera o anota un gol en la práctica de futbol o cuando toca en un concierto. Ahí sí nos aseguramos de decir MI o NUESTRO hijo.
La expresión de los fariseos es igual. Es una forma distante, despectiva… “este” tal Jesús.
Jesús les recibe y come con ellos
Otra vez… ¡Qué hermosa pintura! Jesús, una vez más modelando ese concepto del valor intrínseco de las personas más allá de lo que hagan o de lo que otros piensen de ellos.
¡Cuánta falta nos hace aprender de Jesús viviendo en este contexto tan lleno de odio y prejuicios!
Qué falta que me hace a MI despojarme de ese prejuicio farisaico que no nos permite avanzar como sociedad.
Es fácil criticar al otro.
Es fácil criticar al otro.
o se trata del que está del otro lado de la vereda, sino de ver cómo yo estoy fallando en seguir el ejemplo de Cristo.

Una Historia En 3 Tomos

La realidad es que las 3 historias de son indivisibles, pero por cuestión de tiempo y propósito vamos a interrumpir la narrativa y dejar que Dios te hable por medio de Su Palabra cuando leas el final de la historia en casa.
Con este contexto que ya mencionamos (los publicanos acercándose para escuchar a Jesús y los fariseos murmurando) es que Jesús comienza a hablar y cuenta estas 3 historias.

La Clase de Amor Del Padre

Cada una de estas historias nos enseñan cómo es el amor de Dios.
En todas ellas hay celebración. En todas ellas hay un elemento aparentemente irrelevante o sin valor que se vuelve el centro de la atención y en las dos primeras, que se enfocan en los publicanos, Jesús dice algo muy importante:
Hay gozo en el cielo por un pecador se arrepiente.
Así de inmenso es el amor de Dios para cada uno de nosotros. Hay una pachanga celestial cuando alguien decide entregar su vida al Señor, porque a Él no le importan las 99 ovejas o las 99 monedas que no se perdieron, le importas tú. Con nombre y apellido, y está dispuesto a ir a buscarte, dejar lo que estaba haciendo, dar vuelta todos los muebles de la casa hasta encontrarte a ti, esa moneda tan valiosa que espera ser encontrada.
Si este tipo de amor e interés personal de parte del Dios todopoderoso no es capaz de conmoverte y de hacerte sentir la persona más amada del planeta… entonces no sé que pueda hacerte sentir amado.
Oración
Related Media
See more
Related Sermons
See more