10 hechos históricos que no sabías acerca de la virgen de Guadalupe

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La siguiente es una traducción libre de un artículo sobre hechos históricos acerca de la Virgen de Guadalupe, publicado el 9 de diciembre de 2010 en el sitio religionnews.com. El estudio original es autoría de Andrew Chesnut. Lo comparto aquí con la única intención de ampliar la información de los lectores proporcionando un contexto histórico, pero sin asumir en esta ocasión una intencionalidad de confirmación o refutación por mi parte. Para ser entendido, el texto debe ser leído por completo, más allá de la sola introducción. Me encantará conocer tu opinión sobre el mismo. – JPMarichal

Introducción: Historia e importancia de la virgen de Guadalupe o virgen morena

(RNS) Los mexicanos dirían que el 90 por ciento de ellos son católicos, pero que el 100 por ciento son guadalupanos. Aunque dicha proporción de católicos en México ya no es vigente, la virgen de Guadalupe permanece como una estimada parte de la identidad nacional mexicana, reflejada en el hecho de que millones de mujeres y hombres son llamados Guadalupe, muchos sobrenombrados simplemente como “Lupe”.
Como especialista en religión latinoamericana, siempre me he sentido fascinado por el número de devotos a “nuestra señora de Guadalupe”.
Según la leyenda, la virgen apareció a un personaje azteca, Juan Diego, por primera vez en un monte llamado Tepeyac el 9 de diciembre de 1531, y le habló en su nativo náhuatl a este converso al cristianismo, diciéndole que deseaba que se construyese una iglesia en su honor en el sitio de su aparición.
Diego buscó al arzobispo de la Ciudad de México para compartir las noticias sobre la milagrosa aparición, pero fue recibido con escepticismo. La virgen de piel morena apareció al azteca una segunda vez, en la cual Diego recapituló lo que ya ella sabía, que había sido reprendido por el arzobispo. Determinada a lograr que se construyese su iglesia y se nombrase Guadalupe, la virgen instruyó al joven azteca que intentara nuevamente con el alto prelado de México.
El dudoso obispo le pidió una señal de la aparición mariana en el Tepeyac. Durante su tercera aparición, Guadalupe le dijo a Diego que recogiese algunas rosas españolas que ella hizo milagrosamente florecer en su “tilma” (un delantal de fibra de cactus). El resuelto converso regresó con el obispo y desplegó su tilma, revelando no sólo las rosas fuera de época sino una milagrosa imágen de la virgen impresa en la tela, la cual aún se puede ver en la Basílica de nuestra señora de Guadalupe en la Ciudad de México.
La Virgen Morena no sólo es la patrona de México, sino la emperadora de las Américas, desde Chile a Canadá. Mientras otras manifestaciones de María reclamaron más bien una región o país, Guadalupe es la única que ha reinado sobre dos continentes. Y si eso no fuera suficiente, por un breve periodo en la mitad del siglo XX, fue también declarada patrona de las Filipinas, hogar del tercer conglomerado de población católica más grande del mundo.
Antes de que el folklore mexicano hacia la Santa Muerte capturara mi atención en 2009, había conducido una investigación de dos años sobre la virgen mestiza para un proyecto de libro que después fue suspendido. En la víspera de la festividad del 12 de diciembre, he querido compartir 10 hechos fascinantes sobre la virgen presente en la independencia de los mexicanos de España:

Muchos mexicanos desconocen que la virgen de Guadalupe original proviene de Extremadura, España.

De hecho, Cristóbal Colón era devoto de ella y aún nombró a la isla caribeña “de Guadalupe” en su honor, tras creer que ella había salvado su flota de una tormenta en el mar. La Guadalupe española es una de las muchas vírgenes negras europeas, de modo que en su encarnación mexicana ella se convirtió en una versión un poco más clara, como la virgen morena.

Antes de la aparición de 1531, una diosa azteca había sido adorada en el mismo lugar.

El nombre de la diosa azteca, Tonantzin, significa “nuestra madre” en el lenguaje azteca náhuatl, por lo que algunos escépticos argumentan que la iglesia colonial española preparó la historia de la aparición de la virgen de Guadalupe a Juan Diego como una manera de convertir a los aztecas y otros grupos indígenas a la cristiandad.

A pesar de su canonización en 2002, no hay evidencia sólida de que San Juan Diego haya jamás existido.

De hecho, al momento de la controversial canonización, el abad de la basílica, Guillermo Schulenberg, renunció, clamando que Juan Diego nunca había existido y que era “sólo un símbolo”. El joven azteca fue canonizado, sin embargo, como parte de una estrategia para conservar a los indígenas católicos en México y a través de América Latina que habían desertado en masa al protestantismo, especialmente hacia el pentecostalismo.

Los historiadores de arte han descubierto que las representaciones del color de piel de la virgen se tornan progresivamente oscuras

Los estudios sobre su desarrollo histórico, tales como los de el historiador Stafford Poole, demuestran que, contrario a la leyenda, fueron criollos mexicanos (personas de ascendencia española nacidos en México) y no conversos indígenas, los primeros devotos de Guadalupe y principales propagadores de su culto.
Las representaciones de Guadalupe se volvieron notablemente más oscuras hacia el tiempo de la Revolución Mexicana (1910-20), lo que condujo a la exaltación de la raza mixta “mestiza” como nuevo modelo de mexicanidad.

La independencia de México en 1810 le transformó en patrona nacional.

El padre Miguel Hidalgo, líder de la independencia, inició la campaña por la independencia con el grito de batalla “¡Muerte a los gachupas y larga vida a la virgen de Guadalupe!”. La imagen de la virgen Mexicana emblazonó las banderas, estandartes y sombreros y se volvió la insignia de la rebelión armada contra el gobierno español. Las tropas españolas, por otra parte, eran guiadas por la virgen de los Remedios, que era la evocación preminente de María en México antes de ser eclipsada por la virgen de Guadalupe.

La Morena permaneció relativamente sin cambios en las representaciones artísticas hasta la década de los 80’s.

Los primeros artistas que experimentaron con las nuevas representaciones de la Emperatriz de las Américas fueron mexicanos-americanos que no se sentían tan restringidos cultural y religiosamente como sus contrapartes mexicanos para explorar nuevas maneras de representarle, usando todo tipo de medios.
Una virgen de Guadalupe con el seno descubierto, creada por el artista Paz Winshtein, fue objeto de considerable controversia cuando se le desplegó en la galería de Santa Fe, N.M., en 2014.

La etimología de su nombre es objeto de un considerable debate.

Algunos lingüistas e historiadores le señalan orígenes náhuatls, mientras que otros, más convincentemente, nos recuerdan que el nombre “Guadalupe” ya existía en España, y que es allí adonde debemos mirar en busca de su génesis etimológica. Hay poca duda de que el prefijo “Guada” proviene del árabe “wadi”, o valle de río. Hay controversia aún, sin embargo, sobre “lupe”, que muchos afirman que proviene del español “lobo” (“lupus”, en latín).

[La virgen de] Guadalupe fue una parte integral de la Revolución Mexicana (1910-20).

Luchando bajo el lema de “tierra y libertad”, el líder revolucionario Emiliano Zapata y sus combatientes llevaron a la virgen mestiza en sus estandartes en la batalla contra la oligarquía mexicana. Algunas guerrillas zapatistas mantuvieron la tradición durante su levantamiento en 1994, en el estado sureño de Chiapas.

En 1929 el fotógrafo oficial de la basílica dijo haber descubierto una imágen de un hombre barbado en su ojo derecho.

Dos décadas después, otro “experto” no sólo confirmó la presencia del hombre barbado original, sino que también clamó verlo en los dos ojos. Desde entonces, “el secreto de sus ojos” se ha expandido hasta incluir imágenes de una familia entera, supuestamente visible en ambas pupilas. Para los creyentes, las imágenes son reflexiones de lo que la virgen de Guadalupe vio cuando se apareció casi cinco siglos antes a Juan Diego.

La tilma sobre la cual la imagen de la virgen descansa es considerada milagrosa por sus devotos.

Algunos científicos señalan la ausencia de pinceladas en la tela, mientras otros reportan que la coloración no contiene elementos minerales o animales. Quizá el milagro más espectacular, según sus devotos, es que la tilma haya seguido ilesa tras la explosión de una bomba.
En 1921, un radical anti-clerical detonó 29 cartuchos de dinamita en una maceta de rosas bajo la tela. La explosión destruyó un carril de mármol, torció un crucifijo de metal y rompió ventanas a lo largo de la antigua Basílica, pero la tilma en sí misma permaneció intacta.
(Andrew Chesnut es profesor de estudios religiosos y es parte del comité del obispo Walter F. Sullivan en la materia de Estudios Católicos en la universidad Virginia Commonwealth University)
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